En el Vol.•. de la L.•. Sag.•. nos dice, según San Juan: ” En el principio era el verbo y el verbo estaba frente a dios y el verbo era Dios”. De donde se puede deducir, que el Silencio es la precedencia de la revelación.
También la noche de nuestra iniciación el V.•. M.•., nos instruye sobre los preceptos de N.•. A.•. O.•., según dice el Ritual y Catecismo del Ap.•.: “El primero de los preceptos es un Silencio Absoluto sobre todo lo hayáis visto, oído o descubierto, o supieras en adelante, con relación a nuestra orden”, donde claramente se le instruye al Neófito que debe guardar Silencio sobre todo lo que conociere y esa será su condición en el Gr.•. de Ap.•..
El Silencio es sinónimo de Prudencia, Moderación, Reserva y Discreción. Dependiendo del uso que hagamos del mismo, podrá ser beneficioso o perjudicial, para con nosotros mismo y nuestros semejantes. El Silencio limpia el alma y del se desprende el sentido de la verdad. Nada puede lograr tanta tranquilidad espiritual como el permanecer callado y rodeado de Silencio.
Podemos estar en Silencio y ofrecer Amor, Comprensión y Afecto; podemos callar para no dañar o callar para dañar; se puede ser grosero con el Silencio, pero también se puede mostrar admiración y respeto...
Ahora bien en diversas culturas y tradiciones, se solía mencionar de forma mas o menos explicita al Silencio y sus enseñanzas: Una de la más conocidas fue la Escuela Pitagórica: “Dictaba la Ley del Silencio a sus aprendices”. De hecho, para sus adeptos, “El Silencio era la Primera piedra del Templo de la Sabiduría”. Mahatma Gandhi llego a decir: “ Lo atroz de las cosas malas de la gente es el Silencio de la gente buena”. Voltairé lo explicaba así: “ El secreto de aburrir a la gente, consiste en decirle todo” Así pues entre muchos!!.
Comprender la necesidad de usar el Silencio durante los trabajos de Log.•. y en nuestro día a día es quizás, una de las tareas más arduas y necesarias. El Silencio, es en primer lugar, el arte de estar, totalmente presente y atento en Log.•. y el estar presente, es la condición necesaria para el encuentro de uno mismo y con Dios.
La disciplina del Silencio, es una de las enseñanzas fundamentales de la Mas.•.;
Quien hable mucho piensa poco, ligera y superficialmente; y la Mas.•. quiere que sus discípulos se hagan más bien “Pensadores” que “Habladores”. Aquí se aplica la máxima extraída: “Piensa primero y luego pon la lengua en movimiento”.
Para nosotros los Mas.•., El Silencio encierra una gran virtud; nos concentra en nosotros mismos para adentrarnos con toda la fuerza de nuestro espíritu, en la practica de nuestros principios Masónicos. El silencio exige del masón, soportar con dignidad y no responder las imputaciones y calumnias a las que se vea sometido, ya que como siempre la verdad habrá de revelarse por sí misma.
Por todo lo antes expuesto, estaremos de acuerdo que el Silencio y su practica es mas una Virtud que un defecto; siempre que se sepa aplicar en su momento. No es un tema para ser tratado a la ligera, todo lo contrario, no es fácil ni sencillo estar callado. El callar nos ayuda, a que se calmen las emociones, a serenarse, a liberar eso que llamamos Estrés que, como el vino enturbiado se aclara con el reposo.
Probablemente, el Silencio Iniciatico sea precisamente ese que permite, con su buen uso, ser más justos y virtuosos. Es decir, sea aquel que abra y anteceda la puerta de los conocimientos. De esta forma, el silencio puede convertirse mas en un derecho que en una obligación.
Por último, el arte del silencio NO consiste únicamente en callar la palabra exterior. Es necesario complementarlo con el silencio interior del pensamiento. Cuando logremos silenciar el pensamiento, la verdad habrá de revelarse y manifestarse en nuestra conciencia.
Debemos aprender primero a CALLAR para luego poder Hablar, pero siempre con acierto y tino, porque si hablar es Plata, callar es Oro. Es cuanto…
Fraternalmente:
Luis Alberto Rodríguez Girón, M.•. M.•.
2do. Vig.•. de la Resp.•.
Log.•.
Simb.•. Octava Estrella No. 220.
También la noche de nuestra iniciación el V.•. M.•., nos instruye sobre los preceptos de N.•. A.•. O.•., según dice el Ritual y Catecismo del Ap.•.: “El primero de los preceptos es un Silencio Absoluto sobre todo lo hayáis visto, oído o descubierto, o supieras en adelante, con relación a nuestra orden”, donde claramente se le instruye al Neófito que debe guardar Silencio sobre todo lo que conociere y esa será su condición en el Gr.•. de Ap.•..
El Silencio es sinónimo de Prudencia, Moderación, Reserva y Discreción. Dependiendo del uso que hagamos del mismo, podrá ser beneficioso o perjudicial, para con nosotros mismo y nuestros semejantes. El Silencio limpia el alma y del se desprende el sentido de la verdad. Nada puede lograr tanta tranquilidad espiritual como el permanecer callado y rodeado de Silencio.
Podemos estar en Silencio y ofrecer Amor, Comprensión y Afecto; podemos callar para no dañar o callar para dañar; se puede ser grosero con el Silencio, pero también se puede mostrar admiración y respeto...
Ahora bien en diversas culturas y tradiciones, se solía mencionar de forma mas o menos explicita al Silencio y sus enseñanzas: Una de la más conocidas fue la Escuela Pitagórica: “Dictaba la Ley del Silencio a sus aprendices”. De hecho, para sus adeptos, “El Silencio era la Primera piedra del Templo de la Sabiduría”. Mahatma Gandhi llego a decir: “ Lo atroz de las cosas malas de la gente es el Silencio de la gente buena”. Voltairé lo explicaba así: “ El secreto de aburrir a la gente, consiste en decirle todo” Así pues entre muchos!!.
Comprender la necesidad de usar el Silencio durante los trabajos de Log.•. y en nuestro día a día es quizás, una de las tareas más arduas y necesarias. El Silencio, es en primer lugar, el arte de estar, totalmente presente y atento en Log.•. y el estar presente, es la condición necesaria para el encuentro de uno mismo y con Dios.
La disciplina del Silencio, es una de las enseñanzas fundamentales de la Mas.•.;
Quien hable mucho piensa poco, ligera y superficialmente; y la Mas.•. quiere que sus discípulos se hagan más bien “Pensadores” que “Habladores”. Aquí se aplica la máxima extraída: “Piensa primero y luego pon la lengua en movimiento”.
Para nosotros los Mas.•., El Silencio encierra una gran virtud; nos concentra en nosotros mismos para adentrarnos con toda la fuerza de nuestro espíritu, en la practica de nuestros principios Masónicos. El silencio exige del masón, soportar con dignidad y no responder las imputaciones y calumnias a las que se vea sometido, ya que como siempre la verdad habrá de revelarse por sí misma.
Por todo lo antes expuesto, estaremos de acuerdo que el Silencio y su practica es mas una Virtud que un defecto; siempre que se sepa aplicar en su momento. No es un tema para ser tratado a la ligera, todo lo contrario, no es fácil ni sencillo estar callado. El callar nos ayuda, a que se calmen las emociones, a serenarse, a liberar eso que llamamos Estrés que, como el vino enturbiado se aclara con el reposo.
Probablemente, el Silencio Iniciatico sea precisamente ese que permite, con su buen uso, ser más justos y virtuosos. Es decir, sea aquel que abra y anteceda la puerta de los conocimientos. De esta forma, el silencio puede convertirse mas en un derecho que en una obligación.
Por último, el arte del silencio NO consiste únicamente en callar la palabra exterior. Es necesario complementarlo con el silencio interior del pensamiento. Cuando logremos silenciar el pensamiento, la verdad habrá de revelarse y manifestarse en nuestra conciencia.
Debemos aprender primero a CALLAR para luego poder Hablar, pero siempre con acierto y tino, porque si hablar es Plata, callar es Oro. Es cuanto…
Fraternalmente:
Luis Alberto Rodríguez Girón, M.•. M.•.
2do. Vig.•. de la Resp.•.
Log.•.
Simb.•. Octava Estrella No. 220.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario