viernes, agosto 19, 2005

EL LENGUAJE SIMBOLICO

Es lo atemporal de la iniciación masónica, lo que desde lo más profundo del hombre otorga al lenguaje simbólico el papel central que este lenguaje desempeña en el método masónico. El descubrimiento de este lenguaje y de su virtualidad "arqui-tectónica" forma parte esencial del descubrimiento de la iniciación.

La fuerza del lenguaje simbólico reside, en masonería, en su eficacia para involucrar, para co-implicar, que diría Andrés Ortiz-Osés, al interprete. Lo define meridianamente, y con carácter general Garagalza: " El poder de persuasión y de convicción del símbolo estriba, precisamente , en que a través de la imagen se vivencia un sentido, se despierta una experiencia antropológica, vital, en la que se ve implicado el interprete. En el momento de la interpretación, el sujeto debe aportar su propio imaginario que actúa como medio en el cual se despliega el sentido, y debe atender a las "resonancias", a los "ecos" afectivos que en el se despiertan, acontecen.

La iniciación masónica nos pone en contacto con una forma de lenguaje que nos es ordinariamente desconocido y frente al que nos colocamos, en un primer momento, con prevención, y asombro. No es sino paulatinamente que comenzamos a descubrir el valor de una forma tan particular de comunicación que es al mismo tiempo comunión y juego, en el sentido en que se utiliza esta expresión tanto en francés como en ingles: "jouer,ó, to play", es decir interpretación musical.

Esta múltiple función del símbolo, y su plasticidad hacen que su contenido no quede nunca definitivamente explicado, y que nosotros mismos vayamos descubriendo diferentes niveles de sugerencias en cada uno de ellos, no digamos nada sobre el efecto multiplicador que tiene el efecto cruzado de interpretaciones en el interior de cada logia, y como a través de ese juego vamos profundizando en nuestro propio conocimiento y además en la co-implicación permanente de los hermanos de la logia. En palabras de del maestro Gilbert Durand: " El símbolo no pertenece al dominio de la semiología, sino a la jurisdicción de una semántica especial, es decir que mas que poseer un artificialmente dado, detenta un esencial y espontaneo poder de resonancia.

En el interior de la logia se produce un reparto de tiempos, un doble juego de planos: de un lado, el nivel de comunicación verbal, lineal, en régimen diurno, solar, poniendo en acción nuestro hemisferio celebral derecho, permitiendo el uso de herramientas de razón, en un trabajo que hace de la logia un verdadero taller de análisis y pensamiento, de otro lado el nivel de comunicación simbólica, el régimen nocturno, lunar, gestual, esférico, poniendo en acción nuestro hemisferio cerebral izquierdo, permitiendo que la logia sea un verdadero templo, un lugar de evocaciones e invocaciones, un espacio mítico.

Son de aplicación también es este caso las palabras de Gilbert Durand: Mito seria, " un sistema de símbolos y arquetipos, un sistema dinámico que tiende a formar un relato. El mito es ya un esbozo de racionalización que utiliza el hilo del discurso, en el cual el símbolo se vuelven palabras y los arquetipos ideas". (Gilbert Durand, "Les Estructures Antropologiques de L' Imaginaire").

No quiero decir que todos y cada uno de aquellos que pasan por el trance de la iniciación lleguen a percibir del mismo modo el efecto del simbolismo masónico, desde luego mi experiencia personal no me permite llegar a afirmar eso, por el contrario es muy posible que una cierta frigidez para la retórica simbólica haga que para muchos, tanto el rito como el símbolo no sea sino una simple y repetida alegoría.

Pero aun así esa virtualidad semántica del ritual masónico esta siempre presente, en el peor de los casos virtualmente, y no es raro el supuesto que de que sea después de un largo periodo de exposición que uno de nosotros llega repentinamente a sentir esa fuerza evocadora, y a despertar su dormida capacidad de creación simbólica.

No quisiera incurrir en un excesivo academicismo en la presentación de esta cuestión, que no tiene, en ultima instancia y en este contexto, sino una finalidad practica, pero no quiero desaprovechar las múltiples aportaciones que con carácter general han venido haciéndose del mundo académico en relación con el simbolismo, una materia que ha despertado la curiosidad de la Universidad en tiempo relativamente reciente y que tiene, a mi juicio en el ámbito del País Vasco autores especialmente valiosos, así Andrés Ortiz-Osés define con maestría esa especial virtualidad del lenguaje simbólico: "El símbolo -condensación de energía psíquica- no es, pues algo meramente decorativo o ilusorio, ni los arquetipos -condensación del símbolo- sueños vanos. Símbolos y arquetipos constituyen, condensados a su vez en mitos, el lenguaje inconsciente de la Humanidad y, así, la urdimbre de nuestras actitudes fundamentales ante la vida" (axiologia). En ese sentido, la tipología simbólica de los mitos representa en clave "trópica" (figurada) los "pattern of behaviour", o pautas y matrices del comportamiento colectivo, accediendo a través de su imaginería a las estructuras profundas de nuestra psique, así como a la experiencia metafísica del hombre en su mundo.

Otro de los factores que caracterizan al símbolo de acuerdo con las investigaciones de antropólogos, semiologos y filósofos y que puede predicarse con plena validez del simbolismo masónico es su "pregnancia". Se trata de una característica a la que nos hemos referido también denominándola su capacidad evocadora: "El símbolo no se caracteriza ya porque el significante sustituya a un significado previamente delimitado y conocido, sino porque a través de la figura se manifiesta un sentido."

Entre el significante y el significado hay ahora una pregnancia, una homogeneidad, o un cierto "aire de familia": ambos quedan vinculados entre si en virtud de una similitud interna que les cohesiona. Después de todo lo dicho no cabra duda de que, al menos la aproximación a la masonería que vengo a proponer es tributaria de las ideas de la llamada escuela de ERANOS surgida a raíz de las iniciativas de C. G. Jung. No se trata por supuesto de que la masonería asuma una posición de escuela, sino que desde ni punto de vista y atendiendo mi propia experiencia personal entiendo que es en esa línea de pensamiento donde encuentro las palabras y las mejores herramientas conceptuales para explicar el sentido del método masónico, permitiéndome incluso integrar en el conjunto aquella otra faz del mismo método filial del racionalismo critico clásico. En definitiva, me atrevo a decir, que de una manera, quizá fragmentaria y solo a medias consciente la masonería especulativa surgida en 1717 y su posterior elaboración, vino a descubrir "avant la pàge" la hermeneutica jungiana. En todo caso, sea cual sea la fundamentación teórica que podamos dar al simbolismo masónico, entiendo que se trata de una interpretación del hombre, del ser humano, (quizás incluso del ser a secas), como una realidad hecha de contrarios en tensión como, una unidad-en-diferencia (A. Ortiz-Osés).

No es casualidad que sea el dios Hermes una de las denominaciones mas comunes entre las logias (En la Gran Logia Simbólica Española) v.g.: Logia Hermes Tolerancia (Madrid), Logia Hermes amistad (Valladolid).

Es Hermes el dios del lenguaje, el mediador, el intermediario entre los dioses y los hombres, dios del comercio, del intercambio, del transito, representado por el mercurio, un mineral que no es ni liquido ni sólido sino extrañamente fluido y espeso, dividido en su esencia, ni joven ni adulto: adolescente.

La adquisición de un nivel determinado de competencia simbólica, es decir la capacidad de comprender como los símbolos en general actúan sobre nosotros, crea en el iniciado una capacidad defensiva y critica frente a los diferentes mecanismos de acción simbólica. Esto le permite ser mas libre y mas consciente en sus relaciones con los diferentes simbolismos a los que se encuentra expuesto en su vida ordinaria: en el seno de su confesión religiosa, en la sociedad civil, en relación con el poder político, en las relaciones interpersonales.... La aceptación de la condición humana como una condición simbólica y la experimentación personal y consciente sobre el simbolismo masónico nos permite comprender la virtualidad de cualquier simbolismo.

Haciendo uso de una terminología informática a la que la mayoría hemos tenido ya acceso, podemos comprender la eficiencia de los símbolos de un modo análogo a la de los "iconos" en los sistemas informáticos de "ventana": son formas que nos permiten activar sentimientos y pautas de comportamiento, verdaderas "corrientes internas" de energía que podemos hacer jugar en nuestro favor y evitar que otros teledirijan desde fuera de nosotros mismos. Nuestro mundo interior vendría a ser una especie, por supuesto complejísima, de software, en el que se equilibran sentimientos, ideas, pulsiones, querencias, complejos.... si somos capaces de entender el lenguaje metafórico de ese mundo podremos iluminarlo y construir en medio de el, un hogar acogedor, un "sancta sanctorum" una verdadera morada para nuestro héroe interior.

La iniciación masónica pretende hacernos alcanzar esa competencia simbólica.

Extracto del libro "LA MASONERIA HOY RAZON Y SENTIDO" (JAVIER OTAOLA)

Pronunciamiento CMI

Elías Ashmole (1617-1692) Anticuario, Astrólogo, Alquimista y Francmasón

Ashmole, un hombre de inmensos conocimientos que legaría una importante colección de antigüedades y objetos curiosos que darán lugar al origen del Museo de Oxford, es considerado por algunos como uno de los padres de la Francmasonería y un masón que aporto a esta los conocimientos y los símbolos relacionados con Egipto y los libros herméticos, Seria el quien habría creado los primeros rituales que, aunque inspirándose en los antiguos deberes guardaban algo de ese ingenuo método lleno de alegorías que estos utilizaban para inculcar en los aprendices los rudimentos del Arte Real buscando la perfección a través el conocimientos, el progreso y la fraternidad universal basada en las leyes de la naturaleza.

Era un anticuario inglés que fue de los primeros en otorgar a la arqueología y al estudio integral del hombre y su mundo un valor real y no el de simples "curiosidades", al que no se le suele dar la relevancia que ha tenido. Fundador en Oxford del primer Museo de Ciencias Naturales del orbe, donó sus colecciones de plantas, animales y minerales y especialmente las de arqueología y arte y convenció a numerosos amigos para que hicieran los mismo, siendo tal la importancia de los objetos atesorados que el museo se dividió en dos secciones, pasando la de Arte y Arqueología después de su muerte a llamarse con su nombre. Se trata del afamado y excelente Ashmolean Museum, de Oxford, que hoy en día exhibe públicamente sus colecciones. Pero no sólo reunió obras de la antigüedad sino textos y libros herméticos que hoy pueden consultarse, así como también escribió (The Way to Bliss), 1658, que recoge sus estudios en Filosofía Hermética según indica en su introducción al lector; Institutions, Laws and Ceremonies of the Order of the Garter, 1672) y publicó: Fasciculus Chemicus (1650): se trata de la traducción de textos latinos de Alquimia, con su introducción; y el Theatrum Chemicum Britannicum (1652), que contiene las obras de los alquimistas ingleses más importantes. En Oxford y también en Londres, Ashmole tuvo un destacadísimo papel; hijo de su época, se entregó a la ciencia experimental como una forma de la magia de las transmutaciones, tal cual numerosos filósofos herméticos. En ese sentido trató con Astrólogos, Alquimistas, Matemáticos y todo tipo de sabios y dignatarios de la época, junto con los cuales formará la Royal Society de Londres y la Philosophical Society de Oxford. Sus numerosos amigos y compañeros de toda una vida son nombres de muchísimo relieve, muchos de ellos ligados a la Masonería en sus más altos grados (él mismo, masón, es un punto de confluencia del Hermetismo con ésta), como Christopher Wren, o a la investigación y ejercicio de las Artes Liberales y la Ciencia Sagrada, que conformaron un conjunto de personalidades de un papel fundamental en su tiempo, concretamente en la difusión y práctica de la Tradición Hermética y en la relación de esta con la Masonería.

La vida de Elías Ashmole transcurre en una época particularmente turbulenta de la historia de Inglaterra, sobre un fondo de luchas políticas y religiosas del que destacan sucesivamente:

– la prolongada rivalidad entre Carlos I y el Parlamento, que se clausura con la ejecución del soberano en 1649,

– la dictadura de Cromwell, la República y la Restauración de Carlos II en 1660,

– la Revolución de 1688, que da lugar a la caída del muy católico Jacobo II y el advenimiento de su hija María y de su esposo Guillermo III de Orange, que arruina definitivamente las tesis de los partidarios del absolutismo monárquico.

Sin embargo, como constata uno de los contemporáneos de Ashmole, el célebre biógrafo y anticuario John Aubrey (1626-1697), la mayoría de la clase culta permanecía fiel, en medio de estos desórdenes y de estos cambios de situación incesantes, al principio enunciado por Aristóteles, a saber que :"el primer principio de toda acción es el ocio."

Numerosos intelectuales se apasionaron por el estudio de las matemáticas, de la ciencia, de la astrología, de la alquimia y de otras doctas disciplinas. Ellos constituyeron el vivero de reclutamiento de la Royal Society que acogió en su seno a estos eruditos curiosos y ávidos de saber.

Entre este grupo se destaca más particularmente la personalidad de Ashmole, debido al Journal que llevó, en el cual refiere sus diferentes experiencias, especialmente su recepción en una logia masónica en Warrington, el 16 de octubre de 1646.
El manuscrito original de este Journal se halla hoy en la Bodleian Library de Oxford bajo el título, Memorias del erudito Anticuario Elías Ashmole, Esquire, compuesto por él mismo bajo la forma de un diario con un apéndice de cartas originales. Estas memorias fueron publicadas por primera vez en 1717 por Charles Borman, hijastro o yerno de Robert Plot, primer conservador del Ashmolean Museum de Oxford. Una segunda edición, con numerosas erratas, vio la luz en 1774. En los años 1920 se hicieron otras reimpresiones.

Bosquejo biográfico

Elías Ashmole nació el 23 de mayo de 1617 en Lichfield, en el Staffordshire, al norte de Birmingham y a seis millas del río Trent, en un lugar denominado actualmente Breadmarket Street situado cerca de la única catedral de Inglaterra que posee tres agujas. Su familia, representativa de la pequeña burguesía campesina, había adquirido, tras el desempeño de diversas funciones en la administración local en el curso de las generaciones anteriores, una posición por la cual se le reconocida su condición de "gentleman" y muy probablemente el poder de ostentar blasón. Su abuelo Tomás, desaparecido en 1620, había ejercido la primera magistratura de la Ciudad y del Condado. En cambio, su padre Simón (muerto en 1643), del que fue hijo único, hombre honesto y de un trato agradable, había aprendido el oficio de guarnicionero. Sin embargo, más atraído por la carrera de las armas, pasó numerosos años en el extranjero, primero en Irlanda en 1599 con el conde de Essex, después con el hijo de éste, que le dio prueba de una cierta estima, en el Palatinado. Esta profesión de soldado, que fue la causa de numerosas vicisitudes en el plano financiero, alteró gravemente la posición social de la familia.

Su madre, de nombre Ana, pertenecía por parte de su padre Tomás, burgués y pañero de Coventry, a una vieja familia del Staffordshire, los Bowyer de Knipersley. Estaba emparentada igualmente con James Pagitt, un barón del Ajedrez (tesorero) que se había casado en segundas nupcias con su hermana. Los Bowyer tenían igualmente antepasados comunes con los Mainwaring, una influyente familia del Cheshire, un condado vecino. Esta mujer, discreta y virtuosa, era además especialmente instruida en teología, historia y poesía. Una epidemia de peste se la llevó el 8 o el 9 de julio de 1646, cinco días antes de la toma de Lichfield por las fuerzas del Parlamento. Vuelto para rendirle los últimos homenajes, Elías Ashmole pudo ver a los "cabezas redondas" ensañarse con los archivos y las obras de arte de la catedral, logrando él mismo salvar algunas obras de la biblioteca.

El nombre escogido por sus padres, Elías, llamaba la atención por su originalidad. Ningún miembro de la familia lo había llevado antes. Su padrino Thomas Offey, sacristán de la iglesia catedral, podría haberse sensibilizado con una profecía en boga entonces, según la cual el advenimiento de la Nueva Era estaría precedido por la vuelta de Elías Artista, el regenerador de la naturaleza. La influencia familiar, debida a que una hermana del barón Pagitt se había casado en primeras nupcias con el doctor Masters, el Canciller de Lichfield, y después con su sucesor el doctor Twisden, le permitió hacer humanidades en la Grammar School de la ciudad. Entró también en el coro de la catedral donde aprendió a tocar el órgano bajo la dirección del titular del instrumento, Henri Hinde. En 1633, a los dieciséis años, fue admitido en la Sociedad de Guanteros y Guarnicioneros de la ciudad al manifestar, de forma engañosa, su interés por abrazar la misma carrera que su padre y que su abuelo. Sin embargo, consiguió reunirse rápidamente con el barón Pagitt en Londres, donde continuó sus estudios de música, preparándose al mismo tiempo para la carrera jurídica. En 1638, las relaciones de su protector le permitieron obtener un cargo de solicitor (procurador).

El mismo año, con solo 21 años, se casa, como lo indica con fecha de 27 de marzo en su Journal: "Me casé con Leonor Mainwaring, hija primogénita de Mr. Peter Mainwaring (y de Juana su esposa) de Smalewood. Resultó una esposa excelente y virtuosa. La boda fue celebrada en la iglesia San-Benito, cerca del muelle de San-Pablo, por Mr Adams Parsom." Leonor parece haber pasado la mayor parte de su vida de casada en la casa de su padre en Smallwood. Elías Ashmole la visitaba aquí regularmente vinculándose así a la región, a su familia y a su numerosa parentela. Su suegro, que pertenecía a una de las familias más representativas del Cheshire, resultó ser también primo hermano del coronel Henry Mainwaring de Karmincham, en cuya compañía debía ser recibido en la Logia de Warrington. Los Mainwaring son descendientes de un linaje anglo-normando establecido cerca de la pequeña ciudad de Arques-la-Bataille. Su nombre original (Guarenne o Varenne) fue anglicanizado en Waren, Warin, después Waring; Main-Waring significa la casa de los Waring. El cartulario del monasterio de Dieulacres menciona a un Roger de Meinwarin concediendo a los monjes cistercienses "libre acceso a su bosque de Pevere" (Peover)

Al comienzo del siglo XIV, un maestro albañil llamado Warin es responsable de los albañiles que trabajan en el taller del castillo de Beeston, en el Cheshire. La iglesia familiar de San- Lorenzo, situada en Peover, encierra igualmente un cierto número de bellas tumbas en alabastro esculpidas por los albañiles-libres.

En diciembre de 1641, como lo relata en su Journal, Ashmole perdió desgraciadamente a su esposa encinta de su segundo hijo, el primero muerto al nacer: "5-6 diciembre 1641. Mi tierna esposa cayó repentinamente enferma al anochecer y murió (a mi gran pesar y al de todos sus amigos) la noche siguiente hacia las 9h. 00. 8 diciembre 1641. Fue enterrada en la iglesia de Astbury, en el Cheshire."

Residiendo por aquel entonces en Londres, no fue informado de su fallecimiento hasta su llegada a Lichfield el 16 de diciembre; no pudiendo recogerse sobre su tumba hasta el 16 de enero siguiente.

En 1639, Ashmole recibió el encargo del barón de Kinderton, en el Cheshire, de la gestión de sus asuntos jurídicos. Dos años más tarde, el 11 de febrero de 1641, prestó juramento como procurador en la Corte de Common Pleas, el Tribunal de los Plaids Communs, encargado de las diferencias entre particulares.

En 1642, cuando estalla la guerra civil, desaprobando los poderes que el Alto Parlamento se había arrogado, escoge el campo monárquico y vuelve al Cheshire donde desempeñará diferentes misiones. En mayo de 1644 es designado por el rey Carlos I, en compañía de otros dos Comisarios, como responsable de la percepción de los impuestos indirectos para el Staffordshire y la ciudad de Lichfield. Estas nuevas responsabilidades le llevan a Oxford, donde traba amistad con el capitán, más tarde Sir, George Wharton quien le consigue una plaza en artillería transmitiéndole su pasión por la alquimia y la astrología. Destinado, de mayo a diciembre de 1645, a la defensa de las murallas orientales de la ciudad, frecuenta el Brasenose College donde estudia filosofía natural, matemáticas, astronomía y astrología. El 16 de diciembre de 1645 es elegido, con Mr. Swengfield, responsable para la percepción de los impuestos indirectos de Worcester, y once días más tarde presta juramento en compañía de su colega y del alcalde Mr. Jordan. El 22 de marzo de 1646, bajo la recomendación de John Heydon, obtiene la graduación de capitán de artillería en el regimiento de Lord Ashley, y poco después, en junio, el cargo de inspector de artillería de la ciudad. Un mes más tarde, el 24 de julio, Worcester debe rendirse a las fuerzas del parlamento y Ashmole es autorizado a retirarse al Cheshire. Marcha entonces a reponer fuerzas a casa de su suegro. Tres meses más tarde se hace franc-masón.

En el curso del año 1647, se retira a Englefield, en el Berkshire, donde consagra sus días al estudio, especialmente de la botánica, lo que le lleva a escribir en su Journal: "16 junio - 13h. 00: Dios ha querido ponerme en la condición que siempre he deseado, que es que sea capaz de vivir para mí mismo y los estudios, sin que me vea forzado a darme mal para ganarme la vida."

Su estancia le permitió conocer a Lady Mainwaring, emparentada con su difunta esposa. Con un primogénito de veinte años, Lady Mary era la hija única de Sir William Forster de Aldermaston, en el Berkshire. La desaparición prematura de sus tres primeros maridos, Sir Edmond Stafford, Mr. Hamlyn y Sir Thomas Mainwaring, uno de los Maestros de la Cancillería donde Ashmole había comenzado su carrera profesional, le había dejado a la cabeza de los vastos dominios que debían normalmente recaer en los hijos nacidos de sus diferentes uniones. Así pues, estos no veían sin inquietud cómo Ashmole hacía la corte solícita a su madre. El 30 de julio de 1647, su segundo hijo, Mr. Humphrey Stafford, irrumpió en su habitación, con la firme intención de matarlo, cuando estaba gravemente enfermo abatido por una violenta fiebre, juzgada mortal según todas las opiniones autorizadas.

Después de una larga resistencia, Lady Mainwaring acabó por ceder y, el 16 de noviembre de 1649, concedió su mano al tenaz pretendiente. La ayuda y los consejos de Ashmole le permitieron, después de numerosos procesos, tomar posesión de sus tierras de Bradfield, en el Berkshire, que codiciaban igualmente la familia Stafford que multiplicó en vano recursos y enjuiciamientos.

Sin embargo, este matrimonio no tuvo éxito pues, en octubre de 1657, Lady Mainwaring intentó una demanda de separación acompañada de la concesión de una pensión alimenticia. Su queja fue rechazada por el juez, Mr. Sargeant Maynard, que no encontró ninguna prueba susceptible de apoyar la acusación en las ochocientas páginas de declaraciones que había hecho llegar a la Corte. Así pues, volvió a vivir con su marido hasta su muerte acaecida el 1 de abril de 1668.

Algunos meses después, el 3 de noviembre, Ashmole se volvió a casar con una mujer mucho más joven, Isabel Dugdale, hija de su amigo Sir William Dugdale (1605-1686). Este, considerado por otra parte como el medievalista más célebre del siglo XVII, es el autor de una compilación de cartas de los monasterios del otro lado del Canal de la Mancha, el Monasticon Anglicanum (tres volúmenes en 1655, 1661, 1673), así como del primer estudio científico de la historia de un condado, las Antiquities of Warwickshire (1656), y de un análisis pionero de la feudalidad inglesa, el Baronage (1675-1676). La ceremonia tuvo lugar en una capilla de Lincoln, oficiando el Dr. William Floyd, futuro obispo de Worcester.

Su fidelidad a la causa de los Estuardo le valió, desde el advenimiento de Carlos II, el beneficio del favor real. Así, el 18 de junio de 1660, tuvo el honor de conversar con el soberano, quien le otorgó el cargo de Windsor Herald (heraldo de armas de Windsor). Hasta 1671, desempeñaría las funciones de secretario y tesorero de este Colegio, encargado de verificar las genealogías de las familias nobles y su derecho a ostentar blasón durante las visitas regulares que duraron hasta el fin del siglo XVII.

Ashmole llamó entonces la atención del monarca sobre la situación catastrófica de la catedral de Lichfield, que, a excepción del cabildo y de la sacristía, estaba arruinada, presentándole un gravado particularmente realista de Hollard, extraído de la Church History of Britain de Tomás Fuller, publicado a su costa en 1655. El rey intervino inmediatamente para que Ashmole pudiese apresurar su reconstrucción. Durante los tres años siguientes, habiendo fomentado el nombramiento del obispo Hacket para vigilar la obra, donó sucesivamente las cantidades de veinte libras, diez libras y treinta libras, así como un gran cáliz de plata, sin contar las donaciones regulares en favor de los pobres.

Dos misiones especificas le fueron igualmente confiadas en los meses que siguieron a la restauración. En primer lugar, fue encargado de realizar un catálogo de las medallas del Gabinete Real, y además llevó la investigación sobre la desaparición de tesoros inestimables de la Biblioteca Real durante la dictadura de Cromwell. A pesar de toda su diligencia, no llegó sin embargo a probar la culpabilidad del bibliotecario de la época, Hugh Peters, acusado de haber vendido obras únicas en su género a aficionados ilustrados del continente.

En 1661, los altos favores de que gozaba le permitieron ser nombrado por el Lord Alto Tesorero, conde de Southampton, inspector de impuestos indirectos. El mismo año, el favor de la Corona le abrió las puertas de la Royal Society, sita en el Colegio de Gresham, acogiéndole entre los 118 fundadores, para participar en "la empresa de fundar un Colegio para la Promoción de la Enseñanza Experimental de la Física y de las Matemáticas."

Las actas del año 1663 hacen mención de los agradecimientos que le fueron expresados por la Sociedad por su dibujo del escudo de armas, inspirado en la tercera visión del profeta Amós: la plomada sostenida por la mano del Señor. Sin embargo, no parece que asistiese a las sesiones semanales de la Royal Society más que seis veces entre 1661 y 1682, si bien la falta de registros de presencia permite hacer relativo la realidad de este juicio.

Desde 1655, Ashmole había comenzado, con la ayuda del Decano de Windsor, a redactar una historia minuciosa y exhaustiva de la Orden de la Jarretera. La obra, que apareció en 1671 bajo el título The Institutes, Laws and Ceremonies of the Order of the Garter (Las Instituciones, Leyes y Ceremonias de la Orden de la Jarretera), le valió la estima de las altas personalidades y de los soberanos miembros de este cenáculo caballeresco. Sin embargo, declinó la distinción de Garter King-at-Arms (Rey de Armas de la Orden de la Jarretera), en favor de su suegro William Dudgdale que recibió el título de caballero, y dimitió de su cargo de Windsor Herald, recibiendo no obstante 400 libras de renta.

En 1675, se instaló en South Lambeth, al sur de Londres, cerca de la propiedad de su viejo amigo John Tradescant, la cual adquiriría tres años después.

En 1685, al advenimiento de Jacobo II, el colegio municipal de Lichfield le propuso para diputado en los Comunes. Este honor le conmovió especialmente. Sin embargo, el rey se opuso a su candidatura, ya que había prometido el cargo a uno de sus favoritos, y le requirió para que se retirase. Sus últimos años se vieron ensombrecidos por la enfermedad. Falleció el 18 de mayo de 1692 y fue enterrado en la iglesia Santa-María de South Lambeth, bajo una losa de mármol negro con la siguiente inscripción en latín: "Aquí reposa el renombrado y muy erudito Elías Ashmole, Bearer of Arms,Nativo de Lichfield. Entre sus numerosas funciones: Comisario de Contribuciones indirectas, inspector de Artillería, heraldo titular de Windsor,Y durante numerosos años, eminente dignatario. .Su celebridad sobrevivirá tanto como su museo en Oxford. A modo de homenaje, su amigo John Aubrey, que le conoció bien, dijo simplemente que "era un hombre inmensamente bueno."

Su biblioteca, que comprendía alrededor de 780 libros impresos y 130 manuscritos, fue dispersada en subastas públicas el 22 de febrero de 1693.

La Franc-Masonería en el Diario de Ashmole

La primera mención, con fecha 16 de octubre de 1646, se refiere a la recepción de Ashmole en la Logia sita en Warrington, en la diócesis de Chester, plaza fuerte parlamentaria situada a medio camino de Manchester y de Liverpool sobre uno de los meandros del río Mersey y a solamente ocho millas de Smallwood cuna de los Mainwaring. Esta parte septentrional del Staffordshire, donde predomina un paisaje de landas coronadas por crestas de areniscas, se ha forjado desde el neolítico una vocación de "paisaje oculto con vocación espiritual", como testimonia la sima que ha pasado a la posteridad bajo el nombre de iglesia de Lug, o el imponente dolmen de Gawton Stone sito en el bosque de Knipersley. Al comienzo del siglo XIII, los discípulos de san Bernardo, seducidos por estos desiertos austeros, implantaron, por iniciativa de los señores locales transformados por la experiencia de la cruzada, tres monasterios cistercienses: Croxden, al sur, fundado por el cruzado Bertram de Verdon en 1176, Dieulacres, al noreste, fundado por el cruzado Ranalphus de Chester en 1214, y Hulton, al sudoeste, fundado por el caballero Henry de Audley en 1223 sobre tierras contiguas al priorato templario de Keele creado en 1168. Con la disolución de las órdenes religiosas por Enrique VIII en 1534 ("el Gran Diluvio" como anota Ashmole en su Journal), el saber adquirido y la maestría técnica se volvieron a encontrar en la construcción de las bellas mansiones de los patricios del condado, los cuales estaban a favor de la apertura al mundo exterior de los Sancta, esos cenáculos secretos de los monasterios, como lo menciona Cyril N. Batham en su artículo sobre The origin of Freemasonry, a new theory, publicado en los A.Q.C. 106 (1993). Así, una cierta forma de actividad constructiva perduró en el Staffordshire. Los registros de la iglesia de Biddulph, antigua dependencia de la abadía cisterciense de Dieulacres, mencionan, pero solamente por un año, la profesión de los feligreses que recurrieron a los servicios de su rector: "1600. Baptismata. Mar 6, Joanna, fa(ther). Rumbaldi Dubar, albañil-libre."

Conviene fijarse ahora en el origen social de los diferentes protagonistas.

16 octubre de 1646. Fui hecho Franc-Masón en Warrington, en el Lancashire, con el coronel Henry Mainwaring de Karmincham, en el Cheshire. Los miembros que componían entonces la Logia eran: Mr. Rich. Penket, Vigilante, Mr. James Collier, Mr. Rich. Sankey, Henry Littler, John Ellam, Rich. Ellam y Hugh Brewer."

El otro profano es el coronel Henry Mainwaring de Karmincham (1608-1674), perteneciente a una vieja familia del Cheshire donde su presencia es testimoniada desde la segunda mitad del siglo XV. Los Mainwaring son una rama de una reputada familia del Condado, los Mainwaring de Peover. La tierra de Karmincham, situada a unas 8 millas al sudoeste de Macclesfield, a 55 millas al noroeste de Congleton, y, sobretodo, a 4 millas de Smallwood, había sido comprada por Randle Mainwaring de Peover para su hijo Randle. Uno de sus descendientes, Henry, fue sheriff del Cheshire en 1575 y dejó la propiedad a su hijo, llamado igualmente Henry, hacia 1617-1618. Este fue autorizado, por decisión de la justicia, a construir una capilla colateral en la iglesia de San-Lucas de Goostrey, dependiente en otro tiempo de la abadía de Dieulacres, para que sirviese de sepultura a su familia. Su hijo, el coronel, debía tomar posesión de ésta a la muerte de su padre en 1638.

Muy implicado en los asuntos locales, Henry Mainwaring ocupó los cargos de juez de paz, cuando las sesiones trimestrales, y de diputado lugarteniente y comisario de la milicia, los cuales le permitieron dominar perfectamente los rudimentos del arte militar, e imponerse después como uno de los mejores jefes militares salidos de las filas parlamentarias de la comarca.

Al comienzo de la guerra civil, se hicieron tentativas tanto en el Cheshire como en el Lancashire para preservar la neutralidad existente. Así, en diciembre de 1642, se firmó un tratado, llamado de Bunbury, para preservar la paz en el Cheshire mediante la disolución de las compañías de las dos facciones, por el lado monárquico, la de Lord Kilmorrey y Orlando Bridgeman, hijo del obispo de Chester, y por el lado parlamentario, la de los dos diputados lugartenientes, el coronel Mainwaring y Mr. Marbury de Marbury. Sin embargo, debido a que los monárquicos reforzaron sus tropas y a su negativa de desmantelar las nuevas fortificaciones que habían erigido en Chester, este acuerdo fracasó.

En marzo de 1643, Mainwaring fue encargado de la defensa de Macclesfield, asumiendo después funciones administrativas en tanto que miembro de la comisión de evaluación y como administrador de las propiedades confiscadas a los partidarios del rey (la mitad del Condado).

Al comienzo de la primavera de 1644, debió batirse en retirada en Stockport, en compañía del coronel Duckinfield, ante la ofensiva del Príncipe Ruperto, primo de Carlos I y jefe de la caballería monárquica. En mayo del mismo año, en Nantwich, plaza fuerte parlamentaria que solamente la intervención inesperada del general Fairfax permitió salvar, una orden del parlamento decidió su reemplazo por Sir William Brereton, uno de los dos diputados del Cheshire, llamado de nuevo para la circunstancia de Westminster, y su vuelta al puesto anterior de diputado lugarteniente. Sin embargo, debido a los disturbios ocasionados por los movimientos del Príncipe Ruperto, permaneció a la cabeza de su regimiento hasta su disolución en abril de 1645. Si sus oficiales permanecieron después en activo, él prefirió por su parte retirarse a sus tierras de Karmincham. En 1672, transmitió la propiedad a su nieto Roger y se instaló en su pequeña posesión de Blackden, cerca de Goostrey, donde murió en diciembre de 1684. El reverendo Henry Newcome, cuñado de Ashmole, a quien éste llamaba mi "Hermano", menciona en su autobiografía que asistió a sus exequias.

El Vigilante, y verosímilmente el maestro-de-obra de la ceremonia, Richard Penketh, pertenecía a la vieja familia de los Penket o Penketh, cuyo nombre provenía de un pueblo y de una casa señorial situados a tres millas de Warrington en el camino de Liverpool. Los Penketh de Penketh, miembros de la pequeña nobleza, tenían esas tierras de los señores de Warrington, los Boteler, desde aproximadamente 1242. Hacia 1280, Gilbert y Robert de Penketh eran los señores de la propiedad. En 1487 se hace notar el fallecimiento de un Hermano, Thomas Penketh, en el convento de San Agustín de Warrington. En la Visita de Inspección de 1613, la familia reivindica un linaje de doce generaciones. Un Richard Penketh, muerto en 1570, se había casado con una de las hijas de Thomas Sankey de Sankey. Otro Penketh, John, sacerdote católico, figura entre los alumnos del Colegio inglés de Roma, en 1651. Las convicciones monárquicas de la familia y su fidelidad a la causa de Carlos I perjudicaron gravemente su fortuna, viéndose reducida, hacia 1680, a una condición de las más modestas, no poseyendo apenas más de cinco acres. Numerosos Penketh están presentes en los registros parroquiales de las iglesias de Warrington y de Farnworth. Sin embargo, debido a un uso particularmente frecuente entre ellos del nombre Richard, existen cuatro hipótesis plausibles para identificar al organizador de la recepción de 1646:

1– Richard Penketh, muerto en 1652, que se había casado en Warrington el 11 de junio de 1591 con María Etow, y fue el último propietario del dominio familiar;

2– Richard, hijo de Richard Penketh bautizado en Warrington el 16 de junio de 1602;

3– Richard, hijo de John Penketh, bautizado en Warrington el 23 de diciembre de 1606;

4– Richard, hijo de Richard Penketh, gentleman, bautizado en Fanworth (la iglesia de la familia) el 23 de octubre de 1614.

Richard Sankey pertenecía, como los Penketh, a una familia muy antigua cuyo nombre provenía de un pueblo situado entre Warrington y Penketh. Esta poseía tierras en el Pequeño Sankey, situado en la parroquia de Warrington, y en el Gran Sankey, dependiente de la de Prescot. Tenía igualmente sus propiedades de los señores de Warrington, los Boteler. Así, en 1490, Randle Sankey se dirigió a Bewsey Hall para rendir homenaje a Sir Thomas Boteler, decimoquinto señor de Warrington, y pagarle los diez shillings adeudados.

En 1631, Richard Sankey fue multado con diez libras por no haber cumplido sus obligaciones de caballero con ocasión de la coronación de Carlos I.

Los Sankey, por su pertenencia a la fe católica, fueron acusados en 1584 de amparar a un sacerdote proscripto y fueron objeto de un registro. Francis Sankey (1604-1663) perteneció al movimiento de los Santos-Apóstoles de Suffolk, mientras que sus hermanos, Lawrence y William, abrazaron el estado eclesiástico.

En 1625, Sir Thomas Ireland, el sucesor al señorío de Warrington de los Boteler, desaparecidos sin herederos en 1585, dejó en su testamento 40 libras a Edward Sankey al cual había administrado los bienes, en tanto que tutor, desde la muerte de su padre en 1602. El 22 de noviembre de 1639, Edward Sankey presentó una petición ante la Cancillería con el fin de verificar la gestión de la tutela de sus propiedades. Partidario del Parlamento, se enroló seguidamente como capitán en el regimiento de caballería de Sir William Brereton y participó en el sitio de Warrington.

Se encuentra varios Sankey en los registros parroquiales de Warrington. Del Richard susceptible de haber participado en la ceremonia, no se conoce más que la fecha de fallecimiento, septiembre de 1667.

Además, se utilizó una versión de los Old Charges, conocida hoy bajo el nombre de Manuscrit Sloane Nº 3848, para la recepción de los dos profanos. El Edward Sankey que hizo la copia podría ser o el capitán de las fuerzas parlamentarias, o el mismo hijo de Richard Sankey, nacido el 3 de febrero de 1621.

James Collier, quien poseía tierras en el sector de Newton-Le-Willows y de Winwick, en el norte de Warrington, se había casado por primera vez con Elen Bretherton, que pertenecía a una vieja familia del Lancashire, y posteriormente, el 13 de junio de 1640, con Isabel Stanley, nieta de Sir Randle Mainwaring de Peover. Capitán en las fuerzas del rey al comienzo de la guerra civil, fue hecho prisionero en Stafford, cuando la toma de la ciudad por Sir William Brereton, en 1643.

En 1646, formuló una petición ante el Parlamento en la que recordaba que su condición de servidor de Lord Derby, de quien tenía una parte de propiedades, le había llevado al campo monárquico; y que como no disponía más que de una renta anual de 24 libras, después del pillaje de su casa y la confiscación de sus bienes, solicitaba una reducción del montante de su multa.

Por otra parte, el testamento que redactó en 1666 fue homologado solamente en 1673. Murió poco tiempo después, y fue enterrado el 17 de enero de 1674 como lo menciona el registro de la iglesia de Winwick.

Oriundo de Warrington y perteneciente a una familia establecida en el Cheshire desde varias generaciones, Henry Littler, muerto en 1673, ejercía la profesión de comerciante y se había casado, el 31 de agosto de 1630, con María Dunbabin quien falleció en 1644. Intervino posteriormente como oficial representando al señor, y más tarde se le impuso una multa por haber rehusado ejercer una segunda vez esta función.

Es muy probable que la ceremonia fuese organizada en su casa, a no ser que se llevara a cabo en una de las cinco posadas de la ciudad.

Por otra parte, en los registros parroquiales de Warrington, entre 1627 y 1690, están censados once Brewer. Hugh Brewer sería posiblemente aquel que habría servido, con el grado de sargento mayor, en el regimiento monárquico de Lord Derby en 1642, y que habría sido enterrado en 1658.

Por fin, la familia Ellam es mencionada en los registros de Winwick y de Croft, y también en los de Warrington, entre 1602 y 1687, y en el registro de Farworth entre 1581 y 1660. John y Richard Ellam eran pequeños propietarios oriundos de Lymm instalados desde hacía mucho tiempo en la parroquia de Winwick. En efecto, las últimas voluntades de Richard, con fecha del 7 de septiembre de 1667, empezaban así:

"En el nombre de Dios Amén. Yo Richard Ellam de Lymm, Condado de Chester, Franc-Masón, estando enfermo y débil de cuerpo. Mi envoltura carnal deberá recibir una sepultura cristiana en mi iglesia parroquial de Lymm."

Para H. Boscow, autor de un artículo sobre "The Background to 16 October 1646" publicado en los A.Q.C. 102 (1989), la mención de Richard Ellam de su cualidad de Masón significa verosímilmente que era un masón operativo*. En efecto, numerosas personas precisaban la naturaleza de sus actividades en sus testamentos. Así, en los registros de la iglesia de Farworth se puede leer la inscripción siguiente:

"27 de enero de 1640. Enterrado Richard Ellam de Widness, albañil."

La persona anterior, John Gryce, enterrado en diciembre de 1639 y la persona siguiente, Tho. Johnson, enterrado el 31 de enero de 1640 son mencionados igualmente como albañiles. El reconocimiento de un parentesco entre Richard Ellam de Lymm y Richard Ellam de Widness fortalecería la hipótesis de su pertenencia a la masonería operativa** y la posibilidad de la existencia, en el sector de Warrington-Widness, de una Logia de masones operativos.

Así, el examen de las biografías de los siete gentlemen que formaban la Logia, la cualidad de albañil reivindicada por Richard Ellam que hace referencia más que a otra cosa a su condición de empresario o contratista, y la condición de los dos candidatos muestra con evidencia que ninguno de ellos tenía relación con la masonería operativa stricto sensu ni con la construcción y la arquitectura. El examen de los registros parroquiales viene por otra parte a confirmar que no figuraba ningún "Masón" entre los artesanos de las dos principales arterias comerciales de la ciudad, Bridge Street y Church Street. La Logia fue pues puramente ocasional y se constituyó únicamente para la recepción de los dos profanos, como lo indica igualmente la copia del Manuscrit Sloane Nº 3848 efectuada algunos días antes. En efecto, la Logia más antigua de la que se tiene testimonio en Warrington es la Logia Nº 40, que recibió una patente de los Antiguos el 20 de agosto de 1755 y que interrumpió sus trabajos al cabo de un año. La Masonería no tomó realmente impulso en la ciudad más que con la creación en 1765, bajo la égida de la Gran Logia de los Modernos, de una Logia inscrita bajo el Nº 352. Esta tomó, en 1806, el nombre de "Lodge of Lights" (Logia de las Luces) y tiene hoy el Nº 148. El tercer taller, "Gilbert Greenwall Nº 1250", no apareció más que en 1869. La presencia, en el seno de una misma estructura en plena guerra civil, de personas que pertenecían a lados opuestos (Ashmole, que no había escondido nunca su hostilidad hacia la causa parlamentaria, debía más tarde transcribir el informe oficial de la condenación de Carlos I) traduce quizás la necesidad sentida por ciertos miembros ilustrados, tanto de la gentry del Cheshire como de la del Lancashire donde predominaban desde el desencadenamiento de la guerra civil los valores de compromiso y de moderación, de reencontrarse en el seno de una sociedad en armonía.

En lo que concierne a la naturaleza de la ceremonia, Richard Sandbach, en un artículo sobre The Origin of Species – The Freemason publicado en los A.Q.C. 108 (1995), se apoya en la obra del Dr. Robert Plot, Histoire naturelle du Staffordshire (1686), para mostrar, no sin exageración, que esas ceremonias se desarrollaban en numerosas localidades del país y estaban "extendidas un poco por todas partes en nuestra nación", y añade que "personas del más alto rango (...) no desdeñaban ser de esta compañía".

Señala igualmente que lo esencial de la recepción, después de la comida pagada por el candidato, consistía en la comunicación de "ciertos signos secretos, por los cuales se reconocían entre ellos en toda la nación, lo que les permite obtener asistencia por todas partes donde van."

Se extiende seguidamente sobre los deberes de cada Masón, "obligado, en cualquier lugar o compañía que pueda estar, a acudir a él (otro Masón) en seguida, ya fuese de lo alto de un campanario (por peligroso o incómodo que esto pueda resultarle), para saber lo que desea o para asistirlo."

Menciona por fin la existencia "de un gran rollo de pergamino (...) que contiene la historia y los reglamentos del oficio de masonería"correspondiente a los Old Charges.

Así, la parte principal de la ceremonia consistía en la comunicación de signos de reconocimiento que, cuando eran correctamente intercambiados, permitían a un extranjero obtener auxilio y asistencia en una época donde el país se hallaba a dos pasos de la anarquía. En efecto, el rey estaba prisionero por el ejército escocés en Newcastle-upon-Tyne mientras que en Londres, al que Ashmole se aprestaba a regresar, el Parlamento victorioso y un poco fanático reforzaba vigorosamente la legislación penal en materia religiosa.

La segunda, y última alusión a la Franc-Masonería en el Journal de Ashmole tiene lugar treinta y cinco años después de su recepción.

10 marzo 1682. Alrededor de las 17h.00. He recibido una convocatoria para ir a una Logia que se va a reunir mañana, en la Casa del Gremio de los Albañiles de Londres. En consecuencia, he acudido. Fueron admitidos en la Fraternidad de los Franc-Masones: Sir William Wilson, Capt. Rich. Borchwick, Mr Will Woodman, Mr Wm Grey y Mr William Wise. Yo era el más antiguo entre ellos (hacía aproximadamente treinta y cinco años que había sido recibido). Estaban además igualmente presentes: Mr Thos Wise, Mr (=Maestro) de la Compañía del Gremio de los Albañiles este año, Mr Thomas Shorthose, Mr Thomas Shadbolt, Wainsford, gentleman, Mr Rich Young, Mr John Shorthose, Mr William Hamon, Mr John Thompson y Mr Will. Stanton. Cenamos en la Taberna de la Media-Luna donde había sido preparada una cena selecta a cargo de los Masones recién admitidos."

El largo intervalo que va de 1646 a 1682 no permite en modo alguno suponer que Ashmole se desinteresase de la Franc-Masonería, pues su Journal, que no es de ninguna manera un inventario exhaustivo de sus actividades, es igualmente silencioso sobre asuntos de igual importancia. La mención de 1682 significa solamente que era conocido como Masón, y por lo tanto para ser convocado a una tenida. El lugar de la reunión, en esta ocasión la Casa del Gremio de los Albañiles, se explica ciertamente por el hecho de que ciertos miembros de la Logia pertenecían igualmente a la Compañía del Gremio de los Albañiles de Londres, como Mr Thomas Wise. Los dos Vigilantes, John Shorthose y William Stanton, son mencionados igualmente en los registros de la catedral de San-Pablo. Por fin, uno de los postulantes, Sir William Wilson, nacido en 1641 en Sutton Coldfield, a ocho millas de Lichfield, y desaparecido a los setenta años, era un amigo de Ashmole. Albañil de formación, ejerció después como arquitecto. Su casamiento con la viuda de uno de sus colegas, Henry Putney, le permitió obtener el título de caballero. Entre sus obras, se puede citar el castillo de Nottingham y la estatua de Carlos II, situada sobre la fachada occidental de la catedral de Lichfield, cuyo pedestal se adorna con la inscripción "El Restaurador", alusión no velada al guardián y defensor de los privilegios y la tradición de la Iglesia de Inglaterra.

El Dr John Campbell (1708-1775), en su artículo sobre Ashmole que apareció en 1747 en la Biographica Britannica, sostiene que numerosos manuscritos reunidos por éste, con la intención de escribir una historia de la Masonería entre los siglos XIV y XVII, desaparecieron el 26 de enero de 1679 cuando el incendio que destruyó el Middle Temple de la Royal Society donde tenía su gabinete:

"En lo que concierne a la historia antigua de los Franc-Masones, respecto de la cual estamos deseosos de saber lo que se conoce con certeza, puedo deciros solamente que, si nuestro digno hermano E. Ashmole Esq. hubiese llevado a bien su proyecto, nuestra fraternidad se habría hallado con respecto a él tan deudora como los miembros de la muy noble Orden de la Jarretera."

Además, en los 1860 manuscritos censados de Ashmole, solamente se encuentra otras dos menciones de su interés por asuntos de orden constructivo.

– Ms Ashmole, 1, 125, f.11v.-12v – copia de un contrato entre, por una parte, George Talbott, Lord Steward, Gilles Daubeney, Lord Chamberlayn y Sir Thomas Lovell (en nombre del rey) y los Caballeros de la Jarretera, y, por otra parte, John Hylmer y William Vertue, "albañiles-libres", en el cual se precisa el trabajo a hacer en la restauración y la decoración del coro de la Capilla de Windsor.

– Ms Rawlinson, 807, D, f.79 – notas de Ashmole acerca de una obra de John Lighfoote: The Temple: especially as it stood in the dayes of our Saviour, London, 1650. Estos extractos dan las medidas del segundo templo de Jerusalén, con referencias al templo de Salomón.

Por fin, en una conferencia sobre la "Freemasonry, Hermetic Thought and the Royal Society of London" ante la Quatuor Coronati Lodge Nº 2076, el 27 de junio de 1996, Michael Baigent pone el acento sobre una sátira de las sociedades esotéricas publicada en la edición del 10 de octubre de 1676 del "Poor Robin's Intelligence", una revista londinense, donde se menciona especialmente que "la Cábala Moderna de la Cinta Verde, la Antigua Fraternidad de la Rosa-Cruz, los Adeptos Herméticos y la Compañía del Gremio de los Albañiles aceptados tienen la intención de cenar juntos (...). Han pedido, para que se sirva en esta ocasión, surtido de patés de cisne negro, huevos de fénix pochés y pernil de unicornio."

Por primera vez, una guilda profesional, en esta ocasión la del Gremio de los Albañiles, volvía a situarse en el seno de un medio hermético (Rosa-Cruz, Adeptos Herméticos) y antipapista. Bajo la denominación de "Cábala Moderna de la Cinta Verde" se disimulaba de hecho una sociedad secreta anti-católica opuesta al advenimiento del futuro Jacobo II Estuardo, el "Club de la Cinta Verde", cuyos miembros, en el curso de sus ceremonias, se vestían de sacerdotes y reducían simbólicamente a cenizas al Papa.

La clave de esta evolución habría que buscarla en el movimiento intelectual y científico que llevó a la fundación de la Royal Society al final de la guerra civil en 1661. Uno de sus miembros, después su primer historiador, Thomas Sprat, que terminó su carrera en la sede episcopal de Rochester, abogaba, en su obra sobre The History of the Royal Society of London aparecida en 1667, en favor de "una unión entre manuales e intelectuales", añadiendo:"Tenemos así una visión excepcional de la nación inglesa, a saber que hombres de pensamientos y de modos de vida antagónicos olvidan sus odios y se reúnen para el progreso de la ciencia. Pues, el soldado, el comerciante, el marchante, el erudito, el gentilhombre, el cortesano, el presbiteriano, el papista, el librepensador y los adeptos de la religión oficial han abandonado su hacer específico y trabajan con serenidad en práctica y en espíritu...

Sin embargo, lo que determinó a Ashmole a frecuentar los medios herméticos fue la amistad que sostuvo al comienzo de los años 1650 con William Backhouse (1593-1662), gentilhombre oriundo de Swallowfield, en el Bershire, y, sobre todo, químico de talento y auténtico rosa-cruz, como lo menciona Wood en su Athenae Oxon. Backhouse, además de los numerosos conocimientos científicos que le transmitió, lo adoptó como hijo, como lo anota en su Journal el 26 de abril de 1651: "Mr William Backhouse me autorizó a llamarle en adelante Padre." Menos de dos meses más tarde, el 10 de junio, escribe:"Mr Backhouse me declaró que debía ahora hacerme su hijo porque tenía que comunicarme numerosos secretos."

Esta transmisión tuvo lugar el 13 de mayo de 1653: "Mi padre Backhouse, estando en cama en Fleet Street, cerca de la iglesia de St Dustan, y no sabiendo si iba a sobrevivir o morir, me reveló, de manera silábica, la verdadera naturaleza de la piedra filosofal que me dejó en herencia."

El impacto de este suceso sobre Ashmole queda reflejado en un poema que escribió poco tiempo después y del cual se conserva una copia manuscrita en el Ashmolean Museum. Está dedicado a "mi muy digno y muy honorable William Backhouse de parte de su hijo adoptivo." En este texto, Ashmole revela haber pasado una prueba de iniciación hermética bajo el cayado de su maestro. "A partir de este instante bendito comenzó para mí .Un año de dicha... y juraría que no he percibido jamás hasta ahora la existencia. Mira cuánto el poder dado por tu adopción puede

Transmutar una naturaleza imperfecta en hombre. Siento brotar en mi corazón esta noble sangre .Que me da derecho a una infinita parte. De las... riquezas de Hermes...Ya que mi grosero Mercurio se ha transmutado en oro."

Acaba después su homenaje pidiendo a las estrellas que le pongan

"... en la buena dirección que guiará

La mano de mi padre y su bendición sobre mi cabeza

Y la dejará reposar.

Que me sea concedido que las hojas del árbol de Hermes

Cubran la desnudez de la ceniza;

Que su legado de un par de ojos te sea de economía,

Oh tú miope topo,

Y que (aunque joven hijo) me haga su heredero."

Así, con esta mención de la ceniza y del topo, Ashmole hace claramente referencia a sí mismo en tanto que ser desprovisto de conocimiento y privado de inteligencia hasta la bendición hermética de su padre adoptivo Backhouse.

Según William Sandys, autor de una Pequeña Historia de la Franc-Masonería y del artículo dedicado a Ashmole en la Encyclopaedia Metropolitana, una sociedad de rosa-cruces se habría constituido en Londres, a mediados de los años 1640, sobre el modelo de las fundadas en Alemania al comienzo del siglo XVII. Una copia manuscrita del primer manifiesto rosa-cruz, la Fama Fraternitatis, conservado en la Bodleian Library, contiene una ferviente petición dirigida por Ashmole a los "muy ilustrados Hermanos de la Rosa-Cruz" donde les hace saber su deseo de ser admitido en la Fraternidad, cuya realidad ha sido recientemente negada por los trabajos del Dr Carlos Gilly y de Roland Edighoffer.

Ashmole es igualmente el autor de un cierto número de obras consagradas a la filosofía hermética. En 1650, publica bajo el seudónimo de James Hasolle el Fasciculus Chymicus, traducido por el hijo del ilustre John Dee, Arthur (1579-1651), médico en la Secret Hermetical Science. El frontispicio, que se presenta bajo la forma de una columna adornada con instrumentos de música, reglas e instrumentos de las ciencias matemáticas, testimonia la competencia musical del autor, sus lazos con la Masonería y las funciones militares que ejerció. La publicación de su Theatrum Chemicum Britannicum o Annotations on Several Pieces of our Famous English Philosophers who have made Hermetic Mysteries in their own ancient language vio la luz en 1652. Desde la introducción, declara que el alquimista "no se alegra en tanto que puede hacer oro y plata... sino en entrever las Puertas del Cielo."

Habiéndole sido necesario el conocimiento del hebreo para la elaboración de esta obra que debía, en principio, componerse de varios volúmenes, adquirió los rudimentos necesarios del mismo junto al Rabbin Salomon Frank.

Entre sus otros escritos, conviene mencionar, en 1638, La Vía hacia la Beatitud, tratado en prosa sobre la "Piedra filosofal", y el prefacio a un manuscrito de Nicolás Bowden consagrado a este mismo tema.

Un bienhechor de la Universidad de Oxford

Elías Ashmole aprovechó una estancia en Oxford, en 1646, donde le habían llevado sus funciones de Comisario de Contribuciones indirectas, para frecuentar el Brasenose College y darse así al estudio de las ciencias, especialmente la filosofía natural, las matemáticas y la astronomía. La calidad de sus primeras publicaciones le permitió, en 1653, conocer a eminentes científicos como el Dr Langlaine, Principal del Queen's College, o el jurista y teólogo John Selden (1584-1654). En 1658, fue encargado de establecer un catálogo descriptivo de la colección de monedas legadas a la Biblioteca de la Universidad por el antiguo arzobispo de Canterbury, William Laud, decapitado en 1645 por su fidelidad a Carlos I Estuardo. En noviembre de 1669, el Dr Yates le entregó solemnemente el diploma de "Doctor en Física".

En 1679, Ashmole ofreció a la Universidad de Oxford su inestimable colección de medallas, monedas, pinturas, manuscritos, obras impresas y curiosidades rarísimas, constituida de sus propias adquisiciones y del legado del Museum Tradescantianum.

Los Tradescant eran una familia de botánicos holandeses instalados en Inglaterra desde el siglo XVII, donde introdujeron plantas y árboles extranjeros, especialmente la morera. El primogénito, John, muerto en 1637, había recorrido Africa del Norte y Europa, tomando numerosas muestras de especies varias que conservaba en su casa de South Lambeth. El hijo más joven, llamado igualmente John (1608-1662), aprovechó su cargo de responsable del "Jardín Botánico de Chelsea" para enriquecer su colección. En el curso de los años 1650, simpatizó con Ashmole a quien recibió varias veces en su residencia del sur de Londres.

Según testamento de fecha 4 de mayo de 1661, hizo de su mujer Hester la usufructuaria de su museo con la condición de que ésta lo legara a la Universidad de Oxford o a la de Cambridge. Ashmole demandó enseguida este testamento, arguyendo el hecho de que las colecciones le habían sido legadas en vida por el difunto y que su viuda había destruido o quemado todas las pruebas susceptibles de apoyar sus justas pretensiones. Edward Hyde, primer conde de Clarendon (1609-1674), uno de los más eminentes servidores de la causa monárquica, Lord Canciller de 1661 a 1667, autorizó finalmente a Ashmole para establecer un catálogo de las colecciones que permanecían en depósito en casa de Madame Tradescant. Dos Windsor Herald estaban encargados de asistirle, Sir Edward Bysshe y Sir William Dugdale, su suegro, así como un magistrado de la Cancillería, Sir William Glassock.

El legado de las colecciones de Ashmole a la Universidad de Oxford establecía, como condición previa, la obligación por parte de ésta de edificar un edificio destinado a recibirlas. La construcción de este primer museo público de las Islas británicas fue confiada a Thomas Wood; su coste alcanzó cerca de las 4500 libras.

El donante formuló él mismo los reglamentos de funcionamiento de su fundación en la que cohabitaban una institución científica y un museo de bellas artes y de arqueología. En la práctica, el edificio se organizó como sigue: en el primer piso, el museo propiamente dicho; en la planta calle, la biblioteca de química y de "filosofía" constituida, en su mayor parte, por los fondos de Ashmole, a los que se añadieron los legados por Sir William Dugdale, John Aubrey y Martín Lister; y en el sótano, el laboratorio de química, el primero de Oxford.

Durante cerca de un siglo y medio, la institución debía conservar su papel de centro de enseñanza de química, anatomía, astronomía, zoología y botánica. En 1845, se construyó un nuevo edificio en Beaumont Street, por Charles Cockerell, que sería ampliado en 1896 con la extensión Fortnum. Desde 1889, detenta el nombre de Ashmolean Museum. El edificio inicial se ha vuelto a rehabilitar como museo de historia de la ciencia, y las colecciones de manuscritos y de impresos han sido transferidas desde 1860 a la Bodleian Library.

Elías Ashmole dejó a sus contemporáneos la imagen de un hombre de carácter irreprochable, de una beneficencia discreta y con conocimientos científicos ciertos. Frances A. Yates, en su obra The Rosicrucian Enlightenment (1972) [El Iluminismo Rosacruz, FCE México 1999], traza por otra parte, p. 235, el siguiente retrato: "... un monárquico fiel que vivió retirado durante la Guerra Civil y el Commonwealth saciando sus múltiples pasiones; alquimista, anticuario, coleccionista asiduo de testimonios del pasado, las raíces de Ashmole se hallaban en el universo hermético cuando las nuevas ciencias aparecieron. Su interés por la alquimia no estaba pasado de moda sino que reflejaba la impetuosa primavera de esta disciplina en el siglo XVII."

Las cualidades de Ashmole le permitieron frecuentar personajes importantes, como lo confirma su amistad con William Sancroft, arzobispo de Canterbury desde 1677 hasta su destitución en 1691 y uno de los maestros de obra de la catedral de San Pablo, así como con el duque de Norfolk o el duque de Lauderdale (1616-1682), Lord Alto Comisario en Escocia de 1669 a 1680.

Además, el pastor James Anderson, en la segunda edición de sus Constituciones en 1738 (tercera parte, Historia de la Masonería en Gran Bretaña desde la Unión de las dos Coronas hasta hoy, cap. 1. El estilo de Augusto en Inglaterra desde la Unión de las Coronas en 1603 hasta la Restauración de 1660), menciona brevemente, p. 100, su pertenencia masónica:"Pero incluso durante esas guerras, los masones se reunieron ocasionalmente en diversos lugares: así Elías Ashmole escribe, p. 15 de su Journal: fui recibido franc-masón en Warrington, Lancashire, así como el coronel Mainwaring, por Richard Penket, Vigilante de los Compañeros (sigue la lista) el 16 de octubre de 1646."

Por fin, puede ser interesante subrayar la ligereza con la que un texto francés de finales del siglo XVIII, conservado en la Biblioteca Municipal de Chartres, Notice sur la Franche-Maçonnerie, da cuenta de la recepción de Ashmole: "En 1679, Henry Bernet siendo G.M., el célebre Elías Ashmole, filósofo, químico y anticuario distinguido, fundador del museo de Afort, fue recibido mas. Este hace en sus memorias el elogio más completo de la sociedad de la que era miembro, confirmando todo lo que es referido aquí arriba sobre la antigüedad, la ciencia, y los misterios de la sana moral de la mas."

jueves, agosto 18, 2005

ORACIÓN MASÓNICA.

“¡Gran Arquitecto del Universo, fuente fecunda e inmortal de felicidad, de luz y de virtud!

Cediendo a los impulsos de su corazón los obreros de este Templo, te rinden mil acciones de gracias y te dedican todo lo que ellos han hecho de bueno, útil y glorioso, en este día solemne en que han visto aumentar el número de sus hermanos.

Continúa protegiendo sus trabajos y dirígelos incesantemente hacia la perfección.

¡Que la armonía, la unión y la concordia, sean por siempre el triple cimiento que sirva a estrechar sus obras!

Amistad, beneficencia, expresiones de las almas sensibles y generosas, goces deliciosos de los corazones delicados y honrados; sostened y adornad este Templo, en el cual todos nuestros esfuerzos propenderán siempre solo a arraigarlos.

Que la prudencia, la discreción, la modestia, la amenidad, sean el constante ropaje de los hermanos de esta Logia, y que, vueltos al mundo civil, se reconozca siempre en sus discursos, en sus modales y en sus acciones, que ellos son los verdaderos hijos de la luz.”

TEMPLANZA

Se dice que la templanza es la moderación de los placeres de los sentidos, que constituye una de las virtudes cardinales y se refiere principalmente a no cometer excesos aplicando la moderación y la continencia.

La palabra templanza proviene del latín ¨templar¨¨templo¨. Los griegos edificaban sus templos o lugares sagrados en las partes más altas de las montañas porque les permitía tener una visión completa del paisaje y contemplar lo que sucedía. El temple se aplica tambien al proceso que sufren los metales y algunos cristales al ser sometidos a temperaturas extremas para determinar su fortaleza y asi mejorar sus propiedades físicas exponiéndolos a temperaturas muy altas y enfriandolos después bruscamente en tinajas de hielo.

En Japón, los grandes guerreros templan sus espadas sometiéndolas más de quinientas veces al cambio de un rojo incandescente provocado por el fuego para después sumergirlas en una vasija de agua helada.

La templanza es una condición por la que todos pasamos en el proceso de aprendizaje en cualquier etapa de nuestra vida. Al igual que los metales la templanza nos permite someter nuestras capacidades a pruebas muy fuertes en las que ponemos de manifiesto nuestro estado emocional, intelectual, físico y espiritual. Cada acto en nuestra vida puede ser una prueba de templanza , nuestra personalidad es como una espada que esta siendo templada por el fuego y el hielo de la vida hasta encontrar el punto del justo equilibrio en el que el filo de nuestro espiritu sea uno solo e indivisible.

Cada uno de nosotros encontrará el punto exacto de templanza en su vida, lo vamos aprendiendo le vamos dando elementos para saber equilibrar las circunstancias que se le presentan. Templar el alma es acumular la luz y la fuerza interior que nos proporciona los atuendos para entrar al amor verdadero.