Los Grandes Maestros Templarios, en general estuvieron a la altura de su cargo; si bien es cierto que se le puede reprochar a Molay que no reaccionara de otra forma cuando lo apresaron el 13 de Octubre del año 1.307 y que se dejara influenciar por personas a las que él consideraba “amigos” pero que en realidad tan solo buscaban enriquecerse a costa de la destrucción de la Orden.
Aunque sea raro para algunos fueron 22 los Grandes Maestres, ni uno más ni uno menos, aunque hay quien gusta de introducir en esta lista a algún Maestre provincial por simpatías o equivocaciones pero la realidad es que fueron 22. Los citaremos a continuación, así como las fechas en las que adoptaron la responsabilidad del destino de la Orden y de los Caballeros del Temple.
No siempre se les llamó “Gran Maestre” esto tan sólo sucedió a partir del año 1.153, anteriormente solo era llamado Maestre (este cargo pasó a pertenecer a los Maestres llamados Provinciales) sin embargo aunque fuera llamado Gran Maestre firmaban sus actas como Magíster Humilis, o Magíster Militiae Templi. El electo de forma obligatoria tenía que ser caballero y con mucha frecuencia había desempeñado un cargo importante en tierra santa.
La autoridad del maestre es real pero no absoluta, pues está limitada por las acciones del capítulo o del convento (Hoy por hoy llamado Consejo magistral). Los Hermanos del Temple deben obedecer al Maestre y este debe de consultar y en caso de discrepar aceptar la decisión mayoritaria que aquellos que componen el Capítulo o Consejo Magistral.
Antiguamente sólo con la venia del Capítulo y el voto mayoritario de sus miembros puede:
- Modificar o añadir un artículo a la Regla.
- Concluir un tratado.
- Enajenar o vender los bienes de la Orden.
- Nombrar los Grandes Comendadores de Provincias.
- Disponer del Tesoro.
- Aceptar una candidatura.
- Retirar el hábito o condenar a la pérdida de la casa.
De entrada vamos a examinar la composición de su “casa”. En sus relaciones con los Soberanos, el Maestre de Temple detentaba el rango de Príncipe y su Casa debía estar a la altura de esa posición.
Estaba compuesta por:
- Un Capellán, hermano de la Orden.
- Dos escuderos, encargados de sus armas.
- Un secretario permanente o dos que a veces podía ser musulmán ( sobre todo de tierra Santa).
- Un Turcópole (que era un musulmán convertido al cristianismo conocedor del terreno y de las costumbres locales en Tierra Santa).
- Un cocinero.
- Dos criados y un Mariscal Hermano.
- De dos a cuatro caballeros lo escoltaban en todos sus desplazamientos y cabalgaban detrás de él.
En Campaña su tienda era redonda en recuerdo del santo sepulcro, se levantaba en medio del campamento con el Bausante plantado a la entrada. El Cetro de este “príncipe” era un bastón que tenía el tamaño aproximado de una Toesa que proyectaba hacia el cielo una espiral que llevaba grabada la “Cruz Paté” escarlata. Las raíces de este singular bastón o ábaco se remontan al parecer a la fraternidad Pitagórica.
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