A L:.G:.D:.G:.A:.D:.U
S:.F:.U:.
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Trabajo presentado por :
Milton Arrieta López, A:.M:.
Milton Arrieta López, A:.M:.
La Tolerancia esta inscrita en, actitud y comportamiento, individual, social o institucional, caracterizado por la consciente permisividad hacia los pensamientos y acciones de otros individuos, sociedades o instituciones, pese a que los valores morales o éticos de aquéllos no coincidan, o incluso desaprueben, los de éstos. La tolerancia se puede manifestar prácticamente en todas las actividades humanas, pero muy especialmente en los aspectos religiosos, culturales, políticos y en las relaciones de género. Los principales actores y receptores de la tolerancia (en su recíproca esencia, tolerar y ser tolerado) son el individuo y el Estado. La tolerancia propiamente dicha y sentida, expuesta en su máximo esplendor es necesaria en materia de pensamientos, dictámenes, conceptos y tesis, imponiéndose como primera condición de vida y de la actividad masónica, y como postulado necesario para que la diferencia entre ideas no impidan la realización de la solidaridad y del espíritu de fraternidad que siempre han de reinar entre los masones. El M:.M:. Aldo Lavagnini nos enseña en su libro El Manual del Aprendiz Masón, que toda opinión sincera merece por tal razón ser respetada, aunque no convengamos en lo concreto sobre la misma. Y que la verdadera libertad de pensamiento se mide por la libertad que cada individuo sabe conceder a los demás. A mi parecer, esta enseñanza se fundamenta en que los masones somos hombres libres pensadores y de buenas costumbres, ya que es característico del libre pensador, respetar hondamente las ideas y conceptos de las demás personas, ya sean hermanos de nuestra orden o profanos; como también es propio del masón ser un hombre instruido en las buenas costumbres, y por supuesto entre estas, encontramos la práctica de la Tolerancia. De hecho la práctica consuetudinaria de la Tolerancia ha estado presente en la masonería desde tiempos remotos, muchos preceptos e instituciones filosóficas masónicas toman como su base a la Tolerancia, lo observamos así, en el literal a) del artículo 8, que corresponde al capítulo tercero de nuestros estatutos generales y reglamentarios, encontramos que es un derecho del masón el expresar libremente sus ideas en los debates masónicos, guardando la circunspección y el respeto que merecen los hermanos.
Para finalizar este trabajo quiero dejar un pensamiento, producto de la meditación, cada masón tiene inscrita la obligación de Labrar su Piedra Bruta, de esculpir su propio espíritu, para obtener la loable estructura del conocimiento, de la sabiduría, de la verdad; por lo tanto es importante comprender que cada uno de nosotros abre su propio camino para encontrar la verdadera luz, de hecho es imposible procurar hallar unanimidad de opiniones e ideas, cada cual debe pensar por si mismo y no intentar pensar por los demás; en el proceso que lleva el pensamiento unidimensional, se generan ideas que por supuesto pueden ser opuestas a las conceptos de otro Q:.H:. masón, es justamente en esta situación que reluce la virtud de la Tolerancia, la conciente permisividad a los pensamientos e ideas de otros, pues sin lugar a dudas la virtud de la tolerancia mantiene vivo el símbolo mas preciado para la masonería que es una fraternidad inalterable e universal.
BIBLIOGRAFÍA
Enciclopedia Encarta 2000.
Enciclopedia Salvat 1999.
El Manual del Aprendiz Masón de Aldo Lavagnini
Enciclopedia Encarta 2000.
Enciclopedia Salvat 1999.
El Manual del Aprendiz Masón de Aldo Lavagnini
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