El primer lugar que el iniciado ve "El Ancla" en Masonería es en el Tablero de Trazo o Tablero Trazado del Primer Grado (Aprendiz).
Es allí y entre distintas figuras donde el Aprendiz Francmasón puede observar y comenzar a descubrir en su mente el mensaje que nos presenta nuestra Orden.
Las herramientas que vemos en el Tablero Trazado, nos indica que en el primer grado debemos utilizar esos elementos para tallar nuestra piedra, y que dicho trabajo debemos hacerlo bien, porque dentro de nuestro ser tenemos alguien que nos vigila y es nuestro "Maestro", que no es nadie mas que nuestra propia conciencia que nos irá diciendo y llamando al orden si algo no hacemos en la forma correcta.
Para interpretar el simbolismo es posible que nuestra mente visualice "El Ancla" en la proa de un barco y comience a pensar los fines que tiene o por qué lo llevan las embarcaciones.
Descubierta su simbología, el iniciado en Masonería deberá comenzar en su persona el proceso de ponerlo en práctica en su vida Masónica.
Nuestro I.P. y Q:.H:.Alberto Gallatin Mackey (e.e.o.e.) nos dice que: "El Ancla" es un símbolo de "esperanza" y que aparentemente no ha existido en el simbolismo antiguo o clásico.
La Esperanza fue representada entre los antiguos, en la forma de una mujer erguida teniendo parte de su vestimenta en su mano izquierda y en su mano derecha una copa o taza con la forma de una flor.
"El Ancla", como emblema de esperanza, tiene un aparente origen cristiano de firmeza, esperanza y paciencia, y se cree que veían la vida como un viaje tempestuoso y estaban alegres cuando llegaban a buen puerto". "El Ancla" era para ellos un símbolo de esas sensaciones y fue encontrado en las tumbas de las catacumbas de Roma.
La idea de utilizar su simbología fue probablemente debido a las palabras de San Pablo (Heb.v.19) "...tengamos un ancla segura en el alma para mantenernos firmes en nuestros propósitos." y que de allí fue tomado el ancla como "símbolo masonico".
Mackey nos dice que el ancla se encontró en muchas tumbas que fueron talladas por hermanos del fallecido como una expresión de confianza de que, quien había muerto "alcanzó el cielo del descanso eterno"
(Kip, Catacombs of Rome, página 112).
Existe también la versión que hay una conexión entre un ancla y una nave, y por lo tanto, la simbología sería que "el ancla es el símbolo de seguridad y esperanza de buen viaje para llegar a buen puerto al final de la vida". El barco o nave lo deberíamos considerar en Masonería como que cada uno de nosotros tiene en su interior "su arca de Noé" y que podríamos flotar en medio del diluvio y estar seguros de alcanzar la meta aunque las circunstancias nos hubieran abrumado.
Esta simbología fue introducida en Masonería, ante el carácter universal que nuestra Orden requirió de cada uno de nosotros en declarar que teníamos nuestra Fe bien fundada en un Ser Superior (G.A.D.U.) en la ceremonia de Iniciación.
Con el pensamiento emblemático de ese "arca divina que el Masón lleva en su ser interior, que le permitirá estar tranquilo en todo mar tempestuoso aunque encuentre apuros e incertidumbres contando con ese ancla de seguridad que es su Fe, que le sujete y mantenga con firmeza en el puerto de la paz de su conciencia, y que cesen las preocupaciones y el agotamiento que produce la incertidumbre del viaje que nos espera y debemos hacer al Oriente Eterno... a ese mas allá de nuestro Ser, conocimiento y comprensión".
Por ello en Masonería, las enseñanzas están relacionadas a mejorar nuestras actitudes, comportamiento y mejor vida, y para que estemos preparados para afrontar con total confianza ese paso que debemos hacer hacia un desconocido estado en nuestro viaje a la eternidad.
Interpretemos El Ancla como un emblema que nos sugiere mantenernos en aguas tranquilas, estabilizados en una "esperanza bien fundada", de una vida bien llevada, y vivida con dignidad, honor y amor. Llevemos ese arca divina que albergamos en nuestra conciencia, con total seguridad en todos los mares que navegamos en la vida aunque encontremos olas bravas, tempestad e incertidumbre.
El ancla que vemos en la Luz que se eleva desde el Ara en el tablero de trazo o trazado, nos indica que debemos estar firmes y tener seguridad en nuestro trabajo y desarrollar cada vez mas nuestros principios y valores, en una ruta pacífica y segura de nuestras convicciones en el acercamiento a la virtud, actuando siempre siguiendo y respetando los valores y cuanto nos brinda el Libro Sagrado de nuestra Fe sobre el que hemos hecho nuestro Juramento Masónico.
Es allí y entre distintas figuras donde el Aprendiz Francmasón puede observar y comenzar a descubrir en su mente el mensaje que nos presenta nuestra Orden.
Las herramientas que vemos en el Tablero Trazado, nos indica que en el primer grado debemos utilizar esos elementos para tallar nuestra piedra, y que dicho trabajo debemos hacerlo bien, porque dentro de nuestro ser tenemos alguien que nos vigila y es nuestro "Maestro", que no es nadie mas que nuestra propia conciencia que nos irá diciendo y llamando al orden si algo no hacemos en la forma correcta.
Para interpretar el simbolismo es posible que nuestra mente visualice "El Ancla" en la proa de un barco y comience a pensar los fines que tiene o por qué lo llevan las embarcaciones.
Descubierta su simbología, el iniciado en Masonería deberá comenzar en su persona el proceso de ponerlo en práctica en su vida Masónica.
Nuestro I.P. y Q:.H:.Alberto Gallatin Mackey (e.e.o.e.) nos dice que: "El Ancla" es un símbolo de "esperanza" y que aparentemente no ha existido en el simbolismo antiguo o clásico.
La Esperanza fue representada entre los antiguos, en la forma de una mujer erguida teniendo parte de su vestimenta en su mano izquierda y en su mano derecha una copa o taza con la forma de una flor.
"El Ancla", como emblema de esperanza, tiene un aparente origen cristiano de firmeza, esperanza y paciencia, y se cree que veían la vida como un viaje tempestuoso y estaban alegres cuando llegaban a buen puerto". "El Ancla" era para ellos un símbolo de esas sensaciones y fue encontrado en las tumbas de las catacumbas de Roma.
La idea de utilizar su simbología fue probablemente debido a las palabras de San Pablo (Heb.v.19) "...tengamos un ancla segura en el alma para mantenernos firmes en nuestros propósitos." y que de allí fue tomado el ancla como "símbolo masonico".
Mackey nos dice que el ancla se encontró en muchas tumbas que fueron talladas por hermanos del fallecido como una expresión de confianza de que, quien había muerto "alcanzó el cielo del descanso eterno"
(Kip, Catacombs of Rome, página 112).
Existe también la versión que hay una conexión entre un ancla y una nave, y por lo tanto, la simbología sería que "el ancla es el símbolo de seguridad y esperanza de buen viaje para llegar a buen puerto al final de la vida". El barco o nave lo deberíamos considerar en Masonería como que cada uno de nosotros tiene en su interior "su arca de Noé" y que podríamos flotar en medio del diluvio y estar seguros de alcanzar la meta aunque las circunstancias nos hubieran abrumado.
Esta simbología fue introducida en Masonería, ante el carácter universal que nuestra Orden requirió de cada uno de nosotros en declarar que teníamos nuestra Fe bien fundada en un Ser Superior (G.A.D.U.) en la ceremonia de Iniciación.
Con el pensamiento emblemático de ese "arca divina que el Masón lleva en su ser interior, que le permitirá estar tranquilo en todo mar tempestuoso aunque encuentre apuros e incertidumbres contando con ese ancla de seguridad que es su Fe, que le sujete y mantenga con firmeza en el puerto de la paz de su conciencia, y que cesen las preocupaciones y el agotamiento que produce la incertidumbre del viaje que nos espera y debemos hacer al Oriente Eterno... a ese mas allá de nuestro Ser, conocimiento y comprensión".
Por ello en Masonería, las enseñanzas están relacionadas a mejorar nuestras actitudes, comportamiento y mejor vida, y para que estemos preparados para afrontar con total confianza ese paso que debemos hacer hacia un desconocido estado en nuestro viaje a la eternidad.
Interpretemos El Ancla como un emblema que nos sugiere mantenernos en aguas tranquilas, estabilizados en una "esperanza bien fundada", de una vida bien llevada, y vivida con dignidad, honor y amor. Llevemos ese arca divina que albergamos en nuestra conciencia, con total seguridad en todos los mares que navegamos en la vida aunque encontremos olas bravas, tempestad e incertidumbre.
El ancla que vemos en la Luz que se eleva desde el Ara en el tablero de trazo o trazado, nos indica que debemos estar firmes y tener seguridad en nuestro trabajo y desarrollar cada vez mas nuestros principios y valores, en una ruta pacífica y segura de nuestras convicciones en el acercamiento a la virtud, actuando siempre siguiendo y respetando los valores y cuanto nos brinda el Libro Sagrado de nuestra Fe sobre el que hemos hecho nuestro Juramento Masónico.
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