Desde los albores de la Humanidad, en las primeras fases evolutivas del homo sapiens, el ser humano aceleró dicha evolución intelectual y material, mediante el uso de instrumentos y herramientas. Cuando consiguió controlar su utilización para fines concretos, desarrolló fórmulas nuevas de vida. El uso de arcos, flechas, lanzas, entre otras cosas, le permitió obtener mejores resultados en la caza; actividad imprescindible para su supervivencia. El manejo de arados, palas, azadas y otros, le permitió desarrollar la agricultura, con lo que se abandonaba el nomadismo como regla de vida y se establecía el sedentarismo en los lugares adecuados para su devenir vital.
Es notorio e incuestionable que la evolución humana está íntima y solidariamente ligada al uso consciente de útiles y herramientas. Todos los instrumentos inventados o descubiertos por el hombre, han facultado un salto evolutivo en sus formas materiales de vida.
De vivir en cuevas o a la intemperie, el ser humano pasó a la construcción de chozas o habitáculos para diverso uso, utilizando los materiales naturales disponibles en su entorno inmediato. El siguiente salto cualitativo fue el uso de materiales prefabricados para alcanzar el mismo objetivo. La diferencia estriba en que de esta segunda forma, su imaginación y posibilidades de desarrollo avanzaron espectacularmente.
Comenzando por realizar simples cubículos para su refugio, pero aplicando su intelecto en contínuo desarrollo y usando los instrumentos adecuados, el hombre alcanzó el punto de llegar a construir monumentales pirámides y majestuosas catedrales.
La sofisticación y complejidad de instrumental necesario para la ejecución de tan magnas empresas, se fundamenta tan solo en SIETE elementos primarios.
Estos son: La Escuadra, El Compás, El Nivel, y La Plomada como elementos de planteamiento y medición. El Mazo, El Cincel y La Paleta (Trulla) como herramientas útiles de ejecución.
La Escuadra ofrece una relación angular.
El Compás facilita la determinación de distancias.
El Nivel corrobora la horizontalidad.
La Plomada establece la verticalidad.
Con estos cuatro elementos se puede determinar, con absoluta precisión, la posición de cualquier punto geométrico en el espacio, y por extensión la de cualquier recta y la de cualquier plano.
Entrando en abstracción geométrico-matemática, estableciendo un sistema de referencia, cualquier punto en el espacio se fija mediante coordenadas cartesianas o bien mediante coordenadas polares. Las primeras son situación horizontal (abcisas), y situación vertical (ordenadas). Léase NIVEL y PLOMADA. Las segundas son distancia a un origen predeterminado y ángulo sobre una recta de referencia. Léase COMPAS y ESCUADRA.
Respecto a las herramientas, con el Mazo se golpea y con el Cincel se dirige el impacto para obtener el fin deseado. Con la Paleta se restaura, se añade y se complementa el resultado obtenido por la acción de la percusión.
La Francmasonería Universal tiene como último fin u objetivo la construcción y finalización de un Templo Moral y de Conocimiento que acoja a toda la Humanidad. Para ello utiliza instrumentos y herramientas.
Con el devenir de los tiempos, la Masonería ha pasado de ser Operativa a ser Especulativa o Simbólica, es decir, que en la actualidad los elementos de trabajo masónico son simbólicos.
Veamos una posible analogía de los siete elementos básicos:
ESCUADRA: Angulo de 90º, ni agudo, ni obtuso, llamado también ángulo recto. Equivalencia, RECTITUD.
COMPAS: Fijado un punto, se establece otro, otro, otro y así sucesivamente, todos equidistantes del fijado en primer lugar. Equivalencia, EQUIDISTANCIA.
NIVEL : Línea horizontal. Equivalencia, IGUALDAD.
PLOMADA : Línea vertical. Equivalencia, APLOMO. Rectitud en sus actos, Equidistancia con todos los seres humanos, Igualdad en el afecto y Aplomo en sus manifestaciones. Cuatro virtudes que enmarcan la vida de un masón.
MAZO: Herramienta que transforma energía en arrancar imperfecciones. Equivalencia, VOLUNTAD.
CINCEL: Util con el que se dirige a un determinado punto preestablecido la energía desplegada por el Mazo. Equivalencia, RAZON.
PALETA (Trulla): Elemento que restaña, contornea y pule la irregularidades. Equivalencia, TOLERANCIA.
Voluntad para mejorar, Razón para discernir y Tolerancia para compartir. Tres herramientas que, armónicamente conjugadas, y debidamente utilizadas, facultan al masón a pulir su Piedra Bruta a fin que su Piedra Cúbica llegue a formar parte del Templo Universal.
No se puede diseñar una construcción tan sólo con la escuadra y el nivel. O tan sólo con el nivel, la plomada y el compás. Hace falta usar los cuatro elementos para una satisfactoria concepción. Y del mismo modo, no se puede construir lo diseñado a falta de alguna de las tres herramientas.
Los ocho elementos citados, en conjunto, armónica y proporcionalmente empleados, son imprescindibles para alcanzar el fin último de la masonería. No sobra ni falta ninguno. Están todos los que son y son todos los que están. Están a disposición del masón que desee andar por el camino hacia la Luz del Conocimiento.
Uno de los grandes intelectos que en esta Humanidad han existido, Arquímedes, dijo: "Dadme un punto de apoyo y moveré el mundo".
Con osadía, aunque humildemente, parafraseándole, se podría decir: DADME LAS SIETE HERRAMIENTAS MASÓNICAS Y TRANSFORMARE EL MUNDO.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario