sábado, marzo 25, 2006
DIVINA PROPORCION - LA GEOMETRIA SAGRADA
JOVAN ZEC
El origen de la divina proporción – de la geometría sagrada – lo mismo que toda cosa perfecta, el hombre de fe lo encuentra en Dios,
"creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible e invisible."
Según el Prólogo del Evangelio de San Juan,
"Al principio era el Verbo."
En el mundo de las cosas visibles, la armonía, en su esencia divina, manifiesta relaciones ideales en su forma visual accesible a la experiencia sensible. Gracias al encuentro de este fenómeno de aparición donde Dios se manifiesta, el hombre reconoce la obra que contiene en sí el sello del Creador.
Dejando aparte la cuestión de las armonías perfectas de orden cósmico, visibles pues en la naturaleza, en la creación de las cuales el hombre no ha participado – y que representan al mismo tiempo los límites y el contexto impuesto a la existencia terrestre humana –, queda la cuestión de las armonías perfectas que el hombre ha creado y que crea. En la búsqueda de una respuesta, dos caminos superpuestos aparecen.
Sobre el primero, estoy tentado de ver la voluntad del Creador que, creando el hombre a su imagen, lo ha dotado de una capacidad creadora y de una necesidad interior de expresión. Constatamos que el hombre, en la historia de su existencia terrestre, en la cumbre de su creación, ha realizado obras maestras destinadas a la celebración del nombre de Dios y de su naturaleza divina. Lo que Dios da al hombre, el hombre creyente y franc-masón se lo devuelve, y, por su devolución, reconoce en sí la finalidad y el sentido de la existencia humana:
"El Templo de Jerusalén destinado a formar un emblema universal fue levantado sobre planos trazados por una mano superior que no fueron invención de ningún hombre."
Sobre el segundo camino, que se supone estar superpuesto al anterior y que va en el mismo sentido, veo la revelación de la belleza y de la fuerza verdaderas contenidas en las armonías perfectas fundadas sobre las proporciones de origen divino. Esta revelación es la que los profanos designan de ordinario como inspiración. Al respecto, el ejemplo del plan del Templo que David transmite a su hijo gracias a la revelación del Espíritu es iluminador. Este ejemplo es comparado juiciosamente por Jean Ursin con el ejemplo de la "Morada" de la que Yahveh ha dicho a Moisés:
"¡Según todo lo que te muestro como modelo fiel de la Morada, y como el modelo de todo su mobiliario, así harás!"
La revelación, que considero como la consciencia de una idea en su totalidad, fruto de la intuición, escapa muy evidentemente a cada forma de conocimiento fundada sobre la lógica clásica y sobre los métodos científicos.
Visto a través del prisma del razonamiento franc-masónico, bajo la acción de energías escondidas, puestas en una relación particular e inaccesibles a una aproximación del conocimiento clásico y del razonamiento puramente científico, el ejemplo de la divina proporción, el más extendido, se refleja en lo que se llama el número de oro. Su utilización en la arquitectura del Egipto antiguo, en la Grecia antigua u otra, ha dado templos de aspecto estético-plástico indudablemente armoniosos.
Desde un punto de vista matemático, el número de oro es aproximadamente igual a 1,618. Su expresión matemática es:
5 + 1
2
es decir que se debe tomar el único número positivo que multiplicado por sí mismo da 5, al cual se le llama la raíz cuadrada de 5, se le añade 1, y se divide por 2. Tiene ciertas propiedades matemáticas curiosas, como ésta: si se considera un "gran" rectángulo cuya longitud dividida por la anchura es igual al número de oro, se le puede cortar en dos en el sentido de la anchura y obtener un cuadrado de lado igual a la anchura inicial, y un pequeño rectángulo cuya longitud dividida por la anchura es también el número de oro. El número de oro es el único número que tiene esta propiedad.
Este hecho matemático interesante, según el cual el número de oro es el único número que tiene esta propiedad, puede mostrar, justamente por su singularidad, el origen divino de la armonía fundada en la proporción expresada matemáticamente por este número o por un rectángulo de proporciones dadas, lo que es en sí una forma geométrica.
En el mundo de la ciencia, la geometría pertenece a la disciplina de los matemáticos quienes la definen como "la ciencia y el estudio de los espacios". Hasta el siglo XVIII, la geometría fue la de Euclides, llamada "clásica"; se sustentaba en las definiciones y los postulados de Euclides, y en otros axiomas imaginados por la observación y la intuición. Fue al final del siglo XIX cuando Hilbert dio fundamentos más sólidos hallando un sistema de axiomas verdaderamente matemáticos. Uno de estos axiomas es el "quinto postulado de Euclides" que dice:
"dados una recta D y un punto P del plano, existe una única recta que pase por este punto y sea paralela a D."
Modificando este axioma, se obtiene o bien la geometría proyectiva (geometría de un espacio cuyos elementos no son puntos, sino rectas), o bien la geometría de Riemann (llamada geometría elíptica) que se sitúa en un espacio que tendría las mismas propiedades que la superficie de una esfera, o bien la geometría hiperbólica de Lobatchevski-Bolyal, en la que el plano es reemplazado por una especie de silla de montar.
Hoy día se considera que el estudio de las transformaciones del espacio es una parte importante de la geometría, lo mismo que el estudio de las superficies (geometría diferencial), o también de las curvas de ciertas funciones particulares (geometría algebraica).
A la luz de los Franc-Masones, las formas de las propiedades geométricas tienen otro significado tanto en el plano simbólico como en el plano energético, ambos indisolubles.
Y justamente en el espejo de esta luz, esas formas, independientemente de los matemáticos y de los valores estéticos que pueden llenarlas, manifiestan, en el contexto de la utilización artística (arquitectura, pintura, escultura, gravado... ), una dimensión profunda, que sobrepasa las dimensiones semánticas del significado habitual, refiriéndose a lo que es sagrado, en lo cual encuentran su plenitud.
En la primera parte del libro ya citado de Jean Ursin, en la capítulo La historia legendaria del oficio que concierne a "las siete ciencias", se encuentra:
"Todos describen las siete ciencias liberales en un orden a veces diferente. En la Edad Media, los escolásticos las dividían en dos partes:
1. El trivium, que comprendía la gramática, la retórica y la dialéctica.
2. El quadrivium, la aritmética, la geometría, la música y la astronomía.
Todos nuestros autores están de acuerdo para hacer de la geometría la primera de las ciencias:
"... gracias a la buena geometría, este honesto oficio que es la buena masonería fue así constituido y creado" Regius, 19 – 20 – 21.
Por otra parte, el mismo autor evoca a "Euclides, alumno de Abraham" donde escribe:
"Después se llega a Euclides, ese matemático griego que vivía en Alejandría en el siglo III a. de C. ¡No es sin sorpresa que se lee que Euclides, "nuestro noble sabio Euclides", fue en Egipto alumno de Abraham! Abraham acompañado de su mujer Sara fue al país de Canaán, y se vio apremiado por el hambre a refugiarse en Egipto, pues, como lo dice la crónica, "Abraham era hombre prudente y gran sabio. Conocía todas las VII ciencias y enseñó a los Egipcios la ciencia de la geometría".
Por fin, más adelante se encuentra en la misma obra:
"Retengamos que para todos, la geometría es, si no la madre de las otras seis, al menos la primera."
Regius: "La geometría permite discernir con certeza lo verdadero de lo falso."
Cooke: "La geometría es la base de todas las otras. Todas no existen más que gracias a la ciencia de la geometría. Y la geometría es la medida de la tierra."
El Ms Grand Lodge Nº 1: "La geometría enseña al hombre la proporción y la medida de la tierra."
El William Watson dice lo mismo y, más que el Cooke, hace gala de una cierta pedantería exponiendo la etimología de este término en un latín aproximado.
Dumfries IV repite casi lo mismo que el Cooke: "ninguna actividad humana es posible sin pesar ni medir", dicho de otro modo, sin la geometría "ninguna ciencia sirve a los hombres para medir".
"En conclusión, la geometría es el fundamento de todas las ciencias."
Rebasando su papel en la masonería operativa, en el dominio de la construcción, la geometría está enraizada, en nombre de su origen, lo mismo que la divina proporción, en el Ser sagrado y en su plenitud. Así, en el contexto de la simbólica Franc-Masónica, las formas geométricas (como la esfera por ejemplo) designan a Dios.
"Dios es una esfera cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna."
La Tolerancia
En un arrebato de optimismo, Confucio soñó con una época de tolerancia universal en la que los ancianos vivirían tranquilos sus últimos días; los niños crecerían sanos; los viudos, las viudas, los huérfanos, los desamparados, los débiles y los enfermos encontrarían amparo; los hombres tendrían trabajo, y las mujeres hogar; no harían falta cerraduras, pues no habría bandidos ni ladrones, y se dejarían abiertas las puertas exteriores. Esto se llamaría la gran comunidad.
El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar. Aparece como una noción escurridiza que, ya de entrada, presenta dos significados bien distintos: permitir el mal y respetar la diversidad. Su significado clásico ha sido «permitir el mal sin aprobarlo». ¿Qué tipo de mal? El que supone no respetar las reglas de juego que hacen posible la sociedad. Si algunos no respetan esas reglas comunes, la convivencia se deteriora y todos salen perdiendo. Por ello, quien ejerce la autoridad -el gobernante, el padre de familia, el profesor, el policía, el árbitro- está obligado a defender el cumplimiento de la norma común.
Defender una ley, una norma o costumbre, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento. Pero hay situaciones que hacen aconsejable permitir la posición de fuera de juego y «hacer la vista gorda». Esas situaciones constituyen la justificación y el ámbito de la tolerancia entendida como permisión del mal. Hacer la vista gorda es un giro insuperable, porque expresa algo tan complejo como disimular sin disimular, darse y no darse por enterado. Esa es precisamente la primera acepción de tolerancia, prerrogativa del que tiene la sartén por el mango, que libremente modera el ejercido del poder.
Los clásicos llamaron clemencia a la tolerancia política. Séneca escribió el tratado De clementia para influir sobre un Nerón que empezaba a mostrar su cara intolerante. El filósofo estoico profundiza en la naturaleza del poder y presenta un verdadero programa de gobierno: el príncipe, corno alma que informa y vivifica el cuerpo del Estado, debe gobernar con una justicia atemperada por la clemencia, que es moderación y condescendencia del poderoso. En El mercader de Venecia, Shakespeare hace un elogio insuperable de la clemencia: bendice al que la concede y al que la recibe; es el semblante más hermoso del poder, porque tiene su trono en los corazones de los reyes; sienta al monarca mejor que la corona, y es un atributo del mismo Dios. De forma parecida, Cervantes hace decir a don Quijote que se debe frenar el rigor de la ley, pues «no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo». Y da este sabio consejo a Sancho, Gobernador de la ínsula Barataria: «Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia».
Decidir cuándo y cómo conviene hacer la vista gorda es un arte difícil, que exige conocer a fondo la situación, evaluar lo que está en juego, sopesar los pros y los contras, anticipar las consecuencias, pedir consejo y tomar una decisión. Está en juego el propio prestigio de la autoridad, la posible interpretación de la tolerancia como debilidad o indiferencia, la creación de precedentes peligrosos. Por ello, el ejercicio de la tolerancia se ha considerado siempre como una manifestación muy difícil de prudencia en el arte de gobernar. Marco Aurelio reconoce que recibió de su antecesor, el emperador Antonino Pío, la experiencia para distinguir cuándo hay necesidad de apretar y cuándo de aflojar.
Hay una tolerancia propia del que exige sus derechos. La oposición de Gandhi al gobierno británico de la India no es visceral sino tolerante, fruto de una necesaria prudencia. En sus discursos repetirá incansable que, «dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenernos de toda violencia». Y que, «si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo». Además, «si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos».
¿Cuándo se debe tolerar algo? La respuesta genérica es: siempre que, de no hacerlo, se estime que ha de ser peor el remedio que la enfermedad. Se debe permitir un mal cuando se piense que impedirlo provocará un mal mayor o impedirá un bien superior. La tolerancia se aplica a la luz de la jerarquía de bienes. Ya en la Edad Media se sabia que «es propio del sabio legislador permitir las transgresiones menores para evitar las mayores». Pero la aplicación de este criterio no es nada fácil. Hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Compaginar ambas evidencias es un arduo problema. ¿Deben tolerarse la producción y el tráfico de drogas, la producción y el tráfico de armas, la producción y el tráfico de productos radiactivos? ¿Es intolerante el Gobierno alemán cuando prohibe actos públicos de grupos neozazis? ¿Y el Gobierno francés cuando clausura dos periódicos musulmanes ligados al terrorismo argelino? ¿Son intolerantes las legislaciones que prohiben el aborto?
Todos los análisis realizados con ocasión del Año Internacional de la Tolerancia aprecian ladificultad de precisar su núcleo esencial: los límites entre lo tolerable y lo intolerable. John Locke, en su Carta sobre la tolerancia, asegura que «el magistrado no debe tolerar ningún dogma adverso y contrario a la sociedad humana o a las buenas costumbres necesarias para conservar la sociedad civil». Un límite tan expreso como impreciso, pero quizá el único posible. Hoy lo traducimos por el respeto escrupuloso a los Derechos Humanos, pomposo nombre para un cajón de sastre donde también caben, si nos empeñamos, interpretaciones dispares.
Ante una realidad con tantas lecturas y conflictos como individuos, no queda más remedio que confiar a la ley el trazado de la frontera entre lo tolerable y lo intolerable. Y aceptar la interpretación del juez. En todo lo que la ley permite, hay que ser tolerante. En lo que la ley no permite, el juez y el gobernante pueden ejercer la tolerancia con prudencia. Pero hay leyes injustas que toleran la injusticia, y jueces y gobernantes que juegan con las leyes justas. En ese caso, mientras se espera y se lucha por tiempos mejores, conviene recordar que ya Platón consideraba la corrupción del gobernante como lo más desesperanzador que puede lamentarse en una sociedad. La violación de la justicia por el máximo responsable de protegerla no es una sorpresa para nadie, y sólo cabe evitarla si el gobernante es capaz de encarnar el consejo de Caro Baroja: «mientras no haya una conducta moral individual estrictamente limpia, todo lo demás son mandangas».
La segunda acepción de tolerancia es «respeto a la diversidad». Se trata de una actitud de consideración hacia la diferencia, de una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta de la propia, de la aceptación del pluralismo. Ya no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos. Y como los conflictos y las violencias son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor que necesaria y urgentemente hay que promover.
Ese respeto a la diferencia tiene un matiz pasivo y otro activo. La tolerancia pasiva equivaldría al «vive y deja vivir», y también a cierta indiferencia. En cambio, la tolerancia activa viene a significar solidaridad, una actitud positiva que se llamó desde antiguo benevolencia. Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque «el hombre es cosa sagrada para el hombre». Su propia naturaleza pide el respeto mutuo, porque «ella nos ha constituido parientes al engendrarnos de los mismos elementos y para un mismo fin». Séneca no se conforma con la indiferencia: «¿No derramar sangre humana? ¡Bien poco es no hacer daño a quien debemos favorecer!». Por naturaleza, «las manos han de estar dispuestas a ayudar», pues sólo nos es posible vivir en sociedad: algo «muy semejante al abovedado, que, debiendo desplomarse si unas piedras no sostuvieran a otras, se aguanta por este apoyo mutuo». La benevolencia nos prohibe ser altaneros y ásperos, nos enseña que un hombre no debe servirse abusivamente de otro hombre, y nos invita a ser afables y serviciales en palabras, hechos y sentimientos. (Cartas a Lucilio)
En sus Pensamientos, el emperador Marco Aurelio nos confía que «hemos nacido para una tarea común, como los pies, como las manos, como los párpados, como las hileras de dientes superiores e inferiores. De modo que obrar unos contra otros va contra la naturaleza». Igual que nuestros cuerpos están formados por miembros diferentes, la sociedad está integrada por muchas personas diferentes, pero todas llamadas a una misma colaboración. Por eso, «a los hombres con los que te ha tocado vivir, estímalos, pero de verdad». Esta comprensión hacia todos debe llevarnos a pasar por alto lo molesto y desagradable, no con desprecio, sino con intención positiva: «Si puedes, corrígele con tu enseñanza; si no, recuerda que para ello se te ha dado la benevolencia. También los dioses son benevolentes con los incorregibles». Con resonancias socráticas, Marco Aurelio también dirá que «se ultraja a sí mismo el hombre que se irrita con otro, el que vuelve las espaldas o es hostil a alguien».
Voltaire, al finalizar su Tratado sobre la tolerancia, eleva una oración en la que pide a Dios que nos ayudemos unos a otros a soportar la carga de una existencia penosa y pasajera; que las pequeñas diversidades entre los vestidos que cubren nuestros débiles cuerpos, entre todas nuestras insuficientes lenguas, entre todos nuestros ridículos usos, entre todas nuestras imperfectas leyes, entre todas nuestras insensatas opiniones, no sean motivo de odio y de persecución.
En la misma estela de los grandes clásicos, el discurso final de Charles Chaplin en El Gran Dictador, es un canto a la tolerancia donde parece que oímos la vieja melodía de Confucio:
-Me gustaría ayudar a todo el mundo si fuese posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos ( .. ). La vida puede ser libre y bella, pero necesitamos humanidad antes que máquinas, bondad y dulzura antes que inteligencia ( ... ). No tenemos ganas de odiarnos y despreciarnos: en este mundo hay sitio para todos ( ... ). Luchemos por abolir las barreras entre las naciones, por terminar con la rapacidad, el odio y la intolerancia ( ... ). Las nubes se disipan, el sol asoma, surgimos de las tinieblas a la luz, penetramos en un mundo nuevo, un mundo mejor, en el que los hombres vencerán su rapacidad, su odio y su brutalidad.
Las profecías de Confucio y de Charles Chaplin no se han cumplido. Al contrario: Naciones Unidas ha proclamado 1995 Año Internacional de la Tolerancia, después de medio siglo de Auschwitz e Hiroshima, porque se ha roto el consenso del «nunca más». La condición de toda «educación tras Auschwitz», propuesta por Theodor Adorno, ha fracasado. ¿«Nunca más» campos de concentración en Alemania cuando otros se han llenado en Bosnia? ¿«Nunca más» genocidios cuando el mundo sabe y tolera que mujeres, ancianos y niños hayan sido de nuevo vejados, torturados, violados o deportados en vagones de ganado?
En estos años de fervor tolerante apreciamos en la tolerancia tres patologías. Primera patología: el abuso de la palabra. Dicen los pedagogos que el grado de eficacia de un consejo paterno está en relación inversa al número de veces que se repite. La tolerancia también puede aburrir por saturación, devaluarse por tanta repetición y manoseo. La sensibilidad humana crece salvaje si no se cultiva, pero también puede estragarse por sobredosis. Además, en la tolerancia se cumple el refrán «del dicho al hecho hay un trecho». Es decir, si sólo hay declaración de buenas intenciones, sólo habrá palabrería ineficaz.
Segunda patología : la intolerancia enmascarada. Debajo de muchas exhibiciones de tolerancia se esconde la paradoja del «dime de qué presumes y te diré de qué careces». Voltaire se pasó media vida escribiendo sobre la tolerancia y avivando los odios contra judíos y cristianos. Se veía a sí mismo como patriarca de la tolerancia, pero su amigo, Diderot lo retrató como el Anticristo, y media Europa le rechazó por no ver en él más que el genio del odio. En una de sus perlas más conocidas asegura que si «Jesucristo necesitó doce apóstoles para propagar el Cristianismo, yo voy a demostrar que basta uno solo para destruirlo». Por último, en el deslizamiento de la tolerancia hacia el permisivismo encontramos la tercera patología. Las consecuencias de este falseamiento son más graves en el ámbito de la educación escolar. Cuando en una tragedia de Eurípides se dijo que en materia de virtud lo mejor era mirar todo con indulgencia, Sócrates se puso en pie, interrumpió a los actores y dijo que le parecía ridículo consentir que se corrompiera así la educación.
El mundo sueña con la tolerancia desde que es mundo, quizá porque se trata de una conquista que brilla a la vez por su presencia y por su ausencia. Se ha dicho que la tolerancia es fácil de aplaudir, difícil de practicar, y muy difícil de explicar. Aparece como una noción escurridiza que, ya de entrada, presenta dos significados bien distintos: permitir el mal y respetar la diversidad. Su significado clásico ha sido «permitir el mal sin aprobarlo». ¿Qué tipo de mal? El que supone no respetar las reglas de juego que hacen posible la sociedad. Si algunos no respetan esas reglas comunes, la convivencia se deteriora y todos salen perdiendo. Por ello, quien ejerce la autoridad -el gobernante, el padre de familia, el profesor, el policía, el árbitro- está obligado a defender el cumplimiento de la norma común.
Defender una ley, una norma o costumbre, implica casi siempre no tolerar su incumplimiento. Pero hay situaciones que hacen aconsejable permitir la posición de fuera de juego y «hacer la vista gorda». Esas situaciones constituyen la justificación y el ámbito de la tolerancia entendida como permisión del mal. Hacer la vista gorda es un giro insuperable, porque expresa algo tan complejo como disimular sin disimular, darse y no darse por enterado. Esa es precisamente la primera acepción de tolerancia, prerrogativa del que tiene la sartén por el mango, que libremente modera el ejercido del poder.
Los clásicos llamaron clemencia a la tolerancia política. Séneca escribió el tratado De clementia para influir sobre un Nerón que empezaba a mostrar su cara intolerante. El filósofo estoico profundiza en la naturaleza del poder y presenta un verdadero programa de gobierno: el príncipe, corno alma que informa y vivifica el cuerpo del Estado, debe gobernar con una justicia atemperada por la clemencia, que es moderación y condescendencia del poderoso. En El mercader de Venecia, Shakespeare hace un elogio insuperable de la clemencia: bendice al que la concede y al que la recibe; es el semblante más hermoso del poder, porque tiene su trono en los corazones de los reyes; sienta al monarca mejor que la corona, y es un atributo del mismo Dios. De forma parecida, Cervantes hace decir a don Quijote que se debe frenar el rigor de la ley, pues «no es mejor la fama del juez riguroso que la del compasivo». Y da este sabio consejo a Sancho, Gobernador de la ínsula Barataria: «Si acaso doblares la vara de la justicia, no sea con el peso de la dádiva, sino con el de la misericordia».
Decidir cuándo y cómo conviene hacer la vista gorda es un arte difícil, que exige conocer a fondo la situación, evaluar lo que está en juego, sopesar los pros y los contras, anticipar las consecuencias, pedir consejo y tomar una decisión. Está en juego el propio prestigio de la autoridad, la posible interpretación de la tolerancia como debilidad o indiferencia, la creación de precedentes peligrosos. Por ello, el ejercicio de la tolerancia se ha considerado siempre como una manifestación muy difícil de prudencia en el arte de gobernar. Marco Aurelio reconoce que recibió de su antecesor, el emperador Antonino Pío, la experiencia para distinguir cuándo hay necesidad de apretar y cuándo de aflojar.
Hay una tolerancia propia del que exige sus derechos. La oposición de Gandhi al gobierno británico de la India no es visceral sino tolerante, fruto de una necesaria prudencia. En sus discursos repetirá incansable que, «dado que el mal sólo se mantiene por la violencia, es necesario abstenernos de toda violencia». Y que, «si respondemos con violencia, nuestros futuros líderes se habrán formado en una escuela de terrorismo». Además, «si respondemos ojo por ojo, lo único que conseguiremos será un país de ciegos».
¿Cuándo se debe tolerar algo? La respuesta genérica es: siempre que, de no hacerlo, se estime que ha de ser peor el remedio que la enfermedad. Se debe permitir un mal cuando se piense que impedirlo provocará un mal mayor o impedirá un bien superior. La tolerancia se aplica a la luz de la jerarquía de bienes. Ya en la Edad Media se sabia que «es propio del sabio legislador permitir las transgresiones menores para evitar las mayores». Pero la aplicación de este criterio no es nada fácil. Hay dos evidencias claras: que hay que ejercer la tolerancia, y que no todo puede tolerarse. Compaginar ambas evidencias es un arduo problema. ¿Deben tolerarse la producción y el tráfico de drogas, la producción y el tráfico de armas, la producción y el tráfico de productos radiactivos? ¿Es intolerante el Gobierno alemán cuando prohibe actos públicos de grupos neozazis? ¿Y el Gobierno francés cuando clausura dos periódicos musulmanes ligados al terrorismo argelino? ¿Son intolerantes las legislaciones que prohiben el aborto?
Todos los análisis realizados con ocasión del Año Internacional de la Tolerancia aprecian ladificultad de precisar su núcleo esencial: los límites entre lo tolerable y lo intolerable. John Locke, en su Carta sobre la tolerancia, asegura que «el magistrado no debe tolerar ningún dogma adverso y contrario a la sociedad humana o a las buenas costumbres necesarias para conservar la sociedad civil». Un límite tan expreso como impreciso, pero quizá el único posible. Hoy lo traducimos por el respeto escrupuloso a los Derechos Humanos, pomposo nombre para un cajón de sastre donde también caben, si nos empeñamos, interpretaciones dispares.
Ante una realidad con tantas lecturas y conflictos como individuos, no queda más remedio que confiar a la ley el trazado de la frontera entre lo tolerable y lo intolerable. Y aceptar la interpretación del juez. En todo lo que la ley permite, hay que ser tolerante. En lo que la ley no permite, el juez y el gobernante pueden ejercer la tolerancia con prudencia. Pero hay leyes injustas que toleran la injusticia, y jueces y gobernantes que juegan con las leyes justas. En ese caso, mientras se espera y se lucha por tiempos mejores, conviene recordar que ya Platón consideraba la corrupción del gobernante como lo más desesperanzador que puede lamentarse en una sociedad. La violación de la justicia por el máximo responsable de protegerla no es una sorpresa para nadie, y sólo cabe evitarla si el gobernante es capaz de encarnar el consejo de Caro Baroja: «mientras no haya una conducta moral individual estrictamente limpia, todo lo demás son mandangas».
La segunda acepción de tolerancia es «respeto a la diversidad». Se trata de una actitud de consideración hacia la diferencia, de una disposición a admitir en los demás una manera de ser y de obrar distinta de la propia, de la aceptación del pluralismo. Ya no es permitir un mal sino aceptar puntos de vista diferentes y legítimos, ceder en un conflicto de intereses justos. Y como los conflictos y las violencias son la actualidad diaria, la tolerancia es un valor que necesaria y urgentemente hay que promover.
Ese respeto a la diferencia tiene un matiz pasivo y otro activo. La tolerancia pasiva equivaldría al «vive y deja vivir», y también a cierta indiferencia. En cambio, la tolerancia activa viene a significar solidaridad, una actitud positiva que se llamó desde antiguo benevolencia. Los hombres, dijo Séneca, deben estimarse como hermanos y conciudadanos, porque «el hombre es cosa sagrada para el hombre». Su propia naturaleza pide el respeto mutuo, porque «ella nos ha constituido parientes al engendrarnos de los mismos elementos y para un mismo fin». Séneca no se conforma con la indiferencia: «¿No derramar sangre humana? ¡Bien poco es no hacer daño a quien debemos favorecer!». Por naturaleza, «las manos han de estar dispuestas a ayudar», pues sólo nos es posible vivir en sociedad: algo «muy semejante al abovedado, que, debiendo desplomarse si unas piedras no sostuvieran a otras, se aguanta por este apoyo mutuo». La benevolencia nos prohibe ser altaneros y ásperos, nos enseña que un hombre no debe servirse abusivamente de otro hombre, y nos invita a ser afables y serviciales en palabras, hechos y sentimientos. (Cartas a Lucilio)
En sus Pensamientos, el emperador Marco Aurelio nos confía que «hemos nacido para una tarea común, como los pies, como las manos, como los párpados, como las hileras de dientes superiores e inferiores. De modo que obrar unos contra otros va contra la naturaleza». Igual que nuestros cuerpos están formados por miembros diferentes, la sociedad está integrada por muchas personas diferentes, pero todas llamadas a una misma colaboración. Por eso, «a los hombres con los que te ha tocado vivir, estímalos, pero de verdad». Esta comprensión hacia todos debe llevarnos a pasar por alto lo molesto y desagradable, no con desprecio, sino con intención positiva: «Si puedes, corrígele con tu enseñanza; si no, recuerda que para ello se te ha dado la benevolencia. También los dioses son benevolentes con los incorregibles». Con resonancias socráticas, Marco Aurelio también dirá que «se ultraja a sí mismo el hombre que se irrita con otro, el que vuelve las espaldas o es hostil a alguien».
Voltaire, al finalizar su Tratado sobre la tolerancia, eleva una oración en la que pide a Dios que nos ayudemos unos a otros a soportar la carga de una existencia penosa y pasajera; que las pequeñas diversidades entre los vestidos que cubren nuestros débiles cuerpos, entre todas nuestras insuficientes lenguas, entre todos nuestros ridículos usos, entre todas nuestras imperfectas leyes, entre todas nuestras insensatas opiniones, no sean motivo de odio y de persecución.
En la misma estela de los grandes clásicos, el discurso final de Charles Chaplin en El Gran Dictador, es un canto a la tolerancia donde parece que oímos la vieja melodía de Confucio:
-Me gustaría ayudar a todo el mundo si fuese posible: a los judíos y a los gentiles, a los negros y a los blancos ( .. ). La vida puede ser libre y bella, pero necesitamos humanidad antes que máquinas, bondad y dulzura antes que inteligencia ( ... ). No tenemos ganas de odiarnos y despreciarnos: en este mundo hay sitio para todos ( ... ). Luchemos por abolir las barreras entre las naciones, por terminar con la rapacidad, el odio y la intolerancia ( ... ). Las nubes se disipan, el sol asoma, surgimos de las tinieblas a la luz, penetramos en un mundo nuevo, un mundo mejor, en el que los hombres vencerán su rapacidad, su odio y su brutalidad.
Las profecías de Confucio y de Charles Chaplin no se han cumplido. Al contrario: Naciones Unidas ha proclamado 1995 Año Internacional de la Tolerancia, después de medio siglo de Auschwitz e Hiroshima, porque se ha roto el consenso del «nunca más». La condición de toda «educación tras Auschwitz», propuesta por Theodor Adorno, ha fracasado. ¿«Nunca más» campos de concentración en Alemania cuando otros se han llenado en Bosnia? ¿«Nunca más» genocidios cuando el mundo sabe y tolera que mujeres, ancianos y niños hayan sido de nuevo vejados, torturados, violados o deportados en vagones de ganado?
En estos años de fervor tolerante apreciamos en la tolerancia tres patologías. Primera patología: el abuso de la palabra. Dicen los pedagogos que el grado de eficacia de un consejo paterno está en relación inversa al número de veces que se repite. La tolerancia también puede aburrir por saturación, devaluarse por tanta repetición y manoseo. La sensibilidad humana crece salvaje si no se cultiva, pero también puede estragarse por sobredosis. Además, en la tolerancia se cumple el refrán «del dicho al hecho hay un trecho». Es decir, si sólo hay declaración de buenas intenciones, sólo habrá palabrería ineficaz.
Segunda patología : la intolerancia enmascarada. Debajo de muchas exhibiciones de tolerancia se esconde la paradoja del «dime de qué presumes y te diré de qué careces». Voltaire se pasó media vida escribiendo sobre la tolerancia y avivando los odios contra judíos y cristianos. Se veía a sí mismo como patriarca de la tolerancia, pero su amigo, Diderot lo retrató como el Anticristo, y media Europa le rechazó por no ver en él más que el genio del odio. En una de sus perlas más conocidas asegura que si «Jesucristo necesitó doce apóstoles para propagar el Cristianismo, yo voy a demostrar que basta uno solo para destruirlo». Por último, en el deslizamiento de la tolerancia hacia el permisivismo encontramos la tercera patología. Las consecuencias de este falseamiento son más graves en el ámbito de la educación escolar. Cuando en una tragedia de Eurípides se dijo que en materia de virtud lo mejor era mirar todo con indulgencia, Sócrates se puso en pie, interrumpió a los actores y dijo que le parecía ridículo consentir que se corrompiera así la educación.
EL OJO DEL GRAN ARQUITECTO. OSCURIDAD PARA VER LA LUZ.
Uno de los simbolismos que más me han intrigado es el ojo del G:. A:. D:. U:. Desde antes de ingresar a la Or:. Varios simbolismos que me encontraba a lo largo de mi vida mundana me causaban una alta impresión e interrogación, que en ocasiones me revelaban que atrás de ese simbolismo hay una energía, una realidad, que me atraía fuertemente. El ojo de Horus, que veía en libros, discos; la pirámide del billete de un dólar; rostros egipcios, persas, griegos; simbolismos aztecas, mayas. El ojo se me aparecía constantemente.
Cuando ingresé a la Mas:., nuevamente me lo encontré en un simbolismo muy especial: el ojo que se localiza en el interior del triángulo que forma la escuadra y el compás. Cuando me concentro mentalmente en ese simbolismo, siento una fuerza inusual: no sólo un misterio, sino una realidad suprema con la cual, al concentrarme, me conecta y me llena de cierta energía. Es uno de los temas que más me ha atraído en los últimos tiempos, y ante ello quisiera esbozar unas breves reflexiones.
La pregunta que me hago es sobre la enseñanza que puede tener el rito de iniciación respecto a mirar, a emplear los ojos. Algunos de los momentos y de las frases pueden dar algunos indicios. Cuando al aspirante se le localiza fuera del templo se le vendan los ojos, lo cual indica varias cosas: una, que el hombre ha de abandonar la forma habitual de mirar la vida, otra, que debe dejar de ver con los ojos físicos para ver con los ojos de la mente y, principalmente, del espíritu; otra más, es el sumergirse en las tinieblas para morir y renacer. Los ojos vendados significan una muerte del cuerpo para renacer a la luz, pero también una forma de adquirir conocimiento, representado por la luz del espíritu. Los ojos representan el camino señalado para renacer y conocer. En la película Matriz, en la primera secuela, cuando Neo a atravesado la experiencia de despertar de la Matriz, y está en recuperación expresa que le duelen los ojos. Morpheo simplemente dice: "Es que nunca los has usado". En la tercera secuela, para poder llegar a salvar al mundo, Neo queda ciego. Esto que parece que es una tragedia, se convierte en el recurso único para llegar a la Matriz y salvar a los hombres. Simbólicamente, Neo muere.
La ceguera es símbolo de adquirir conocimiento, de entrar a otros mundos superiores, a ver el mundo material a través de la luz del espíritu que habita en lo profundo de la oscuridad. Pensemos en los personajes de las distintas mitologías que son ciegos: videntes, pitonisas, vagabundos sabios. Un personaje que desconcierta es Edipo, quien al revelarse el conocimiento de su incesto, se quita los ojos.
Pensemos en los recursos que se emplean en diferentes relatos para conocer el futuro, el destino de los hombres: charcos de agua, bolas de cristal, velas y platos con agua, que de una o de otra manera nos conectan con el simbolismo de un espacio donde se pueda reflejar y mirar, se mira a través de un artefacto que funciona como un ojo que conecta con el más allá, que incluso dan la imagen de lo que ahora conocemos como el internet. Otro recurso son los animales, principalmente las aves. El halcón representa un vigía, un ser que desde lo más alto lo puede ver todo; el cuervo es el animal que puede ir al más allá, ser su vigilante y traernos sus conocimientos para aplicarlos en el mundo; el búho, es el animal que puede ver en la oscuridad y puede ver más que los hombres mortales, en el tiempo y en el espacio. Es por ello que esos tres animales están vinculados con videntes, magos, guerreros, pitonisas.
Por otro lado, hay otra forma de entender eso: la manera como se ha concebido al conocimiento, y al ojo como el instrumento para ello. El filósofo norteamericano, Ken Wilbur, nos recuerda que en la edad media, algunos místicos señalaban que el hombre tenía tres ojos de conocimiento: el carnal, el mental y el espiritual. El primero permite conocer la realidad externa y la manifestación de Dios; el segundo es el que emplea la razón y permite adquirir una imagen de Dios a través de la filosofía, la lógica y la actividad mental; finalmente, el tercero que está más allá de los sentidos, de la razón, y permite el acceso a las realidades trascendentes.
El punto es que el tercer ojo es el único recurso que tenemos plenamente para alcanzar lo trascendente, al espíritu, es el medio de ver con los "ojos del espíritu". Los místicos, y algunos filósofos y científicos, señalan que los dos primeros ojos no son suficientes para alcanzar las realidades trascendentales donde se encuentra Dios, ni para ver con los "ojos del espíritu". La moral, el arte y la ciencia son algunos de los instrumentos para los primeros dos ojos, que dan algunos atisbos, a través de representaciones de objetos y sistemas lógicos y discursivos. Pero no es suficiente. Para el tercer ojo se requiere de otro procedimiento: la contemplación, es decir, llegar a un estado donde la realidad pierde formas, solidez, coherencia, lógica, el vacío de la plenitud del que hablan los místicos, donde todo pierde dualidad y manifestación, simplemente se es uno con el todo, y el todo con el uno. Es cuando el "ojo del espíritu" despierta, y en ese despertar, deja de ver, de forma lógica y representando objetos. De una o de otra manera esto nos regresa a la parte simbólica y mítica: se pierden los ojos, uno queda ciego para los ojos de la carne y de la mente, y entonces aparece la luz, la realidad sin forma.
Estas últimas reflexiones nos pueden hacer pensar lo que significa el símbolo del ojo del G:. A:. D:. U:: en relación con el rito de iniciación y la trayectoria masónica: la puerta de entrada a una realidad trascendente. El rito es el hecho de morir para abrir los ojos y ver la luz (como dice Morpheo, la señal de que no hemos usado los ojos), la trayectoria significa prepararnos para crear una imagen del G:. D:. U:., a través del empleo de la ciencia, el arte y la moral, pero significa prepararnos para poder estar listos a entrar a la realidad trascendente y ahí hacen falta más cosas, que, parodiando nuevamente lo que le dice Morpeho a Neo cuando lo entrena: "yo solo te muestro la puerta, tú tienes que atravesarla", cada uno tiene que recorrer la senda cuando esta llega a su fin para llegar al punto que no conoce. Ahí vendrá otra muerte, la disolución final, el matrimonio alquímico de los contrarios. Es cuanto.
Nicolás Flamel M:. M:.
EN NOMBRE DE DIOS
A:.L:.G:.D:.G:.A:.D:.U:
VM:., permitidme Vos, en uso de la licencia que me concede la Ord:., hacer unas reflexiones respecto del uso y la denominación que en dos diferentes culturas se le ha dado al G:.A:.D:.U:., y de ese modo, tener un punto de apoyo para encontrar nuestro entendimiento con Él.
Entre los hindúes, la palabra A U M, representaba los tres poderes que se suponía estaban dotadas las divinidades: Brahama, Vishnú y Shiva, entendiendo que era el poder que conserva y el poder que destruye, representando cada letra a estas divinidades.
El Ramayana explica estas letras diciendo que con ellas se simboliza al SER de los Seres, substancia triforme, incorpórea, indescifrable e impasible, inmenso, incomprensible, infinito, indivisible, inmutable, Espiritual e Irresistible.
Los judíos, tenían prohibido pronunciar el nombre de Dios, y lo reservaban sólo a los de la tribu de Leví.
Se creía entre ellos, que el nombre verdadero de Dios se había perdido por negligencia y porque su pronunciación era uno de los misterios que sólo serían revelados por el Mesías que esperaban. Creían que la pronunciación del Nombre Sagrado había sido objeto de la Revelación que Dios le dio a Moisés en el desierto, y que su uso podría acarrear muchos desastres, de allí la prohibición de decir el nombre del que Es.
La traducción más aproximada del nombre es YO SOY, es decir, Dios es el que ES, en este sentido, Dios es el único que existe sin limitación, pero también se entendía como "YO SOY EL QUE SOY" en cualquiera de sus acepciones, Dios ratifica su esencia de SER, que existe y hace existir, que vive y que ve. EL hace existir a quien lo conoce, porque tiene en sí la fuente de toda existencia.
Yavé, significa EL ES, y EL hace existir; y aproximadamente cuatro siglos antes de Cristo, los israelitas cambiaron el nombre de Yavé que Dios les entregó a través de Moisés, por el de Jehová, que era una palabra intraducible, que no se pronunciaba, pero al verla en los textos sagrados, el lector sabía que no debía decir Yavé, sino un eufemismo, EDONAH, que se puede leer como Señor; pero una y otra palabra componían con sus consonantes y vocales la palabra Yahveh.
Dios no reveló a Moisés su Trinidad, como sí ya lo había hecho con la Cultura Hindú, y también con el Budismo, trabajo que cupo a Cristo revelar, y lo hace tanto cuanto recibe el Bautismo de Juan El Bautista, como cuando luego de resucitado hace bajar al Espíritu de Dios sobre sus seguidores, anunciándoles que les acompañaría por donde fueren para darle sabiduría, don de lenguas y la templanza necesaria para enfrentar a los demonios. Pero estas no son más que figuras que esconde a manera de una nube el misterio de Dios, al cual sólo podemos acceder con la humildad y el reconocimiento de nuestra condición de ser sus criaturas y acercarnos sin falsos temores, pues nos levantará con su mano para entrar en común unión con El.
Si Dios es la perfección, no se entiende ésta si antes no se capta que Dios ES. La esencia de Dios está en su SER y en la generación de todos los seres, sean humanos o ángeles, pues si fuera solamente Todopoderoso, solo pensaríamos en agacharnos ante El, sí únicamente fuera bondad, no comprenderíamos por qué nos pone a prueba; si fuera excesivamente el Bien, obligaríamos a todos a que hagan el bien sin respetar su libertad; Dios es una persona que existe en forma activa y libre, llamándonos a existir de verdad, no nos impone ni el bien ni la verdad, nos toca a cada uno encontrar a través de nuestras experiencias la esencia de Dios. Reconocer a Dios no significa estar postrados ante EL, quien conoce a Dios se hace persona libre y libera a los demás.
De esta concepción, nuestra Orden toma muchos de sus ritos.
Es conocido que hemos expresado nuestra fe en la inmortalidad del alma al ingreso a esta Aug:. Ord:., y no obstante los anatemas que se han lanzado en contra de ella, creemos que en la Logia se encuentra el verdadero espíritu de Dios, basta para ello remitirnos a las palabras de Cristo: "donde dos o más se reúnan en mi nombre allí estaré entre ellos". Al respecto debemos observar que Cristo no nos ha puesto ninguna condición ni permiso previo para tal reunión, sino que la misma se realice en su nombre, es decir en nombre de Dios.
Para nosotros, ya entrados en la era contemporánea, no nos está prohibido el pronunciar el nombre de Dios, sino que no nos es lícito JURARLO.
Y para los integrantes de una Logia, el nombre de Dios no es una categoría del conocimiento, sino que tiene que ser la fuerza que inspire nuestros actos y la reforma de nuestros hábitos.
Dios es OMNISAPIENTE, OMNISCIENTE, OMNIPRESENTE Y OMNIPOTENTE, no nos cabe, como le cupo a Moisés, llevar grabado en nuestro báculo el nombre de Dios, pero si podemos poner el sello de su existencia en nuestros actos.
Dios, sea Brahama, de los hindúes; sea el Alá, de los árabes; sea el ATON de los egipcios, el TETRAGRANMATON o el nombre inefable, el ADONAI de nuestros antecesores judíos; sabe de nuestra capacidad humana y de la parte divina que en nosotros ha puesto como su morada.
Seguramente por la formación occidental recibida, hemos aprendido que Dios nos aparta de su presencia, y que cual niños malcriados, nos reprende exigiendo una conducta intachable. Tal formación resulta falsa, por decir lo menos, cuando no interesada.
En efecto, la Iglesia, la curia en especial y demás instituciones, han denominado pecados, y sobre ellos han levantado diferentes teorías, castigos y premios, para lograr el sometimiento del pueblo y de cada uno de nosotros; mostrándonos a un Cristo triste por nuestras faltas, y por nuestras debilidades; con ello han logrado manejar la sociedad en sus diferentes épocas, consiguiendo muy poco para la verdadera obra del G:.A:.D:.U:. Esta práctica V:.M:., sólo ha servido a Príncipes y Reyes, cuando eran estos depositarios de conservar el orden y distribuir el poder del gobierno del pueblo con la Iglesia, cuando a un Príncipe no le era afecto, lanzaba en contra del mismo la EXCOMUNION; CASOS HAY EN LA HISTORIA MUY CONOCIDOS, PERO ESE NO ES NUESTRO TEMA.
De esa manera, lanzando anatemas, se ha perseguido también a nuestra Ord:., haciéndonos aparecer ante el grueso del pueblo como enemigos de Jesucristo, de su Iglesia y de sus creencias, proscribiendo los objetivos, métodos y fines de la Masonería como obra del Anticristo; señalándonos como enemigos del amor que Jesús predicó. De allí la necesidad del secreto de nuestros trabajos y de poner a cub:. el Temp:. Esta tendencia retrógrada, nuevamente se hace eco en nuestra sociedad, con la instauración de comunidades religiosas denominadas carismáticos o marianas, en las que se distribuye el infundio que es la Masonería el principal enemigo actual de la Iglesia, debido a lo secreto de sus procedimientos, y de los juramentos que respetamos entre nosotros; afirmando que nuestro juramento nos llevará a la destrucción de la obra de Cristo. Tal infundio debemos de combatirlo no con las armas metálicas sino con la obra silenciosa de todo Mas:., hacer que los demás vean que no trabajamos en vano, que nuestros esfuerzos trasciendan a la sociedad y que ésta sea beneficiada con el conocimiento y virtud de cada uno de los MMas:.
Pero el nombre de Dios, es tanto o más usado como el de la libertad, y expresando una célebre frase podemos decir: "Oh Dios cuantos crímenes se cometen en tu nombre". Baste citar como muestra entre nosotros, los procesos de la Inquisición.
El fin de este Traz:., es persuadirles, si ello es posible, que ninguna teoría de Dios puede obligarnos a ser infelices, por el contrario, no podemos creer que El nos haya hecho de tal o cual manera para hacernos sufrir, para alejarnos de su rostro, precisamente con las cosas que nos ha puesto, sea en el cuerpo o en la mente. Si Dios es Omnisciente, entonces, todo lo conoce, incluso lo más recóndito de nuestros pensamientos, luego, no son ellos lo que deben avergonzarnos, el producto de nuestra disquisición debe servir siempre para acercarnos a EL, tomando lo bueno que nos ofrece del mundo, y gozando de la belleza que ha puesto frente a nuestros ojos, puesto que todo lo que hay en el mundo ha sido creado por Dios, y no podemos echarle la culpa ni menos El nos la echará, de usar la creación en nuestro beneficio; y con San Pablo les digo: "Gozaos en el Señor, y les repito Gozaos". Entonces, se me dirá, en que consiste el mal. Y, desde mi perspectiva les responderé que el mal convive contigo, es tu parte humana, exacerbada, pero ella no es todo en tu persona, también está tu parte divina, tu participación de la Gloria de Dios, pues El sabe de la forma de tus actos y pensamientos, a El no le puedes ocultar nada, y si como se dice has pecado, entendido esto como un alejamiento de la obra de Dios, como un desoir su voluntad, (pues, El no nos llama con voces de pregonero) y como un atentado al orden de ese maravilloso universo que nos ha prestado para esta vida, sólo tienes que volver los ojos a El, y cual un buen padre, decirle: "Tu sabes que soy así, tu me has hecho de esta manera, pero de ella voy a sacar el mejor entendimiento de tu Voluntad, para encontrar el camino hacia Ti". Alguien podrá argüir que no nos oirá?
Entonces, V:.M:., me parece, que Dios no quiere en nosotros la infelicidad ni las caras largas, tampoco que seamos objeto de represión, o de burlas, pues tal conducta nos aleja de nuestra condición de hijos de Dios, el quiere para nosotros la mayor felicidad en este y en cualquier mundo que nos toque conocer, para ello ha propiciado nuestro ingreso en esta Aug:. Ord:., no ha permitido encontrar la fraternidad de Cristo, la asistencia del Espíritu Santo y la fuerza de Dios nuestro Padre Eterno, para con ellas entender que no nos pide sacrificios, sino que tengamos la entereza de reconocer nuestras debilidades, de reconocer nuestros errores, de levantarnos de nuestra condición terrena y remontarlas sin temor, así podremos contemplar desde ahora su rostro, comprobaremos que derribados los muros de la ignorancia e intolerancia, con las limitaciones que El mismo no ha impuesto en cada uno de nuestros espíritus, que el Ministerio de la Fraternidad sin fronteras, sin prejuicios, sin más objetivo que unirnos a Dios, como premio a la perfección que alcancemos en nuestras vidas; pero de ninguna forma aceptar que esta vida consiste en un castigo, y que tenemos que recurrir a los administradores del misterio para practicar el bien; al cual se lleva sólo por haber encontrado la esencia de Dios en nosotros mismos. Luego rechacemos todos los predicamentos que nos muestren a un Dios sancionador, y exaltemos que Dios en nuestro Padre, y con El debemos engreírnos, lograr una vida mejor respetando sus leyes, las que llevamos grabadas en nuestro corazón y cerebro; de donde se tiene que las reglas, por sí mismas y por mas perfectas que sean constituirán sólo mecanismos fríos de control social al servicio de grupos e intereses, haciéndose indispensable extender y divulgar los principios MMas:., entonces no existirá más avaricia, maldad, guerras, ambiciones, infraternidad, esclavitud ni discriminación.
Que Dios nos bendiga a todos los HH:. de la Ord:. y de todo el Or:. Peruano, pues estamos reunidos en su nombre.
EDGAR JAIME GALLEGOS LEZAMA, M:.M:.
Breve cronología de la Masonería en el Japón de 1866 hasta 1981
Tomado de: www.japan-freemasons.org
La Fraternidad Masónica fue introducida en Japón de manera semejante a otros países - por medio de una Logia militar. La Logia de la Esfinge No 263, con Carta Patente de la Gran Logia de Irlanda, y perteneciente al 20 Regimiento de a Pie (Fusileros de Lancashire) vino a Yokohama en 1864. La Logia de la Esfinge, mientras estuvo en el Japón, aceptó a varios miembros de la comunidad extranjera residente y estos masones recién iniciados, junto con aquellos que habían sido ya miembros de otras logias, decidieron para presentar una solicitud de Carta Patente a la Gran Logia de Inglaterra. En 1865, su petición fue aprobada y el 26 de junio de 1866, la primera tenida de la Respetable Logia de Yokohama No 1092 fue realizada. A partir de este acontecimiento fueron instalados los cuerpos siguientes, antes de la Segunda Guerra Mundial:
* Seis Logias simbólicas y un Distrito de Gran Logia bajo la Gran Logia Unida de Inglaterra.
* Tres Logias simbólicas bajo la Gran Logia de Escocia
* Logias de la Marca
* Capítulos del Arco Real
* Cuerpos del Rito Escocés Antiguo y Aceptado
A partir de 1941 hasta 1945, la actividad Masónica fue inactiva en Japón, y en el período posterior de la guerra sólo una logia de los ingleses y dos de los escoceses porterías fueron despertadas.
Después de organización de varios Clubes Masónicos por las fuerzas de ocupación, la Gran Logia de las Filipinas comenzó a conceder Cartas Patentes a Logias en Japón y Okinawa.
La Fraternidad fue puesta a la disposición de los Ciudadanos japoneses por primera vez, y pronto el ritual fue traducido a la lengua japonesa. El edificio y la tierra que debían ser los precursores del nuevo Centro Masónico Tokyo fueron comprados y ocupados.
Pronto, otra Gran Logia hizo su aparición en el Japón. La Logia Sinim que había estado funcionando en la ciudad de Shanghai, China, con una carta de la Gran Logia de Massachusetts, fue despertada en Tokio en 1952.
Varias logias y los cuerpos correspondientes disfrutaron de un crecimiento y prosperidad considerables y, hacia 1954, fue aprobada una Gran Logia de Distrito para el Japón por la Gran Logia de las Filipinas.
A principios de 1957, una resolución fue aprobada en la Logia Moriahyama No 7, solicitando a todas las Logias del Japón que se unieses para solicitar una Gran Logia del Japón independiente de la Gran Logia de las Filipinas. Hacia marzo de 1957, quince Logias habían aprobado la resolución, y había sido redactada una constitución, los Grandes Oficiales habían sido designados y una delegación fue formada para asistir a la Asambleaión Anual de la Gran Logia de las Filipinas para solicitar el reconocimiento para la Gran Logia del Japón, recién constituída.
El reconocimiento deseado debió esperar algún tiempo y cuando los delegados volvieron a Tokio, la Gran Logia recién independizada del Japón se puso a escribir cartas a sus Logias constituyentes, y buscó el reconocimiento de otras Grandes Logias en todo el mundo.
Con el pasar de los años el número de Logias constituídas bajo la Gran Logia del Japón aumentó hasta veinte y, hacia 1972, había 4.766 miembros afiliados.
Pero, después de 1972, la Gran Logia del Japón comenzó a experimentar la tendencia que afronta una gran parte de la Fraternidad en todo el mundo: una reducción gradual de miembros y la fusión de Logias. En diciembre de 1980, el número total de afiliados se redujo a 3.743 y el número de Logias a dieciocho.
Actualmente disfruta del reconocimiento de 132 Grandes Logias, casi todas las Grandes Logias regulares del mundo.
La Gran Logia y sus Logias dependientes han realizado programas de caridad y para el alivio de desastres en la comunidad; un gran programa de "Ayuda de la Vista"; campañas de silla de ruedas a beneficio de los tullidos; un Festival de los Niños, patrocinado en la primavera de cada año por la Gran Logia del Japón.
Los programas de los Cuerpos correspondientes también son son igualmente activos, e incluyen el Programa de Niños Tullidos, la Fundación del Ojo, de los Caballeros Templarios y el programa educativo anunciado y el programa de AFASIA, del REAA.
El rey Salomón como mago
En la Biblia y el Corán podemos leer sobre los poderes mágicos del rey Salomón. En el Sutra XXVII del Corán se menciona como el rey David, cuando era un joven pastor en contacto con la naturaleza, aprendió «el idioma de los pájaros», idioma que debió enseñar a su hijo Salomón. El conocimiento de este «idioma natural» era la clave para que los reyes David y Salomón entendieran las Leyes del Universo y pudieran materializarlas en el arquetipo ideal de belleza.
Durante la Edad Media, David se representaba siempre con un arpa en sus manos, simbolizando la armonía espiritual del Cosmos. El historiador judeo-romano Flavio Josefo (37-100 d.C.) mencionaba unos interesantes detalles que nos permiten comprender cómo el rey Salomón habría podido escribir varios libros sobre magia. Durante la época del Imperio Romano, la magia ritual influyó mucho en las gentes. Estos aspectos mágicos se mantuvieron hasta la Edad Media, manifestados en hechos como la creencia en la existencia de «diablos» y la lucha contra las enfermedades por medio de exorcismos. Orígines -uno de los padres de la Iglesia- mencionaba estas curaciones, que pudo leer en la literatura mágica atribuida al rey Salomón.
Los cristianos del siglo V hicieron grandes esfuerzos para diferenciar la idea que se tenía de la sabiduría del rey Salomón de su conocimiento mágico. Así, acentuaron la sabiduría de Salomón como el «Hagia Sophia», la Sabiduría Divina. En el año 537 d.C. se dedicó una de las mayores iglesias de la época, construida en Constantinopla, a este Hagia Sophia. En su ceremonia de apertura el emperador Justiniano la asoció con el Templo de Salomón. La idea fundamental de esta iglesia se encontró en el simbolismo de la relación entre el Cielo y la Tierra a través de la Sabiduría Divina. La parte inferior del edificio está formada por un cubo, símbolo de la Tierra desde los tiempos antiguos. Encima de este cubo, la cubierta abovedada en forma semiesférica símbolizaba el Cielo. En Europa Oriental este simbolismo puede encontrarse aún en muchas iglesias de Grecia y Rumanía.
Pero es sobre todo en el siglo XIII cuando se afianzó la idea de que Salomón poseyó toda la sabiduría de su tiempo, convirtiéndo al rey en un símbolo de la Sabiduría Divina. Esto también se expresó en numerosas estatuas e imágenes de las fachadas y las vidrieras de las catedrales medievales. En la catedral de Amiens (qué ha sufrido pocos daños importantes desde su terminación) encontramos la estatua del rey Salomón, justo en el centro de la fachada occidental, flanqueado por las dos columnas de su Templo. Sobre él, encontramos la estatua del Cristo, dando la impresión de que el rey Salomón está llevandolo sobre sus hombros. Esta composición se encuentraba en muchas otras catedrales, aunque la mayoría se demolieron durante la revolución francesa.
REFLEXIONES EN LA PALABRA V.I.T.R.I.O.L.
Leon Zeldis (http://www.masonicpaedia.org/showarticle.asp?id=183)
La palabra VITRIOL se muestra en la Cámara de la Reflexiones, utilizada en algunos rituales masónicos como el primer contacto del candidato con la logia. Su significado no es siempre aparente, aunque su origen alquímico se sepa bien.
La palabra se compone realmente de las iniciales de una oración latina: VISITA INTERIORA TERRA RECTIFICANDO INVENIES OCCULTUM LAPIDEM
Visita el interior de la tierra y rectificando usted encontrará la piedra oculta. Esto se ha interpretado como un mensaje que incita al iniciado para cavar en su propia alma para encontrar la sabiduría.
Sin embargo, examinemos de cerca cada una de las palabras.
VISITA. Una visita, esto significa que el viaje del iniciado en su alma debe ser un viaje de dos vías como el curso seguido en un laberinto, que termina volviendo al punto de partida. El iniciado no debe procurar quedarse adentro. El va y regresa. El visita.
INTERIORA. El interior. Esto se interpreta como que el principio Hermético "Como es arriba es también abajo" se puede transformar en "lo que es adentro también es afuera".
TIERRA. La tierra, uno de los elementos alquímicos. El suelo, la base, y también la materia, terrestre (como contrario al espiritual o etéreo). El cuerpo.
RECTIFICANDO. Esto significa a un acto de purificación y de enderezar. Lo que está doblado debe ser puesto derecho. El sendero recto se debe seguir.
Rectificando nuestros pensamientos y nuestras acciones nosotros encontraremos la verdad escondida.
INVENIES. Literalmente: "encontrará". De la misma raíz de "invención". Topándose con algo (previamente desconocido).
OCCULTUM. Aquí encontramos una conexión con "occulum", el ojo. La T puede referirse a Templum, el templo. Esto se puede interpretar como el ojo que todo lo ve que mora dentro del Templo.
LAPIDEM. La piedra. La piedra tiene muchas conexiones con lo sagrado. Los altares están hechos de piedra. Los reyes son coronados sentados en una piedra. El simbolismo de la piedra es extenso.
Mostrando VITRIOL a los ojos del candidato, la intención es enseñar a buscar dentro de su propia alma y el espíritu para encontrar la piedra filosofal, eso es, la llave a la comprensión y la vida eterna. Vitriol es también el nombre de un compuesto químico: un sulfato cáustico de varios metales, tal como cobre, hierro o el zinc. El aspecto demoníaco de azufre y el color amarillo se conocen bien, esto, junto con el rojo de cobre y el negro de hierro, son los colores básicos del simbolismo alquímico.
Los rituales de los primeros grados del Rito Escocés Antiguo y Aceptado son influidos totalmente por el simbolismo de alquimia, y la decoración de la Cámara de la Reflexión es sólo un de los ejemplos de esta conexión.
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PRIMERA EXPEDICIÓN MASÓNICA AL CONTINENTE ANTÁRTICO
Hace ya años que la Masonería Argentina está trabajando en temas ecológicos, y especialmente en el tema de aguas limpias para todos los pueblos.
La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones hace poco tiempo firmó un convenio de colaboración con la organización Green Cross International, liderada por el ex Presidente de la Unión Soviética, Mihail Gorbachov. Esta Organización No Gubernamental tiene filiales en muchos países del mundo.
Hace poco se decidió hacer una expedición al continente Antártico para hacer en conjunto un Acto a favor de las aguas limpias.
Así que el 27 de Enero salió de Ushuaia el rompehielos Ice Lady Patagonia, con un grupo de Green Cross – Estados Unidos (donde se llama Global Green), incluyendo buzos, camarógrafos y cineastas. Iba a encontrarse en la Base Marambio de la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida Argentina, con un grupo de Masones que íbamos a viajar desde la Base de El Palomar en un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea el martes 31 de enero. Por razones de mal tiempo recién partimos a la madrugada del domingo 5 de febrero los siguientes Masones:
El Muy Respetable Gran Maestre de la Gran Logia Argentina, Hermano Sergio Nunes, (Logia Madre Panamerica Nº 397)
El Respetable Gran Primer Vigilante, Hermano Elías Ergas (Logia Madre Tolerancia Nº 4)
El Respetable Gran Tesorero, Hermano Horacio Beggs (Logia Madre Bernardo O’Higgins Nº 392)
El Respetable Gran Consejero, Hermano Joseph Levy (Logia Madre Jorge Canning Nº 390)
El Venerable Maestro Hermano Horacio Palazuelos (Logia Madre Panamerica Nº 392)
El Venerable Maestro Hermanos Carlos Maffía (Logia Madre Gral. José de San Martín Nº 384)
También viajaron con nosotros la Presidenta de Green Cross Argentina, Sra. Marisa Atienza y el Sr. Guillermo Jorge de la misma organización, con un fotógrafo. Además, un grupo de músicos liderados por la conocida compositora y pianista Argentina, Mónica Cosachov, que incluía violín primero y segundo, viola, violoncello, percusión, canto (mezzosoprano), y sonidístas.
Salí de casa a las 05:000 horas en remise, pasé a buscar al Hermano Ergas y después al Hermano Nunes. Llegamos a la base de El Palomar a las 06:000 horas. Cada uno llevaba muy poca cosas, ya que la Fuerza Aérea nos iba a proveer de la ropa necesaria para un clima tan duro.
Las instrucciones que recibimos decían de llevar ÚNICAMENTE lo siguiente:
1. Tapones para los oídos de la mejor calidad posible
2. Toallas higiénicas húmedas para bebes
3. Protector solar de no menos de 60
4. Crema humectante
5. 4 botellas de agua de medio litro cada una
6. Un termo con lo que uno quisiera
7. Vianda para consumir en el viaje
8. Tres mudas de ropa interior, 3 pares medias de algodón, 3 remeras, un solo pantalón, 1 par de zapatillas
9. Únicamente medicamentos de uso personal (una buena ración por si se prolongase la estadía)
10. Linterna para lectura
Confieso que mis ítems 2, 3, 4, 5, y 7 volvieron a Buenos Aires sin uso alguno. Cómo ítem 6, llevé un frasco grande de whisky Glenfiddich, que fue de gran utilidad. Nos juntamos con los demás de Green Cross, y músico, y subimos al avión que salió poco después de las 08:00 horas. El avión – de carga – no muy cómodo. Los asientos son de lona apoyada sobre barras de metal, los respaldos una red te tela tipo cinturón de seguridad, a lo largo del avión en el espacio dejado después de cargar contenedores varios, y en el medio del avión dos filas más. Este avión vuela no presurizado, con vibración muy fuerte (4 turbohélices) y un ruido insoportable. Yo usé tapones y sobre estos auriculares para tiro, a pesar de esto el ruido seguía muy fuerte. Íbamos a bajar en Río Gallegos, pero nos desviamos hacia Comodoro Rivadavia, para reabastecernos de combustible debido a los fuertes vientos en contra. Seguimos y llegamos a Río Gallegos cerca de las 21:00 horas. Fuimos a cenar a Bartólo (cordero patagónico, papas, ensaladas, postres, vinos…) y volvimos a la base, saliendo cerca de medianoche, cambiados con ropa de la Fuerza Aérea: pantalón pesado negro, polar naranja, campera naranja, boina naranja con protector de orejas, borceguíes fuertes. Cada uno recibió la medida que necesitaba. Había que salir a esa hora para llegar a Marambio entre las 04:00 y 05:00 horas, cuando la pista de tierra está más dura: después que se levanta el sol se ablanda y los aviones no pueden aterrizar. De Río Gallegos a Marambio cambiamos a otro Hércules, con tanques adicionales de combustibles, que va y viene en ese sólo tramo. Legamos pasadas las 04:00 horas. En los aviones viajaban también unos 15 miembros de la Fuerza Aérea, hombres y mujeres, y familiares de algunos oficiales.
El tiempo apretaba: tomamos un frugal desayuno, café instantáneo, leche en polvo, azúcar, tostadas y dulce. Dejamos nuestras cosas en pequeñas habitaciones, de a 4 por habitación y empezamos los trabajos. Salimos al extraño paisaje: tierra con manchas de nieve, y mar con incontables témpanos de todos los tamaños flotando en él. No se ve vida, ni una hoja de pasto ni un animal. Cielo, tierra, nieve, agua y hielo.
Plantamos la bandera de la Gran Logia en un lugar donde había nieve. Nos sacamos fotos sin descanso, con la bandera, con el busto del Hermano José de San Martín, en todos lados.
Mientras los músicos y sonidístas preparaban los instrumentos y grabadores en la sale de Juegos (que tenía enorme ventanales mirado el mar helado, los Hermanos fuimos a la Biblioteca, donde firmamos el Acta de Formación del Triángulo Masónico “Continente Antártico” y el Gran Maestre firmó el correspondiente Decreto. Después dio lectura a la Carta de la Antártida:
La Gran Logia de la Argentina de Libres y Aceptados Masones hace poco tiempo firmó un convenio de colaboración con la organización Green Cross International, liderada por el ex Presidente de la Unión Soviética, Mihail Gorbachov. Esta Organización No Gubernamental tiene filiales en muchos países del mundo.
Hace poco se decidió hacer una expedición al continente Antártico para hacer en conjunto un Acto a favor de las aguas limpias.
Así que el 27 de Enero salió de Ushuaia el rompehielos Ice Lady Patagonia, con un grupo de Green Cross – Estados Unidos (donde se llama Global Green), incluyendo buzos, camarógrafos y cineastas. Iba a encontrarse en la Base Marambio de la Fuerza Aérea Argentina en la Antártida Argentina, con un grupo de Masones que íbamos a viajar desde la Base de El Palomar en un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea el martes 31 de enero. Por razones de mal tiempo recién partimos a la madrugada del domingo 5 de febrero los siguientes Masones:
El Muy Respetable Gran Maestre de la Gran Logia Argentina, Hermano Sergio Nunes, (Logia Madre Panamerica Nº 397)
El Respetable Gran Primer Vigilante, Hermano Elías Ergas (Logia Madre Tolerancia Nº 4)
El Respetable Gran Tesorero, Hermano Horacio Beggs (Logia Madre Bernardo O’Higgins Nº 392)
El Respetable Gran Consejero, Hermano Joseph Levy (Logia Madre Jorge Canning Nº 390)
El Venerable Maestro Hermano Horacio Palazuelos (Logia Madre Panamerica Nº 392)
El Venerable Maestro Hermanos Carlos Maffía (Logia Madre Gral. José de San Martín Nº 384)
También viajaron con nosotros la Presidenta de Green Cross Argentina, Sra. Marisa Atienza y el Sr. Guillermo Jorge de la misma organización, con un fotógrafo. Además, un grupo de músicos liderados por la conocida compositora y pianista Argentina, Mónica Cosachov, que incluía violín primero y segundo, viola, violoncello, percusión, canto (mezzosoprano), y sonidístas.
Salí de casa a las 05:000 horas en remise, pasé a buscar al Hermano Ergas y después al Hermano Nunes. Llegamos a la base de El Palomar a las 06:000 horas. Cada uno llevaba muy poca cosas, ya que la Fuerza Aérea nos iba a proveer de la ropa necesaria para un clima tan duro.
Las instrucciones que recibimos decían de llevar ÚNICAMENTE lo siguiente:
1. Tapones para los oídos de la mejor calidad posible
2. Toallas higiénicas húmedas para bebes
3. Protector solar de no menos de 60
4. Crema humectante
5. 4 botellas de agua de medio litro cada una
6. Un termo con lo que uno quisiera
7. Vianda para consumir en el viaje
8. Tres mudas de ropa interior, 3 pares medias de algodón, 3 remeras, un solo pantalón, 1 par de zapatillas
9. Únicamente medicamentos de uso personal (una buena ración por si se prolongase la estadía)
10. Linterna para lectura
Confieso que mis ítems 2, 3, 4, 5, y 7 volvieron a Buenos Aires sin uso alguno. Cómo ítem 6, llevé un frasco grande de whisky Glenfiddich, que fue de gran utilidad. Nos juntamos con los demás de Green Cross, y músico, y subimos al avión que salió poco después de las 08:00 horas. El avión – de carga – no muy cómodo. Los asientos son de lona apoyada sobre barras de metal, los respaldos una red te tela tipo cinturón de seguridad, a lo largo del avión en el espacio dejado después de cargar contenedores varios, y en el medio del avión dos filas más. Este avión vuela no presurizado, con vibración muy fuerte (4 turbohélices) y un ruido insoportable. Yo usé tapones y sobre estos auriculares para tiro, a pesar de esto el ruido seguía muy fuerte. Íbamos a bajar en Río Gallegos, pero nos desviamos hacia Comodoro Rivadavia, para reabastecernos de combustible debido a los fuertes vientos en contra. Seguimos y llegamos a Río Gallegos cerca de las 21:00 horas. Fuimos a cenar a Bartólo (cordero patagónico, papas, ensaladas, postres, vinos…) y volvimos a la base, saliendo cerca de medianoche, cambiados con ropa de la Fuerza Aérea: pantalón pesado negro, polar naranja, campera naranja, boina naranja con protector de orejas, borceguíes fuertes. Cada uno recibió la medida que necesitaba. Había que salir a esa hora para llegar a Marambio entre las 04:00 y 05:00 horas, cuando la pista de tierra está más dura: después que se levanta el sol se ablanda y los aviones no pueden aterrizar. De Río Gallegos a Marambio cambiamos a otro Hércules, con tanques adicionales de combustibles, que va y viene en ese sólo tramo. Legamos pasadas las 04:00 horas. En los aviones viajaban también unos 15 miembros de la Fuerza Aérea, hombres y mujeres, y familiares de algunos oficiales.
El tiempo apretaba: tomamos un frugal desayuno, café instantáneo, leche en polvo, azúcar, tostadas y dulce. Dejamos nuestras cosas en pequeñas habitaciones, de a 4 por habitación y empezamos los trabajos. Salimos al extraño paisaje: tierra con manchas de nieve, y mar con incontables témpanos de todos los tamaños flotando en él. No se ve vida, ni una hoja de pasto ni un animal. Cielo, tierra, nieve, agua y hielo.
Plantamos la bandera de la Gran Logia en un lugar donde había nieve. Nos sacamos fotos sin descanso, con la bandera, con el busto del Hermano José de San Martín, en todos lados.
Mientras los músicos y sonidístas preparaban los instrumentos y grabadores en la sale de Juegos (que tenía enorme ventanales mirado el mar helado, los Hermanos fuimos a la Biblioteca, donde firmamos el Acta de Formación del Triángulo Masónico “Continente Antártico” y el Gran Maestre firmó el correspondiente Decreto. Después dio lectura a la Carta de la Antártida:
Carta Antártica de la Masonería Argentina.
Mensaje del M:.R:.G:.M:. Dr. Sergio Héctor Nunes.
UN NUEVO PARADIGMA PARA EL SIGLO QUE COMIENZA
Mensaje del M:.R:.G:.M:. Dr. Sergio Héctor Nunes.
UN NUEVO PARADIGMA PARA EL SIGLO QUE COMIENZA
Introducción
Queridos Hermanos:
Desde el lejano Continente Antártico queremos compartir con ustedes algunas de nuestras reflexiones acerca del destino común de la humanidad.
Estas reflexiones tienen como finalidad transmitir nuestro optimismo, pero a su vez una gran preocupación.
Como nunca antes en la historia de la humanidad la magnitud de los problemas ambientales ha tomado la dimensión actual. Su grado de profundización es tal que, creemos, pondrán en el transcurso del siglo XXI, un límite infranqueable al desarrollo social y económico de la humanidad, de no adoptarse concepciones y modelos superadores en el consumo, explotación y gestión de los recursos naturales y del patrimonio genético de la Tierra.
Pensamos que tanto la protección de la diversidad biológica de la tierra como la de los recursos naturales de los que aquella se nutre, son los mayores retos con los que la humanidad se ha de enfrentar.
Tal vez suene paradójico el ser optimista, al recordar los innumerables desastres humanos y ambientales de los que hemos sido testigos y protagonistas desde hace ya mucho tiempo, pero creemos que el hombre optimista es aquel que no se resigna a aceptar la situación actual y busca, con plena conciencia de la realidad, la posibilidad de mejorar el mundo y enfrentarse a los problemas prácticos que encuentra el ser humano aquí y ahora.
Quizás para hablar de pureza, hayamos tenido que llegar a uno de los pocos lugares del mundo donde todavía esa palabra tiene sentido: “La Antártida”
Aquí podemos sentirnos un poco más optimistas.
Quizás, también, sea este lugar un ejemplo de que todavía podemos hablar de concierto de naciones, ya que encontramos aquí bases de muchísimos países, colaborando continuamente e investigando sobre lo que se considera una verdadera caja de Pandora en cuanto a diversidad.
En ella se plasma el espíritu de colaboración, grandeza y de todo lo bueno que es capaz la humanidad cuando se lo propone. Gracias a la existencia del Tratado Antártico y a su Protocolo de Protección del Medio Ambiente, se ha establecido la protección global del ambiente antártico, y de los ecosistemas dependientes y asociados, designándola reserva natural, consagrada a la paz y a la ciencia.
Por ello la Antártida es para nosotros un Símbolo. Un Símbolo de lo que la humanidad logra alcanzar cuando consigue cristalizar un objetivo de cooperación. Un Símbolo del éxito que nos depara el porvenir si actuamos con celeridad y certeza.
Este continente es un desierto ecuménico por lo extremo de su clima. También es un desierto de hielo, con sus inconmensurables recursos naturales intactos, de singular biodiversidad en sus costas y mares aledaños. Es además nuestra mayor y última reserva mundial de agua dulce.
En ella yace, en forma de hielo, el 80% del agua dulce del planeta.
Sin embargo, a pesar de su grandeza debemos resaltar la fragilidad de los componentes de su sistema ambiental, que la hacen sumamente susceptible a las más mínimas perturbaciones.
Esta enorme masa de hielo cumple un importantísimo papel como regulador del clima del planeta, y su disminución deriva en un sin número de efectos negativos sobre la distribución climática global.
Según las incuestionables evidencias científicas, el casquete polar antártico está en proceso de disminución, desde aproximadamente los últimos treinta años. A título de ejemplo podríamos citar el reciente desprendimiento de una importante porción de la Barrera de Hielo de Larsen, ubicada en la Península Antártica, fenómeno atribuible a un significativo calentamiento atmosférico regional. Un fenómeno de similares características se presenta actualmente en el polo opuesto, Ártico, donde se manifiestan sustanciales reducciones en el espesor de los hielos del Océano Glaciar Ártico y de los glaciares de Groenlandia.
En tanto que en África, el monumental monte KiIimanjaro, ya no tiene nieves.
Este notable retroceso de los glaciares a nivel mundial, pone de manifiesto que el fenómeno de calentamiento atmosférico tiene características globales.
Por su parte la presencia de distintos tipos de fósiles animales y vegetales en el continente antártico, propios de zonas templadas o cálidas, nos brindan inequívocos testimonios de que en la geografía de la actual Antártida existió en tiempos remotos, anteriores a la aparición del hombre sobre la tierra, otro clima con otra flora y fauna. Esta evidencia nos obliga a concluir que el clima mundial es objeto de un permanente cambio.
En las eras geológicas pasadas el cambio climático obedeció a causas naturales no antrópicas, pero en la actualidad se debe a efectos atribuibles a la emisión de gases con efecto invernadero – dióxido de carbono y metano principalmente-, a la utilización de clorofluorcarbonados – responsables del adelgazamiento de la capa de Ozono - y a la alta tasa de deforestación de inmensas áreas boscosas tropicales, todos ellos causados por el hombre.
Y es justamente éste el motivo de nuestra preocupación. La humanidad no ha podido, hasta el momento, establecer un modelo de Desarrollo Sostenible, probablemente por que no ha podido afrontar los principales retos entrelazados de este nuevo paradigma de desarrollo: La paz y la seguridad, la pobreza y las privaciones, y la calidad ambiental.
Los patrones dominantes de producción y consumo están causando devastación ambiental, agotamiento de recursos y una extinción masiva de especies, cuya tasa es solo comparable a la de los períodos geológicos Pérmico - hace 251 millones de años - y Cretácico - hace 65 millones de años -.
Los beneficios del desarrollo no se comparten equitativamente y la brecha entre ricos y pobres es cada vez mayor. La injusticia, la pobreza, la ignorancia, las disputas violentas se manifiestan por doquier y son la causa de grandes sufrimientos para la humanidad.
Por otra parte un aumento sin precedentes de la población humana ha sobrecargado los sistemas ecológicos y también los sociales. La población se estabilizaría recién hacia finales del presente siglo en 14.000 millones de seres humanos.
Un capítulo especial merece el agotamiento de los recursos energéticos fósiles no renovables, cuya utilización por espacio de los últimos 150 años, ha sido el principal contribuyente en la emisión de gases con efecto invernadero a la atmósfera.
Numerosos expertos colocan el pico de explotación de las reservas mundiales de petróleo en mediados de siglo – suponiendo nuevos descubrimientos y mejoras tecnológicas en la extracción - momento a partir del cual comenzarán a declinar.
Por todas estas razones la seguridad regional y global está siendo amenazada. Pero estas tendencias si bien son peligrosas, no son inevitables.
La Carta de la Tierra y el Desarrollo Sostenible
Los fundamentos éticos del modelo de Desarrollo Sostenible se encuentran plasmados en la Carta de la Tierra.
La versión actual de la Carta de la Tierra es parte del movimiento de ética global a nivel mundial, el cual busca la forma de identificar objetivos comunes y valores compartidos que trascienden las fronteras culturales, religiosas y nacionales.
Sus antecedentes históricos, datan desde los primeros años de la formación de la ONU en 1945, en la búsqueda de la paz, el desarrollo equitativo y la protección de los derechos humanos. En la Conferencia de Estocolmo sobre desarrollo Humano en 1972, la seguridad ambiental pasó a ser la cuarta preocupación principal de la ONU.
Con posterioridad las sucesivas conferencias internacionales edificaron, en forma progresiva, el bagaje conceptual del Desarrollo Sostenible:
La Carta Mundial para la Naturaleza (1982) una declaración progresista para su tiempo, de principios ecológicos y éticos.
El Informe “Nuestro Futuro Común” - también conocido como informe Bruntland- emitido como resultado del trabajo de la Comisión Mundial de la ONU para el Medioambiente y el Desarrollo (1987), donde por primera vez se define el concepto de Desarrollo Sostenible o Sustentable : “Aquel tipo de desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones venideras a satisfacer sus propias necesidades”
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medioambiente y Desarrollo - Cumbre de la Tierra - de Río de Janeiro de 1992, donde además de emitir la “Agenda 21”, se asumió el desafío de redactar la “Carta de la Tierra”. En La “Declaración de Río 92” se hace mención a los principios básicos para alcanzar el Desarrollo Sostenible.
La Carta de la Tierra se encuentra además influenciada por la nueva visión mundial científica, incluyendo los descubrimientos de la cosmología contemporánea, la biología evolutiva, la física y la ecología. Se inspira en la sabiduría de las religiones del mundo y las tradiciones filosóficas ancestrales. Además, refleja el pensamiento de los grupos y organizaciones vinculados con la defensa de los derechos humanos, igualdad de género, la sociedad civil, el desarme y la paz
Tal y como la amplia gama de fuentes en la que se basa la Carta de la Tierra lo sugiere, se ha desarrollado bajo el entendimiento de que los retos ambientales, económicos, sociales, políticos, culturales y espirituales de la humanidad se encuentran interrelacionados y solamente pueden abordarse en forma efectiva a través de soluciones globales integradas.
Los Desafíos del Presente
De cara al terrorismo internacional, la amenaza de la proliferación de las armas de destrucción masiva y los interminables conflictos bélicos locales, cada vez más frecuentes, hay que mantener un esfuerzo constante para asegurar la paz y la seguridad.
La existencia de enormes áreas de pobreza en el mundo es inaceptable y preparan el terreno al terrorismo, a la violencia y al crimen organizado.
Por su parte la situación ambiental de la tierra se hace cada vez más alarmante. Los problemas ya han dejado de estar limitados a una zona, ni se pueden gestionar localmente : Como ya señaláramos, a raíz del calentamiento global va cambiando el clima regional, los cataclismos naturales son más frecuentes y devastadores,; debido al agravamiento de la situación provocada por actividades económicas irresponsables, se agotan las reservas pesqueras de los océanos, la desertificación y deforestación avanzan, se contaminan enormes y vitales cantidades de agua dulce, se reducen las reservas de hidrocarburos, y desaparecen millares de especies de plantas y animales a un ritmo sin precedente en la historia geológica del planeta. La crisis ambiental no hace más que agravar los de por si demoledores efectos de la pobreza sobre la seguridad y la paz.
Nos estamos jugando nuestro futuro en una sola apuesta, en aras de una efímera prosperidad basada en la contaminación y la explotación. Las desgracias, sean debido a las guerras, al petróleo derramado, a la contaminación de los recursos hídricos, a una fuga de una sustancia tóxica e incluso a un accidente en una central nuclear, pueden ocurrir cualquier día.
Los tres retos del Desarrollo Sostenible – La seguridad, la pobreza y la dimensión ambiental -, están relacionados entre si tanto por sus orígenes, como por sus consecuencias, y por los imperativos que marcan a la humanidad.
Es imposible oponerse al fanatismo y el terror y garantizar la seguridad global sin luchar contra la pobreza. Es imposible superar la pobreza sin asegurar el derecho de todos a los medios esenciales de subsistencia, la protección del medio ambiente y el acceso a los recursos. Por ello el desarrollo y la protección del medio ambiente son tareas interdependientes.
¿Como prohibir a los pobres de la cuenca del Amazonas que talen los árboles tropicales para sembrar los campos, si carecen de otros medios para subsistir? ¿Cómo exigirle a un país pobre que adopte medidas costosas para proteger el medio ambiente? Pero, por otro lado si no pensamos en la naturaleza, los esfuerzos por crear un mundo más justo estarán condenados al fracaso.
El Agua y las probables causas de disputas
El manejo de los recursos hídricos transnacionales, es un tema con un alto contenido político. Los Estados, aún algunos de los más pobres, tienen hoy la capacidad tecnológica de desviar, si se lo propusieran, el caudal completo de un río, y de explotar importantes masas de aguas subterráneas de una cuenca hídrica compartida.
Además si un país o región no posee agua, carece de un resorte fundamental para su desarrollo, y su situación de pobreza e inestabilidad política se ve agravada. Al igual que los ecosistemas, las sociedades con carencia de agua, languidecen y mueren.
Por todo ello si un Estado tiene carencias estructurales de agua para consumo humano, cultivo del suelo o generación de energía, puede llegar a utilizar métodos extremos para obtenerlos y desatar así disputas regionales.
Bajo esta línea de análisis, no podemos dejar de preguntarnos, ¿en qué medida podemos actuar para influir positivamente con acciones concretas y evitar así posibles disputas?
Está en nuestras manos prevenir el crecimiento de un detonador de belicismo que podría superar ampliamente el que hoy cumple el petróleo.
Nuestras reflexiones nos permiten sugerir que uno de los denominadores comunes de la problemática del desarrollo sostenible de América del Sur, es el vinculado a los recursos hídricos, y a la necesidad que lleva aparejada de mejorar su protección, acceso y gestión.
La necesidad de proteger esta esencial fuente de vida y desarrollo, adquiere una particular importancia con solo recordar a las enormes masas de población, que tienen solo un acceso limitado al agua potable y al saneamiento, o como insumo indispensable para su actividad económica.
Es importante por otra parte mencionar, que la protección de los humedales, glaciares y zonas de reproducción de flora y fauna, contribuye a la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad regional y a la recarga de las nacientes de los ríos y acuíferos subterráneos.
Tampoco debe perderse de vista el hecho que la población de nuestras naciones se incrementa en una tasa, aunque baja, de características exponenciales, y que a raíz de ello los recursos hídricos sufrirán a mediano plazo una mayor presión, tanto por su mayor grado de uso y explotación, como por su mayor contaminación.
El agua tiene la rara virtud de hacernos creer que es abundante, pero basta con una sequía prolongada, para que nuestra falsa ilusión se desvanezca.
Ejes Estratégicos de Nuestro Futuro Accionar
Por todo lo hasta aquí expuesto, hacemos nuestros los principios de la Carta de la Tierra, y a los efectos conducentes, en materia de los Recursos Hídricos en particular y de Desarrollo Sostenible en general, nos imponemos accionar sobre siete ejes estratégicos:
1. Modernizar el marco jurídico vigente en materia de Recursos Hídricos en la República Argentina, con especial énfasis en la Gestión Ambiental Estratégica de las Cuencas Hídricas, tanto superficiales como subterráneas.
2. Apoyar las acciones tendientes a la aprobación de un Convenio Global sobre el Derecho al Agua, en línea con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU y con el Plan de Cumplimiento del Compromiso de Johannesburgo 2002, por un Desarrollo Sostenible.
3. Impulsar proyectos de investigación y divulgación en el Continente Antártico en materia de Desarrollo Sostenible, en el marco de lo dispuesto por el Tratado Antártico y su Protocolo de Protección del Medio Ambiente Antártico.
4. Impulsar acciones tendientes a prevenir disputas, utilizando a la mediación como método de solución de conflictos originados en la problemática del Desarrollo Sostenible
5. Impulsar investigaciones y proyectos demostrativos de la utilización de fuentes de energía renovables, e hidrógeno como vector energético alternativo.
6. Colaborar en el diseño de planes, programas y proyectos vinculados con la Gestión Ambiental Urbana, de Ordenamiento Territorial y Uso del Suelo.
7. Promover las acciones de concientización por parte de los ciudadanos, mediante el Sistema Educativo y los medios de comunicación a nuestro alcance, de los principios de la Carta de la Tierra, los aspectos filosóficos del Desarrollo Sostenible, y de los riesgos inherentes que la problemática ambiental llevan aparejados para la sociedad y para los ecosistemas.
La magnitud de la tarea que los masones argentinos nos proponemos iniciar, nos obliga a convocar a los Queridos Hermanos de los otros Orientes a que nos acompañen en el esfuerzo, según sus propias realidades nacionales y sus propios objetivos, que hagan suyo nuestro optimismo y preocupación por los desafíos que presenta el Desarrollo Sostenible; y que en el pleno convencimiento de los éxitos que confiamos en alcanzar, nuestros trabajos redunden en beneficios para nuestros pueblos.
El agua contenida en este continente blanco alcanzaría para dar de beber a toda la población mundial durante un millón de años.
Mientras tanto y antes de llegar a utilizar esta reserva, la Masonería Argentina quiere rescatar la idea de fraternidad universal, porque de eso se trata.
Somos hermanos viviendo en un pequeño planeta lleno de bondades, pero las mismas requieren de nuestro cuidado.
¡Hoy y “no mañana” el agua es un problema!
“Hoy” hay en el mundo personas que no tienen acceso al agua para las cosas más elementales, como la bebida, la higiene personal, la elaboración de alimentos y la higiene sanitaria.
Es por eso que nuestra Orden ha suscrito el Tratado que impulsa la Organización Green Cross, dirigida por Mihail Gorbachov, para lograr el reconocimiento del acceso al agua como un Derecho Humano.
La Masonería Argentina se encuentra en un país bendito en cuanto a este recurso, pero no todos los países del mundo tienen esta fortuna.
Ahora es el momento de actuar preservando la naturaleza.
Llamamos a la conciencia planetaria desde aquí: desde el sur del sur.
Preservemos para hoy y las futuras generaciones.
¡Brindo con agua y por el agua!
¡Para que el agua no falte!
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Almuerzo frugal: polenta instantánea con algo de salsa de tomate y queso, polvo tipo “Tang” disuelto en agua, dulce de membrillo. Concierto, con la presencia de toda la gente de la base – unas 100 personas en total.
Tocaron Cuarteto de Cuerdas Opus 18, Nº 4 de Beethoven, Cuarteto con piano K. 478 de Mozart, Canción de Cuna para Alma de Mónica Cosachov y Cantos de Agua de la misma compositora. Había unos científicos de distintas nacionalidades que se unieron en la audiencia. Aplausos y más aplausos. No muy a menudo hay en la base Marambio un concierto en vivo. Pidieron todos bis y más bis a los gritos de Bravo, Bravissimo.
Al rato algunos de nosotros nos juntamos en la oficina del comandante de la base y liquidamos el Glenfiddich con hielo de témpano…un lujo.
Debíamos volver el Martes, pero se aproximaba una tormenta con fuertes vientos, así tuvimos que volver el mismo lunes, so pena de quedarnos una semana o más allí. Partimos a las 19:00 horas, llegamos a Río Gallegos a las 23:00. Nos alojaron en el aeropuerto militar, 4 por habitación. Cena de carne asada con puré de papas instantáneo, jugo idem. Nos acostamos y levantamos a las 08:00, desayunamos frugalmente a las 08:30. Devolvimos la ropa polar, nos vestimos de civiles y partimos a las 11:00 llegando a la base de El Palomar cerca de las 16:00. Nos recibió el Jefe de la Parte Dirección Nacional Antártida, Vice Comodoro Dos Santos, con lindísimas palabras. El Gran Maestre le hizo entrega de la medalla de la Gran Logia, que fue recibida con mucho afecto.
Por fin llegué casa a las 17:30 del martes unas 60 horas después de haber salido. Una experiencia notable. La calidad de toda la gente – Fuerza Aérea, Green Cross, músicos, técnicos. Lo imponente del paisaje. El silencio. La labor Masónica a 3600 km de Buenos Aires.
Volvería a hacerlo mañana mismo.
Dr. Joseph Bruno Levy
Gran Consejero de la Gran Logia
Buenos Aires, Febrero 8, 2006 e.v.
Un H:. vetado como profesor en la Universidad "LA GRAN COLOMBIA" de Bogotá
QQ:.HH:., por considerarlo de interés, me permito transcribir la Circular No. GM-293-06 del pasado 15 de Febrero, emanada de la GRAN MAESTRÍA, que dice:
ASUNTO. RECONOCIMIENTO A UN Q:.H:.
"Con orgullo de Masón y en mi calidad de GRAN MAESTRO DE LA GRAN LOGIA DE COLOMBIA, quiero haceros conocer la carta que el pasado 30 de Enero del año en curso, nuestro Q:.H:. Aprendíz GUILLERMO MONTOYA OCAMPO, miembro Activo y Cotizante de la Resp:. Log:. CABALLEROS DE SAN JUAN No. 46, dirigió a la doctora Gloria Quiceno, Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad LA GRAN COLOMBIA, la cual reza:
"RESPETADA SEÑORA DECANA:
SIN RABIA, PERO CON PROFUNDO DOLOR, HE RECIBIDO LA INSÓLITA NOTICIA DE QUE MI POSTULACIÓN COMO PROFESOR DE ESA FACULTAD DE DERECHO FUE VETADA POR EL SIMPLE HECHO DE PERTENECER A LA MASONERÍA Y NO PORQUE MI CEREBRO SEA INCAPAZ DE ENGENDRAR Y DIFUNDIR IDEAS DE DIGNIDAD, JUSTICIA Y LIBERTAD DENTRO DE LA JUVENTUD COLOMBIANA.
SI, SOY MASÓN POR CONVICCIÓN, LO SOY PORQUE RESPETO LA OPINIÓN AJENA Y PORQUE NO PROFESO EL FUNDAMENTALISMO POLÍTICO O RELIGIOSO.
LO SOY PORQUE ME CONSIDERO UN SER IMPERFECTO Y, POR ENDE, NO TENGO LA ARROGANCIA DE SENTIRME DUEÑO DE LA VERDAD.
FINALMENTE, COMO EGRESADO DE ESE CLAUSTRO, EXPRESO MI PREOCUPACIÓN POR EL CLIMA DE INTOLERANCIA QUE EN MALA HORA SE HA APODERADO DE LA UNIVERSIDAD, EL CUAL NECESARIAMENTE DEBE REPERCUTIR EN CONTRA DE SUS EDUCANDOS.
ATENTAMENTE, GUILLERMO MONTOYA OCAMPO C.C. 19´060.946 BOGOTÁ".
La Gran Logia De Colombia respeta las determinaciones administrativas que tome la universidad LA GRAN COLOMBIA, pero no puede compartir semejante manifestación persecutoria en pleno abordaje del tercer milenio, puesto que los masones defendemos la libertad de pensamiento en el contexto de la educación, como un derecho esencial.
Felicitamos al q:.h:.Guillermo Montoya Ocampo y colocamos su determinación como ejemplo para todos los masones que en una u otra forma, se sientan discriminados por aquellos que se consideran dueños absolutos de la verdad.
S:.F:.U:. RUBEN DARIO CEBALLOS MENDOZA, GRAN MAESTRO.
ASUNTO. RECONOCIMIENTO A UN Q:.H:.
"Con orgullo de Masón y en mi calidad de GRAN MAESTRO DE LA GRAN LOGIA DE COLOMBIA, quiero haceros conocer la carta que el pasado 30 de Enero del año en curso, nuestro Q:.H:. Aprendíz GUILLERMO MONTOYA OCAMPO, miembro Activo y Cotizante de la Resp:. Log:. CABALLEROS DE SAN JUAN No. 46, dirigió a la doctora Gloria Quiceno, Decana de la Facultad de Derecho de la Universidad LA GRAN COLOMBIA, la cual reza:
"RESPETADA SEÑORA DECANA:
SIN RABIA, PERO CON PROFUNDO DOLOR, HE RECIBIDO LA INSÓLITA NOTICIA DE QUE MI POSTULACIÓN COMO PROFESOR DE ESA FACULTAD DE DERECHO FUE VETADA POR EL SIMPLE HECHO DE PERTENECER A LA MASONERÍA Y NO PORQUE MI CEREBRO SEA INCAPAZ DE ENGENDRAR Y DIFUNDIR IDEAS DE DIGNIDAD, JUSTICIA Y LIBERTAD DENTRO DE LA JUVENTUD COLOMBIANA.
SI, SOY MASÓN POR CONVICCIÓN, LO SOY PORQUE RESPETO LA OPINIÓN AJENA Y PORQUE NO PROFESO EL FUNDAMENTALISMO POLÍTICO O RELIGIOSO.
LO SOY PORQUE ME CONSIDERO UN SER IMPERFECTO Y, POR ENDE, NO TENGO LA ARROGANCIA DE SENTIRME DUEÑO DE LA VERDAD.
FINALMENTE, COMO EGRESADO DE ESE CLAUSTRO, EXPRESO MI PREOCUPACIÓN POR EL CLIMA DE INTOLERANCIA QUE EN MALA HORA SE HA APODERADO DE LA UNIVERSIDAD, EL CUAL NECESARIAMENTE DEBE REPERCUTIR EN CONTRA DE SUS EDUCANDOS.
ATENTAMENTE, GUILLERMO MONTOYA OCAMPO C.C. 19´060.946 BOGOTÁ".
La Gran Logia De Colombia respeta las determinaciones administrativas que tome la universidad LA GRAN COLOMBIA, pero no puede compartir semejante manifestación persecutoria en pleno abordaje del tercer milenio, puesto que los masones defendemos la libertad de pensamiento en el contexto de la educación, como un derecho esencial.
Felicitamos al q:.h:.Guillermo Montoya Ocampo y colocamos su determinación como ejemplo para todos los masones que en una u otra forma, se sientan discriminados por aquellos que se consideran dueños absolutos de la verdad.
S:.F:.U:. RUBEN DARIO CEBALLOS MENDOZA, GRAN MAESTRO.
sábado, marzo 18, 2006
La Piedra Bruta y la PiedraTallada
La francmasonería, al devenir en especulativa en 1717, perdió su apoyo técnico de realización operativa y espiritual. Los materiales, los instrumentos del oficio, se convirtieron, ya en imágenes materiales fijadas sobre el tapiz de la logia en los primeros y segundos grados, ya en imágenes mentales.
De todas maneras, lo que la mano probaba tocar, el espíritu que actúa sobre la mano, participa desde entonces únicamente del dominio de lo mental. Tenemos aquí, sin duda, la consecuencia de una época en que la máquina iba a reemplazar de más en más a la acción humana.
La piedra bruta queda como uno de los símbolos fundamentales de la francmasonería. De manera general, los autores masónicos han transformado ese símbolo en una alegoría moral, muy a menudo utilitaria.
Ellos asimilan el nuevo masón, el aprendiz, a una piedra bruta que le será necesario trabajar a él mismo y sobre sí mismo, mediante una tarea constante, puramente interior. Si nos colocamos sobre el plano metafísico, la piedra bruta (el aprendiz) es una individualidad (el yo) que deberá debastarse para llegar a la personalidad (el sí), es decir, para desembarazarse en fin de todas sus asperezas (la piedra tallada) e integrarse en el edificio global que forma la francmasoneria.
Si regresamos al plano operativo -y como hemos tenido ocasión de subrayarlo muchas veces aquí mismo-, las primeras construcciones se hacen de madera y el tránsito progresivo de ese primer modo de edificación al empleo de la piedra bruta, luego de la piedra tallada, no puede constituir, a los ojos de nuestros modernos contemporáneos, sino un progreso.
Se trata también igualmente -puesto que se habla de construcciones, y por tanto de abrigo para los hombres- de una estabilización del modo de vida, o, si se quiere, de la concentración de los hombres espacial y temporalmente, es decir, del pasaje de la vida nómada a la vida sedentaria, lo que implica un cambio de tradiciones, "y además, cuando Israel pasa del primero de esos estados al segundo, la prohibición de elevar edificios de piedra tallada desapareció, porque ésta ya no tenía razón de ser; testimonio, la construcción del Templo de Salomón, que seguramente no fue una empresa profana a la cual se vincula, de modo simbólico por lo menos, el origen mismo de la masonería" .
La construcción en piedras brutas, luego en piedras talladas, puede dar al edificio más fuerza y más belleza, pero ella constituye al proyectarse sobre el plano tradicional una solidificación que refleja una especie de decadencia espiritual.
No es menos cierto que la talla de la piedra bruta se realiza siempre según un rito, es decir, mediante una sacralización del trabajo que lleva a la glorificación no sólo de ese trabajo propio sino de Aquel que manda e inspira a los Obreros, todo lo cual se opera y se integra en un plan trazado por la divinidad.
Se comprende que el trabajo efectuado sobre la piedra bruta para convertirla en piedra tallada no puede hacerse sino en una sociedad tradicional, lo que no es, por desgracia, el caso del mundo moderno contingente. Sólo en tal mundo se puede permitir la francmasonería ese trabajo de realización espiritual, pero únicamente sobre el plano mental, y esto porque la masonería, a pesar de su decadencia "especulativa", ha conservado la transmisión espiritual iniciática, y ritualiza mediante gestos y palabras el trabajo -antiguamente efectivo, y ahora sólo mental-.
El compagnonnage, con la masonería, siguen siendo igualmente, en nuestros días, los únicos representantes eficaces de esos oficios antiguos que permitían al obrero iniciado realizar los trabajos sobre la piedra, sobre sí mismo y sobre el conjunto del cosmos.
La piedra constituye en sí un "potencial de fuerzas telúricas, y determina todo un ritual de arte sagrado. Para mostrar que el hombre se perfecciona, se le compara a una piedra que de estado bruto llega al estado tallado".
Es así que, en el curso de las edades, se adjudicó una particular importancia no sólo a la talla de la piedra bruta, sino a la colocación de la piedra finalmente debastada, no como se dice por lo general, en la masonería francesa, por el martillo y el cincel, sino por una boucharde, "especie de martillo en punta del que se sirven, en efecto, los talladores de piedra".
Hasta no hace mucho tiempo, por cierto, los masones de la región de Menton decían una plegaria cuando se colocaba la primera piedra; los de Namur la rociaban con una rama de arbusto previamente mojada en agua bendita.
No es menos curioso señalar que en el siglo XIX aún, los masones del Bocage normando golpeaban la primera piedra colocada con una cuchara y un martillo; los del Franco Condado la golpeaban tres veces. La colocación de la primera piedra en el edificio se hacía siempre en el ángulo nordeste de la futura construcción acompañada de un ritual particular en cada región.
De igual modo, en la francmasonería especulativa, el recién iniciado es colocado -piedra fundamental simbólica del edificio futuro- en el ángulo nordeste de la Logia. La mayor parte de los autores tratan de mostrar que la talla de la piedra bruta, es decir, el trabajo individual realizado por el aprendiz, se vincula a la idea absolutamente profana de libertad, mientras que la noción iniciática de Liberación convendría mucho mejor en este dominio.
Aparece aquí el recuerdo de las lecciones masónicas del siglo último y la afirmación bien conocida y tajante: "El masón libre en la logia libre", de Oswald Wirth, que refleja un estado de espíritu individualista y profano, en tanto que la talla de la piedra bruta se efectúa en verdad por el individuo asociado, integrado en la asamblea de la comunidad de iniciados, puesto que -es necesario no olvidarlo- el trabajo de realización espiritual masónica no podría ser más que obra colectiva.
Jaques
BREVE HISTORIA DEL RITO FRANCES
El Rito francés, se utiliza para el Levantamiento de Columnas en todas las logias del G:.O:.D:.F:. y en todas las reuniones del Consejo de la Orden.
Hoy en día, en esta Obediencia, es el Rito más utilizado en los trabajos de las Logias.
Si nos referimos a sus aspectos fundamentales, este Rito ha sabido conservar los usos y costumbres desde los orígenes de la masonería, se implanta en el continente europeo a principios del siglo XVIII y supo desarrollar formas de trabajo específicas, coherentes y adaptadas a la Masonería y a su evolución.
El Rito Francés es sin ninguna duda el Rito el más antiguo practicado en la Europea continental.
Tiene la ventaja de inspirase directamente de lo que se practicaba a la época de Anderson, en los alrededores de 1723, procedente de lo que se llamo los "modernos" lo que le confiere una legitimidad y, además, una regularidad incontestable.
Implantación de los usos masónicos en Francia
¿Qué nos transmitieron los Maestros Operativos que nos precedieron, llamados Francmasones?
El uso de un local cerrado llamado Logia, el respecto de las reglas, la transmisión de una cultura, el conocimiento de las artes (SAVOIR-FAIRE) y de los oficios.
Las primeras Logias se instalaron en Francia quizás después de 1688, a menudo bajo la impulsión de los partidarios de los "Stuarts" refugiados en Saint-Germain-en-Laye, en las cercanías de París, por consiguiente, con sello escocés e irlandés.
Pero rápidamente, los representantes de la Gran Logia de Londres, creada en 1717, los suplantaron e impusieron sus reglas:
- El local de reunión ocupa un espacio, orientado, que parte de dos columnas hasta la fachada simbólica del Templo.
- El Maestro de la Logia está ubicado en "el Oriente" y los dos Vigilantes (Inspectores) están en el Occidente, forman un triángulo. La finalidad de los eventuales Oficiales - Secretario, Tesorero era aún muy imprecisa y fluctuante.
- Se coloca, en el suelo o sobre una mesa, un cuadro que simboliza la Logia, alrededor del cual los Hermanos, de pie, se colocan de uno y otro lado, después se sientan. Este "Cuadro de Logia" está adornado de varios instrumentos simbólicos y de la letra G, como Geometría ("objeto de la Masonería").
- Tres Grandes Luces, tres velas, puestas alrededor del Cuadro, alumbran el conjunto y representan el Sol, la Luna y el Maestro de la Logia.
- La columna, entrando a la izquierda se llama J y la de la derecha B. Después de un período de incertidumbre, se consideró que la primera simbolizaría la Fuerza y la segunda la Belleza. Una tercera columna imaginaria, situada al Oriente, simboliza la Sabiduría.
- Los Hermanos entran del pie derecho y la batería se efectúa con tres golpes, los dos primeros golpes más rápidos.
- La recepción del candidato pasa por una preparación (cámara oscura, despojo de los metales, preparación de la vestimenta, ojos vendados) y una triple deambulación; y después por la promesa de obligación sobre el compás, durante la lectura de los "castigos". Se le remite después el mandil y los guantes.
Al parecer la Masonería en sus orígenes sólo reconocía un sistema de dos grados:
1. el grado de "Aprendiz-ingresado", basado sobre la comunicación de dos palabras, J y B, con un signo gutural, un signo pectoral y un toque.
2. el grado de "Compañero de oficio" con una palabra en dos partes M-B y toque llamado "cinco puntos de la Cofradía"
Entre 1730 y 1740, el primer grado original se desdobló en Aprendiz y Compañero, el segundo pasó a ser tercero, Maestro; completado con la muy reciente leyenda de Hiram, aparecida en los años 1720, dramaturgia que llegó a ser la narración central, sellando el origen y la unidad de la cultura masónica.
Esta partición, el deseo de sacralizar el lugar de reunión y la necesidad de dar más amplitud al Oriente, van modificando la organización del espacio utilizado.
Las evoluciones propias a la Masonería francesa
Después del período de implantación le sucede una etapa de evolución específica para Francia, aparecen a partir de 1740, unos aportes "hermetistas" y influencias caballerescas y monásticas muy marcadas que se traducen por el empleo de la espada en las ceremonias, por la modificación del modo de recepción de los neófitos y el uso de nuevas palabras como Orden, Venerable, lenguaje militar para los ágapes, aclamaciones por "Vivat"; y también por la importancia dada a tema del Evangelio de San Juan y, de manera general, en la valorización de la Biblia.
En realidad, una multitud de innovaciones nacen a mediados del siglo.
La representación mental del lugar de reunión cambia porque la idea de reunión de los Hermanos, alrededor de la Logia (Cuadro) en un lugar como un "Patio pavimentado en mosaico", delante de una fachada imaginaria del Templo, en el Oriente, deja lugar a una noción amplia del Templo.
Esta, integra el Mosaico reduciéndolo al actual "Pavimento Mosaico" y envía hacia (a)fuera el Vestíbulo, al exterior de las columnas.
Los Maestros se reservan el Santuario o "Cámara del Medio", situada, por consiguiente, antes del Oriente, toma así una realidad, ya no virtual sino en volumen.
Además, una confusión en el significado de la palabra inglesa "pillar" va a conducir ciertas Logias a añadir al centro de la Logia tres pilares Sabiduría - Fuerza - Belleza e ignorar la función original de las columnas de entrada.
Poco a poco, en fin, la apertura de la Logia se hace más solemne, con aspectos recitativos y repetitivos además de los tres malletes, otros Oficiales aparecen (Orador, Limosnero u Hospitalario, Arquitecto).
El número de diez Oficiales se impondrán mucho más tarde.
La codificación del estilo francés
Varios hechos se ha de señalar para poder considerar la unificación ritualística que el Gran Oriente de Francia va a poner en practica a partir de 1773, fecha de su unificación bajo la forma de una Obediencia de tipo nuevo.
Todas estas etapas permitirán la constitución de la Masonería tal como la conocemos hoy en día.
Es en este contexto de rivalidades que la Fundación del Gran Oriente de Francia, en mayo del 1773, introdujo un principio de unidad y de coherencia obediencial y ritualística.
Poner fin a la inamovilidad de los Venerables e instituir un principio de autoridad a la vez convencional, democrática y centralizada, implicaba la unificación y la dimensión nacional de los usos masónicos.
Trece años serán necesarios para lograrlo.
La Primera Comisión (constituida por Bacon de la Chevalerie, Stroganoff y Toussaint) y sobre todo, después de 1776, la Segunda Comisión (con Guillotin, Morin, Brest de la Chaussée y Savalette de Langes) procedieron a una larga encuesta.
Roettiers de Montaleau, quien dirigió el Gran Oriente de 1795 a 1804, con el título de Gran Venerable en ausencia de Gran Maestro, es el que está a la base de la redacción de un Rito unificado y codificado el cual se imprimió sin autorización, en 1801, bajo el título "Regulador del Masón".
Esta regulación del conjunto de reglas ofreció a la inmensa mayoría de las Logias del país un instrumento que puede ser calificado de síntesis razonable, concisa y de formas rituales equilibradas.
Las actas esenciales del ritual son fieles al ceremonial y a su enriquecimiento en las dos décadas posteriores.
Así el fondo original pudo ser preservado y valorizado.
Además, el conjunto fue descristianizado.
En efecto, la comparación con los manuscritos disponibles a mediados del siglo muestra que la codificación se efectuó principalmente en aspectos menores, sobre la organización de la vida en Logia, el decorado y elementos periféricos del ritual.
El Ritual Francés Moderno, llamado así a principios del Siglo XIX, corresponde a un procedimiento claro y preciso, ya vislumbrado a partir de los años de 1740, codificado y adoptado en 1786 y publicado en 1801.
Este ritual fue modificado dos veces en la segunda mitad del Siglo XIX.
Primero por Murat, quien realizó una versión corta, neta, y probablemente la más auténtica y fiel.
Después por Amiable, en una época donde racionalismo, positivismo y cientismo se afirman.
Pruebas y viajes fueron remplazados por largos discursos según las tendencias de la época.
Sólo a partir de mediados del Siglo XX, Arthur Groussier hizo votar, en la Gran Asamblea de 1935, una versión que retoma en parte las formas anteriores.
Esta versión, sólo se utilizara a partir del año 1945.
En la segunda mitad del Siglo XX, la versión publicada en 1970 modificó este ritual simplificando los viajes y las pruebas.
Hay que admitir que puede llamarse Rito Francés Moderno indiferentemente al de 1786 o al de 1801 y que no existe ninguna razón legítima de pensar que haya podido haber un Rito Francés "Antiguo".
Esta nueva edición se llama sencillamente: Rito Francés de referencia del G:. O:. D:. F:.
LOS TRES GRADOS SIMBOLICOS
La misión principal de la masonería es enseñar la ley de evolución y corolario, el hombre perfecto .
No es posible hallar una verdadera interpretación de la masonería si no se relaciona su sistema, estrechamente con el proceso evolutivo de la humanidad.
Todo en ella gira en torno de un progreso gradual de la oscuridad a la luz y todo lo que la luz trae aparejado.
Sus ceremonias se caracterizan por viajes circulares, indicando ciclos evolutivos de oriente a occidente y de occidente a oriente, o sea de la oscuridad a la luz.
Tiene una estrella en el oriente simbólico para guíar hacia allí al masón a través de la noche oscura en que camina.
Para cada grado simbólico tiene pasos progresivos hacia el oriente de la luz.
La logia, como reproducción simbólica del ser tiene un piso inferior y otro superior, indicando que, en el progreso hacia el oriente se asciende a un plano superior de la vida y de ser.
A tal efecto, tiene escalones representativos de sus tres grados simbólicos por los cuales se asciende a ese plano superior.
Le presenta al masón, apenas entra al Templo, una piedra bruta y otra pulida y cúbica para indicarle su objetivo de realización.
Nadie dejará de reconocer que la evolución es un proceso universal y natural.
Ninguno de nosotros es un producto acabado.
Estamos siempre en proceso de creación o evolución.
La historia del hombre ha sido la historia de la búsqueda y del descubrimiento del sendero evolutivo dentro de sí.
En todos los tiempos éste ha hollado el sendero, aceptando sus condiciones, soportando sus disciplinas, ha recibido sus salarios y alcanzado sus metas.
La existencia de ese camino cuenta con el testimonio de todos los que lo han recorrido conscientemente.
Es el sendero hacia la realidad suprema que, en masonería, está representada por el oriente simbólico.
Algunos estamos empeñados en la búsqueda de algo que esperamos alcanzar fuera de nosotros, sin saber que es el sendero dentro de nosotros.
Muchos ingresamos en la masonería creyendo que podríamos encontrarlo en ella.
Con este enfoque, por lo dicho, nos sentiremos siempre defraudados en la misma.
La masonería muestra, simbólicamente, el drama de la evolución humana.
También los pasos mediante los cuales se llega a la meta de perfección del instrumento de manifestación que tiene el ser supremo en nosotros .
Muestra el objetivo de realización del individuo; enseña el camino del crecimiento espiritual y las leyes a que obedece este crecimiento.
Empero tenemos que recorrerlo palmo a palmo; el progreso depende de nosotros .
Este es un camino de experiencias que nadie puede vivir por nosotros.
No tiene atajos, requiere el roce de la vida que ningún libro o maestro puede otorgarnos.
La alegoría del Maestro Hiram trata de enseñar esto a los que buscan la realización propia por medio de un acto misterioso o una palabra mágica en vez del esfuerzo individual.
A diferencia de todos los otros seres en el mundo material, el hombre es el único que tiene la capacidad para tomar su evolución en sus propias manos.
De ahí su posibilidad de autorrealización.
El puede acelerarla o retardarla.
Pero sea cual fuere su duración, tiene que pasar, indefectiblemente, por las tres etapas del proceso natural de la síntesis que caracteriza el proceso evolutivo:
1) la siembra de la semilla,
2) su germinación y crecimiento, y finalmente,
3) su fructificación como resultado de la fusión o unión de dos polaridades.
Los límites fijan los principios básicos de estos tres grados evolutivos.
Tratándose de una evolución en conciencia, este proceso va encaminado a la adquisición del elemento más valioso y más importante para el hombre y para la masonería: ¡LA LUZ!
Aquello que se conoce como la luz de la conciencia, o del conocimiento, es una síntesis emergente de las experiencias vividas.
Tratándose de cualquier tipo de evolución, es indispensable la existencia de grados sucesivos de realización.
Efectivamente, en lo que concierne al desarrollo de la luz de la conciencia en los seres humanos, éste consiste en tres etapas, comprendidos en el sistema masónico por sus tres grados simbólicos.
Estos grados corresponden a las mismas tres etapas del proceso evolutivo de la luz de las ideas que viene del razonamiento; a saber :
1) el análisis,
2) la correlación y
3) la deducción o la síntesis.
Esta evolución en conciencia comprende, al mismo tiempo, un proceso gradual de integración hasta llegar a la unión con todo.
El primer grado, el de aprendiz, comprende esa etapa de desarrollo de lo que se denomina en sicología conciencia individual.
En esta etapa se lleva la integración de la personalidad o el ser inferior.
Está bajo la dirección del segundo vigilante, que representa la personalidad.
Esta integración tiene por finalidad hacer que la personalidad se vuelva un instrumento equilibrado, coordinado y armónico, de manera que pueda sintonizar y expresar con fidelidad a ese Ser Superior que hay en nosotros.
Esta integración exige disciplina, ejercitar, desarrollar y controlar los tres aspectos (físico, emocional y metal) de nuestra personalidad para lograr un domino completo sobre ellos, de manera que ninguno de los tres predomine, haciéndonos perder el equilibrio.
De ahí que la disciplina sea la principal característica de este grado.
Esta etapa evolutiva corresponde, por analogía, a la del análisis de tendencias opuestas y luchas dentro de sí, para coordinarlas e integrarlas gradualmente en un todo armónico que permita la captación y transmisión de la luz superior en nosotros, sin distorsionarla.
El segundo grado, el de compañero, comprende la etapa de correlación.
El nombre mismo del grado sugiere compañerismo o correlación.
En este grado de desarrollo se trasciende la conciencia individual separatista del primer grado y se desarrolla la conciencia grupal integrando la personalidad con la de los demás hermanos de logia y de otras logias, lo que equivale a una expansión de la conciencia.
El tercer grado, el de maestro, corresponde a la etapa de la deducción o la síntesis y resume los grados anteriores.
Está bajo la dirección del Venerable Maestro, que representa el Espíritu o Ser Supremo en nosotros.
En esta etapa evolutiva uno se integra con el Todo y adquiere una conciencia universal, la cual está en correspondencia con el carácter universal de la masonería.
Este proceso de integración como se ve, conduce a esferas cada vez más amplias de luz y comprensión, acercando al hombre, gradualmente, a la liberación de las limitaciones que son propias de la oscuridad en que vive; liberación que, para el mundo material, equivale a la muerte, pero que, para el mundo interno del espíritu es la vida.
El proceso de evolución en conciencia lleva gradualmente al reconocimiento de la realidad de nuestra divinidad, y tiende a facilitar la manifestación del Dios inmanente en cada ser, acondicionando la personalidad, que es su instrumento de expresión.
Las tres etapas de este proceso son similares a las que condujeron a la trinidad de manifestación del Ser Supremo; unidad, dualidad y nuevamente unidad, lo cual es otra expresión del proceso de la síntesis.
Siendo todo un reflejo de la trinidad, de alguna manera debe manifestarse la misma en todo proceso que se lleva a cabo en el universo.
El método para llegar al objetivo de integración que marca cada grado, en lo que respecta al sistema masónico, está señalado en la leyenda del tercer grado por las tres herramientas utilizadas para perpetrar el "crimen", y por los lugares del cuerpo sobre los que éstos fueron utilizados. Estas son:
1. - Las reglas de disciplina y meditación aplicadas con la acción o el ejercicio continuo.
2. - La rectitud de la escuadra aplicada con todo el corazón.
3. - La voluntad del mállete aplicada con toda la mente.
Estas tres etapas de la evolución humana constituyen unas características de todos los tiempos para todos los hombres en todas partes.
Se hallan confirmadas por los conocimientos esotéricos de todas las épocas.
En la masonería estos tres grados son solo simbólicos.
Hay muchos masones que ostentan el tercer grado, el de maestro y que apenas están en los primeros peldaños del grado de aprendiz en la escala evolutiva.
Hay, así mismo, aprendices que, en realidad, son maestros.
En el verdadero sentido de la palabra.
La finalidad de estos grados simbólicos es presentar al masón tres objetivos de evolución en conciencia, los cuales debe esforzarse por alcanzar, para que el grado simbólico que ostenta esté más lo cerca posible del grado evolutivo que ha alcanzado.
El camino evolutivo, en el cual se funda la masonería, es, desde todo punto de vista, práctico y útil.
Significa, para el que recorre, un progreso en capacidad mental, conocimientos, visión, sabiduría y fuerza espiritual.
Significa pasar, primero, de la oscuridad a la luz; segundo, de la irrealidad o el engaño de si mismo a la realidad, finalmente, de lo perecedero a lo imperecedero.
Todo esto redunda en un progresivo dominio sobre si mismo y sin destino, con una vida más abundante y un panorama más amplio de la vida y de las cosas.
¡ Qué puede ser más práctico para el hombre!.
Prueba de ello es que en logia se reciben los salarios en la columna del primer vigilante en el occidente, quien representa el alma en la oscuridad, queriéndose implicar que es el alma de cada uno la que recibe los beneficios de los trabajos realizados en forma de luz de la conciencia y, a su vez los importantes a sus colaboradores en remuneraciones o "salarios" de orden tanto material como espiritual.
La masonería nos ofrece ayuda y guía para que nos volvamos cada día más conscientes de que nada puede detener el impulso que motiva el progreso del alma humana en su peregrinaje de la oscuridad a la luz, de la irrealidad a la realidad, y de lo perecedero a lo imperecedero, y nos ofrece luz para que podamos aprovechar este impulso en vez de tratar de oponernos a él.
Ella procura imponernos de que la cosa debe preocuparnos, más que nada, como masones, es la realización del individuo; que esto, a su vez, es posible sólo en la medida que podemos ayudar a éste (como unos que somos con el) a encontrarle significado y propósito a la empresa humana de vivir.
Que todo lo demás es secundario.
Procura demostrarnos, en fin, que seremos esclavos de nosotros mismos y susceptibles a circunstancias limitadoras sólo hasta ese momento glorioso en que alcancemos el grado supremo de maestro, tras haber trascendido, en forma efectiva, los grados anteriores de evolución, y nos encontraremos liberados como resultado de hallarnos identificados con el Todo.
W. COX
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