miércoles, noviembre 01, 2006

La masonería y sus orígenes cristianos


Nueva edición de "Ordo laicorum ab monacorum ordine" . El esoterismo masónico en los antiguos documentos benedictinos

Este libro plantea la existencia de un vínculo insospechado entre el Simbolismo Masónico y los escritos de los antiguos exegetas de la Orden Benedictina.

La sorprendente similitud entre las alegorías del mundo monástico medieval y los elementos centrales del esoterismo masónico, abren un profundo interrogante sobre los orígenes cristianos de la Orden más combatida por los Pontífices Romanos.

Las logias masónicas –nacidas en la época de las catedrales- se revelan, a la luz de esta investigación, como las herederas de las estructuras creadas por los monjes constructores que elevaron los grandes templos de la Cristiandad.

La leyenda masónica en torno a Hiram –el misterioso constructor del Templo de Salomón- así como el simbolismo iniciático en torno a la construcción del "Templo Interior", surgen con claridad inusitada en los textos analizados por el autor, escritos varios siglos antes de la estructuración de la masonería moderna.

La existencia de una tradición común, más allá de la excomunión de los masones y del conflicto entre la Masonería y la Iglesia, constituye el planteo central de la obra. Demuestra, en todo caso, que la espiritualidad de Occidente subyace en las raíces del esoterismo judeocristiano y que el trabajo iniciático de desbastar la "piedra bruta" –símbolo central de la doctrina masónica- encuentra un antecedente directo en la acción de "cuadrar la piedra", planteada por los Grandes Maestros Benedictinos como alegoría de la construcción del "hombre espiritual", apto para la tarea de erigir sobre la Tierra el reflejo de la Ciudad Sagrada, la mítica Jerusalén Celeste.

Fragmento de las Notas a la Nueva Edición

Esta obra está dirigida a quienes buscan ahondar sus conocimientos en torno al fenómeno masónico, su origen cristiano y los claros objetivos espirituales que subyacen en la base de la francmasonería.

Esta edición definitiva, que tenemos el honor de presentar a través de Editorial Kier, ha sido enriquecida con una introducción destinada a la descripción de los aspectos principales de la Masonería Simbólica. El contenido de este libro abunda en comentarios alegóricos, provenientes, en su mayoría, de obras escritas entre los siglos VIII y XII, por venerables maestros de la Orden Benedictina. El eje central del trabajo que se presenta trata acerca de la relación entre estas alegorías del cristianismo monástico latino y el simbolismo masónico.

Desde la primera condena de la Iglesia Católica hacia la Francmasonería, ocurrida en 1738, ambas instituciones confrontaron –en ocasiones con extrema violencia- sus diferentes visiones acerca del hombre, su naturaleza y el sentido de la existencia. Sin embargo, el origen de esta confrontación parece estar más vinculado con sus diferentes concepciones acerca del poder que con las raíces espirituales comunes, ancladas en el Cristianismo Occidental y en las antiguas tradiciones provenientes de los libros sapienciales de los Padres Hebreos, cuyo esoterismo se percibe en la francmasonería como en ninguna otra institución moderna.

El camino hacia la superación de este conflicto –que ha llevado a la Iglesia Católica a dictar la excomunión de los masones- es un imperativo del siglo XXI. No me corresponde abrir juicios acerca de las actitudes del campo católico. Ni debe interpretarse el sentido de este libro como el de la reivindicación de una masonería cristiana. Pero sí, indudablemente, la de una masonería con católicos y creyentes de las diversas manifestaciones de la espiritualidad.

Del mismo modo que, desde las jerarquías de la Iglesia, se ha sugerido en más de una ocasión la incompatibilidad de ambas condiciones –la de católico y masón- tampoco han faltado los masones que, en una suerte de contra-excomunión, han sostenido la misma intolerancia en sentido inverso.

Esta obra pretende contribuir al diálogo que –según se advierte en signos y actitudes inequívocas- parece comenzar a primar sobre la antigua disputa.


Eduardo R. Callaey
En el equinoccio de otoño del año 2006

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