viernes, junio 02, 2006

ETICA MASÓNICA



M:.R:.H:. ISMAEL CORNEJO AL VARADO
P:.G:.M:. DE LA GRAN LOGIA DEL PERÚ
R:.L:.S:. "CRUZ AUSTRAL" N° 12
VALL:. de LIMA

Circunstancialmente, como si fuera un ratón de biblioteca, tuve la suerte de encontrar en la Secretaria de mi R:L:.8:. "Cruz Austral" N° 12 la revista "El Heraldo Masónico " N° 2 editado en el mes de Mayo de 1949, vale decir, hace más de 55 años y encontré un extenso trabajo escrito por el R:. H:. Moisés O. Portugal, precisamente titulado "Ética Masónica". Me he permitido extraer algunos conceptos que me han hecho reflexionar y tratar de analizar como pensaban nuestros predecesores en aquellos tiempos sobre la ética masónica, encontré pensamientos como:

"Cuando no era masón, discutía con los masones sobre la intolerancia de los mismos Masones en el mundo profano, llegando a hacerlos injustos y egoístas; y es que fatalmente para mi, había tropezado con aquellos masones meteóricos que vien­en la Orden en instantes incomprensibles, pero felizmente para ella, estos masones, meteóricamente también, se habían ido porque la masonería no es una horda de aventureros ni guarida de oportunistas';.

Decía también: "La ética masónica, necesita, ante todo, enfrentarse a la verdad. No es labor masónica vivir callando, o en cierta forma, incubando los defectos que retardan nuestra evolución".

Vale la pena mencionar: "Las legislaciones no han sido más que los grandes errores legalizados, porque la falta de ética social no ha permitido que el espíritu aplique coa equidad lo que debió ser una ley moral Esto es lo que la masonería tiende a eliminar, tarea fuerte y, probablemente larga, pero tarea al fin, digna de la étíca masónica"

Podemos apreciar la vigencia de sus conceptos, tenemos que entender que ser masón, es algo más; algo más profundo e indeleble, así como, el bautizo en la religión católica nos hace cristianos, la iniciación en nuestra Augusta Orden nos hace masones para toda vida. Pero, ¿seremos realmente auténticos católicos y masones?; si no internalizamos y practicamos sus principios, creo que podemos aplicar aquella celebre frase: "El habito no hace al monje".

Cristo nos dice "el que no carga su cruz y me sigue, no puede ser mi discípulo" igualmente quien no hace suyos los principios masónicos, no puede ser un autentico masón. Todas las religiones nos hacen hijos del Gran Arquitecto del Universo, por lo tanto, siendo sus hijos, somos hermanos y tenemos la obligación de no herimos mutuamente, de no difamamos, no calumniamos, respetamos, apoyamos y practicar realmente el amor fraternal.

Leía un artículo de Don Francisco Miro Quezada Cantuarías que hablaba de la calumnia y definía esta palabra como derivada del griego "diabolos" que significa precisamente calumniador. Calumniador es un hombre diabólico, es decir, es lo más infame que se pueda concebir, pues, por bíblica definición, el diablo es el ser más malvado y abyecto que pueda existir. La soberbia es el pecado más terrible de todos, se vale de la calumnia para desacreditar a una persona inocente.

Permitidme tomar algunos conceptos de un colega periodista, llamado Fernando Ampuero, que dice, "que cuando existe la intriga, el boicot, el chisme circulando por nuestras venas como si fuera otra sangre, tal vez, lo más prudente sea callar". Sin embargo, creo que esto no seria ético, cuando algunos HH:. pretenden insurgir con cierta solvencia intelectual y buenas intenciones corren el riesgo de ser vejados, daría la impresión que hacerlo a sabiendas los hace aparecer como masoquistas, pero, si todos nos volvemos conformistas ¿como nos acercamos más a la verdad?, ¿como seremos más limpios?, más puros, para poder sentir realmente la paz y felicidad de vivir en el seno de una autenticidad masónica.

El Doctor Mariano Querol en una entrevista que le hizo el periodista César Hildebrandt en su programa La Boca del Lobo, le pregunta ¿Qué esta pasando en el país?. El Doctor Querol le contesta: "lo que sucede es que se están perdiendo las pocas normas que teníamos, se esta perdiendo lo que antiguamente se llamaba dignidad, el señorío, la corrección, el don de gentes, la cortesía, la delicadeza; todos estos valores por el intercambio social en función de la realidad. Nos estamos volviendo primitivos, existe el predominio del elemento pre-verbal, es decir, el golpe en vez de la palabra, la ofensa en vez de la conversación, la rabia que se suelta como el elemento pre-verbal es lo más ex presivo de la realidad interna de una persona. La pasión impide el razonamiento y da pie a las más bajas pasiones; la mentira y la violencia generan un malestar ideológico que se convierte en hipocresía y cinismo; todo esto originado por la codicia del poder, por la búsqueda de ideas para hundir al otro, demostrando así, este tipo de personalidades, una indigencia intelectual pura. La solución requiere de mucha perseverancia, es un proceso educativo organizado". Esta es una realidad en la cual nuestra membresía también esta inmersa, no podemos negar que también estamos siendo afectados por este fenómeno; es menester reconocerlo y dar un gran impulso a la Instrucción y Docencia masónica. Este es uno de los grandes objetivos en los que Autenticidad Masónica trata de poner su granito de arena y este Libro pretende con su contenido cumplir con su lote de trabajo en bien de todo nuestro pueblo masónico.

No basta ser un hombre libre y de buenas costumbres, aún, como en las mejores familias, lamentablemente te pueden llover infundios y vejaciones, es más, hay quienes para lograr sus oscuros propósitos, hasta te inventan cosas no ciertas. Hermanos rescatemos los valores, juntos extirpemos el cáncer que pueda pretender introducirse en nuestra Augusta Orden e internalicemos una verdadera ética masónica.

Tenemos que erradicar la crítica malsana e innoble que corroe y mina las convicciones, tenemos que privilegiar la verdad y la entereza moral, no aceptar el chisme cobarde amparado en el anonimato, tengamos el coraje de decir frente a frente lo que sólo somos capaces de hacerlo clavando arteramente el puñal por la espalda. Si sólo cumpliéramos los HH:. mayores "Los Cinco puntos de la fraternidad", todos los juramentos que hacemos a través de las iniciaciones, adelantos, exaltaciones y cargos que asumimos; viviríamos felices realmente en el seno de una autenticidad masónica.

Cuando en una u otra forma tenemos la oportunidad de ejercer autoridad, corremos el riesgo de perderla cuando se actúa en forma inconsecuente y contradictoria con su mensaje, cuando hace lo contrario de lo que predica. Cuando actúa en una forma despótica y dictatorial. Cuando no reconoce sus errores y se empecina a toda costa en querer tener la razón, a pesar que en su fuero interno sabe que no la tiene. Cuando no respeta la opinión de los que están a su alrededor, por muy opuestos que sean a la suya. Cuando no hace el más mínimo esfuerzo de ponerse en el lugar del otro. Es en se momento que pierde su autoridad; principalmente su autoridad moral que es la más importante, más aún, en una Institución como la nuestra.

La crisis de valores por la que atraviesa el mundo involucra no sólo a nuestro país sino también a nuestras Instituciones y nosotros no somos una isla; formamos parte de este mundo globalizado y tenemos la obligación moral de recuperar los valores perdidos para ser un ejemplo de vida en cualquiera que fuera la actividad en que nos desarrollemos. Tenemos que ser lideres de una ética masónica con rostro humanista que permita erradicar la pobreza, la falta de oportunidades, las desigualdades sociales que afectan a más de 1,200 millones seres esparcidos en toda la faz de la tierra.

La instrucción y docencia masónica es fundamental en esta cruzada de ética masónica , los profanos que tocan las puertas de nuestros templos deben sentir que han llegado a una Institución Superior, que les va a ayudar a afrontar la vida en mejores condiciones, que sólo lograrán ver el rostro del G:.A:.D:.U:. aquellos que hayan vivido una vida digna, que no tengan nada que arrepentirse, que no hayan hecho daño a nadie y que la masonería les dará las herramientas para lograr su Superación Espiritual.

Existen una serie de definiciones de ética, recogeré algunos conceptos del libro Ética y Política de Mónica Jacobs - Eliana Mory - Odette Vélez Podemos apreciar como definición de Ética a la búsqueda de puntos de vista válidos para regir nuestros conceptos; también el buen modo de obrar. Sarater afirma que la Ética es el arte de vivir bien, siendo necesario una reflexión crítica sobre los valores que rigen la sociedad, se refiere al modo en que las personas buscan la mejor manera de vivir, el modo de buscar una "vida buena"; una vida feliz, en armonía con los demás. Nadie busca una vida llena de conflictos, de pesares, incluso cuando alguien elige el sacrificio o el dolor, lo hace porque piensa que algo bueno podría obtener de ello. Todos deseamos una vida buena. En consecuencia la Ética es una reflexión sobre el modo en que las personas viven y sobre la mejor manera de conseguir una "vida buena". ¿ Es posible la Ética 1. Entendida como arte de vivir, como proyecto razonable para armonizar las exigencias sociales de la libertad, como consecuencia de la autonomía responsable, como reflexión crítica sobre los valores institucionalizados, negar la posibilidad de la Ética equivaldría a negamos a nosotros mismos, como sujetos civilizados.

En la Ética se prioriza que las personas quieren hacer las cosas bien, se ocupa de lo que uno mismo hace con su libertad y se preocupa de la perspectiva personal que cada individuo toma atendiendo solamente a lo que es mejor para el bien vivir.

Tratemos de ser mejores cada día, hay personas que poseen el difícil "arte de amargarse la vida". Curiosa habilidad que, aunque no se enseña en ninguna facultad o escuela, tiene numerosos y aprovechados alumnos.

Es indispensable que seamos íntegros, que seamos auténticos, David Fischman en su libro El espejo del líder dice: "Al igual que un faro marino señala la dirección que deben seguir las embarcaciones en la oscuridad, nuestros valores, orientan nuestras acciones en la penumbra de estas épocas turbulentas en que vivimos. El problema es que, hay tanta neblina que no llegamos a ver el faro".

Todas estas apreciaciones tienen mayor exigencia entre los miembros de nuestra Augusta Institución, ya que, en la búsqueda permanente de la verdad, en la aplicación de la libertad, fraternidad e igualdad, vivimos tratando permanentemente de internalizar valores, de crear una conciencia Ética que nos lleve a ser más fraternos y solidarios entre nosotros; así, y solamente así, seremos realmente hombres libres y de buenas costumbres, leales con nuestros propios hermanos y seres útiles a la sociedad que nos cobija, que tanto necesita y espera de nosotros.

Veamos nuestra Augusta Orden con lealtad, reconozcamos lo que la Institución ha hecho por nosotros, respetando los compromisos adquiridos, tanto los explícitos como los implícitos, tengamos siempre presente que a nuestra Orden hemos venido a servir y no ha ser servidos; que aquellos que en cualquier nivel de autoridad y responsabilidad reciben de sus hermanos un poder, están obligados a meditar y tratar de interpretar el deseo mayoritario de su ,membresía y no satisfacer sus propios intereses y caprichos. Sólo gobernando con amor, dentro del marco de las leyes, disposiciones y todo aquello que los ayude a gobernar, lograrán la felicidad del pueblo masónico que los eligió. Esta es la receta para ''vivir bien"; si logramos que nuestro pueblo masónico sea feliz, entonces habremos cumplido el honroso encargo de ser su Guía y Conductor.

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