domingo, mayo 04, 2008

LA CLAUSURA DE LA LOGIA MASONICA



FRANCISCO ARIZA

Como ya vimos en el número anterior de SYMBOLOS (Nº 6, Guatemala 1993), la apertura de la Logia permite la "creación", o mejor, "re-creación", de un tiempo y un espacio sagrados, un enmarque protector dentro del cual los masones realizan sus trabajos "a cubierto" del mundo profano (profanum: fuera del templo), ejercitando el Arte Real o "Gran Obra" de la cosmogonía. Y todo ello en perfecta correspondencia con los "planes del Gran Arquitecto del Universo", a cuya "Gloria" y "Nombre" se cumplen precisamente esos trabajos, pues como se lee en el Libro Sagrado: "Si el Eterno no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican".

Cuando éstos llegan a su fin, el Maestro de la Logia, ayudado por los demás Oficiales del Taller, procede a la clausura de los mismos, a su cierre y recogimiento (clausura, de "clau", "llave"), lo que se hace, como todo en la Masonería, de manera ritual y simbólica. Con esa clausura o cierre la Logia ha cumplido su ciclo de manifestación, habiendo desarrollado hasta llegar a sus propios límites (señalados por el tiempo simbólico) todas las posibilidades en ella contenidas, y la luz, cuya irradiación ha iluminado esos trabajos, se repliega progresivamente en sí misma, retornando así al origen o principio de donde brotó. La Palabra, el Verbo, el Logos (de donde Logia), esto es el Ser, vuelve a concentrarse en el "Silencio" de lo inefable e inmanifestado, siendo éste el sentido profundo que tiene el "juramento del silencio" que todos los miembros del Taller realizan antes de abandonar definitivamente el Templo.

La Logia, imagen simbólica del Mundo, ritualiza con ese doble movimiento expansivo (centrífugo) de la apertura, y contractivo (centrípeto) de la clausura, la cadencia del ritmo universal, del expir y aspir cósmico, pues esta es la Ley o Norma a la que está sujeto todo lo manifestado, ya se trate de un ser, un mundo o del conjunto entero de la Existencia Universal. A todo nacimiento le sigue un proceso de expansión y desarrollo, alcanzados los límites del cual se inicia un período inverso de contracción, replegamiento y finalmente extinción. A este respecto, la clausura de la Logia coincide con la "Medianoche en punto", es decir con el "fin del día", el cual es en sí un ciclo completo análogo a ciclos más grandes, en los que está incluido.

Artículo continúa en http://www.geocities.com/glolyam/s7frar1.htm

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