lunes, junio 30, 2008

El Solsticio y la Masonería

El 24 de junio es una de las grandes fechas de la Masonería y de la humanidad en general y es materia de importantes festividades.

Los que en las Aulas crecimos conociendo las tres regiones naturales del Perú (los geógrafos como Pulgar Vidal hablan hoy como de 7 regiones), sabemos que en la Selva se celebra la fiesta de los “Fanes” con algarabía, desenfado y a la vieja usanza con el sincretismo de una equilibrada mezcla religiosa-pagana; en la Sierra el Cusco ombligo del Mundo para nuestros antecesores Incas es el escenario de una fastuosa “opereta” de un Inti Raymi por la adoración al Sol y homenaje a la Pacha Mama o Madre Tierra; en la Costa hasta el año 1966 aproximadamente, en que desapareció el ambiente natural de la Pampa de Amancaes, Lima se volcaba a cruzar el río Rímac y en esa Pampa majestuosa se juntaban blancos, cholos, zambos para admirar la Flor de Amancaes, la escenificación del Inti Raymi, el despliegue de los Caballos de Paso, las peleas de Gallos, los bailes costumbristas, la fiesta del paladar con la pantagruélica expresión de la comida andina y criolla en su máxima expresión, en esa mezcla de cuyes, cebiches, papas a la huancaína, arroz con pato, adobos, chicharrones, tripulina, anticuchos, pancitas, suspiros a la Limeña, picarones, ranfañote que la multiplicidad de vivanderas con sus mesas de madera y sillas de paja o simplemente bancas, ofrecían a los Limeños y Chalacos de entonces, cuando aún no había llegado el reino de los plásticos y se despachaban las frituras en las pancas de choclo, en un día al que denominaban del Indio y después del Campesino.

Para quienes podemos dar testimonio tardío de ello, de las que fueron las últimas celebraciones, en la Lima aldeana de aquel entonces, la Fiesta de los Amancaes significaba un medio día feriado de revuelo, al estilo de las fiestas pueblerinas donde el licor ya fuese cerveza, pisco, o más popular aún la Chicha de Jora, parecía curar todos los males en el encuentro de gentes de cien mil raleas, porque como dicen las coplas de Joan Manuel Serrat: -en la fiesta de San Juan todos comparten su pan, su tortilla y su gabán y cada quien olvida que es cada cual, juntándose el noble y el villano, el prohombre y el gusano-. Aquella era pues una de las ocasiones en las que Lima olvidaba sus remilgos y sus clases sociales y todos de una u otra forma participaban de esta fiesta nacional, a la que el Gobierno Revolucionario de la Fuerza Armada y su delirio por abolir las discriminaciones, curiosamente sepultó, desapareciendo con ella la fiesta más mestiza que celebraba Lima, junto con la abolición de la denominación en los calendarios escolares del día del Indio, al que se le pasó a llamar día del Campesino. Es así como la Pampa de Amancaes fue tragada por las invasiones de pueblos jóvenes que se hicieron propietarios de las cumbres de Lima. En años recientes este medio día feriado desapareció también para dar lugar al jueves de Semana Santa como feriado completo.

Esta rememoración inicial es sólo un aperitivo para hablar de lo que es el tema Central y al que nos aproximaremos desde tres perspectivas, la astronómica, la simbólica y la iniciática.

En sentido astronómico, Solsticio deriva del latín Solis Statio por la aparente detención del Sol y significa tiempo o época del año, o más exactamente, punto de la elíptica donde el Sol alcanza su máxima declinación Norte o Sur, ello porque son dos las oportunidades de los Solsticios del 21 al 22 de junio y del 21 al 22 de diciembre, en cada año. El plano del Ecuador coincide con el plano de la elíptica solamente estas dos veces al año, debido a la inclinación del eje de la Tierra de + 23° 27´ o -23° 27´.

El día 24 de junio, se celebra a San Juan el Bautista y en el Hemisferio Norte corresponde al Solsticio de Verano; el 27 de diciembre se celebra a San Juan el Evangelista correspondiendo al Solsticio de Invierno.

Para nosotros que habitamos en el hemisferio Sur o Austral, el Solsticio de Invierno se da el 24 de junio y el de Verano el 27 de diciembre.

Cualquiera que sea el hemisferio, el efecto que producen en el caso del Solsticio de Verano es tener el día más largo y la noche más corta del año, a su vez el Solsticio de Invierno produce la noche más larga y el día más corto del año. Cada una de estas oportunidades representa un acortamiento de las horas de luz, o un aumento de las mismas, según se trate de Invierno o Verano, a diferencia de los equinoccios, donde las horas de luz y oscuridad no varían.

Ambos Solsticios están a mitad de camino de los Equinoccios (los otros dos días del año en que el Sol atraviesa el ecuador celeste y que corresponden al 23 de marzo y al 23 de setiembre de cada año estaciones de otoño y primavera en nuestro Hemisferio Sur) y en los calendarios se dice que el Sol entra en los signos de Cáncer y Capricornio, según se trate de junio o diciembre.

Como vemos se trata de fenómenos derivados del movimiento de traslación de la Tierra en su curso alrededor del Sol y se trata de posiciones extremas que tiene el Sol respecto de la Tierra, con un cambio de curso que adopta luego de cada Solsticio.

En sentido Simbólico, los Solsticios determinan el paso de las dos grandes fases en que la naturaleza ofrece los cambios y contrastes más notables y opuestos; fenómenos sorprendentes y siempre admirables que todas las religiones y cultos han conmemorado bajo distintas formas y alegorías.

Metafóricamente los Equinoccios y los Solsticios fueron llamados la Puerta de los Cielos y de las Estaciones, y de aquí que los dos San Juan, nombre derivado de Janua, que significa puerta, con la que los cristianos sustituyeron los antiquísimos mitos paganos del Janus de los etruscos y del Saturno de los frigios y griegos.

Los Masones, bajo la advocación de San Juan Bautista y San Juan Evangelista, Patrones de la Orden, celebramos dos Fiestas anuales que son más intensas en el Rito Escocés Antiguo y Aceptado que en el Rito de York, llamadas indistintamente, fiestas de San Juan o de la Orden y tienen lugar la del 24 de junio dedicada a San Juan el Bautista y que además corresponde al Rito Escocés Antiguo y Aceptado y la del 27 de diciembre a San Juan el Evangelista que corresponde al Rito de York, pero que se pierde en su significación y esplendor, porque para entonces normalmente ya está instalado el nuevo cuadro logial y se ha iniciado un período de suspensión de los trabajos hasta el primer martes útil del nuevo año.

El propósito de estas celebraciones es el de unir a todos los Masones de la Tierra en los inicios del verano y del invierno y obviamente se trata de una exterioridad que es apenas un manto que cubre un profundo simbolismo que está reflejado en las alegorías de nuestros Templos, reproduciendo en su interior las imágenes de la luna, el sol y de la bóveda celeste sembrada de estrellas.

Considerando la Institución Masónica que era su alta misión la de ilustrar moralmente todas las clases del orden social, tomó por modelo de sus importantísimas funciones el cuadro físico de los fenómenos solares, imitando en nuestras Logias el Templo maravilloso e inconmesurable que ofrece en conjunto la naturaleza. De este modo, en nuestros Templos los Solsticios se hallan representados por las columnas que figuran al Occidente, a ambos lados de la puerta de entrada, marcando el Nec plus ultra de la marcha aparente del Sol durante los doce meses del año, simbolizados por los doce trabajos de Hércules, cuyos viajes tienen por límites igualmente dos columnas semejantes.

Estas fiestas tradicionales y eminentemente alegóricas son de rigurosa obligación, para todos los Masones, cualquiera fuera el Rito que practiquen. Para celebrarlas las Grandes Logias se reúnen en Asamblea General y las Logias en sesión magna. Unas y otras, según las antiguas prácticas y regulaciones conllevan la entronización de las nuevas autoridades Logiales en junio las del Rito Escocés Antiguo y Aceptado y en diciembre las del Rito de York.

Paradójicamente se celebra con los primeros rayos del Sol, la llegada de la Luz y de la Vida y en el inicio del Invierno se medita sobre la Oscuridad, la Tristeza y la Muerte.

Vistos así con este carácter de meditación y reflexión, estos fenómenos siempre fueron observados con mucho respeto y veneración por los antiguos pueblos mitológicos. Las creencias de los primeros pobladores, ante el misterio de la naturaleza, de la vida y de la muerte, se relacionaban directamente con el recorrido, la entrada y la salida del Sol, y naturalmente rendían su más profunda veneración al astro que les proporcionaba Luz y Calor. Posteriormente esta concepción derivaría en complejas religiones, ritos y filosofías que eran celebrados con pompa extraordinaria ya sea a las riberas del Nilo, o en el Techo del Mundo el Tibet.

Estos jolgorios enraizados en el misticismo de las creencias, recayeron fundamentalmente en el solsticio que se inicia en los últimos siete días del mes de diciembre, al que se denomina como el Solsticio Metafísico, Sagrado y Universal, porque está asociado con el nacimiento de la Luz y en el renacimiento de la esperanza espiritual, ya que curiosamente es durante este fenómeno cósmico que nacieron -por lo menos en la mente de las gentes-, los Grandes Redentores mensajeros de Dios; así nació el Mito de El Salvador, hijo de madre Vírgen, concebida de Dios en pensamiento puro y vino al Mundo como su representante Divino; que se desarrolló en las entrañas de ésta por la concepción más pura y el más perfecto ambiente, fue dado a luz por una madre, significando a la “Reina del Cielo” y al Reino Divino y nació en circunstancias humildes como representante del pueblo, para quien iba a ser el mensajero.

En la metafísica, el 25 de diciembre es una fecha simbólica y lo ha sido por muchos siglos como figura en las antiguas escrituras. Por una suerte de consenso universal, casi todas las naciones de la Tierra en el pasado, escogieron esta fecha para celebrar el parto de la Reina del Cielo, de la Virgen Celestial, de la Esfera y el nacimiento del Dios Sol.

Jesús hijo de María la Virgen Inmaculada nació el 25 de diciembre, igualmente Buda hijo de la Vírgen Maya; Mitra en Persia, Baco y Adonis también, Osiris hijo de una Santa llamada Koros, todos ellos también acreditan haber nacido el 25 de diciembre. En esta misma fecha los antiguos griegos celebraban el nacimiento de Hércules en la noche del Solsticio de Invierno que fue llamada la noche Triple, aludiendo así a la Santa Trinidad o a las Tres Luces Sagradas simbolizadas por un triángulo, representando que Dios el Salvador nació esa noche conteniendo tres personas en una sola Divinidad, habiendo sido incluida en los rituales eclesiásticos muchos años después del establecimiento de la Iglesia Cristiana. También en Roma llegó a ser un día santo, la celebración se llamó: Natalis Solis Invietti (Cumple años el Sol invisible). Los pueblos germanos celebraban este Solsticio con el nombre de Jule Feast (Fiesta Navideña). Los escandinavos llamáronle la Madre Nocturna y la Fiesta fue llamada Jul, que significa Navidad. Los Druidas en Bretaña e Irlanda y entre los galos celebraban el 25 de diciembre con fogatas, llamándole Nolagh que quiere decir día de la Regeneración, y para los franceses ahora se llama Navidad.

En todas las culturas con ligeras variantes el significado simbólico ha sido similar, la puerta de Cáncer o Verano en el hemisferio norte como la Puerta de los Hombres, la caída de las almas y el descenso de los Dioses a la Tierra, el Pitr-Yana de los Hindúes, el Anubis de los Egipcios y el Hermes Trimigesto de los Griegos; la otra Puerta, la de Capricornio o Invierno en el Hemisferio Norte, como la Puerta de los Dioses, la Deva de los Hindúes, el ascenso del alma a planos superiores y la búsqueda de la Luz, la elevación del hombre a la eternidad. En el tránsito Orfico-Pitagórico hasta llegar a la puerta de los inmortales después de tres viajes.

Entre los latinos se tiene al Dios Jano, el Dios de las dos caras visibles y un tercer rostro invisible con dos llaves, una de oro y la otra de plata para abrir ambas puertas solsticiales. Una cara mira al pasado y la otra hacia el futuro y el invisible tercer rostro simboliza el presente, lo que no existe. Todo en cualquier momento ha sido o será, pero jamás es, está representado en la tradición Indica en el ojo frontal de Shiva, también invisible, simbolizando el sentido de la Eternidad que destruye el pasado y el futuro y es el “Eterno presente”.

Jano en Latín es Ianus que significa puerta o entrada, de allí deriva Ianuaris, comienzo o inicio, que se transforma en January en Inglés y Enero en Español, como primer mes del año.

La semejanza de las voces Jano o Ianus y Juan o Ioannes, no obstante no tener raíces idiomáticas, facilitó la suplantación del Jano pagano, por el Juan cristiano, con el fin de extinguir una tradición dispar en los albores de la nueva religión, el Cristianismo.

En general los pueblos antiguos, espectadores del fenómeno natural de mayor o menor esplendor del Sol, vinculado a un ciclo de Aparición - Desaparición de éste y debido al respeto que sentían por su tamaño y por sus efectos benefactores así como a su condición de centro del universo, temían que este ciclo pudiera interrumpirse y un buen día el Sol dejara de aparecer definitivamente

En cuanto a lo iniciático es bueno recordar que Juan el Bautista fue integrante de una comunidad iniciática de corte masónico, que bautizaba a sus adherentes en las riberas del Jordán, administrándoles la gracia y el fuego de la fé a través del bautismo

Los Solsticios de Invierno y Verano representan la eterna muerte y resurrección del Sol, presentándonos en sentido alegórico, las Alternativas de la Luz, a la cual consideraban como el Fuego Sagrado de donde se desprenden nuestras almas en guerra constante contra la materia.

En el ciclo de paso del verano al invierno esta condensado el misterio permanente de la vida, de la creación, de la muerte, de la resurrección. Ese Sol que nace, es el mismo Sol que muere. Además en esencia HH:. que es la vida en sus múltiples aspectos, sino la muerte y resurrección, el perpetuo cambio y el avance eterno. Es nada menos que la materia y el espíritu que lo tenemos simbolizados en la Escuadra y el Compás.

Debemos igualmente y para terminar, rememorar que muchos de los hitos importantes de la Masonería especulativa se han dado en fecha coincidente a los Solsticios

Las regulaciones de 1663 de San Albano, se aprobaron el 27 de diciembre de 1663, día de San Juan Evangelista, donde se sientan las bases de muchas de las conductas que hoy observamos los masones Especulativos

El 24 de junio de 1717 se elige al primer Gran Maestro, estableciéndose entonces Tenidas Trimestrales y el festejo del día de San Juan (24 de junio). Fue entonces que se creó la Gran Logia de Inglaterra, primer cuerpo de esa naturaleza organizado en el Mundo, transformándose la institución de Operativa en Especulativa.

. La Regulación de 1720 fue adoptada el 24 de junio para determinar que el Gran Maestro será designado y propuesto a la Gran Logia con anterioridad a la fecha en que se verifique la fiesta solsticial; y si fuese elegido y se hallare presente, deberá ser saludado como Gran Maestro electo.

Hermanos, no debemos olvidar la celebración de los Solsticios, porque ellos están vinculados al principio, origen y significación de la Masonería Especulativa en su tránsito de Vida y Muerte, pero además recuerdo a todos vosotros, que los Solsticios por ello son Fiestas de la Masonería, de la Orden y que su celebración es de vigorosa obligación, por lo cual soy de la idea que en nuestra Madre Logia, debemos instituir, como una fecha que debe ser materia de una Tenida especial conmemorativa del Solsticio de Invierno, aquella más cercana al 24 de junio de cada año, además que debemos concurrir mayoritariamente a la celebración del Solsticio de verano en el mes de diciembre, que organiza la Gran Logia del Perú y en la cual se entregan las insignias de VM:. y PVM:.

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GEOMETRIA ELEMENTAL

Anselmo

Iniciamos con este trabajo un "repaso" de las enseñanzas que recibimos de geometría, con la diferencia de que lo haremos desde el punto de vista tradicional y masónico. La enseñanza que se ofrece en la actualidad sobre tales materias se limita a lo puramente especulativo y cuantitativo, creyéndose que ese aspecto es el único que tiene utilidad en la vida cotidiana. Se olvida, en definitiva, el punto de vista cualitativo, que es en donde se halla su verdadero sentido y esencia para lograr una mejor comprensión del mundo en que vivimos.

Nos proponemos estudiar de nuevo esta ciencia, aunque eso sí, desde una óptica diferente. Exteriormente nada cambiará, interiormente todo será distinto. Para ello recurriremos a los sabios tradicionales, y de entre ellos hemos de empezar necesariamente por el pitagórico Euclides (330-275 a.C.), uno de los ilustres ancestros de la Masonería.

Se dice que todas las definiciones, teoremas, postulados, etc., expuestos por Euclides en sus Elementos, tal vez no fueran del todo suyos, pues él no hace sino recoger las enseñanzas de los pitagóricos, y es innegable que supo reunir, estructurar, sistematizar y añadir lo necesario a la ciencia geométrica. Y lo hizo de modo magistral, y cuya validez indiscutible llega hasta nuestros días 24 siglos después.

Geometría significa "medida de la tierra". También podemos deducir que la geometría es la ciencia que trata de la extensión, siendo ésta la medida del espacio ocupada por un cuerpo 1. Toda extensión tiene dimensiones (que son sus límites).

Representación del Punto

La primera definición que menciona Euclides, al inicio del Libro I, dice así:

"Punto es lo que no tiene partes"

Y es ahora cuando empiezan las dificultades. Si no tiene partes quiere decir que es indivisible, y si es indivisible quiere decir que es muy pequeño y que no existe modo de representarlo o de verlo. Diremos por tanto que el punto es irrepresentable y únicamente podemos imaginarlo en una posición determinada.

Pero, si es irrepresentable ¿qué es el punto? El punto es un concepto, es una Idea.

Esta idea, que proviene de la intuición intelectual directa, nos facilita la comprensión del punto. Tanto es así que para trazar una circunferencia, necesitamos primero un punto central. Sin la ayuda de este punto central no se podría trazar el círculo. Incluso si intentamos dibujar un círculo a mano alzada, tenemos presente la idea del punto central.

El punto es equiparable al Uno. Diremos que es la primera determinación del Ser que proviene del No-Ser que sería el Cero metafísico. También podemos decir que el punto proviene de la NADA. Pero no una nada que no contiene nada, sino una Nada que contiene todas las posibilidades de manifestación.

Una representación cotidiana y entendible analógicamente por la razón humana sería la de la hoja en blanco en la cual hemos representado un punto apoyando la punta de un lápiz. El punto sería el Ser en su primera manifestación y la hoja en blanco el No-Ser que posibilita al Punto, sin el cual no sería posible el desarrollo de otras figuras geométricas.

Sin embargo, de algún modo hemos de materializar el punto ya que de no ser así no podríamos representar visiblemente las figuras geométricas. El mundo de las formas es finito, por lo tanto, el punto físico, aunque muy pequeño, puede representarse. Podríamos decir, para hacernos una idea, que el punto sería el límite elemental de la extensión.

Nota

1 Ver a este respecto "Medida y manifestación", que conforma el cap. III de El Reino de la Cantidad y los Signos de los Tiempos, de René Guénon. También el cap. IV, titulado "Cantidad espacial y espacio cualificado".

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Los masones recuperan poder en Portugal

La sociedad secreta, llena de políticos e intelectuales, adquiere visibilidad

FRANCESC RELEA - Lisboa - 22/06/2008

Destacados dirigentes políticos, ex presidentes de la República incluidos, militares, empresarios, banqueros e intelectuales, pertenecen a alguna logia masónica de Portugal. La influencia política y económica de la sociedad secreta en el país vecino es incuestionable, y todo indica que irá en aumento. El objetivo es el 2010, año de la conmemoración del centenario de la proclamación de la República. La masonería aspira a una participación masiva en las celebraciones y quiere ser aceptada como interlocutora en la comisión oficial.

Según el periodista António Melo, buen conocedor de las interioridades del mundo masón, el Gran Oriente Lusitano (GOL), principal organización de la masonería portuguesa, aspira a tener un papel destacado en los actos del centenario, similar al del presidente de la República o el Parlamento.

Hace unas semanas, el GOL reeligió por otros tres años a António Reis como Gran Maestre, la máxima autoridad. Este historiador de 60 años, fundador del Partido Socialista, protagonista destacado de la revolución de los claveles (abril de 1974) que acabó con la dictadura, y ex ministro de Cultura, derrotó al candidato aspirante, Felipe Frade, coronel retirado de 65 años, que en los años de la dictadura salazarista fue detenido por la policía política PIDE.

António Reis se resiste a revelar nombres de masones en cargos relevantes. Las normas exigen mantener en secreto la identidad de los 'hermanos', aunque hay algunos que salieron a la luz hace tiempo. El ex presidente socialista Mario Soares (1986-1996) se hizo masón en Francia, en su época de exiliado. Su hijo Joao, ex alcalde de Lisboa, es un masón más activo, al igual que algunos ministros del actual Gobierno socialista, como Rui Pereira (Administración Interna).

En política, la mayoría de masones están en el PS y el Partido Social Demócrata, aunque los hay afiliados al derechista Centro Democrático Social-Partido Popular y simpatizantes comunistas. Varios capitanes de abril son masones, incluido el coronel en la reserva Vasco Lourenço, coordinador del proceso revolucionario y ex gobernador militar de Lisboa.

Los mayores enemigos de las logias han sido las dictaduras, Salazar en Portugal y Franco en España, y la Iglesia católica, que emitió más de 10 bulas papales que la condenaban por diabólica. El salazarismo prohibió sus actividades y expropió sus bienes. Los masones estuvieron en la resistencia, recuerda el gran maestre Reis. Al final de la dictadura apenas quedaban tres logias en Portugal, con medio centenar de hermanos.

Si nos remontamos más atrás, la mitad de los políticos de la época liberal de la primera República (1910-1926) fueron masones, incluidos los tres presidentes, que llegaron a ser grandes maestres. En el XIX, llegaron a lo más alto. El rey Dom Pedro IV, emperador de Brasil, fue gran maestre del Gran Oriente Brasileño.

La masonería de Portugal tiene la estructura más antigua de Europa, después del Reino Unido. La primera logia fue fundada por comerciantes británicos residentes en Lisboa, en 1727, diez años después de que la masonería diera sus primeros pasos en Londres. La sede del Gran Oriente Lusitano está en un palacio del siglo XVIII. El patrimonio de la institución está valorado en millones de euros, sobretodo por los edificios del centro de Lisboa, como el internado de Sao Joao y una antigua escuela, y en otros puntos del país y las Azores. Hasta en Macao, ex colonia portuguesa en Asia, hay una logia masónica

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domingo, junio 29, 2008

LOS SOLSTICIOS

César A. Pain Sr P:.M:..
R:.L:.S:. ALIANZA FRATERNAL AMERICANA No. 92
Ori:. de Washington, Vall:. del Distrito de Columbia

Para nosotros los masones, las fiestas solsticiales tienen profunda significación filosófica. En nuestro ritual, al abrir y cerrar la Log:., siempre están presentes LOS SANTOS JUANES en nuestros templos, están representados por dos líneas perpendiculares, dejando el ara al centro, donde se encuentra "un círculo donde ningún maestro masón puede fallar", y no puede hacerlo porque en ese círculo está el volúmen de la ley sagrada que regula la moral y toda acción positiva espiritual y también representa la ley civil que permite al hombre desenvolverse en sus relaciones con sus semejantes.

Los solsticios representan el eterno contraste de la luz y la oscuridad, de la vida y la muerte y el sempiterno renacer de la creación, donde nada puede ser destruído, solo transformado en los tres estados naturales, sólido, líquido y gaseoso, es el ave fénix que siempre renace de sus cenizas.

En este solsticio de verano de 1997 se celebra también el 280 aniversario de la fundación de la Gran Logia de Londres (junio 24, 1717) y de la elección del primer gran maestre. Nace la masoneria especulativa, con la misión de formar un nuevo, magnífico, bellísimo y esplendoroso templo: "EL HOMBRE".

Forjándolo entre los sagrados principios de libertad, igualdad y fraternidad. Hombres que durante los casi tres siglos trascurridos han cambiado la humanidad, haciéndola copartícipe de todas las bondades que el G:. A:. D:. U:. nos permite alcanzar.

Los solsticios representan la armonía cósmica, que permite observar, año tras año, como se cumplen con asombrosa regularidad, de acuerdo a las leyes fisicas de su relación con la tierra,
prolonga los dias o las noches, haciendo que la naturaleza cumpla inexorablemente sus ciclos biológicos.

Astronómicamente, los solsticios se realizan cuando el sol se encuentra cruzando el Trópico de Cáncer (verano), haciendo que los días sean mas largos, en el hemisferio boreal, ocurriendo todo lo contrario en el Trópico de Capricornio (invierno), en el hemisferio austral.

En lo individual, el hombre busca su introspección; para él, el invierno es como la incomprensión, la deslealtad, el halago de los mediocres, el acomodo de los timoratos, la crueldad de los ambiciosos y el descaro del intolerante para defender su obsesión.

Sabe que su convivencia con la naturaleza no es fácil, pero es bastante más difícil su relación con la destrucción, la opresión, la injusticia y la desigualdad humana.

En primavera, en cambio, trae la serenidad, porque la naturaleza renace con todo su esplendor, el sol retoza amablemente entre los valles y montañas, permitiendo a toda forma de vida vegetal reverdecer y florecer, llenando el mundo con pinceladas de múltiples colores y agradables aromas.

Nos permitimos observar desde nuestra pequeña concepción cósmica ...

Invito a todos a seguir disfrutando en :LOS 33 ESCALONES DEL CONOCIMIENTO MASONICO

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sábado, junio 21, 2008

El Egregor o Egrégora masónica

 

“Entre las consecuencias que ella podría comportar, está sobre todo ese fenómeno psíquico y místico de la formación de una egrégora en el seno de una asamblea de discípulos fervientes y unánimes, fenómeno que estaría en condiciones de elevar el espíritu de los participantes hasta una suerte de trascendencia que, gracias a su participación, multiplicaría las posibilidades de intuición y de comprensión.”

René Guenón

Hemos extraído estos párrafos de distintos Sitios del Web. La intención no es la de una simple información doctrinaria. Tiene un propósito corrector del ambiente de jolgorio fraternal que en algunas Logias se manifiesta a lo largo de toda una Tenida o en partes de ella o aún en la Cadena Fraternal.

Ejemplos nimios de la manifestación de este ambiente son la lectura del Ritual en forma acelerada (sin expresar el sentido esotérico de cada frase), los errores que se cometen en la misma lectura, los comentarios en voz baja al vecino, el pedir un prosaico caramelo, el beber de una botella guardada debajo de su silla, el estornudar sonoramente, las muecas de disgusto o los gestos de las manos ante una idea expresada por el disertante, la intolerancia en general, el permitir que la envidia distorsione el sano juicio sobre la actuación de un Hermano, el iniciar un comentario con un rotundo “está equivocado” en lugar del preferible “este fue un comentario interesante pero hay lugar a otros puntos de vista”, la excesiva verborragia al hacer uso de la palabra, el desconocimiento de las normas por las que se rige la movilidad dentro del Templo, etc.

Con ello reducimos la posibilidad de lograr un ambiente recogido, atento, de elevación espiritual, de alcanzar la egrégora que, - dejando de lado todo propósito místico, - constituye la esencia de nuestra asistencia al Templo. (J.S.)

““Egregor” [Del griego Egregoroi] significa velar. Egrégora también proviene del mismo término y designa la fuerza generada por la sumatoria de las energías físicas, emocionales y mentales de dos o más personas cuando se reúnen con cualquier finalidad.

Los diccionarios no registran el término egrégora, del griego "egregorien" (vigilar). Sin embargo Rizardo da Camino, en su Diccionario Masónico, se refiere a esta realidad sensible y actuante como el "Cuerpo místico que se forma con sus propias peculiaridades, cuando todos (los oficiantes) se unen con las mentes para el acto de crear". También se podría definir como una especie de "mente global" de cierta autonomía, que está conformada con los sucesivos aportes de los participantes afines a un cierto lugar o estudio; algo similar al concepto del inconsciente colectivo de Jung.

A los Egregores Eliphas Levi, el escritor ocultista francés, los denomina príncipes de las almas. Rizardo da Camino en su Diccionario Masónico, dice que es un “Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear”. Al Egregor se le supone un centro de conciencia dévico, entendiendo por dévico a las reacciones del Espacio por cualquiera de los estados de conciencia humanos.

Se le conceptúa esotéricamente como un ente primordial formado por una agrupación de almas en un todo de sustancia mental o psíquica. Los antiguos consideraban a la Egrégora un ser vivo con fuerza y voluntad propias generadas a partir de sus creadores o alimentadores pero independiente de las de cada uno de ellos.

En el plano racional a los Egregores se les entiende como formas psíquicas que tienen que ver con estados de conciencia humanos. Es un 'ser psíquico' de carácter colectivo; un campo de influencia común, es un fluir sutil, invisible y elástico que ocupa espacios y que transmite energías creadas por un modo de pensar, de sentir o de actuar de los seres humanos. Es un “ente” real, sensible y actuante, aunque imponderable, que permite tener a los corazones sintonizados.

Es un alma grupal, un arquetipo que dirige el destino de la comunidad. Es innegable su poder por la consolidación de lazos entre el individuo y el grupo integrando al primero a un registro del inconciente colectivo. Si algunas personas se reúnen y emiten vibraciones fuertes e idénticas por pensamientos de la misma naturaleza, formarán uno por energía positiva o negativa, según sea el genero de los pensamientos emitidos, el Egregor creado con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, reaccionará sobre nosotros. Es decir; todo impulso vital o substancial que surge de individuos o de comunidades produce una reacción en el espacio que provoca la forma psíquica de un Egregor, que se establece alrededor de las personas, de los hogares, de templos, de instituciones, etc, y por el que se puede percibir las condiciones y carácter de los mismos.

La Egrégora se realimenta de las mismas emociones que la crearon, y a quienes la engendraron, se les induce a producir repetidamente las mismas emociones. Los hay efímeros y permanentes. Los primeros obedecen a impulsos psíquicos o estados de conciencia esporádicos y sin fuerza aglutinante; los segundos son el resultado de la acumulación de materia psíquica realizada de manera constante y permanente por efecto de los estados de conciencia habituales, ya sea de los individuos o de los grupos. Por ejemplo: Una persona pesimista producirá un tipo de energía que por ley de afinidad se fijará a su alrededor y se ligará con personas y sitios que tengan su misma vibración.

Vibración que puede ser uno de los siete principios herméticos, el que dice: "Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra"

Si consideramos que hay tres planos de existencia: el plano físico o material, el plano mental o metafísico y el plano espiritual, también existen tres tipos de vibraciones, la más baja la del plano material y la más alta que corresponde al plano espiritual. Obviamente así como en el plano físico no todo lo que existe posee la misma vibración, en los demás planos también hay diferencia vibracional. En el Universo entero no hay nada que esté inmóvil y quieto sino que en realidad está todo continuamente vibrando y en movimiento. Cualquier pensamiento (positivo o negativo) es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior para dar forma a lo que hemos pensado. En su camino se une con pensamientos similares de otras personas y se fortifica, una vez que es lo suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás.

Tres axiomas herméticos:

«Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.»

«Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se elimina cambiando su polaridad.»

«La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.»

El Egregor formado por el poder de los ritos, de las ceremonias litúrgicas y de meditaciones llevadas a cabo regularmente por las distintas religiones, sociedades y escuelas esotéricas de entrenamiento espiritual del mundo determinan estados psíquicos con gran influencia que afectan el ambiente particular de tales comunidades y también sobre otras conciencias generando un fenómeno psicológico vivenciado como un despertar espiritual. Así, se aprecia una elevación o dignificación de la conciencia. Estos Egregores son deseables, necesarios, y es lícito pretenderlos como cohesión iluminada. Por el contrario, existen otros negativos que son generados por actos de egoísmo, por la incapacidad de aceptación del bien y de rechazar al mal. Estos Egregores son los más numerosos y los que frecuentemente nos encontraremos cruzados en el camino hacia la máxima elevación espiritual en donde se busca la paz, la serenidad y la comprensión.

Los distintos tipos de Egregores cualifican la vida de individuos y de los grupos que los produjeron por efecto de sus ordinarios y habituales trabajos y estados de conciencia. Los hay que provenientes del pasado aun pululan en ritos y ceremonias y continúan proyectando energías. Otros, de carácter reciente generan un poder muy notorio en la vida actual determinando los aspectos sociales, políticos, culturales, de las distintas naciones.

Ente mágico y etéreo, fruto de sinergismo de personas reunidas en la práctica de un ritual, como energía psíquica se dota de una forma objetiva en el plano donde se manifiesta. Esta forma se adapta a las expresiones de la personalidad cuando se experimentan estados de conciencia como el odio, la envidia, el miedo o la desesperación o, por el contrario, la benevolencia, el afecto, la compasión, la decisión o el valor. La acumulación de las energías psíquicas exigiendo una forma haya en los distintos espacios cualificados la respuesta adecuada. La actividad en distintos niveles de expresión psíquica, produce y determina aquellas formas y una vez creadas se introducen en las mismas constituyendo lo que podríamos denominar esotéricamente un centro de conciencia grupal.

El Egregor, siendo básicamente una creación mental -ya sea en un sentido positivo o negativo- ofrece la particularidad de estar dotado de una conciencia embrionaria con capacidades de acción y de reacción, así como de un alto espíritu de supervivencia. Tiene capacidad de absorción de las energías y también de expansión de las mismas, oponiendo resistencia a las fuerzas que tratan de destruirle. Los Egregores influyen muy directamente en la historia humana estructurando ambientes psíquicos que determinan el grado de civilización y cultura. Jesús formó el Egregor del cristianismo Hitler el del nazismo.

El masónico aparece en las logias durante el trabajo, por ello, sería aconsejable que el lugar esté exclusivamente dedicado para el oficio masónico y que la tenida se lleve a cabo tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales en completa armonía. La Egrégora masónica atribuye a los trabajos un carácter místico, diferenciándolos de otros tipos de reuniones, por tanto, al ingresar en el Templo, los miembros deberían dejar todo pensamiento y actitud profana fuera. Los Aprendices, Compañeros y Maestros, superando el papel de simples espectadores, deberían estar dispuestos a realizar aportes de actitud y opinión constructiva que producirán una especie de vibración involucrada que constituirá un Egregor particular al que nos conectaremos mental o emocionalmente, alimentándolo, al mismo tiempo que nos alimenta a nosotros en un constante equilibrio.

Si nuestro trabajo en el Taller se limita al simple ejercicio mímico del Rito, si evidenciamos una actitud desapegada y sin sentido ceremonioso, si nuestra intervención es una simple exposición de palabras vacuas, una logomaquia sin sentido, si nuestro pensamiento se enroca perezosamente en la rutina y desprecia aspiraciones elevadas; entonces estaremos contribuyendo a la formación de un Egregor que sumado a otros con igual actitud aumentará su fuerza y provocará el fracaso de los trabajos.

Cuando un hermano realiza su honesto aporte masónico puede generar una vibración poderosa que se propagará libremente por el silencio de algún alma opacada estimulando su reflexión. Imaginemos a la totalidad de hermanos trabajando con similar disposición y será fácil augurar un futuro provechoso para ése templo.

Hay logias en las que sus características peculiares perduran a pesar de los individuos que entran y salen de ella, el taller tiene su alma, su Egregor, formado por todos los que participaron en las Tenidas, también por su embellecimiento y cuidado, que deben ser permanentes. Así, el Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado con buen gusto para estimular la emoción artística, porque el arte y la belleza son fundamentales para la evolución del Egregor de la Logia. Deberían evitarse la murmuración, los gestos poco fraternales. Sería deseable por parte de todos los hermanos que sus trabajos estén regidos por los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas y afectuosas. Convendría que las tenidas fueran constantes y regulares con asistentes sinceros y entusiastas con los trabajos de la Logia.”

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MASONES Y CARPINTEROS

RENÉ GUÉNON

Ha habido siempre, entre las iniciaciones de oficio, una especie de querella de precedencia entre los albañiles (1) y los talladores de piedra y los carpinteros; y si se consideran las cosas no en el aspecto de la importancia actual de estas dos profesiones en la construcción de edificios, sino en el de su antigüedad respectiva, es bien cierto que los carpinteros pueden efectivamente reivindicar el primer rango.

En efecto, como hemos ya señalado en otras ocasiones, las construcciones, de manera muy general, fueron de madera antes de ser de piedra y ello es lo que explica que, en la India especialmente, no se encuentra ninguna huella de las que remontan más allá de cierta época.

Tales edificios eran evidentemente menos duraderos que los construidos en piedra; también el empleo de la madera corresponde, entre los pueblos sedentarios, a un estadio de menor fijeza que el de la piedra, o, si se quiere, a un menor grado de "solidificación", lo que está muy de acuerdo con el hecho de relacionarse con una etapa anterior en el curso del proceso cíclico (2).

Esta observación, por simple que pudiese parecer en sí misma, está muy lejos de carecer de importancia para la comprensión de ciertas particularidades del simbolismo tradicional: es así cómo, en los más antiguos textos de la India , todas las comparaciones referentes al simbolismo constructivo son siempre sacadas del carpintero, de sus útiles y de su trabajo; y Vishvakarma, el "Gran Arquitecto" mismo, es designado también con el nombre de Twashtri, que es literalmente el "Carpintero". Va de por sí que la función del arquitecto (Sthapati, que además es primitivamente el maestro carpintero) no es en nada modificada por ello, puesto que, salvo la adaptación exigida por la naturaleza de los materiales empleados, es siempre del mismo "arquetipo" o del mismo "modelo cósmico" del que hay que inspirarse, y ello ya se trate de la construcción de un templo o de una casa, de un carro o de un navío, (y, en estos últimos casos, el oficio de carpintero jamás ha perdido nada de su importancia primera, al menos hasta el empleo totalmente moderno de los metales, que representan el último grado de la "solidificación" (3).

Evidentemente también, que ciertas partes del edificio se realicen en madera o en piedra, ello no cambia nada, si no en su forma exterior, al menos en su significación simbólica; poco importa a este respecto, por ejemplo, que el "ojo" del domo, es decir, su abertura central, sea recubierto por una pieza de madera, o por una piedra trabajada de algún modo, constituyendo una y otra igualmente y en un sentido idéntico, la "coronación" del edificio, según lo que hemos expuesto en precedentes estudios; y con mayor razón ocurre lo mismo con las piezas del carpintero que han permanecido como tales una vez que la madera ha sido sustituida por la piedra en la mayor parte de la construcción, como las vigas que, partiendo de este "ojo" del domo, representan los rayos solares con todas sus correspondencias simbólicas (4).

Se puede pues decir que el oficio del carpintero y el del albañil, puesto que proceden en definitiva del mismo principio, proporcionan dos lenguajes parecidamente apropiados para la expresión de las mismas verdades de orden superior, la diferencia no es más que una simple cuestión de adaptación secundaria, como lo es siempre la traducción de una lengua a otra, pero, bien entendido, cuando se trata de cierto simbolismo determinado, como en el caso de los textos tradicionales de la India a los cuales hacíamos alusión anteriormente, hace falta, para comprender enteramente su sentido y su valor, saber de una manera precisa cual es, de los dos lenguajes, aquel más propiamente relacionado.

A este respecto, señalaremos un punto que nos parece tener una importancia totalmente particular; se sabe que en griego, la palabra hylê significa primitivamente "madera", y que es al mismo tiempo la que sirve para designar el principio sustancial o la "materia prima" del Cosmos, y también por aplicación derivada de ésta, a toda "materia secunda", es decir, a todo lo que desempeña en un sentido relativo, en tal o cual caso, un papel análogo al del principio sustancial de toda manifestación (5).

Este simbolismo, según el cual aquello de lo cual está hecho el mundo es asimilado a la madera es además muy general en las más antiguas tradiciones, y, por lo que acabamos de decir, es fácil comprender su razón con relación al simbolismo constructivo: en efecto, desde el momento que de la "madera" se han sacado los elementos de la construcción cósmica, el "Gran Arquitecto" debe ser considerado antes que nada como un "maestro carpintero", como lo es efectivamente en semejante caso, y como es natural que lo sea allí donde los constructores humanos, cuyo arte, desde el punto de vista tradicional, es esencialmente una "imitación" del arte del "Gran Arquitecto", son ellos mismos carpinteros (6).

No carece de importancia tampoco, en lo que concierne más especialmente a la tradición cristiana, el resaltar, como ya lo ha hecho A. Coomaraswamy, que puede fácilmente comprenderse así que el Cristo debía aparecer como el "hijo del carpintero"; los hechos históricos, como hemos dicho muy frecuentemente, no son en suma sino un reflejo de realidades de otro orden, y solamente ello les da todo el valor del que son susceptibles; también hay ahí un simbolismo mucho más profundo de lo que se piensa de ordinario (si es que la inmensa mayoría de los cristianos tiene aún, por vagamente que sea, la idea de que puede haber en ello un simbolismo cualquiera).

Que además esa no sea más que una filiación aparente, eso mismo es exigido todavía por la coherencia del simbolismo, puesto que se trata de algo que no está en relación más que con el orden exterior de la manifestación, y no con el orden principial; es de la misma manera exactamente cómo, en la tradición hindú, Agni, en tanto que es el Avatara por excelencia, tiene también a Twashtri como padre adoptivo cuando toma nacimiento en el Cosmos; ¿y cómo podría ser de otra forma cuando este Cosmos mismo no es otra cosa, simbólicamente, que la obra misma del "maestro carpintero"?

NOTAS:

(1). En francés, la palabra "maçon" es sinónimo de "albañil" (N. del T.)

(2). Ver las consideraciones que hemos expuesto a tal respecto en El reino de la cantidad y los signos de los tiempos, (Paidós, Barcelona, 1996), especialmente cap. XXI y XXII.- Naturalmente, el cambio de que se trata no puede ser considerado como habiéndose producido simultáneamente en todos los pueblos, sino que hay siempre etapas correspondientes en le curso de la existencia de éstos.

(3). Bien entendido que oficios como el del carretero y el del carpintero de blanco deben ser encarados como no siendo más que particularizaciones o "especializaciones" ulteriores del oficio de carpintero, que, en su acepción más general, que es al tiempo la más antigua, comprende todo lo que concierne al trabajo de la madera.

(4).Si incluso, más tarde aún, esas vigas son reemplazadas en ciertos casos por "nervaduras" en piedra (y pensamos sobre todo aquí en las bóvedas góticas, ello tampoco cambia nada del simbolismo.- En inglés, la palabra beam significa a la vez "rayo" y "viga", y, como Ananda Coomaraswamy ha señalado en diversas ocasiones, ese doble sentido nada tiene sin duda de fortuito, desgraciadamente es intraducible en francés, donde, por contra, se habla corrientemente de las "rayas"(rais) o de los "rayos"(rayons) de una rueda, que desempeñan con relación al medio de ésta, la misma función que las vigas en cuestión con relación al "ojo" del domo.

(5). Es bastante curioso que en español, la palabra "madera", derivada directamente de "materia", sea empleada todavía para designar "le bois"("la madera" en francés) e incluso más especialmente la de carpintería.

(6). Quizás no carezca de interés el anotar que, en el grado 22 de la Masonería escocesa, que representa, según la interpretación hermética, "la preparación de los materiales necesarios para la realización de la Gran Obra ", estos materiales son figurados , no por las piedras como en los grados que constituyen la iniciación propiamente masónica, sino por la madera de construcción; podría pues verse en este grado, cualquiera que pueda ser de hecho su origen histórico, como una especie de "vestigio" de la iniciación de los carpinteros, tanto más cuanto que el hacha, que es su símbolo o atributo principal, es esencialmente un útil de carpintero.- Además hay que resaltar que el simbolismo del hacha es aquí muy diferente de aquel, mucho más enigmático, según el cual, en la Craft Masonry, está asociada a la "piedra cúbica en punta", y del que hemos dado la explicación en un precedente artículo ("Un jeroglífico del Polo", mayo de 1937). Conviene recordar también, por otro lado, la relación simbólica que el hacha tiene, de manera general, con el vajra (cf. Nuestros artículos sobre "Las piedras de rayo", en el nº de mayo de 1929, y sobre "Las armas simbólicas", en el nº de octubre de 1936). Actualmente: Símbolos de la Ciencia Sagrada , Paidós, Barcelona, 1996.

Publicado en "Etudes Traditionnelles", diciembre de 1946. Recopilado en Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage II.

 

CONSAGRACIÓN

A. Lavagnini


        Conducido nuevamente al ara, delante de la cual debe, como antes, disponerse en actitud de acuerdo con la importancia del acto que está por verificarse, se le hacen confirmar nuevamente, al recipiendario, sus obligaciones, después de lo cual el V.: M.:, con la espada flamígera apoyada sobre la cabeza del recipiendario, pronuncia la fórmula de la consagración, acompañada por los golpes misteriosos del grado. Hecho esto, lo hace levantar y lo abraza, dándole por primera vez el título de hermano, y le ciñe el mandil diciendo:

        "Recibid este mandil, distintivo del masón, más honroso que todas las condecoraciones humanas, porque simboliza el trabajo, que es el primer deber del hombre y la fuente de todos los bienes, el que os da derecho a sentaros entre nosotros, y sin el cual nunca debéis estar en la Logia".

        La espada flamígera, emblema del Magisterio, y el mandil de piel, que caracteriza a todo masón, son dos símbolos que merecen toda nuestra consideración.

        Encontramos tanto éste como aquélla en los versículos 21 y 24 del tercer capítulo del Génesis, en donde se nos dice que el Eterno hizo túnicas de piel para Adán y su mujer y los visitó. Y, después de haber echado fuera al hombre del Jardín del edén "para que trabajase la tierra", puso en el oriente del mismo Jardín del edén a unos querubines, que lucían doquiera una espada flamígera, "para custodiar el Camino del Árbol de la Vida".

        Es evidente que las túnicas de piel a las que aquí se hace mención simbolizan el cuerpo físico del hombre, del cual se reviste la conciencia individualizada (Adán) y su reflejo personal (su mujer) al ser enviados desde el estado de beatitud edénica (el mundo mental o interior) sobre la tierra (o realidad objetiva) para trabajarla, o expresar en ella sus cualidades divinas.

        En cuanto  a la espada flamígera, que se encuentra con los querubines (ángeles o Mensajeros del Divino en el hombre) al Oriente u origen del Mundo Mental o interior de la conciencia, es un símbolo manifiesto del poder Divino, "que es poder creador" latente en todo ser humano, y que es privilegio del Magisterio realizar o recuperar, manifestando así las más elevadas posibilidades de la vida, cuyo Camino abre y custodia.

        El mandil que recibe, y con el cual se reviste todo masón, es un emblema del mismo cuerpo físico con el cual venimos para trabajar sobre la tierra , y con el objeto de adquirir aquellas experiencias que nos transformarán en artistas verdaderos y acabarán por darnos el magisterio o dominio completo sobre nuestro mundo.

        La percepción de este mandil, o túnica de piel , como simple vestido o envoltorio exterior, así como de la esencia misma de nuestro ser, es consecuencia de la visión espiritual que hemos conseguido con nuestra búsqueda de la Luz, desde el Occidente de los sentidos al Oriente de la Realidad. Por esto tampoco debe conducirnos a despreciarlo, por ser parte integrante y necesaria a la perfecta manifestación del hombre en la vida terrestre, mediante la cual ha de ir depurándose y escalando grados en pos de una existencia divina.

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Los Guantes


León Zeldis, FPS, 33°
PSGC, Supremo Consejo del Rito Escocés del Estado de Israel
Gran Maestro Adjunto Honorario

La costumbre de entregar dos pares de guantes al recién iniciado, uno para sí mismo y el otro para la mujer que más respeta, tiene una larga tradición histórica. Posiblemente, su origen se remonta al siglo X. Una crónica relata que en el año 960, los monjes del Monasterio de San Alban en Maguncia le ofrecían un par de guantes al obispo en su investidura. En la oración que se pronunciaba en la ceremonia de la investidura, se imploraba a Dios que vistiera con pureza las manos de su sirviente.

Durandus de Mende (1237-1206) interpretaba los guantes cono símbolo de modestia, ya que las buenas obras ejecutadas con humildad deben ser mantenidas en secreto.

En la investidura de los reyes de Francia, éstos recibían un par de guantes, tal como los obispos. Las manos ungidas y consagradas del rey, así como las de un obispo, no debían tener contacto con cosas impuras. Después de la ceremonia, el Hospitalario quemaba los guantes, para impedir que pudieran ser utilizados para usos profanos.

Artículo completo aquí

miércoles, junio 18, 2008

Acuerdo de cooperación en materia educativa entre la OEA y la Confederación Masónica Interamericana

Texto original del Acuerdo firmado el 9 de Mayo del 2008 en Washington D. C., U.S.A.

Sede de la OEA, viernes 9 de mayo 2008, el Presidente de la CMI Rafael Eduardo Aragón Guevara, el Secretario General de la OEA José Miguel Insulza y el Secretario Ejecutivo de la CMI Jorge Alejandro Vallejos.

LAS PARTES EN ESTE ACUERDO, la Secretaría General de la Organización de los Estados Americanos (en adelante la SG/OEA), organización internacional de carácter público, con sede en 1889 F Street, N. W., Washington, D.C. 20006, representada por el Secretario General, señor José Miguel Insulza, y La Confederación Masónica Interamericana (en adelante CMI), organización sin fines de lucro, con dirección en Centro, Calle San Juan de Dios # 3-25, Apartado Aéreo 1969, Cartagena de Indias, Colombia, representada por el Presidente, señor Rafael Eduardo Aragón Guevara.

Considerando:

La importancia de promover todas las formas posibles de cooperación en materia educativa, partiendo del reconocimiento que la unidad espiritual del Continente se basa en el respeto de la personalidad cultural de los países americanos y demanda su estrecha cooperación en las altas finalidades de la cultura humana;

Que la educación es un medio eficaz para fomentar la conciencia de los ciudadanos con respecto a sus propios países y, de esa forma, lograr una participación significativa en el proceso de toma de decisiones, y reafirmar la importancia del desarrollo de los recursos humanos para el logro de un sólido sistema democrático;

Que en la Carta de la OEA se postula que la pobreza, el analfabetismo y los bajos niveles de desarrollo humano son factores que inciden negativamente en la consolidación de la democracia; y que por su parte, la CMI asume a la educación como una función del Estado, al que corresponde desarrollar y orientar las capacidades del individuo, a fin que se adapte a la fisonomía cultural y económica de cada país y utilizar íntegramente tales capacidades en forma de permitir la independencia económica e incorporación de todo los valoras materiales y espirituales que contribuyan y hagan posible la evolución creciente de la humanidad;

Que en la Carta Democrática Interamericana la OEA establece que continuará desarrollando programas y actividades dirigidos a promover los principios y prácticas democráticas y fortalecer la cultura democrática en el hemisferio, considerando que la democracia es un sistema de vida fundado en la libertad y el mejoramiento económico, social y cultural de los pueblos;

Afirmando la voluntad política de ambas instituciones de fortalecer aun mas y demostrar la importancia coincidente por una parte representada en la OEA, consignada en la visión que los programas y actividades deban dirigirse a promover la gobernabilidad, la buena gestión, los valores democráticos y el fortalecimiento de la institucionalidad política y de las organizaciones da la sociedad civil. Y por otra parte la CMI, para la cual, la tolerancia, la libertad de conciencia, la libertad de pensamiento, el pleno respeto a la persona humana y a la aspiración a la cultura constituyan postulados esenciales.

Que la CMI propugna entre sus objetivos fundamentales el contribuir, con cuantos esfuerzos se realicen a nivel nacional e internacional, a la defensa de la libertad, de los derechos humanos, de la justicia, de la verdad, del mantenimiento de la paz, de la solidaridad, de la protección de la ecología y de la mas sincera colaboración entre los pueblos de América y del resto del mundo.

Que la SG/OEA es el órgano central y permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) y tiene la facultad de establecer y fomentar relaciones de cooperación conforme con el artículo 112 (h) de la Carta de la OEA y con la Resolución de su Asamblea General AG/RES. 57 (I-O/71).

HAN CONVENIDO en suscribir este Acuerdo:

Artículo I

Objeto

1.1. Las Partes acuerdan cooperar para la propuesta, promoción o implementación de medidas para la educación de los valores democráticos y de los derechos humanos. El objetivo del Acuerdo es establecer un marco regulatorio para dicha cooperación entre las Partes. Las Partes reconocen la importancia de la cooperación tanto bilateral como regional para el logro de este objetivo.

Artículo II

Asesoría, Intercambio de Información y Asistencia a Reuniones

2.1. La CMI se comprometa a:

       

  1. Proveer información a la SG/OEA en aquellos asuntos que sean materia de este Acuerdo cuando le sea requerido;

  2. Difundir ende las diferentes instituciones con las que tenga relaciones, información sobre los objetivos y actividades de la OEA con base en la información que provea la SG/O EA;

  3. Proveer a la SG/OEA publicaciones sobre asuntos que tengan relación con los programas, proyectos y actividades conjuntos;

  4. Considerar las observaciones y comentarios escritos de la SG/OEA sobre las áreas señaladas en este artículo.

       

2.2. La SG/OEA se compromete a:

       

  1. Enviar a la CMI documentación y publicaciones de la OEA que le sean solicitadas por su Presidente, conforme a los recursos financieros disponibles y a sus restricciones de confidencialidad;

  2. De conformidad con las normas de los respectivos órganos de la OEA y a la solicitud del Presidente de la CMI invitar a sus representantes a las reuniones públicas de esos órganos, cuando vayan a ser discutidos temas que sean de su interés;

  3. Considerar las observaciones y comentarios escritos de la CMI en las áreas señaladas de este artículo.

       

Artículo III

Relaciones Especiales de Cooperación

3.1. Las Partes consideraran desarrollar relaciones especiales de cooperación en áreas de interés común por medio de acuerdos suplementarios, memorandos de entendimiento o mediante el intercambio de cartas, conforme a lo dispuesto en el artículo 4.3 de este Acuerdo, entre los que se tomarán en cuenta:

  1. El intercambio de delegaciones o representantes de ambos sectores, incluyendo visitas de estudio, para fortalecer el desarrollo, implementación y análisis de las disposiciones en el marco educativo;

  2. El copatrocinio y organización conjunta de conferencias, seminarios, talleres, reuniones, sesiones de capacitación y programas de promoción, capacitación e implementación en los temas de mutuo interés;

  3. La instalación de consultas reciprocas por las que ambas partes se comunicarán previamente para tratar los temas de mutuo interés;

  4. La facilitación de asociaciones, vínculos u otros canales de comunicación para el intercambio de información y documentación entre representantes de los sectores susceptibles de ser de interés para las Partes;

  5. La invitación recíproca entre ambas instituciones a los diversos eventos que involucren temas comunes con el presente Acuerdo; y;

  6. Cualquier otra forma de cooperación educacional que las Parles acuerden.

       

3.2. Los acuerdos suplementarios, memorandos de entendimiento y las cartas que se suscriban en virtud del artículo 4.3 se regirán por lo dispuesto en este Acuerdo, salvo que las Partes lo modifiquen expresamente por medio de esos instrumentos.

Artículo IV

Identificación e Implementación de Programas, Proyectos y/o Actividades Conjuntos

4.1. En el marco de la cooperación educativa se formulara un programa de trabajo conjunto desarrollado por una Comisión bipartita creada para el efecto, y en el cual se reflejaran las prioridades regionales para les actividades de cooperación, mismo que será acordado por las Partes, y se relacionará con:

       

  1. La inclusión de actividades de largo, mediano y corto plazo;

  2. El fomento de asociaciones para abordar temas actuales y futuros de acuerdo al contenido del presente Acuerdo;

  3. La Creación de capacidad para promover la participación de las diversas comunidades sociales en el proceso de información y toma de decisiones en materia de valores educativos democráticos y de derechos humanos;

  4. La realización de otras actividades, proyectos o reuniones conjuntas de mutuo acuerdo sobre asuntos de interés común;

  5. El establecimiento de los derechos y responsabilidades de las partes de las Publicaciones resultantes de un proyecto o actividad conjunto especifico, en el referido Programa de Trabajo o en un documento separado, según lo decidan las partes.

4.2. En el desarrollo del programa de trabajo, proyectos y actividades de cooperación, las Partes elaborarán parámetros u otro tipo de medidas de desempeño con el fin de apoyar a la Comisión en su capacidad de examinar y evaluar el progreso de los diversos eventos de cooperación específicos en el cumplimiento de los objetivos establecidos. Aparte de su programa de trabajo, la Comisión procurará elaborar propuestas y otros medios para complementar y fomentar el cumplimiento del presente Acuerdo

Artículo V

Disposición Financiera

5.1. Sin perjuicio de lo que las Partes dispongan en los acuerdos suplementarios, memorandos de entendimiento y/o en el intercambio de cartas, suscritos en virtud de este Acuerdo, para la implementación conjunta de programas, proyectos y/o actividades, este Acuerdo por si solo no implica obligaciones de carácter financiero para las Partes.

Artículo VI

Coordinación y Notificaciones

6.1. La dependencia responsable dentro de la SG/OEA de coordinar las actividades de la SG/OEA según este Acuerdo es la Secretarla General y su Coordinador es el señor Pablo Gutiérrez, Director del Departamento para la Cooperación y Observación Electoral. Las notificaciones y comunicaciones deberán dirigirse a dicho/a Coordinador/ a a la siguiente dirección, fax y correo electrónico:

Secretaria General de la OEA

Pablo Gutiérrez, Director, Departamento para la Cooperación y Observación Electoral

1889 F Street, N. W.

Washington. D.C. 20006

Estados Unidos de América.

6.2. La dependencia responsable dentro de la CMI de coordinar las actividades de cooperación en materia educativa según este Acuerdo es la Presidencia, y su Coordinador es el señor Rafael Eduardo Aragón Guevara, Presidente. Las notificaciones y comunicaciones deberán dirigirse a dicho/a Coordinador/ a a la siguiente dirección, teléfono, fax y correo electrónico;

Centro, Calle San Juan de Dios

#3.25, Apartado Aéreo 1969

Cartagena de Indias. Colombia.

6.3. Todas las comunicaciones y notificaciones que se deriven de este Acuerdo tendrán validez únicamente cuando sean remitidas por correo, vía facsímil o por correo electrónico y estén dirigidas a los coordinadores en las direcciones indicadas en los artículos 6.1 y 6.2 de este Acuerdo. Cuándo las comunicaciones y notificaciones sean transmitidas por correo electrónico tendrán validez siempre y cuando se efectúen directamente de la dirección electrónica del Coordinador de una de las Partes a la dirección electrónica del Coordinador de la otra.

6.4. Cualquiera de las Partes podrá cambiar la dependencia responsable, el Coordinador designado, le dirección, teléfono, fax o correo electrónico indicados, notificándolo así a la otra Parte por escrito.

Artículo VII

Privilegios e Inmunidades

7.1. Ninguna de las disposiciones de ese Acuerdo constituye una renuncia expresa o tácita a los privilegios e inmunidades que goza la OEA, sus órganos, su personal y sus bienes y haberes de conformidad con la Carta de la OEA, los acuerdos y las leyes sobre la materia, y los principios y prácticas que inspiran el derecho internacional.

Artículo VIII

Solución de Controversias

8.1. Cualquier controversia que surja con motivo de la aplicación o interpretación de este Acuerdo o de los acuerdos suplementarios, memorandos de entendimiento o intercambio de cartas en virtud del artículo 4.3, deberá resolverse mediante negociación directa entre las Partes. De no llegar a una solución satisfactoria para ambas, estas someterán sus diferencias al procedimiento arbitral de acuerdo con el Reglamento de Arbitraje vigente de la Comisión de las Naciones Unidas para el Derecho Mercantil Internacional (UNCITRAL) o de la Comisión Interamericana de Arbitraje Comercial (CIAC). La sede del arbitraje será la ciudad de Washington, D.C. El arbitraje se celebrará en idioma inglés y español simultáneamente. Los tres árbitros o, en su caso, el árbitro único podrá resolver la controversia como amiable compositeur o ex aequo et bono. La decisión arbitral será final, inapelable y obligatoria.

8.2. La ley aplicable a este Acuerdo y al procedimiento arbitral es la ley del Distrito de Columbia, Estados Unidos de América.

Artículo IX

Disposiciones Generales

9.1. Las Partes se comprometen a observar los más altos estándares éticos y de transparencia administrativa en todas las acciones y actividades vinculadas a este Acuerdo, Asimismo, la SG/OEA, en la medida que sea aplicable y sin perjuicio de sus privilegios e inmunidades, mencionados en el articulo VII, y la CMI se comprometen a cumplir lo dispuesto en la Convención Interamericana contra la Corrupción y en las normas aplicables del país en donde se ejecuten los programas, proyectos y/o actividades conforme al articulo 4.3. El incumplimiento de esta disposición constituirá causal suficiente para la terminación anticipada de este Acuerdo, siendo de aplicación lo dispuesto en el articulo 9.4.

9.2 Las modificaciones a este Acuerdo sólo podrán hacerse de común acuerdo expresado por escrito por los representantes de las Partes debidamente autorizados. Los instrumentos en los que consten las modificaciones se agregarán como anexos a este Acuerdo y pasarán a formar del mismo.

9.3. Este Acuerdo entrará en vigor a partir de su firma por los representantes autorizados de las Partes, permaneciendo vigente de conformidad con lo dispuesto en el artículo 9.4.

9.4 Este Acuerdo podrá terminase de mutuo consentimiento o podrá darse por terminado por cualquiera de las Partes mediante notificación escrita a la otra con una antelación no menor a los treinta días. No obstante, la terminación de este Acuerdo no afectará los acuerdos suplementarios, memorandos de entendimiento e intercambio de cartas que las Partes hayan suscito para la implementación de programas, proyectos y/o actividades al amparo del artículo 4.3, que se encuentren debidamente financiados, los que seguirán vigentes, conforme a su plazo de vigencia, salvo que las Partes decidan lo contrario.

9.5. La vigencia de los artículos VII y VIII sobrevivirá la expiración o la terminación de este Acuerdo.

EN FE DE LO CUAL, los representantes de las Partes, debidamente autorizados al efecto, firman este Acuerdo en dos originales igualmente válidos, en los lugares y fechas que se indican a continuación:

         

POR LA C. M. I. 

POR LA SECRETARIA GENERAL

DE LA O. E. A.

Rafael Eduardo Aragón Guevara

José Miguel Insulza

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La Masonería en la Independencia de América

(Tomado del prólogo de JACOBO CASIJ PALENCIA)

He aquí una obra destinada a mostrar apasionantes aspectos de nuestro pasado. El autor, -luchador tenaz-, con vigorosa persistencia no exenta de costosos sacrificios personales, ha logrado darnos una imagen desconocida del drama y de los actores de nuestra lucha emancipadora. En el futuro para entender mejor los acontecimientos de nuestro siglo XIX y para juzgar a los hombres de aquella época, habremos de recurrir, como referencia obligada a esta versión distinta de la historia de América.

Italo estadinense nacido en Richmond de Virginia, cuando no más medio siglo antes la esclavitud y la servidumbre habían florecido allí frondosas, como el tabaco rubio de sus campos, Americo Carnicelli, lejos de absorber aquel flamante prejuicio regional, desde la infancia nutrió su espíritu en los principios de libertad, igualdad y fraternidad, ideales que en aquel grande y contradictorio país, Washington, Jefferson y Lincoln habían consagrado como normas de conducta para enaltecer la dignidad del hombre.

Q:.H:. Américo Carnicelli

Durante más de 32 años Carnicelli fue reuniendo los elementos de esta obra, en cuya tarea se despojó de artificios, en gracia de conservar su autenticidad original. En su presentación ha seguido un método cronológico para que el lector no pierda el hilo escondido que ató a unos hombres con otros, y a estos con los acontecimientos e instituciones que determinaron el proceso de nuestra gesta emancipadora, e influyeron en la etapa inicial de nuestra vida republicana.

Es sabido que desde el Siglo XVII y en el decurso del XVIII, se desató en Europa soterrada o abiertamente, una violenta hostilidad contra el Im­perio Español. Principalmente Inglaterra, Francia y Holanda desplegaron su astucia para canalizar esfuerzos hacia un objetivo común; distraer las energías y los recursos de España, mientras conquistaban tierras y más amplias mercados a este lado del Océano, forzados por los requerimientos angustiados de su propio desarrollo. Encadenados por el interés común, en tácita alianza demoníaca, desataron una lucha sin pausas para hacer posible lo que les era necesario: Abatir un imperialismo para que el mun­do renaciente no tuviera problemas de crecimiento. No habría miramientos en los medios para lograr el fin, sobre toda cuando las necesidades propias de cada una de esas Naciones, ahora se identificaban con los intereses económicos universales. Y así bajo secretos auspicios oficiales o con la son­riente complacencia de sus Reyes o Ministros, Preston, Sommers, Gramont,

Sir Walter Raleig, Sir Henry Morgan, L'Onnois, Drake, saquearon ciudades, destruyeron bajeles en los puertos o en mar abierto para apropiarse de los tesoros de su Majestad Católica.

A la par que los filibusteros socavaban el poderío del Monarca inco­municándolo de sus colonias, abrían a sus vasallos nuevas rutas de inter­cambio comercial, aunque clandestino, que les despejaba halagüeños ho­rizontes a sus productos de exportación, y les procuraba mejores precios a las mercancías europeas que los criollos adquirían de mercaderes y marinos de diversas procedencias. Además, el aislamiento de la España Peninsular fue fortaleciendo en los nativos de América su espíritu auto­nómico, con lo cual, si el corsario no fue como lo define un historiador, agente remoto de nuestra libertad política, al menos si resultó partícipe necesario de nuestro renaciente libre intercambia comercial.

Dentro de un marca de hostigamiento antiespañol, cuando los reveses del poderoso producen satisfacción ecuménica, aun en aquellos que con él mantienen relaciones cortesanas, diplomáticas o comerciales, o de él de­rivan su sustento, encontró el autor el filón explotable para su relato his­tórico.

Luego, una onda explosiva anda recorriendo el mundo de polo a polo, con los presagios de un profundo sacudimiento. Es que el problema no es simplemente vagabundaje de piratas, sino también un sísmico alumbra-, miento de la libertad. Y esta, para repetirlo con un eminente historiador americano, "no es anarquía. No es mortal disgregación, La libertad ha de detener un objetivo y una conciencia para defenderla, libertad es la conquista de la tierra abandonada. Es pan, campos labrados, industria, arte, ciencias, trabajo, desenvolvimiento de las facultades humanas, volun­tad de vivir, preparación del futuro, lucha y contínua deber. La libertad sólo puede ser obra de un pueblo, esa fuente magnífica de historia".

Ya avanzado el Siglo XVIII, aquellos modestos Talleres nacidos en Inglaterra que congregaban a obreros y artesanos de la libertad, se han fortalecido en la Europa Continental y al otro lado del Atlántico. Han cre­cido como la espuma. En Francia son punto focal de la Enciclopedia; en la España Metropolitana amparan bajo sus secretas columnas a perso­najes de la alcurnia de don Pedro Rodríguez, Conde de Campomanes y Fiscal del Consejo de Castilla, de don Pedro Pablo de Abarca y de Bolea, Décimo Conde de Aranda, Capitán General, Presidente del mismo Consejo, y don José Moñino y Redondo, Conde de Floridablanca, también Fiscal del Consejo Regio. Quién creyera que tan sagradas eminencias, resultaran agentes luciferinos de esa corriente universal de siempre, que ni se insti­tuye en Iglesia ni en antiglesia, ni se organiza en partido ni como antipar­tido pero que constantemente combate contra quienes a pretexto de salvar al hombre, hipotecan su conciencia, limitan su pensamiento o recortan sus .asías de progreso.

En la América sajona, indo-española o portuguesa, los mejores. valores, como eslabonados a una cadena misteriosa, van confiando su protesta y canalizando sus esfuerzos, en el silencio explosivo de las logias. Dentro del sigilo, los Precursores pueden comunicarse, preparar la semilla y sem­brar el árbol de la revolución, cuyas raíces ocultas agrietarán la estructura del poder. Y, cosas del destino, antes de que el sol se ponga en territorios de Su Majestad Beatífica, en Francia habrán de caer las testas embruteci­das de los Luises y en los Estados Unidos, ahítos de perfidia, Washington y sus 20 hermanos masones, los Generales de su Estado Mayor, al frene de los colonos, se habrán emancipado de la regia potestad de la Corona Anglicana.

No es que el autor pretenda sostener que la liberación americana sea obra exclusiva de masones, pero sí es curioso el crecido número de sus participantes. Nosotros que hemos tenido el privilegio de examinar la prue­ba documental que aquel tiene en su poder y cuya gran parte va a conocer el lector, podemos afirmar que aquellos tiene acciones muy valiosas en esa epopeya continental.

Y cuantas sorpresas nos reserva el libro cuyos detalles, en gracia de discreción no debemos adelantar. Sin embargo, queremos prevenir a quien se inicia en su lectura: No hay apellido ilustre de la época que no figure en su escalafón. Unos que persistieron, otros que renegaron, pero cuya actuación. ha quedado enfocada por el ojo de la historia, para orgullo de muchos o para motivo de penitencia de algunos timoratos.

Miranda, Espejo y Nariño, primero, luego Bolívar, Santander, San Mar­tín, y O'Higgins, son suficientes para enaltecer los cuadros lógicos de aquellos núcleos que fraguaron el primer pacto andino de la libertad polì-tica, cuya obra masónica , profana bastantea de indulgencias plenarias a quienes, pensando en locuras de algún antepasado, vayan a sentir ahora el estigma de otra especie de pecado original. Porque además, amable lector, si estás compungido, vas a encontrar entre columnas, trabajando con tu pariente prócer, a más de un Cura rebelde, ya santificado en el corazón agradecido de la Patria_

Tomado del prólogo de JACOBO CASIJ PALENCIA

Este libro lo puede adquirir en las oficinas de la Gran Logia de Colombia

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lunes, junio 16, 2008

La Masonería

No son pocas las ideas erróneas y los prejuicios que se han difundido sobre la verdadera naturaleza de la Institución que lleva el nombre simbólico de Masonería.

Esto se debe especialmente a su carácter oculto y misterioso que, si constituye para algunos un motivo de atracción, lo es para otros igualmente de desconfianza, haciéndole el blanco para las flechas de sus adversarios que, aun cuando sean sinceros, la desconocen. 

El llamado secreto masónico es justamente el punto sobre el cual más se ha especulado, y sobre el cual se basan los que condenan nuestra Orden Augusta. No comprendiéndose su razón, ni su verdadera naturaleza, o sea, el carácter espiritual, iniciático y constructivo de ese secreto, no se quiere ver en el mismo más que un pretexto para fines execrables, o cuando menos tales que no pueden confesarse públicamente, por tenerle miedo a la luz del día.

Se siente sobre todo, en esas reuniones que se rodean de cuidados y de circunspección para ponerse a cubierto de la indiscreción de todos aquellos que se consideran extraños, una atmósfera que parece como de conspiración en contra del bienestar y de las públicas instituciones.

Por lo tanto se atribuyen a aquellos secretos conciliábulos, una especie de oposición permanente a todo lo que la mayoría de las personas considera como bueno, legítimo, justo y sagrado.

Sin embargo, en todos los ataques abiertos, en contra de ese secreto -- que concierne tanto la naturaleza de la Orden como las reuniones-- siempre se transparenta el temor y la preocupación que hizo motivar a un emperador romano (Trajano) la prohibición de toda clase de reuniones con la razón de que "cuando algunas personas inteligentes se reúnen, aunque fuera sólo para extinguir los incendios, puede producir esto consecuencias mucho más graves que la destrucción de unas cuantas casas o de toda una ciudad".

También la proclamación del principio de la libertad individual, y sobre todo de la libertad del pensamiento, que siempre  ha hecho dentro de la Masonería, así como afuera, con su influencia, se presta aparentemente para justificar toda clase de licencias (olvidándose el carácter de Institución Orgánica de la Moralidad que la define en todos sus estatutos), además de constituir una amenaza en contra de todo aquello que precisamente se funde (aunque sea con buenas y justificadas intenciones), sobre la limitación o la supresión de la misma.

En el curso de la obra haremos ver cómo deben entenderse, tanto la libertad que en la Masonería se proclama como la naturaleza de su secreto. La comprensión de éste y de aquélla contribuirá indudablemente en hacer desaparecer muchos prejuicios que hacen que personas honradas le levanten a menudo objeciones razonables y, en apariencia, justificadas.  Pero, el objeto de este trabajo no es precisamente apologético; nuestro intento no es defender la Sociedad en contra de los ataques que le han venido de muchas partes, ya sea por la incomprensión de su carácter verdadero, o por los temores de cualquier clase que pueda haber inspirado.

En otras palabras, en lugar de detenernos a discutir sobre lo que no es la Masonería, combatiendo los errores y las diferentes objeciones que se le hacen, nos esforzaremos en hacer ver, con la mayor posible claridad y sencillez lo que es realmente. Sobre todo lo que es en su esencia más verdadera, íntima, espiritual y universal, en sus principios que descansan sobre las leyes del universo y de la evolución humana, y en su finalidad constantemente progresista y constructora.

Más bien que la Sociedad, según se halla actualmente constituida y organizada, es nuestro deseo hacer ver el espíritu vivificante, que la anima y que constituye su principio y su razón de ser; o sea, como otros lo han dicho, poner en evidencia por encima de su forma exterior, el masonismo como escuela filosófica ecléctica, impersonal y constructiva, como camino individual hacia la Verdad, como arte (y ciencia al mismo tiempo) de la Vida, en su más alta y dilatada acepción, como doctrina y factor de Armonía y de Progreso para cada hombre particularmente, para la sociedad y el medio en que se encuentra, y para toda la humanidad.

De nuestro estudio se hará evidente el error de atribuirle un carácter antisocial o antirreligioso.  Aunque proclame la Verdad por encima de todas las creencias, y la libertad de buscarla por encima de toda limitación y de todo dogmatismo, no quiere decir con esto que se halle naturalmente en contra de alguna o de cualquier particular convicción o creencia; al contrario, la tolerancia más amplia y más plena, en materia de religión, es uno de sus principios fundamentales, y toda convicción sincera se halla igualmente respetada en su seno.

Más aún, ningún masón verdadero puede ser un ateo o irreligioso, aunque no se haga en ella, tampoco sobre este punto, la menor constricción, dado que se considera que la Verdad ha de ser reconocida de adentro y de ninguna manera impuesta de afuera. Los principios de laicidad y de libertad de conciencia que en ella se afirman, cuando sean, como deben, acompañados constantemente por ese espíritu de plena tolerancia, no pueden nunca interpretarse en sentido antirreligioso; más bien hacen ver y comprender la religión verdadera y única que se halla en la base de los sentimientos religiosos de toda la humanidad, y de la cual toda confesión religiosa es una forma o cristalización particular.

Sin ser una religión, y sin declararse partidaria o contraria de ninguna, la Masonería respeta igualmente todas estas manifestaciones del sentimiento religioso del hombre; pero, por encima de las creencias y formas exteriores (que de por sí no tienen valor y decaen al decaer del espíritu que las anima) hace hincapié en el espíritu religioso que se encuentra en cada hombre, como anhelo instintivo hacia lo bueno, lo bello y lo verdadero y procura cultivarlo y fomentar su desarrollo, independientemente de las formas en que pueda expresarse, de manera que se manifieste libremente en la forma para cada cual más apropiada.

La iniciación por medio de la cual se logra, se confiere y se reconoce la cualidad de Masón (como lo veremos, la iniciación verdadera es un proceso espiritual que se halla simplemente simbolizado por el ceremonial de recepción en la Sociedad), es pues, un desarrollo progresivo que procede de adentro hacia afuera y que puede parangonarse al que origina el crecimiento de una semilla o de un germen en una planta u organismo completo, que potencialmente existía en aquellos, en un estado latente.

Realmente la Masonería se propone buscar y poner en evidencia esa perfección espiritual latente en todo ser humano, que en él se halla inherente al estado de Divina Semilla, facilitando los medios para su más completo, armónico y gradual desarrollo. En otras palabras su objeto fundamental es educar al hombre y hacerle mejor, o según se expresa simbólicamente, trabajar la piedra bruta (que representa el carácter y la personalidad en su estado de imperfección) y hacer de la misma una piedra labrada que pueda mejor llenar su función constructiva en el edificio de la sociedad y de la vida universal.

La Masonería reconoce, por consiguiente, implícitamente la perfección inherente en el hombre --así como una piedra labrada o una estatua se encuentra potencialmente en cada bloque o piedra bruta-- y dirige sus esfuerzos para que esa perfección se haga evidente, por medio del proceso sencillo y seguro de quitarle asperezas externas. Lo mismo hace también el tallador de piedras al transformar el diamante en una joya, desde el estado natural en que se encuentra.  Y ésta es, tal vez, la mayor diferencia de principios entre nuestra Institución y la creencia, comúnmente aceptada en algunas religiones, en la originaria fundamental imperfección del hombre; y en lugar de una patética salvación (o redención) la Masonería indica al hombre la necesidad de labrar por sus esfuerzos su propio Camino de progreso, trabajando como obrero para la realización de los Planes Ideales de la Inteligencia Cósmica.

Y la Masonería es verdaderamente tal según ejerce esa función primordial educativa y constructora, es decir según realmente contribuye en hacer mejores a todos aquellos que ingresen en ella, incitándolos a progresar espiritual, moral e inteligentemente, adquiriendo una conciencia más clara de sus deberes y estableciendo una relación más armoniosa y profunda con el Principio Interno de la Vida (que se reconoce y se venera con el nombre simbólico de Gran Arquitecto), con las condiciones externas en que uno se encuentra, y con sus semejantes. Alejándose de ese objeto se alejaría, pues, igualmente de su principal finalidad.

Nos dirigimos con este escrito  por igual a los masones como a los que no lo sean, y tenemos la seguridad de que, tanto los unos como los otros hallarán en ella un estímulo para conocer mejor la naturaleza verdadera de la Institución, iniciándose en la mística comprensión de ese secreto que nunca puede cesar de ser tal, por más que nos esforcemos por penetrarlo y revelarlo.

Se trata, pues, del secreto mismo de la Vida y del Ser, que es el Manantial Inagotable de la Verdad y de su progresiva revelación. Por más que tratemos de abrevarnos en ella y logremos satisfacer, aunque sea parcialmente, nuestra sed y nuestra hambre de conocimientos, y hacer a los demás partícipes de lo que hemos encontrado y asimilado, más todavía nos queda, por conocer y revelar. Ese secreto es como una mina de oro, cuyo filón se pierde en los abismos insondables de la tierra: nunca nos será posible agotarlo; por más oro que llevemos a la luz, más oro todavía quedará secreto en las entrañas profundas del suelo.

Pretender revelar por completo ese secreto es una implícita confesión de ignorancia. Pretender agotarlo, sería como si un hombre quisiera vaciar el océano, sacando el agua con una cubeta.  De aquí la puerilidad de esas pretendidas revelaciones estilo Leo Taxil, en que el autor ni se ha dado cuenta de la naturaleza real del secreto masónico; ese secreto es tal que sólo los masones verdaderos están capacitados para conocerlo, aunque se proclamara "sobre los techos".

En este escrito no se revela ninguna palabra o signo secreto, ni se dan particulares sobre las diferentes ceremonias que se explican: el que quisiera conocer estas cosas se encontraría desilusionado, pues el Secreto Masónico aún esta oculto. Pero estamos seguros que no lo estará quien desee saber lo que realmente es la Masonería y cómo puede uno ingresarse en su espíritu y participar en la herencia maravillosa que nos trae de las edades más remotas. Sus beneficios son, pues, esencialmente, morales y espirituales, como el oro simbólico de los alquimistas --hermanos de los masones-- y, sin embargo, no dejan de surtir efectos también materiales, en cuanto contribuyen a manifestar en la vida exterior la Divina Perfección Eterna del Ser.

Toda nueva Verdad hacia la cual se abre nuestra mente, todo nuevo conocimiento real que se añade al caudal que enriquece la vida interior, es, pues, una Fuerza Vital que estimula nuestro progreso; y todo error y prejuicio que logremos vencer y superar y una parte necesaria de nuestra progresiva liberación del mal, en sus formas más diferentes. Dado que todo mal, según lo enseñaban Budha y Pitágoras, radica en la ignorancia, en el error y en la ilusión, que constituyen el verdadero pecado originario de la humanidad; y sólo  conociendo la Verdad, según lo dijo Jesús, podemos librarnos a la vez de la causa y de sus efectos.