España. Según el diccionario de la Real Academia Española, masonería -o francmasonaría- es "la asociación secreta de personas que profesan principios de fraternidad mutua, usan emblemas y signos especiales, y se agrupan en entidades llamadas logias".
Los masones piensan que los académicos siguen considerándola como "asociación ilícita" y les piden que lo cambien. El Tribunal Supremo les declaró en su tiempo legales y no quieren que aparezca ese "secreta".
La Constitución prohíbe la existencia de sociedades secretas en España (artículo 22. 5) y la Ley Orgánica 1/2002 completa y desarrolla el tema. Existe un Registro de Asociaciones en el que figuran los datos sobre naturaleza, domicilio y responsables de cada entidad obligatoriamente registrada. Y allí está la masonería.
Los masones han hecho un llamamiento a la Real Academia Española de la Lengua (RAE) para cambiar la definición que sobre ellos se hace en su diccionario. Tal y como ha difundido el Observatorio Europeo para la Defensa de los Derechos Humanos, el Ateneo Génesis ha sido el origen del comunicado de los masones, que consideran que la RAE, al referirse a ellos como “asociación secreta”, los está tachando de “asociación ilegal”.
A juicio de los masones, encabezados en esta cuestión por Ateneo Génesis, “la persecución de la que fue objeto en España la masonería durante los largos años de la dictadura parece prolongarse”.
Tal y como recoge el diario digital de Enric Sopena, "Los masones entienden que se está olvidando la legalización de la masonería por parte del Tribunal Supremo en 1979, junto a la Constitución, que “prohibe en España la existencia de asociaciones secretas”. Por ello, los masones, entienden que “el atribuir” la definición de la RAE a la masonería “equivale a difamarla, tratándola de asociación ilícita”.
A juicio de los masones se “distorsiona” en la definición de la RAE “el concepto filosófico que de la palabra secreto mantiene la masonería”. Además, el comunicado recuerda que los masones sólo actuaron “clandestina o secretamente” cuando ha sido perseguida, “al igual que lo fueron partidos políticos, sindicatos o iglesias”.
“Siendo las obediencias o federaciones masónicas españolas, europeas e iberoamericanas entidades legales y siendo conocidos los responsables de sus órganos rectores, es evidente que no son entidades secretas”.
“Nadie viene obligado a publicar sus opiniones, ni a identificarse con los partidos, religiones, escuelas filosóficas, clubes o asociaciones legalmente constituidas a las que pueda libremente pertenecer”.
Según, el Observatorio Europeo para la Defensa de los Derechos Humanos ha iniciado la tramitación de un expediente informativo para iniciar las acciones pertinentes ante el Defensor del Pueblo Español y diversos organismos internacionales.
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