Por siglos mirada con recelo, la masonería acusó el estigma de ser considerada conspirativa, una secta, un peligro. La Gran Logia Masónica del Perú nos abrió sus puertas y conversamos en exclusiva con su Gran Maestro saliente sobre la exigencia de los nuevos tiempos. Los masones prometen apertura. Es decir, convertirse en una sociedad no secreta, que protegerá por siempre sus secretos.
Por Sandro Mairata.
Un año atrás envié una carta a la Gran Logia del Perú de los Antiguos, Libres y Aceptados Masones y recibí promesas, asistí a una Tenida Blanca y, pese a estar rodeado de ellos, no supe nada nuevo de ellos.
Quizá miento. La noche de la Tenida Blanca descubrí los bustos de Ricardo Palma (Gran Maestro Masón en su momento), Víctor Raúl Haya de la Torre, Miguel Grau y Jorge Basadre. Aún no había entrado al Museo Masón, donde descubriría los retratos de gente tan diversa como Voltaire, medio cartel de presidentes del Perú (Odría, Leguía y Castilla incluidos), Cantinflas, Túpac Amaru y George Washington. Aún así, mi interés me delataba, y cada pregunta se me respondía con el equivalente en distintas versiones de "primero tienes que hacerte masón".
Una "Tenida Blanca" es una ceremonia especial por Fiestas Patrias en que los portones del enorme local del Óvalo Quiñones, en San Borja, se abren a propios y extraños, incluso mujeres, quienes por regla se limitan a colaborar con la Orden sin ser parte de ella. La descripción de la noche sería extensa. Detalles como la gran cadena dorada que recorría las paredes, o los pisos en blanco y negro cual gigantesco ajedrez se me quedaron en la memoria. A pesar de lo tedioso de algunas disertaciones, personas como Hugo Neira o Susana Villarán –a todas luces, invitados- parecían pasarla muy bien. Ántero Flores-Aráoz, entonces presidente del Congreso, envió una carta excusando su ausencia. Me retiré al comprobar que de boca de los asistentes, esa noche no iba a sacar nada.
Varios meses después, recibí una llamada. Me invitaban a charlar.
De símbolos y tenidas
Si lo que dicen los masones es cierto (y tienen varios elementos que, al menos, lo sustentan), entonces su Orden ha mantenido un papel vigilante y conductor de una impensable cantidad de hechos de relevancia mundial. Quedémonos con el Perú. La Capitulación Realista de Ayacucho, de 1824, habría sido, por ejemplo, una Tenida Masónica presidida por los respetables hermanos o RR:. HH:. Antonio José de Sucre y José de la Mar (los tres puntos son una convención que reemplazan palabras de uso común entre masones, en este caso "respetables" y "hermanos"). En resumen, toda la gesta independentista habría sido una guerra entre masones patriotas y realistas. Y el encuentro de Guayaquil entre Bolívar y San Martín habría sido, nada más y nada menos, una reunión entre HH:. MM:. (masones) que, pese a las diferencias, se guardaban mutuo respeto.
"Supervisar el curso histórico… Sí, hay algo de eso", dice el Gran Maestro Masón Tomás Álvarez Manrique, Grado 18 del Rito Escocés, equivalente a Caballero Rosacruz (ver ilustración de apertura). "Pero la masonería no interviene en aspectos de política ni de religión. Tampoco somos selectivos con temas de religión. No distinguimos entre protestantes, católicos o luteranos. Pueden ingresar nuevos hermanos con el único requisito de creer en la inmortalidad del alma y en un Ser Supremo". Este ser supremo recibe el nombre de Gran Arquitecto del Universo. A La Gloria Del Gran Arquitecto del Universo (ALGDGADU) se lee en el pórtico del templo samborjino.
Álvarez Manrique tiene 65 años de edad. Un amigo le pasó la voz en su natal Tacna para asistir al aniversario de su Logia (entidad que reúne masones en determinada circunscripción), y al asistir quedó fascinado. Han pasado 25 años desde entonces. "Me llamó la atención la simbología masónica porque todo tiene una explicación. La cadena dorada: cada eslabón es un hermano. En la puerta, la cadena está abierta para permitir el ingreso de todos los hermanos. El piso blanco y negro: los opuestos, como hay bueno hay malo, como hay arriba hay abajo. ¿Ves que no hay secreto?".
Pero el escudo de la Gran Logia del Perú tiene en la mitad izquierda una versión reducida del Escudo Nacional y en la mitad derecha un escudo azul con un compás en medio de tres coquetas torres doradas. ¿Qué signican? El Gran Maestro sonríe. "La curiosidad que usted tiene es interesante, pero todo hay que dosificarlo progresivamente".
He pasado un mes preguntando y nadie me lo quiere (o sabe o puede) explicar.
Logia o club social
"Club de Tobi para tíos", los llama una conocedora del tema. Claro, la frase viene de una mujer –que no podría integrar la Orden–, pero resume muy bien la percepción exterior que conservan este tipo de sociedades secretas. Resulta fácil calificar así a los masones de señores con mucho dinero y tiempo de sobra, dispuestos a hacerse los interesantes vistiendo atuendos místicos y leyendo esoterismo dizque no apto para cualquiera.
Siendo justos, una de sus frases favoritas "los orígenes de la masonería se pierden en la noche de los tiempos" es parcialmente cierta. No hay un consenso definitivo. Resumiendo versiones osadas, los primeros masones (del latín medieval macio, "cantera") serían los constructores de las pirámides de Egipto, al interior de las cuales se habrían realizado las primeras Tenidas (reunión de masones), donde se transmitían los secretos del arte supremo: la arquitectura. Por ello, el símbolo de los masones son la escuadra y el compás. Otras obras masónicas habrían sido la Torre de Babel y el Templo de Salomón. "Se dice, aunque no hay pruebas ni documentos fehacientes, que el mismo Jesucristo fue masón", sostiene Álvarez Manrique.
O podrían ser descendientes de los Caballeros Templarios, los primeros banqueros de la historia e inventores del cheque, declarados en rebeldía y perseguidos por la Iglesia Católica. Lo cierto es que las primeras referencias directas se encuentran en el Manuscrito Halliwell (conocido como El Poema Regio), un texto fechado en 1390 que certifica actividades masónicas ya en el 926 d.C., mientras que la palabra "Francmasón" (otra denominación de masón; el prefijo "Franc" alude a "franco" o "libre") aparece en Los Estatutos del Reino, escrito por Enrique VII de Inglaterra en 1495. En 1583 se dio a conocer El Manuscrito de la Gran Logia.
De "especulativa" (semiclandestina, atomizada), la masonería se volvió "operativa" en 1717 con la creación de la Gran Logia de Londres, surgida de la unión de cuatro ya existentes. Con algunas diferencias, surgiría El Gran Oriente de Francia, otra logia mayor que perdió autoridad y actualmente lidera una rama propia de masonería. La reemplazó la Gran Logia Nacional Francesa, que junto con la inglesa, sirven de ejemplo al resto de Grandes Logias Mundiales, que pese a todo, conservan total autonomía entre sí.
Todo y nada
Se dice que los Francmasones de Estados Unidos donan dos millones de dólares diarios en caridad. No sería raro en un país donde 13 de los firmantes de su Constitución y catorce de sus presidentes fueron masones. La masonería se define a sí misma como "un sistema de moral, protegido por la alegoría e ilustrado por los símbolos", que alienta la filantropía como una forma decisiva de acción social.
El Gran Maestro Álvarez Manrique, quien le cederá su cargo precisamente este fin de semana a un nuevo Gran Maestro, Alberto Montezuma, insiste en que resulta falsa la noción de que puede hacerse dinero siendo masón. "Los que vienen por ese motivo pronto se aburren y se van".
Para reconocerse, emplean una gran cantidad de saludos secretos de acuerdo al grado y rito. Un masón comienza como Aprendiz, avanza a Compañero y llega a Maestro, grado a partir del cual puede iniciarse en uno de los dos "Ritos", o caminos de progreso masón. El Antiguo y Aceptado Rito Escocés se desarrolló en Francia, y consta de 33 grados. El Rito de York se desarrolló en Estados Unidos y tiene 10.
Entonces, ¿qué hacen en sus reuniones? "Profundizamos en temas de filosofía y análisis de la realidad nacional", dice Álvarez Manrique. ¿Saben dónde está el Santo Grial? ¿Tienen el secreto de la identidad de Jesús? "El único secreto es que no hay secretos. Hay verdades que son difíciles de explicar, que no las van a entender. Es como explicarle cálculo diferencial a un niño de kinder".
Niños de kinder o no, la sensación después de hablar con varios masones es la de saber mucho de ellos y a la vez nada. Dicho sea de paso, la Gran Logia Masónica del Perú celebró ayer sus 124 años de fundada.
Feliz cumpleaños.
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