sábado, abril 09, 2005

Calendarios Masónicos

R:. H:. Isaac Gamarra Gómez

El hombre, para conocer tiene que medir, de tal manera que el conocimiento de todo su entorno se ha circunscrito fundamentalmente a medidas de masa, con sus atributos de longitud, superficie y volumen y el tiempo.
En los albores de la humanidad el hombre comenzó a medir el tiempo tomando como unidad el día, que es el tiempo medio necesario para una rotación de la Tierra sobre su eje. Un mes se calculaba inicialmente por los pueblos antiguos, como el tiempo entre dos Lunas llenas, o el número de días necesarios para que la Luna circunde la Tierra. El año, basado en una rotación de la Tierra alrededor del Sol, coincidía con sus actividades agrícolas, que estaban íntimamente ligadas a sus festividades religiosas.

La semana, que es aproximadamente la cuarta parte del ciclo lunar, procede de la tradición judeocristiana, que dispone descansar del trabajo cada siete días. No está basada en fenómenos naturales. Los romanos dieron nombre a los días de la semana en honor del Sol, la Luna y varios planetas y sus divinidades asociadas, así tenemos que el Domingo: palabra que proviene de DOMINICUS DIES (Día del Señor), antiguamente se le llamaba día del Sol (Dies Solis), del que proviene Sunday en el ingles. El Lunes dedicado a la Luna, El Martes, a Marte dios de la guerra. El miércoles, consagrado a Mercurio, mensajero de los dioses y dios del comercio. El jueves, consagrado a Júpiter, suprema divinidad romana. El Viernes a Venus, diosa de la Belleza y del Amor. El sábado viene del Latín Sabbatium y esta del hebreo Sabath, que significa descansar, pues según la Biblia, en este día descanso el Creador

Las variaciones entre los muchos calendarios en uso desde los tiempos antiguos a los modernos, han sido debidas a la inexactitud de los primeros cálculos de la duración del año, junto con el hecho que un año no puede ser dividido exactamente, por ninguna de las demás unidades de tiempo: días, semanas o meses. Los calendarios más antiguos, basados en meses lunares, dejaron con el tiempo de coincidir con las estaciones. Ocasionalmente había que intercalar o añadir un mes, para conciliar los meses lunares con el año solar.

Actualmente el tiempo, se puede conceptualizar como el periodo durante el que tiene lugar una acción o acontecimiento, o dimensión que representa una sucesión de dichas acciones o acontecimientos. El tiempo es una de las magnitudes fundamentales del mundo físico, igual que la longitud y la masa. En la actualidad se emplean tres métodos astronómicos para expresar el tiempo. Los dos primeros se basan en la rotación diaria de la Tierra sobre su eje, y se refieren al movimiento aparente del Sol (tiempo solar) y de las estrellas (tiempo sidéreo).

El tercer método astronómico para medir el tiempo se basa en la rotación de la Tierra en torno al Sol (tiempo de efemérides).

Calendarios antiguos

Los antiguos babilonios tenían un calendario lunisolar de 12 meses lunares de 30 días cada uno, y añadían meses extras cuando necesitaban mantener el calendario en línea con las estaciones del año. Los antiguos egipcios fueron los primeros en sustituir el calendario lunar, por un calendario basado en el año solar, midieron el año solar como 365 días, divididos en 12 meses de 30 días cada uno, con 5 días extras al final. Hacia el 238 a.C. el rey Tolomeo III ordenó que se añadiera un día extra cada cuatro años, que era por lo tanto similar al moderno año bisiesto. En la antigua Grecia se utilizaba un calendario lunisolar, con un año de 354 días. Los griegos fueron los primeros en intercalar meses extras en el calendario sobre una base científica, añadiendo meses a intervalos específicos en un ciclo de años solares.

Piedra del Sol o Calendario azteca.

Se trata de una roca de basalto olivino, de unas 25 toneladas y 3,58 metros de diámetro, tallada, a finales del siglo XV. Fue hallada en el zócalo de la ciudad de México el 17 de diciembre de 1790, con motivo de las obras que se llevaron a cabo para el nuevo empedrado de dicha plaza.

Pese a que no se utiliza actualmente, el calendario maya merece atención por el hecho de que se trata del más perfecto que se conoce desde el punto de vista astronómico. Entre los pueblos amerindios, el primitivo calendario era lunar; los mayas se basaban en que 405 meses lunares equivalían a 11.960 días y, por consiguiente, el valor del mes lunar era 29,530864 días, lo que coincide con el valor modernamente admitido hasta la tercera cifra decimal. El año lunar consta de 260 días divididos en trece meses de veinte días. Hacia el siglo III a.C. los mayas establecieron un calendario solar de 360 días divididos en 18 meses de veinte días, al que añadieron un nuevo mes de cinco días.

Una reforma posterior, que data del siglo VIII de la era cristiana, definió el año medio en 365,242 días, más ajustado al ciclo de las estaciones que el calendario gregoriano, de uso generalizado actualmente. Los dos calendarios, lunar y solar, fueron utilizados de forma simultánea.

El calendario romano

El original calendario romano, introducido hacia el siglo VII a.C., tenía 10 meses con 304 días, en un año que comenzaba en marzo. Dos meses más, enero y febrero, fueron añadidos posteriormente en el siglo VII a.C., pero como los meses tenían solamente 29 o 30 días de duración, había que intercalar un mes extra aproximadamente cada segundo año.

El calendario romano se hizo enormemente confuso cuando los funcionarios que tenían encomendada la adición de días y meses abusaron de su autoridad para prolongar sus cargos o para adelantar o retrasar elecciones.

En el año 45 a.C. Cayo Julio César, siguiendo el consejo del astrónomo griego Sosígenes (siglo I a.C.), decidió utilizar un calendario estrictamente solar. Este calendario, conocido como calendario juliano, fijó el año normal en 365 días, y el año bisiesto, cada cuatro años, en 366 días. El calendario juliano también estableció el orden de los meses y los días de la semana tal como figuran en los calendarios actuales.

El mes de Enero, se dedico al dios IANUA-RIUS o Jano, de origen etrusco que simbolizaba al sol y la luna y se le representa con dos caras, una mirando al pasado y la otra mirando al futuro. Febraurios o Febreruus, mes de febrero, dedicado a la purificación; en la segunda quincena se celebraban las fiestas lupercales en honor a los lobos ya que una loba fue la que amamanto a Rómulo y Remo, los fundadores de Roma. Como este mes en la antigua Roma correspondía al último, se realizaban solemnes purificaciones a los vivos y conmemoración de los difuntos. Marzo, primer mes del año, dedicado al dios Marte, dios de la guerra y padre de Rómulo y Remo. Aprilis, Abril, mes de la primavera, recordemos que el 22 de marzo, fue el equinoccio de primavera para los países del norte del ecuador y para los del sur donde estamos nosotros se dio el inicio al otoño. De este hecho se deriva la copla de sus 15 abriles o 15 primaveras. MAIA, Mayo, diosa protectora de la agricultura y símbolo de las festividades de los cereales. MAIA era hija de ALLANTA, y madre de Mercurio en la mitología greco latina. Junio, mes dedicado a la diosa JUNO, la reina del Olimpo, esposa de Júpiter; algunos autores mencionan que el nombre proviene de Lucios Iunius Brutus, que capitaneo la revolución que destrono al último rey de roma e instauro la república. QUINTILIUS, o quinto mes con 31 días, y en el 44 a.C. Julio César cambió el nombre del mes Quintilius a Julius (Julio). Este emperador, reformó el calendario estableciendo el CALENDARIO JULIANO. SEXTILIS, el sexto mes tomo el nombre del divino Augusto y no pudiendo ser menos que el Divino Julio Cesar, el Senado Romano agrego el día 31, restándole un día al mes de febrero. SEPTUM, el sétimo mes romano devino en el mes de SETIEMBRE. OCTO en Octubre, NOVEN en noviembre y DECEM en diciembre.

El calendario gregoriano

El año juliano era 11 minutos y 14 segundos más largo que el año solar. Esta diferencia se acumuló hasta que hacia 1582 el equinoccio de primavera se produjo 10 días antes y las fiestas de la iglesia no tenían lugar en las estaciones apropiadas. Para conseguir que el equinoccio de primavera se produjera hacia el 21 de marzo, como ocurrió en el 325 d.C., año del primer Concilio de Nicea, el papa Gregorio XIII promulgó un decreto eliminando 10 días del calendario.

Para prevenir nuevos desplazamientos instituyó un calendario, conocido como calendario gregoriano, que estipulaba que los años centenarios divisibles por 400 debían ser años bisiestos y que todos los demás años centenarios debían ser años normales. Por ejemplo, 1600 fue un año bisiesto, pero 1700 y 1800 no lo fueron.

El calendario gregoriano recibe también el nombre de cristiano, porque emplea el nacimiento de Cristo como punto de partida. Las fechas de la era cristiana son designadas a menudo con las abreviaturas d.C. (después de Cristo) y a.C. (antes de Cristo)

El calendario gregoriano se fue adoptando lentamente en toda Europa. Hoy está vigente en casi todo el mundo occidental y en partes de Asia. Aunque el nacimiento de Cristo fue originalmente fijado el 25 de diciembre del año 1 a.C., los investigadores modernos lo sitúan ahora hacia el cuarto año de nuestra era.

Calendarios religiosos

Como se ha indicado, el calendario gregoriano es básicamente un calendario cristiano. El calendario oficial de la Iglesia cristiana es la relación anual de las fiestas, los días de los santos y las festividades de la Iglesia, con las fechas del calendario civil en las que tienen lugar. Estas incluyen las fiestas fijas, como Navidad, y las fiestas móviles, que dependen de la fecha de Pascua.

El calendario judío, que procede del antiguo calendario hebreo, ha permanecido inalterable desde el año 900 aproximadamente. Es el calendario oficial del moderno estado de Israel y es utilizado por los judíos en todo el mundo como un calendario religioso. El punto de partida de la cronología hebrea es el año 3761 a.C., la fecha de la creación del mundo, según se describe en el Antiguo Testamento. El calendario judío es lunisolar, basado en meses lunares de 29 y 30 días alternativamente. Se intercala un mes extra cada tres años, de acuerdo con un ciclo de 19 años.

Otro calendario religioso fundamental es el calendario islámico, utilizado en casi todos los países musulmanes. Se calcula a partir del año 622, el día posterior la Hégira, o salida de Mahoma de La Meca a Medina. El año islámico consta de 12 meses lunares. Treinta años constituyen un ciclo en el que los años 2º, 5º, 7º, 10º, 13º, 16º, 18º, 21º, 24º, 26º y 29º son años bisiestos de 355 días; los demás son años comunes de 354 días.

CALENDARIOS MASÓNICOS

Se llama Calendario Masónico el modo de computar el tiempo, usado entre los masones; es decir, la manera de expresar las fechas de un modo que sea empleada solo por los iniciados en la masonería. La introducción del Cómputo masónico de tiempo, se debe a los Altos Grados de diversos Ritos. Los principales Calendarios masónicos son siete:

1º El del RITO SIMBÓLICO o RITO DE YORK: (el más usado en masonería). La era masónica se obtiene añadiendo 4.000 al año en curso. Así 2000 es igual a 6000. El año masónico va del 1º de marzo (primer mes) al 28 de febrero (ó 29 si es bisiesto) del año siguiente. Febrero es, pues, el duodécimo mes. La datación masónica se obtiene según el ejemplo siguiente: 25 de marzo del 2000 = 25º día del 1º mes del 6000. Los doce meses de éste año masónico reciben los nombres siguientes:

1 Nisán (o Abib) marzo
2 Iyyar (o Ziv) abril
3 Siván mayo
4 Tammuz junio
5 Ab julio
6 Etul agosto
7 Tishri (o Etanim) septiembre
8 Marhrsván (o Bul) octubre
10 Tébet diciembre
11 Sabat enero
12 Adar febrero

2º El del RITO ESCOCÉS. Es el calendario hebreo puro. El año principia en septiembre; su numeración se obtiene agregando 3760 a la era vulgar, de manera que el año 2000 más 3760 = 5760. Los nombres de los meses se designan por sus nombres hebráicos al igual que en el del Rito de York.

3º El del RITO DE MISRAIM. Se reduce a agregar 4004 a la era vulgar, y por lo tanto a escribir 6004 en vez de 2000.

4º El del RITO TEMPLARIO. Cuentan como año primero el de la fundación de la Orden de los Templarios, que fue el 1118 de la era vulgar, y escriben como año la diferencia entre la era vulgar y 1118, o sea 2000 - 1118 = 882, en vez de 2000.

5º El del RITO DE LA ESTRICTA OBSERVANCIA. Toma como año primero el de la destrucción de la Orden de los Templarios, que fue el de 1314, y escriben la diferencia entre la era vulgar y 1314, o sea 2000 - 1314 = 686 en vez de 2000.

6º El de la ORDEN DE REALES ARCOS. Consideran como año primero el de la fundación del segundo Templo de Jerusalén por Zorobabel en 530, antes de Cristo, y escriben la fecha añadiendo 530 a la era vulgar, o sea 2000 más 530 = 2530, en vez de 2000.

7º El de la ORDEN DE REALES Y SELECTOS MAESTROS. Fechan desde 1.000 años antes de Cristo en que quedó terminado el Templo de Salomón, y añaden por lo tanto 1.000 a la era vulgar, escribiendo 3000 en vez de 2000.

Las siglas utilizadas en cada caso suelen ser las siguientes:

A:.L:. = Anno lucis. Año de la Luz. En algunos casos A:.D:.V:.L:. Año de la verdadera Luz. Es utilizado en los ritos Simbólicos de York, Escocés y de Misraim.

A:.O:. = Año de la Orden. En los ritos Templario y de Estricta Observancia.

A:.I:. = Año de la invención. En el rito de la Orden de los Reales Arcos.

A:.T:. = Año del Templo. En el rito de la Orden de Reales y Selectos Maestros.

CURIOSIDADES: DIVISIÓN DEL DÍA

Judío

Primera vigilia: 6 a 10 p.m.
Inicio del día; sacrificio de la tarde (en el AT): 6 p.m.
Segunda vigilia (de la mañana o última): 10 p.m. a 2 a.m.
Tercera vigilia (de la mañana o última): 2 a 6 a.m.
Sacrificio de la mañana: 6 a.m.
Hora primera: 7 a.m.
Hora tercera: 9 a.m.
Hora sexta: 12 m.d.
Hora novena: 3 p.m.
Hora de la oración; sacrificio de la tarde (en el NT): 3 p.m.

Romano

Inicio del día: 12 m.n.
Tercera vigilia (o del canto del gallo): 12 m.n. a 3 a.m.
Cuarta vigilia (o de la mañana): 3 a 6 a.m.
Día (dividido en 12 horas): 6 a.m. a 6 p.m.
Primera vigilia (o del anochecer): 6 a 9 p.m.
Segunda vigilia (o medianoche): 9 p.m. a 12 m.n

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