Mostrando las entradas con la etiqueta Masoneria y Religión. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta Masoneria y Religión. Mostrar todas las entradas

domingo, mayo 03, 2009

SIMBOLOGÍA MASÓNICA DEL RETABLO MAYOR DE LA IGLESIA DE EL SALVADOR DE SANTA CRUZ DE LA PALMA (CANARIAS)

Artículo Original Aqui: http://fuesp.com/revistas/pag/cai0830.html 

Jesús Pérez Morera

Sorprende descubrir que la capilla mayor de la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma pueda ser considerada como un templo masónico. Sin embargo, y para quien conoce el siglo XIX palmero, este hecho resulta perfectamente comprensible en una sociedad acostumbrada a tratar con toda familiaridad la liturgia masónica (1) y en la que liberalismo, masonería y altar marcharon muchas veces por la misma senda.

En los umbrales de 1820 existía en La Palma un taller masónico, formado por las personalidades más relevantes del grupo liberal. A sus reuniones, según resulta de los procesos practicados durante la reacción absolutista, asistían con cierta frecuencia elementos del sector del clero adictos al sistema constitucional (2), como don Francisco Morales, don José María Carmona, don Domingo Carmona, don Vicente Cabezola y don José Joaquín Martín de Justa -que dirigió, como luego veremos, la parte arquitectónica del retablo mayor de El Salvador.

Sin embargo, la figura indiscutible del movimiento liberal palmero fue el sacerdote Manuel Díaz (1774-1863), rector de la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma desde 1817. Cabecilla del partido liberal, tachado de masón y enemigo del absolutismo, fue víctima de una persecución tanto de orden eclesiástico como político a causa del enérgico exhorto que dirigió a sus feligreses en 1820 con motivo del advenimiento del sistema constitucional, calificado por el tribunal teológico que lo examinó de monstruoso, sacrílego y viciado de liberalismo. En su defensa reafirmó la necesidad de reconocer "la gran afinidad que hay entre la religión cristiana, la verdadera filosofía y la libertad bien entendida" (3). Inclinado también hacia las bellas artes, se le conocen obras pictóricas, escultóricas y musicales.

El mito creado en La Palma en torno a la supuesta pertenencia del cura Díaz a la masonería, fama y voz pública "a la que ha contribuido -según escribe el profesor J. Régulo- el emblema que adorna su estatua en la plaza principal de Santa Cruz de la Palma" (4), no ha podido ser demostrado documentalmente (5). El doctor M. de Paz, en su Historia de la Francmasonería en Canarias, ha señalado que "el caso no sería del todo extraño si pensamos que, durante el primer cuarto del siglo, era un hecho frecuente que los clérigos progresistas, como otros tantos liberales, acudieran a las logias"; añade el mismo autor:

"En honor a la verdad hay que decir también que ciertas reformas en la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma, atribuidas al párroco liberal, como son la colocación ornamental del sol y la luna en el altar mayor, o la existencia de un gran triángulo inscrito en una circunsferencia en el techo de la sacristía, hacen pensar en esa vinculación del padre Díaz con los masones" (6).

Asimismo, en 1897 se erigió en el centro de la plaza principal de Santa Cruz de la Palma, a pocos pasos del lugar donde el cura Díaz había muerto al caer de las escaleras del atrio de la iglesia, un monumento conmemorativo en su honor, elevado por iniciativa de los miembros de la logia palmera "Abora n.° 91" y especialmente de su venerable varias veces, don José García Carrillo, grado 33 y a la sazón alcalde presidente del Ayuntamiento capitalino (7).

La cara delantera del pedestal presenta lápida marmórea con varios emblemas alusivos al magisterio eclesiástico y a las cualidades artísticas y humanas del homenajeado, como son el laurel, la palma del martirio, el cáliz, la paleta y la partitura musical. En la parte posterior aparece el relieve del "pelícano con sus crías" y la inscripción latina: "Qui Decus et splendor sacrati ad limina templi / Occubuit, zelus víctima facta sui / XDCCCLXIII"; Que honor y esplendor, cayó muerto en los umbrales del sagrado templo víctima de su celo (8).

Para los masones, el pelícano, que desgarra su pecho para alimentar con su propia sangre a sus crías, es el símbolo de la Caridad, de la Filantropía. Este mismo emblema figura también en la puerta del sagrario del tabernáculo del altar mayor de la iglesia de El Salvador -que estudiaremos seguidamente-, aunque aquí su significado sea eminentemente eucarístico y cristológico.

EL RETABLO MAYOR Y EL TABERNÁCULO DE LA IGLESIA DE EL SALVADOR

En torno a 1813, el párroco don Manuel Díaz y su más íntimo colaborador, el sacerdote y arquitecto don José Martín de Justa, vinculado en todos los órdenes a la figura de Díaz, emprendieron la reforma neoclásica de la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma, iniciada por las capillas laterales de las naves (9) y seguidas poco después por la cabecera.

La construcción del retablo del altar rnayor (1840) y del tabernáculo, colocado el día de El Salvador de 1841 (10), fue una obra cuidadosamente meditada ya desde 1818 (11). El diseño arquitectónico del retablo fue obra de Martín de Justa, mientras que al señor Díaz se deben los jaspeados de apariencia marmórea, los cortinajes fingidos que decoran el testero de la capilla mayor y la ingeniosa y teatral maquinaria que acciona el expositor del tabernáculo, dejando ver la custodia. Antonio Rodríguez López (1936-1901), biógrafo de don Manuel Díaz, describe detalladamente este mecanismo:

"... en el momento en que se pone patente la sagrada Hostia es cuando el esbelto tabernáculo revela la vigorosa imaginación del genio: en el solemne instante de la esposición del Sacramento, por medio de un mecanismo invisible elévase la cúpula de que penden las cortinas que forman el tabernáculo, al mismo tiempo que éstas divididas en dos y saliendo por entre las columnas son recogidas hacia los lados por dos pequeños ángeles que las suspenden en forma de pabellón: debajo de este pabellón aparece un haz de espigas doradas que sostienen, un orbe; el haz y el orbe se dividen de alto a bajo en dos mitades y se retiran describiendo dos cuartos de círculo en rotación hacia atrás, y aparece en su centro la custodia con la Majestad Divina que resplandece bajo el hermoso pabellón del tabernáculo. Para cubrir el Sacramento, el haz y el globo vuelven a cerrarse, y el pabellón desciende, volviendo a caer perpendicularmente el cortinaje.
En esta obra no se sabe qué admirar más, si el hábil mecanismo que tan bello efecto produce, o la riqueza de imaginación con que se ha verificado aquel conjunto armonioso de los inmóviles rasgos de la arquitectura con la aérea y caprichosa forma de la movible tienda de tela" (12).

Los promotores de la reforma, que llevaron a cabo las obras con el cuantioso legado de don Cristóbal Pérez Volcán, natural de Santa Cruz de la Palma y vecino de La Habana, tampoco escatimaron gastos y no dudaron en acudir a los artistas de mayor renombre de su tiempo: Antonio María Esquivel, que pintó en 1837 el gran cuadro de la Transfiguración para el centro del altar mayor, y Fernando Estévez, la gran figura de la plástica canaria del siglo XIX, amigo personal del cura Díaz, autor de los dos ángeles turiferarios y los relieves del tabernáculo y de la pareja de ángeles que adoran el triángulo luminoso del remate del retablo.

En 1820 llegó de Madrid un diseño, autorizado por un arquitecto académico "de la mejor nota", para la construcción del tabernáculo (13). Sin embargo, el proyecto quedó paralizado con la caída del Trienio liberal y el proceso de infidencia iniciado contra don Manuel Díaz, circunstancias que forzaron al párroco de El Salvador a trasladar su residencia a Tenerife (14). Nuevamente las obras del tabernáculo y retablo mayor cobraron impulso en 1835, con el regreso definitivo del señor Díaz.

Posteriormente, en 1838, cuando el tabernáculo ya esta casi concluido de maderas y se preparaba para dorar y pintar, la secretaría episcopal de Tenerife abrió expediente contra los párrocos de El Salvador, don Manuel Díaz y don Sebastián Remedios y Pintado, por haber formado el diseño del tabernáculo sin contar con el conocimiento del primer obispo de la diócesis, don Luis Folgueras y Sión. El prelado, defensor acérrimo del absolutismo y enemigo declarado de las sociedades secretas, decretó la suspensión de las obras y el envío a su secretaría del diseño del tabernáculo y del cuadro de Esquivel, que no fueron devueltos hasta 1839, no sin antes apostillar algún defecto en relación con la pintura de la Transfiguración y la narración del texto evangélico:

"... en la que se da á entender bastantemente que el Señor no se elevó en los aires, sino que sus sagrados Pies permanecieron fijos sobre la tierra..." (15).

LECTURA SIMBÓLICA

El simbolismo de la logia masónica se inspira en el templo de Salomón, el habitáculo divino, el lugar que llenó la nube o gloria de Yavé. Por esta razón, sellos, emblemas y calendarios masónicos presentan habitualmente el frontispicio del templo de Jerusalén con las dos columnas "Yaquín" y "Boaz" destacadas a uno y otro lado del pórtico del santuario y coronadas por una gloria luminosa con el ojo de Dios en el centro; sobre las columnas, levantadas encima de una escalinata, aparecen también el sol y la luna (fig. 1).

El paralelismo que esta representación alegórica del templo masónico presenta con el retablo mayor de la iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma salta a la vista (fig. 2); dos únicas columnas corintias, de orden gigante, soportan un entablamento y un parapeto, que corona el triángulo con el ojo de Dios rodeado de una gloria de nubes y rayos. El sol y la luna, pintados por el cura Díaz, figuran junto a los capiteles de las columnas, sobre el cuadro de la Transfiguración (fig. 3).

En todas las logias masónicas existen dos columnas en la puerta de entrada, señaladas con las iniciales I y B (fig. 1). Son "Yaquín" y "Boaz", las columnas de bronce que Salomón levantó en el vestíbulo del santuario, delante del santo tabernáculo de Dios (Reyes 7, 13-22). Ambas columnas, de 18 codos de altura y capiteles de flores, fueron modeladas por Hiram, obrero del cobre, fundador, según la liturgia y el simbolismo masónico, de la Orden del Gran Arquitecto del Universo.

El poeta Antonio Rodríguez López escribía, en 1868, sobre el retablo de El Salvador:

"Es un magnífico retablo de órden corintio de una sencillez severa y esbelta: dos solas columnas sobre sus pedestales sostienen el entablamento: sobre el entablamento no hay frontón ni remate alguno arquitectónico; un zócalo corrido sirve de base á dos grandes ángeles arrodillados á ambos extremos, ejecutados en madera por el escultor Estebes y blanqueados para darles la apariencia del mármol; y entre ambos resplandece un sol de rayos dorados, en cuyo centro, cercado de nubes, se ve el misterioso triángulo, emblema de la Trinidad y Unidad divinas" (16).

En efecto, el triángulo equilátero, figura perfecta por tener sus lados exactamente iguales, es el emblema de la Trinidad y Unidad divinas, pero también es el símbolo más importante de la francmasonería. El "Delta" o triángulo luminoso con el ojo de Dios al centro -como se ve en el remate del retablo de El Salvador- significa, asimismo, al Gran Arquitecto del Universo contemplando la Creación.

La luna y el sol, alusivos también a la Creación, aparecen frecuentemente al lado de la cruz en las representaciones medievales del Calvario como símbolos del Antiguo y Nuevo Testamento. Sin embargo, su vinculación con el tema de la Transfiguración no deja de ser una rareza iconográfica.

Delante del retablo mayor se encuentra, exenta, la mesa de altar con el tabernáculo, palabra que significa tienda.. El tabernáculo, que se compone de sagrario -donde habita el Dios vivo entre los hombres- y expositor superior, tiene forma de templete circular, sostenido por cuatro pares de columnas y cubierto por el cortinaje de un arabesco pabellón de tela (fig. 4), inspirado en aquella tienda del desierto que Yavé ordenó tejer para cubrir al Santo de los Santos. Para el pueblo judío, el tabernáculo era la tienda donde se manifestaba, entre los querubines, la "Shekinab"; es decir, la "Gloria" o "Presencia" real de Dios.

En los laterales del sagrario existen dos relieves tallados en madera que representan a David y a los ancianos y jefes de Israel, entre espirales de incienso que queman en honor de Yavé. A su lado, dos ángeles turiferarios, de tamaño casi natural, recuerdan aquellos otros que Salomón hizo colocar en el santuario o sancta sanctorum del templo de Jerusalén. Allí, cubierto por el velo y las alas de los querubines, se encontraba el santo tabernáculo de Dios, donde estaba depositada el Arca de la Alianza desde la sedentarización del pueblo de Israel.

El centro y corazón de la logia masónica, cuyo simbolismo se inspira en el templo salomónico, es el altar o ara, situado en el lugar que aproximadamente correspondía al tabernáculo con el Arca de la Alianza. Sobre el altar aparecía la biblia, el libro sagrado que recoge la revelación de la Palabra, abierta por los versículos de Reyes o Crónicas (donde se menciona la construcción y las medidas exactas del templo de Jerusalén) o bien por el prólogo del evangelio de San Juan: "En el principio era el Verbo...", alusivas a la edificación del templo espiritual, residencia eterna de la sabiduría y la inteligencia del Supremo Creador (17).

Encontramos el mismo texto del Nuevo Testamento en el lado del evangelio del testero de la capilla mayor de la iglesia de El Salvador ("CAPUT I. IN PRINCIPIO ERAT VERBUM, ..."), ¿mera coincidencia? En el otro lado, aparece el capítulo primero de San Mateo, autor del primero de los cuatro evangelios, que comienza con la genealogía de Cristo ("CAPUT I. LIBER GENERATIONIS JESUCHRISTI FILII DAVID..." ). Ambas inscripciones -las primeras piedras del templo espiritual-, sobre fingidos pergaminos que sostienen el águila de San Juan y el ángel de San Mateo, fueron pintadas en 1843 por el párroco don Manuel Díaz (18).

El templo masónico, donde se reúne la logia, simboliza a la vez el templo de Salomón y el Cosmos. En él se dan una multitud de correspondencias simbólicas que permiten percibir las relaciones armónicas del universo. Nada de este templo es superfluo ni puesto al azar y cada símbolo refleja un matiz particular de esa armonía. La construcción de una logia masónica partía de la idea directriz marcada por el número de oro o divina proporción, regla que era utilizada por los arquitectos y constructores medievales (19).

Simetría y orden, equilibro y belleza, proporciones armónicas fueron, asimismo, las ideas que inspiraron a los presbíteros Díaz y Martín de Justa; en este sentido, un texto del poeta Antonio Rodríguez López (1868), en el que expresa su admiración por el nuevo tabernáculo y retablo mayor, no puede ser más significativo:

"Y no es sólo la hermosura particular de aquel templete lo que allí se admira; es la agradable proporción de éste con cuanto le rodea, la artística armonía que relaciona unos detalles con otros y forma de todo el conjunto una unidad de belleza inimitable. Altar, retablo, tabernáculo, ángeles, transfiguración, sagrario, todo se armoniza allí admirablemente, nada falta ni nada puede añadirse sin truncar aquel conjunto de grata hermosura, de poética gallardía y de majestuosa severidad: es un acorde de que no puede alterarse una nota, un poema en que no puede borrarse una imágen, un cielo en que no puede añadirse una nube ni apagar un astro" (20).

La logia masónica sintetiza la totalidad de la vida universal, del Cosmos. Es, pues, una imagen del mundo, una "Imago Mundi", un prototipo del mismo reducido a su forma esencial (21). Por ello, el techo de las logias representa el espacio infinito y diáfano, el cielo o bóveda celeste estrellada en el que se mueven todos los cuerpos del universo.

Los techos de la iglesia de El Salvador fueron profundamente transformados en el siglo XIX. En 1851, don Manuel Díaz manifestaba su deseo de reformar las cubiertas de madera de las naves:

"Si se les diera algo más de elevación y se les pusiera sielos rasos, como ya los tienen las capillas mayor y laterales, todo correspondería al sagrado destino del edificio y al general y justo deceo de que se remedie esta pesadez y obscuridad de techos que tan mal representan la elevación y claridad del cielo a donde los fieles dirigen sus oraciones" (22).

Con anterioridad, en 1818, Martín de Justa y el cura Díaz dirigieron la construcción de la bóveda de la capilla mayor, decorada en 1895 con una visión celeste de la Santísima Trinidad (23). La bóveda de medio cañón, la primera que se construyó en la isla, sustituyó a una techumbre de madera anterior, rompiendo así con una tradición -la de la carpintería mudejárica- que se había mantenido inalterable durante siglos.

Por último, debemos mencionar el triángulo inscrito en un círculo que aparece en el centro del techo raso de la Sala capitular, a espaldas de la cabecera de la iglesia. Esta nueva dependencia, que presenta original planta semicircular, fue proyectada por don José Joaquín Martín de Justa en 1816 (24). Recordemos que el triángulo, la escuadra y el compás (con el que se traza el círculo, figura geométrica considerada como imagen del cielo y de la divinidad) son los emblemas por excelencia de la masonería.

NOTAS

(1) Regulo Pérez, J., "El cronista de La Palma Juan Bautista Lorenzo Rodríguez, época, vida y obra", La Laguna, 1975, p. XXIX.

(2) Paz Sánchez, M. A., "Historia de la Francmasonería en las islas Canarias (1739-1936)", Santa Cruz de Tenerife, 1984, pp. 121 y ss.

(3) González Duque, L., "Manuel Díaz Hernández (1774-1863): semblanza de un católico liberal", en La Graja, n.° 3, La Laguna, 1990, p. 34.

(4) Régulo Pérez, J., Op. cit., p. XXVII.

(5) Paz Sánchez, M. A., Op. ciL, p. 153.

(6) Ídem.

(7) Ibíd.

(8) La misma inscripción figura en el retrato de don Manuel Díaz que existe en la sala capitular de la iglesia de El Salvador, obra de Aurelio Carmona López (1826-1901), sobrino de Díaz.

(9)En 1813 se construyó el retablo y se reformó la capilla de San Juan Bautista, en la nave del evangelio de la iglesia de El Salvador.

(10) Rodríguez, G., La iglesia de El Salvador de Santa Cruz de la Palma, Madrid, 1985, p. 52.

(11) El 15-XII-1818 el mayordomo de fábrica parroquial, don Felipe Benicio Rodríguez Lorenzo, hizo donación del alcance de sus cuentas "a fabor de la obra del Tabernáculo nuebo que está proyectado desde los principios"; Rodríguez, G., Op. cit., p. 267.

(12) Rodríguez López, A., Apuntes biográficos de don Manuel Díaz, Santa Cruz de la Palma, 1868, pp. 30-31.

(13) Archivo del Obispado de Tenerife (A.O.T.), "Espediente formado á consecuencia de haberse hecho por los Beneficiados de la Parroquial del Salvador de la Ciudad de la isla de la Palma, reformas en ciertas funciones de tabla y numero de ministros, sin conocimiento de S.S.Y; y sin el mismo requisito haber formado un diseño de tabernaculo para dicha Iglesia", año 1838.

(14) Paz Sánchez, M. A., Op. cit., p. 152.

(15) A. 0. T., Espediente formado ...; decreto de 24-IV-1839.

(16) Rodríguez López, A., Op. cit., p. 152.

(17) Ariza, F., "La Simbólica de la Masonería", en Cuadernos Masónicos de la Gran Logia Simbólica Española, n.° 4, Valladolid, 1989, p. 47.

(18) Rodríguez, G., Op. cit., p. 50, y Rodríguez López, A., Op. cit., p. 29.

(19) Ariza, F., op. cit., p. 45.

(20) Rodríguez López, A., Op. cit., p. 31.

(21) Ariza, F., Op. cit., p. 45.

(22) Rodríguez, G., Op. cit., p. 288.

(23) Ídem, p. 49.

(24) A. O. T., "Ciudad de La Palma, Año 1827, Expediente de renuncia de mayordomía de Fábrica de la Parroquial Matriz, rendimiento de cuentas y provisión de esta..".

 

sábado, marzo 07, 2009

Plancha Aprendiz en Templo Católico

Adjunto fotografias en donde se puede apreciar la Plancha de Trazar del grado de Aprendiz. Lo sorprendente de ellas es que la Plancha esta ubicada en el sitio principal de un templo católico en Francia.

[eglise_nice_2.jpg]

[templocatolico.png]

 

sábado, enero 10, 2009

El Gran Arquitecto del Universo (G:. A:. D:. U:.)

A:. U:. T:. O:. A:. A:. G:. I:.

Ordo ab Chao

Por el R:. H:. José Guzmán Estrada

Vall:. de Lima, martes 9 de mayo del 2007 E:. V:.

Empezare este trazado tomando como base lo que nos expresa el I:. P:. H:. Albert Gallatin Mackey en su Enciclopedia de la Francmasonería en su versión en idioma castellano:

“El Gran Arquitecto del Universo. Es el título aplicado en el lenguaje técnico de la Francmasonería a la Deidad. Es conveniente que una sociedad fundada en los principios de arquitectura, que simboliza los términos de esa ciencia a los fines morales, y cuyos miembros profesan ser arquitectos del templo espiritual, deberían considerar al Ser Divino bajo cuyas leyes sacrosantas se encuentran construyendo ese edificio, como su Maestro Constructor o Gran Arquitecto”.

De otro lado, sabemos muy bien que la referencia y reverencia al G :. A :. D :. U :. (Gran Arquitecto del Universo), fue largamente polémica dentro de la historia universal de la Francmasonería en especial en Europa.

La expresión del Gran Arquitecto del Universoproviene del Renacimiento europeo. Fue utilizada por los alquimistas (científicos de la época), los astrónomos, los filósofos y los artistas, el Gran Arquitecto era una alegoría que designaba a Dios.

Contrariamente con una opinión esparcida o formulada hace relativamente un gran tiempo, la expresión “Gran Arquitecto del Universo”, no es más en la Masonería, que una expresión copiada; ella aparece de una utilización si no corriente, de una menos frecuente del siglo XVI, donde la encontramos originalmente dentro del primer tomo de “L’Architecture” (1567) del arquitecto francés “Philibert de l’Orme” y que el astrónomo alemán “Johannes Kepler” la usa también dentro de su obra “Astronomía Nova” (1609); en todos los casos, esta expresión idiomática designa a Dios, el Dios todopoderoso ordenador del Cielo y de la Tierra.

Es a raíz de las “Constituciones” de Anderson (1723) que consagran su utilización masónica porque ellas son dadas bajo los auspicios del Gran Arquitecto del Universo. La expresión figura solamente una vez en el texto.

James Anderson (n.1680 - f. 28 de mayo de 1739), en su o sus “Constituciones de 1723” hará uso de esta referencia dentro de su lectura totalmente personal de la historia: “Adán, nuestro primer ancestro, creado a la imagen de Dios, el Gran Arquitecto del Universo, las ciencias liberales, particularmente la geometría, inscritas dentro de su corazón (…)”.

El Gran Arquitecto del Universo es entonces una noción deísta en donde las ciencias liberales – y “particularmente la geometría” – reunifican a la criatura con su Creador. Él es el demiurgo (*), el arquitecto del origen del mundo y el ordenador del mismo.

(*) Demiurgo: Del griego “demiurgos”, obrero, artesano, arquitecto. Nombre del dios creador del alma del mundo, en la filosofía platónica.

La Francmasonería define entonces de esta forma su espiritualidad con relación a lo divino. El Gran Arquitecto del Universo devendrá enteramente conceptual de tal forma que lo pueda expresar como el“Deus sive Natura” del filósofo neerlandés Baruch Spinoza o del Dios “Relojero” del escritor francésFrançois Marie Arouet Voltaire dentro de un dominio más académico. Y, es aquella conceptualización la que motiva principalmente las discrepancias y oposición entre los Modernos y los Antiguos.

Laurence Dermott (1720 - 1791), dentro de su« Ahimon Rezon », no entenderá y plasmará esta noción como una alegoría espiritualista, pero si lo hará como una metáfora teísta. Si para los Modernos el Gran Arquitecto del Universo podría quizás ser Dios. Para los Antiguos, Dios podría quizás ser el Gran Arquitecto del Universo. Esta proposición retórica encontrada ocasionará un verdadero combate ideológico entre dos interpretaciones de la Francmasonería. Si losAntiguos sostenían una francmasonería católica, resueltamente religiosa, los Modernos exigían de la Orden la conciliación de las opiniones espirituales por un Gran Arquitecto del Universo adogmático.

La historia nos indica que estas dos opiniones o visiones discrepantes, acabaron con un entendimiento en 1813.

Es aquel acto de unión, la demostración palpable, de dicho gran suceso anhelado tiempo atrás, que se dio por la evolución del pensamiento en el curso del siglo XIX.

La Masonería – que siempre ha vivido con su tiempo – ella nacerá de fases filosóficas que la alejaron del deísmo “original” y de la reacción teísta. El positivismo religioso del filósofo francés Auguste Comte es una etapa esencial dentro de la historia de los pensamientos, porque ella es la primera tentativa con la finalidad de responder a los conceptos metafísicos. En aquel, se justifica un ateismo que tiene como definir la realidad con los principios científicos. Es siempre mejor aquello para un espíritu dubitativo que ser un ente imperceptible espiritual con el nombre de Dios.

El positivismo religioso fuerza al individuo a la rebúsqueda de la aclamación dentro del progreso y dentro de la sociedad. El positivismo tendrá un peso consecuente con la francmasonería francesa, especialmente en el seno del Gran Oriente de Francia(GODF) “cismático” de 1877. El del sólo positivismo, donde se desarrolla con la filosofía marxista un ateísmo materialista que convencerá a numerosos hermanos. ElG:. A:. D :. U :., es relegado entonces como parte de la historia, deviniendo aquel en un sustento espiritual vergonzoso.

Sin embargo, con deísmo, con teísmo y con las formas de ateísmo que interpretan o suprimen la noción delGran Arquitecto del Universo, el misticismo con el fin del siglo XIX le donará una nueva dimensión. El G:. A:. D :. U :., deviene ahora en efecto en el « Gran Iniciado ». Además de su atributo de demiurgo, del lenguaje cosmológico de la alegoría, él es la gnosis suprema de los francmasones esotéricos.

Connotación que será reducida además para poder apreciar al Gran Arquitecto del Universo, en un sentido de la historia de ideas y dentro de su sola significación filosófica.

Uno podrá comprender al G :. A:. D:. U :., dentro de un lenguaje espiritual y simbólico. Símbolo, él representa la armonía platónica que alía el Universo con el Ser, la Materia con el Espíritu. La invocación del “Gran Arquitecto del Universo” admite un orden del mundo que sobrepasa la esfera de la Logia para su apreciación dentro del ser y el actuar u obrar iniciático.

Así el G:. A:. D :. U :., significa el resultado espiritual donde luego el microcosmos (el Ser entendido) se sublima dentro del macrocosmos (el Universo) y se revela luego como un Ser elevado.

Del mismo modo, existe un propósito artístico dentro del Gran Arquitecto del Universo. En efecto, la Biblia nos enseña que Dios sugiere los planos y la construcción del Templo de Salomón. De este hecho, Hirám de Tiroserá el conductor por cierta cosa extraña que los artistas nominan “inspiración” y que les ha sido enturbiada después de la noche de los tiempos. La inspiración, es entonces la que permite a un hombre de tener la tecnicidad necesaria para apreciar o reconocer el inexplicable talento?.

Finalmente, quisiera indicar que las abreviaciones o siglas colocadas como cabecera o en el encabezamiento de este trazado, que son utilizadas frecuentemente en los balaustres, escritos y otros del Supremo Consejo (A:. U:. T:. O:. A:. A:. G:. I:.), también son un agradecimiento al Gran Arquitecto del Universo pero en idioma latín: “AD UNIVERSI TERRARUM ORBIS ARCHITECTONIS AD GLORIAM AB INGENTIS”.

Bibliografía Consultada:

. Mackey, Albert Gallatin. Enciclopedia de la Francmasonería. Editorial Grijalbo S. A., México D. F. – México. 1981.

. Saunier, Eric. Encyclopédie de la Franc-Maçonnerie.Éditoriale de Roselyne de Ayala. Paris – Francia. 2000.

 

Etiquetas de Technorati: ,

ENSEÑAME GRAN ARQUITECTO

APPRENDS-MOI, GRAND ARCHITECTE

Apprends-moi, Grand Architecte de l'Univers, à bien user du temps que tu me donnes pour travailler et à bien l'employer sans rien en perdre.

Apprends-moi à tirer profit des erreurs passées sans tomber dans le scrupule qui ronge.

Apprends-moi à prévoir le plan sans me tourmenter, à imaginer l'oeuvre sans me désoler si elle jaillit autrement.

Apprends-moi à unir la hâte et la lenteur, la sérénité et la ferveur, le zèle et la paix. Aide-moi au départ de l'ouvrage, là où je suis le plus faible.

Aide-moi au coeur du labeur à tenir serré le fil de l'attention. Et surtout comble Toi-même les vides de mon oeuvre : Grand Architecte de l'Univers, dans tout le labeur de mes mains laisse une grâce de Toi pour parler aux autres et un défaut de moi pour me parler à moi-même.

Garde en moi l'espérance de la perfection, sans quoi je perdrais coeur. Garde-moi dans l'impuissance de la perfection, sans quoi je me perdrais d'orgueil. Purifie mon regard: quand je fais mal, il n'est pas sûr que ce soit mal et quand je fais bien, il n'est pas sûr que ce soit bien: Grand Architecte de l'Univers, ne me laisse jamais oublier que tout savoir est vain sauf là où il y a travail. Et que tout travail est vide sauf là où il y a amour. Et que tout amour est creux qui ne me lie à moi-même et aux autres et à Toi: Grand Architecte de l'Univers, enseigne-moi à prier avec mes mains, mes bras et toutes mes forces.

Rappelle-moi que l'ouvrage de mes mains t'appartient et qu'il m'appartient de te le rendre en le donnant. Que si je fais par goût du profit, comme un fruit oublié je pourrirai à l'automne. Que si je fais pour plaire aux autres, comme la fleur de l'herbe je fanerai le soir. Mais si je fais pour l'amour du bien, je demeurerai dans le bien.

Et le temps de faire bien et à ta gloire, c'est tout de suite

Amen

……………………………………….

ENSEÑAME GRAN ARQUITECTO

Enséñame a mí, Gran Arquitecto del Universo, a usar bien del tiempo que me das para trabajar y a emplearlo bien sin perder nada. Enséñame a mí a sacar provecho de errores pasados sin caer en el escrúpulo que corroe. Enséñame a mí a prever el plan sin atormentarme, a imaginar la obra sin afligirme, si brota de otro modo. Enséñame a mí a unir la prisa y la lentitud, la serenidad y el fervor, el celo y la paz. Ayúdame al principio de la obra, allí dónde soy el más débil. Ayúdame en el corazón del trabajo que tiene apretado el hilo de la atención. Y sobre todo colma Tú mismo los vacíos de mi obra: Gran Arquitecto del Universo, en todo el trabajo de mis manos deja una gracia de Ti para hablar a otros y un defecto de mí para hablarme a mí mismo.

Guarda en mí la esperanza de la perfección, sin que pierda el corazón. Guárdame en la impotencia de la perfección, sin que yo me pierda en el orgullo. Purifica mi mirada: Cuando haga daño, no estando seguro que haya sido malo y cuando haga el bien, no estando seguro que haya sido bueno: Gran Arquitecto del Universo, jamás me dejes olvidar que todo saber es vano, salvo allí dónde existe el trabajo. Y que todo trabajo es vano, salvo allí dónde existe amor. Y que todo amor es hueco si no me vincula a mismo y a otros como a Ti: Gran Arquitecto del Universo, enséñame a rezar con mis manos, mis brazos y con todas mis fuerzas.

Recuérdame que la obra de mis manos te pertenece y que me incumbe devolvértela con generosidad. Que si realizo algo por el solo gusto del provecho, como un fruto olvidado me pudriré en otoño. Que si hago algo por únicamente gustar a otros, como la flor de la hierba me marchitaré por la tarde. Pero si lo ejecuto para el amor de la bondad, quedaré con la bondad. Y el tiempo de hacer el bien en tu gloria, es inmediato.

Amen

 

Etiquetas de Technorati: ,

jueves, octubre 16, 2008

EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO

El concepto de un Gran Arquitecto, o Principio Divino Inteligente que constituye el foco espiritual y la Base Inmanente de la Gran Obra de la Construcción particular y universal, ha representado sin duda en todos los tiempos el fundamento de la Religión de los Constructores.

Este mismo concepto constituye el Principio Cardinal de la Masonería Moderna, pues no tienen valor masónico los trabajos que no sean hechos "a la gloria" de este Principio, es decir, con el fin de que la espiritualidad latente en todo ser y en toda cosa encuentre por medio de los mismos su expresión o manifestación más perfecta.

Se trata, sin embargo, de un concepto eminentemente iniciático, es decir, en el cual ingresamos progresiva y gradualmente a medida que nuestros ojos espirituales se abren a la luz masónica. Así pues, mientras en el principio se deja a cada masón en libertad de interpretar esta expresión de Gran Arquitecto según sus particulares ideas filosóficas, opiniones y creencias (teístas como ateístas, considerándose en este último caso el Gran Arquitecto como expresión abstracta de la Ley Suprema del Universo), se le conducirá después gradualmente, por medio de su propio trabajo interno o del esfuerzo personal con el cual se consigue todo progreso, a un reconocimiento más perfecto, a una realización más íntima y profunda de este Principio, al mismo tiempo inmanente y trascendente, que constituye la base y esencia íntima de todo lo existente.

Alrededor de esta idea central (cuyo carácter iniciático la diferencia de todo concepto o creencia dogmáticos) se han agrupado, como en torno de su centro natural, las diferentes tradiciones, símbolos y misterios que constituyen otras tantas aplicaciones y expresiones del Principio Fundamental a la interpretación de la vida y a su perfeccionamiento.

De esta manera, sin imponer opinión o creencia alguna, pero dejándole a cada cual en libertad de interpretar esta expresión simbólica según su particular educación y sus convicciones, todos son conducidos naturalmente hacia una misma Verdad, esforzándose en penetrar cada cual más adentro, llegando al fondo de su propia visión y creencia, que (como todas) tiene que ser tolerada, respetada e interpretada como uno de los infinitos caminos que conducen a la Verdad.

La vida en la tierra es verdaderamente asombrosa, extraordinaria y admirable. Sucedió algo tan grande que no tiene paralelo en la Historia del Universo, por eso la Tierra se ha poblado de dioses, los humanos son creadores, tienen la herencia divina.

Tal vez las etapas hayan sido muy lentas, hasta que el espíritu se forme y la inteligencia se desarrolle, para comprender todo y descubrir uno a uno, los secretos de la naturaleza en el espacio insondable del Universo.

Estrellas, soles, planetas, millones, millones. Distancias inconmensurables entre uno y otros. En ese torbellino inigualado de la materia, la vida que brota, como una floración del TODO y de la nada.

La ciencia hasta hoy se ha detenido junto al origen de la vida, y en los dinteles del espacio infinito, palpitante, todo poderoso, bello, insuperable, misterioso. Ante semejante espectáculo, el hombre ha podido articular una sola palabra, que encierra toda la grandeza, esa palabra, esa palabra ha surgido de los labios de los seres humanos, desde el preciso momento que aparecieron en la tierra. Esa palabra es: DIOS.

Ideal de la Verdad, del Bien, de la Belleza, de la Civilización y del Progreso. "El problema de la divinidad, ó , acaso mejor planteado, del origen del Universo y de sus fenómenos, en cuanto permanece ignorado para la razón humana, es el fundamento de las religiones y ha sido el martirio de muchas escuelas filosóficas.

Creyentes, pensadores y sabios resultan divididos, a este respecto, por límites infranqueables. Entre tanto la MASONERÍA, que busca la verdad sin exclusivismos y sin pretender ser su maestro infalible, que respeta todas las creencias sinceras y juicios honrados, aunque no acepte cuanto estima erróneo, ha debido adoptar una formula que a nadie repugne fundamentalmente y que no coarte ninguna investigación. Esa formula es la del: GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO, Con esta denominación, nuestros hermanos que pertenecen a cualquiera de las comunidades religiosas que se disputan el mundo de los creyentes, pueden reconocer y adorar a sus particulares divinidades. Aquellos otros de nuestros hermanos que no comulgan en religión alguna pueden ver en el GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO la sustancia universal con sus actividades constructoras, con sus modalidades y leyes propias y fijas, sin causa superior, realizando sus creaciones por causas secundarias, impotente para realizar el milagro y sin actos providenciales.

Cada masón, según su cultura, según su idiosincrasia, asigna esencia y reviste de atributos AL GRANDE ARQUITECTO DEL UNIVERSO. Que lo que es la masonería levanta esa formula como manifestación DE RESPETO A TODOS LOS CULTOS, COMO SIGNO DE ALIANZA ENTRE INCRÉDULOS Y CREYENTES Y COMO INCÓGNITA FORMIDABLE PARA LA CIENCIA" (Liturgia de Iniciación, G ∴L ∴B ∴).

Son en realidad, muchas las conclusiones que podemos sacar de este bello párrafo del Ritual de Iniciación, simplemente resumiremos que: la masonería respeta toda idea personal que cada hombre pueda tener de Dios, cualquiera que pueda ser esta y los alcances que individual e íntimamente se le quiera dar, y es más, la sabiduría de la Orden, a través de LA TOLERANCIA, respeta aún a aquellos que no tienen creencia alguna.

Para nosotros las pruebas de la existencia del G:.A:.D:.U:. , resultan inútiles y superficiales, pero la verdad es que este, aparte de ser un tema de inagotables discusiones que recuerdan a nuestras trasnochadas bohemias, ES UNA CUESTION DE FE y para la Orden la FE, junto a LA ESPERANZA Y CARIDAD, forma parte de las tres virtudes Teologales es decir nuestra UNION con Dios.

Aunque esto parecería muy poco científico, debo confesar que tomar los conceptos de FE y CIENCIA, como opuestos excluyentes, es demasiado simplista. No olvidemos que la FE no es completamente irracional, y la ciencia-especialmente la ciencia moderna- no está exenta de artículos de fe.

Por otra parte nosotros los masones, abrimos nuestros Trabajos "A la Gloria del Gran Arquitecto del Universo", es decir: consagrados a Él, y las Tenidas son en realidad un culto dedicado al Ser Supremo, Único Creador, y cuando se consagra un Templo, abriendo la Biblia en Eclesiastés, se pide a Dios bendecir el recinto como un lugar sagrado donde alabaremos su Nombre.

He considerado importante, el recordar el concepto de los Trabajos Masónicos, para encontrar en esos conceptos la ayuda necesaria para cambiar nuestra actitud y nuestras posturas, cuando nos encontramos en Logia.

Por otra parte y nada más que a modo de comentario, la masonería, siguiendo su tradicional método de enseñanza es decir EL DEDUCTIVO, analiza el Universo y la perfección que reina en el y concluye que esta no puede ser la Obra de otro que no sea EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO.

Dios existe en todo lo creado por la naturaleza y masonería sostiene que en el hombre existe un Soplo Divino, una esencia Luminosa, que le hace practicar todos sus actos ajustados a los dictados de su conciencia.

Ya sabemos que el egoísmo es propio del hombre ignorante, pero el YO SAGRADO, el YO conciente y respetuoso, que nos guía y nos aconseja, para obrar con razón y con justicia, es nada menos, lo que en el hombre, se llama CONCIENCIA, o sea el VERBO DE LA DIVINIDAD, y efectivamente, la conciencia es el medio por el cual Dios hace llegar hasta nosotros sus dictados, sobre la manera de obrar o proceder dentro de la sana moral y perfecciona nuestros actos.

La filosofía de la Divinidad, o del concepto humano sobre DIOS, no consiste pues, en vivir, nada más porque se nos dio la vida; nuestra vida en masonería debe ser el conducto por el que nuestra inteligencia trabaja, se perfecciona y progresa, dándonos a conocer los fines que la Naturaleza persigue dentro del mundo espiritual y que nos obliga a ser útiles a la Humanidad, aún a costa del sacrificio propio.

La filosofía que entraña la enseñanza del VERBO DIVINO consiste en compenetrarse fielmente al conocimiento de la SUPREMA VERDAD, pues hay que tener en cuenta que nosotros mismos formamos parte de la Naturaleza, esa fuerza irresistible e invisible que a la vez que da vida y vigor, destruye sus obras, para poderse hacerse inmortal, y Naturaleza quiere decir Dios, no cabe duda de que en cada Ser animado existe un Soplo Divino.

El masón define a Dios como EL GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO y al hombre lo distingue como artífice de su propio destino, o lo que es lo mismo, la causa y el efecto de la propia Naturaleza.

Si tomamos en consideración las enseñanzas esotéricas de las explicaciones anteriores veremos que las funciones naturales de lo creado, tienen su origen en donde otras mueren para nosotros, pero la verdadera interpretación simbólica consiste en saber ser útiles a Dios y con ello lo seremos a nuestros semejantes y aun a nosotros mismos, para que mas tarde, sin temor a la muerte, podamos rendir nuestro último tributo a Él, dándole cuenta de nuestra misión en la Vida.

El masón, para cumplir debidamente su misión ante Dios, no tiene moralmente, más que cumplir con los dictados de su Conciencia, esa Virtud que constituye la enseñanza de todas las religiones.

Esa es la Doctrina más pura que debemos observar, la Moral, la Caridad, ese dorado cofre de esperanza de la Humanidad; el Honor y la Honradez; el Olvido a las injurias, la indulgencia y la tolerancia Universal porque constituyen los verdaderos Dogmas de la Teología Masónica. La HERMANDAD es el don precioso que la Divinidad hizo sobre la Tierra para consolar al hombre en medio de las tribulaciones de su vida. Constituye el dulce sentimiento de las almas grandes.

Después de todas estas consideraciones, después de definir que la sola nobleza que se nos encomienda a nuestra Orden consiste en practicar LA CIENCIA Y LA VIRTUD, podremos todavía poner en duda la existencia del GRAN ARQUITECTO DEL UNIVERSO ? , dejo en ustedes la respuesta cabal y que su conciencia rija no solamente sus vidas sino también su masonería.

Etiquetas de Technorati: ,,

lunes, julio 28, 2008

LA MASONERÍA SEGÚN LA BIBLIA (1737)

John Tillotson

No muchas son las referencias que se conservan de John Tillotson; Montesquieu lo menciona, así como el caballero de Ramsay en una de sus cartas. Según la Encyclopaedia Britannica, Tillotson (1630-1694) fue deán de la catedral de Saint-Paul en Londres, antes de convertirse en 1691 en arzobispo de Canterbury. En 1675 editó los Principios de la religión natural, de Wilkins. Han quedado bastantes compilaciones de sus sermones, como Cincuenta sermones y la regla de fe (1691), Cuatro sermones referentes a la divinidad y a la encarnación de nuestro bienaventurado salvador (1693) y los Sermones póstumos (1694). Una curiosa recopilación de algunos de ellos, titulada Selección de discursos sobre diversos temas (Select orations on various subjects), impresa a título póstumo en 1737, contiene el texto que presentamos a continuación. Hemos prescindido de ofrecer anotaciones con las referencias bíblicas del texto, pues son demasiado numerosas y apenas aclararían el sentido del documento. On Scripture masonry fue publicado posteriormente en el vol. 74, pp. 89-98, de “Ars Quatuor Coronatorum”, Londres, 1961, y Patrick Négrier realizó la traducción francesa (Textes fondateurs de la Tradition maçonnique, 1390-1760, París, Grasset, 1995).

LA MASONERÍA SEGÚN LA ESCRITURA

La divinidad y lo sublime de la masonería tal como aparece en los oráculos sagrados…

Al muy respetable gran maestro de la antigua y honorable sociedad de los masones libres y aceptados, este texto está a él dedicado por el más humilde y obediente servidor de su señor.

El autor.

“Por lo tanto, el Señor, el Ser eterno, dice así: He aquí que yo fundo en Sión una piedra, piedra de fortaleza, piedra angular, escogida, sólidamente cimentada… Haré del derecho un cordel, y de la justicia un nivel” (Is. 28, 16-17).

Habiendo ordenado el edificio del universo en número, peso y medida, y habiendo echado los cimientos del mundo, Dios nuestro muy sabio maestro desplegó el cordel sobre sí, y, como dice Job, lo suspendió en el vacío por (medio) de una misteriosa geometría. Se convirtió así en la imagen sensible de la masonería divina, cuyo eterno plan, cuyo modelo arquetípico, era el objeto de su sabiduría y de su inmenso conocimiento antes de que el mundo fuera. Todo lo hizo gracias a su Hijo, que le era fiel en todos los asuntos de su Casa, y distribuyó a sus obreros y servidores sus tareas y sus pagas. Nada cumplió Dios sin trazado, sin modelo en su decreto oculto, que secretamente guarda al abrigo de las miradas humanas. Pues sus caminos son insondables; sus pasos son ignorados; ¿quién ha comprendido al Espíritu del Señor, o quién ha sido su consejero? Las huellas de su omnipotente providencia subsisten en el jardín de la noche; él mismo habita en una luz inaccesible; pasa a nuestro lado y no le vemos. El masón celestial es un excelente obrero; pero, ¿quién puede dar cuenta de la manera como engendra, de su nombre o del nombre de su Hijo? Él, cuyas primeras actuaciones tuvieron lugar hace tanto tiempo, es invisible como el camino de un águila en el aire, como la aguja de un reloj de sol (a mediodía), o como la revolución silenciosa de la gran rueda del mundo, hasta que él alcance el punto final en que el edificio deberá ser derribado, y su materia dispersada en la región del infinito.

En Heb., 11, 10, Dios es llamado el constructor de la ciudad y de sus fundaciones.

Se le describe ciñéndose él mismo de fuerza, apoyando un compás sobre la superficie del abismo, desplegando los cielos como un pabellón, y afirmando la tierra sobre sus pilares; fijando el número de las estrellas, llamándolas a todas por sus nombres; construyendo las cámaras del sur bajo la bóveda del firmamento; pesando las colinas y las montañas en los platillos de una balanza. Además, dice David, su secreto no es sino para aquellos que le temen; a ellos mostrará su pacto. Si obráis con rectitud, ¿no seréis aceptados? dice Dios. En cada nación, aquel que teme a Dios y obra rectamente es admitido por él. Pero, ¿puede un hombre hacer salir lo limpio de lo que está sucio? Nadie llega al ungido, al constructor de la Casa, si el Padre no le conduce hasta su enviado. Debe ser fiel a la obligación cristiana que ha prometido; debe observar las reglas particulares de la compañía y de la santa comunión, (vivir) en el amor fraterno, separado del mundo y sin conformarse a él. Debe edificarse a sí mismo y edificar a los demás como piedras vivientes, según el mandamiento de su maestro, en todo lo que es digno de elogio, y debe esperar a la Jerusalén de lo alto, cuyos muros son de piedras preciosas, y su pavimento de oro puro.

El Libro de Dios, su voluntad y sus obras son los modelos de la masonería sagrada. Está llena de sublimes misterios, no comunicados a todos. No todos toman parte en el Espíritu de Dios, sólo son hermanos de la santa liga aquellos que han (recibido) la adopción para poder decir Abba, Padre. No tengas miedo, pequeño rebaño, dice el ungido, yo te he escogido y (retirado) del mundo, que no me conoce a mí ni conoce al Padre; pero yo le conozco, y te lo he mostrado. ¿Puede darse a una compañía decreto más elevado y venerable que los emblemas y las imágenes de la comunión, que están colocados tan comprimidos en el volumen del Espíritu santo como las estrellas que centellean alegremente en la bóveda del cielo? Somos llamados el edificio de Dios, su obra, su templo, su morada, a la que ha prometido volver, y ha fijado su domicilio entre nosotros.

Caín no fue aceptado porque abatió a su hermano. Una lección para todos los hombres fieles y benévolos: construyó una ciudad que, al no estar hecha con justicia y virtud, no fue masonería; la moralidad y la piedad son tan esenciales a la ciudad como la arquitectura. Los constructores de Babel fueron dispersados, ya que no poseían ni los signos de la verdadera masonería ni el espíritu que la caracteriza. Nuestros padres antes del diluvio vivían en tiendas, imagen del tabernáculo de la ley y del deseo de nuestro Señor de erigir su tienda con nosotros en el Evangelio, y de conducirnos a su Casa sobre el monte Sión, construida en la roca eterna. La estructura de estas tiendas fue el primer punto exterior de la masonería sagrada en ser inventado. San Pablo, el gran doctor de las naciones, y de esta isla, como insinúa Clemente, era un fabricante de tiendas, tal como leemos en el libro de los Hechos. Dios es el Padre de las luces, el autor de todo bien y de todo don perfecto, y entre otros dones el de la masonería es un talento divino. Moisés dice de Betsael en Ex. 25 que Dios el Dios lo llenó de su Espíritu de sabiduría, de inteligencia, de conocimiento en toda clase de obras. Noé construyó el arca siguiendo las instrucciones del maestro celestial. Moisés hizo todo el exterior del edificio (guardando) la Ley según el modelo (mostrado) en la montaña. Y nosotros asentamos los mejores cimientos, lo más profundamente, en la humildad, ofreciendo nuestra habilidad a Dios y a su gloria; así, el alma construye con la mirada puesta en el cielo, sin (correr el riesgo) de la confusión de una segunda Babel.

¿Qué decir de los pilares de Seth, de la construcción de Babilonia por Nemrod, del templo, del trono, de la flota y de los palacios de Salomón, del complejo de Tamar en el desierto, cuyas asombrosas ruinas todavía subsisten, del templo de Diana en Éfeso, de las estatuas y las imágenes de Nabucodonosor y otros, de la reconstrucción del templo por Ciro y Herodes, de las galerías y los patios del palacio de Assuerus, que (el libro) de Esther describe ornado de columnas de mármol, y dotado de capas de oro y de láminas de alabastro incrustadas de esmeraldas? Todos estos ejemplos de esta sublime ciencia, y otros que (igualmente) se encuentran en los escritos inspirados, son una (fuente) continua de elogios para ella, y citarlos todos se convertiría en una fastidiosa repetición.

Permitidme más bien ilustrar y afinar el proyecto (de esta ciencia) profundizando en los ejemplos que ofrece la Escritura. Señaladas sociedades, formadas según los principios de la sabiduría, de la virtud y de la bondad, que no comunican enteramente su medio de unión, su misterio específico a nadie más que a sus miembros, son y han sido siempre una práctica de todos los tiempos y naciones. Dice Dios: he amado a Jacob, y a Esaú le he odiado, es decir: He aceptado y preferido a uno antes que a otro. De hecho, Dios hizo de la raza de Abraham una sociedad elegida, un pueblo particular que debería ser la regla de la masonería. David comprendió que no había actuado así con ningún otro pueblo, y que los paganos no tenían conocimiento de sus leyes. Estas últimas eran el secreto de la comunidad judía, y estaban asociadas en el culto judío a símbolos y a signos sensibles. Además, nadie, excepto el sumo sacerdote una vez al año, podía penetrar en el Santo de los santos; nadie más que él podía pronunciar el nombre de Dios, estatuir sobre los leprosos, probar las aguas de los celos, responder por los Urîm y los Toumîm, y cumplir otras funciones propias. Éstos son secretos (ignorados) por las naciones. ¿Hubo entre las naciones reyes que poseyeran estas leyes y esta inteligencia? Y la ley, el culto, el arca, eran signos exteriores del modo de unirse.

La primera comunicación de Dios al hombre fue una regla particular, asociada al signo del árbol del conocimiento del bien y del mal. Adán fue expulsado del jardín por haber roto su obligación; el arco iris fue para Noé y su posteridad un signo del nuevo pacto de Dios. La Ley y el Evangelio son pactos que incluyen obligaciones. Los signos (dados) a Abraham eran la circuncisión y la aparición de los mensajeros. Los patriarcas y sus familias formaban una sociedad separada del mundo y agradable a Dios, que poseía los signos de su palabra y un sacrificio no comunicado a los paganos, aunque imitado por ellos. La perfección de la Ley y la obra de santificación fueron hasta entonces en gran medida exactas.

Moisés fue instruido en toda la sabiduría de los egipcios, y en particular en el dominio de la masonería. Él, Jacob y los demás tenían visiones y revelaciones, no acordadas al mundo, y sus prosélitos debían jurar su obligación antes de poder ser aceptados. Buscaban una ciudad permanente no hecha por mano de hombre, aunque el velo sobre el rostro de Moisés probaba que existían misterios que todavía no habían sido revelados. De esta tradición recibieron los paganos sus propia doctrina, reservada sólo a los iniciados. El Credo era antiguamente una palabra, una prueba entre dos cristianos destinada a permitir que se reconocieran en todo lugar. Se le llamó después un símbolo, un signo; otros signos eran las ceremonias exteriores.

Desde la antigüedad hasta este día no se permite a los catecúmenos penetrar enseguida en todo lo que concierne al cristianismo; hay todavía una doctrina oculta en las revelaciones, los profetas y otros libros, y la primera noción de los escritos apocalípticos no estaba, como tampoco está, indiferentemente abierta a todos.

En sus instrucciones, san Pablo establece una distinción entre la leche y el alimento sólido, así como hace una distinción entre los principios y la perfección. El ungido enseñaba mediante parábolas a un pequeño número (de discípulos). La Iglesia del ungido es una sociedad de masonería espiritual, escogida en el mundo, que se comunica con signos exteriores y que asiste a misterios. Ella tiene efectos discernibles con el ojo espiritual, no por el hombre natural. Se le llama casa, construcción; el ungido es la piedra angular, y los apóstoles los cimientos. Subsiste gracias a la edificación (de sus miembros), es el único edificio bien concebido, y éste es todo el trabajo de la vida cristiana que expresa el término de masonería. El ungido tenía muchas cosas que decir a sus discípulos, pero en su tiempo no podían entenderlas, y nosotros todavía miramos a través de un cristal opaco. Hay misterios en la Iglesia del ungido, el maestro masón que negó a los fariseos el signo que otorgó a los apóstoles. Sus instrucciones son excelentes, tanto en el plano de la moral como en el de la inteligencia de esta última. De muchos círculos trazados uno dentro de otro, el último es el más cercano al centro. Igualmente, la grandeza y la vida pública no son pruebas de beatitud, y el último puede ser el mayor en el reino de Dios. La firmeza del símbolo de la escuadra nos enseña que la verdadera sabiduría no debe ser quebrantada; y el nivel (nos enseña) que el corazón sigue siempre sus inclinaciones sin alcanzar un enderezamiento, que jamás es igual, y por ello no encontramos aquí abajo ni reposo completo ni satisfacción.

Una regla que intenta ser justa nos prohíbe abandonar nuestra razón por nuestras pasiones, y (nos obliga) a conservar la regulación (ejercida) por el juicio. El corte de las rocas con el cincel nos enseña que el arte y la industria superarán las dificultades. Un ingenio hidráulico nos enseña que el pecado nos obliga a compensar nuestra labor con nuestras lágrimas. Una rueda que no mueve a ninguna otra a menos de ser ella misma movida nos muestra que nuestro propio corazón debería estar preparado ante los sentimientos que queremos inspirar, y que deberíamos amar a Dios para poder ser amados. Una pirámide nos muestra que deberíamos, aunque aparentemente fijados en el suelo, aspirar al cielo. Una columna nos muestra que los inferiores son el soporte de los superiores, un templo que estamos dedicados a la virtud y al honor. Un compás que traza un círculo de un solo trazo muestra que una acción puede tener consecuencias sin fin, tanto en el bien como en el mal. Y el hecho de que una columna invertida parezca más grande en su parte inferior nos enseña que el Espíritu (también reside) en la adversidad y en la muerte, que las aflicciones deberían animarnos, y que la pérdida de la vida (debería) recordarnos una gozosa resurrección.

Hay un principio vital emanado de Dios en esas piedras y esos minerales que son la materia primera de la masonería. Dios es todo en todos. Pero así como los ojos de los apóstoles estaban constreñidos a no poder reconocer a nuestro Señor en su cuerpo espiritual, sólo un pequeño número es capaz de discernir el fuego interior de la tierra cuando madura los frutos de este elemento, así como los minerales utilizados en la construcción y en la vida cotidiana, y que exhala constantemente un vapor que san Juan comparaba con la hoguera y el humo del infierno. Oremos para que la voluntad de Dios pueda realizarse sobre la tierra como en el cielo, que la energía y las potencias de la naturaleza puedan subsistir gracias a su presencia, con respecto a la cual David declara que nada podría disimularla. La sal de la tierra nutre a las piedras, como el maná alimentó a los israelitas en el desierto. De ahí viene que los adeptos nos enseñen que esta sal es llamada con el nombre de Dios, ‘eheyeh, Yo soy, que es el autor y la vida de esta sal, así como ésta lo es de otros seres. San Juan, cuya Revelación es el programa de la masonería espiritual, conocía la piedra blanca, y vio al Hijo de Dios ceñir alrededor de su pecho un cinturón de oro.

El número 3 aparece de manera señalada en el Libro de Dios para ilustrar la Trinidad: el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo; (está) el cuerpo, el alma y el espíritu; el hebreo, el griego y el latín puestos encima de la cruz; Santo, santo, santo, dicen los serafines; (está) el día en que (Jesús) trabaja, aquel en que descansa y aquel en que volverá a trabajar; Job, Daniel y Noé, los tres profetas que se habrían salvado juntos; Eliphaz, Sophar y Bildad; Ananías, Azarías y Misaël, Shem, Ham y Japhet. También los tres hijos de Adán más conocidos, que eran Abel, Caín y Seth; están además los de Terah, de quienes hemos recibido las promesas, Haran, Nahor y Abram. En fin, tres ángeles aparecieron; tres joyas (adornadas) de piedras preciosas se hallaban sobre el pecho de Aarón; tres letras componen la raíz de cada palabra hebrea; tres veces al año los judíos debían acercarse a Jerusalén; tres días durante los cuales Jonás estuvo en la ballena, y el ungido en la tumba. Hay tres Juanes: el Bautista, el Evangelista, y Marcos, sin contar con que hay otros Marcos distintos a éste.

Por su parte, el número 7 era el del (día del) sabbat, cuando el Creador descansó de sus obras; 7 es el número del jubileo, del año de gracia; los siete ojos de Dios son mencionados, así como los siete brazos del candelabro del templo; está el libro de los siete sellos, y siete ángeles, los siete meses (de la construcción) del tabernáculo. El templo fue construido en siete años. La sabiduría séptuple y la providencia de Dios se muestran en sus acciones. La Pascua se celebra siete veces siete días antes (del don de) la Ley. Éste es un ejemplo de la presencia de los números más perfectos en la Biblia.

Jeremías recibió la orden de construir y de demoler. Fue para disuadir la impiedad, (el signo) del riesgo de que se construya para ver a otro habitar, o de que el Señor abandone el edificio a la desolación. Las piedras del muro gritaron contra la opresión y la injusticia. Es un estímulo al deber, y (el signo) de que la palabra de Dios es capaz de construirnos en derechura, y también (el signo) de que probará la obra de cada hombre mediante el fuego, para demostrar que no se puede poner cimiento distinto de aquel del cual él mismo es el fundamento, el ungido salvador. Es un aliento a la caridad, a que seamos edificados juntos para (convertirnos) en una morada de Dios en el Espíritu, y a que mantengamos firme la profesión de nuestra fe hasta que la piedra rechazada por los constructores se haya convertido en cabeza de ángulo. Es un estimulante para la obediencia (saber) que aquel que ha construido todas las cosas es Dios.

La palabra masón, que es una de las últimas palabras exotéricas (el nombre trascendente, el nombre sagrado, es menos conocido y no puede ser verdaderamente pronunciado más que por los iluminados) viene del francés maison, que significa casa. Somos la morada del ungido, dice el apóstol en Heb. 3, 6. El Señor construyó Jerusalén, dice David en el salmo 147, 2. Ha trazado un camino hacia ella. El ungido es el camino en Jn. 14, 6. Abre la puerta que introduce; el ungido es la puerta en Mt. 7, 13; y nos regala en su morada con su cuerpo y su sangre los frutos de la rectitud. No os enorgullezcáis, dice el ungido, de tener a Abram por Padre, pues Dios es capaz de hacer brotar hijos de Abram de estas piedras. El ungido es llamado por el apóstol el peñasco espiritual, y la conversión de nuestros corazones de piedra en corazones de carne es (el efecto) de su redención, que nos aporta para nuestro arrepentimiento. (Dice en) Jn. 14, 2: En la casa de mi Padre hay muchas moradas. Morada viene de maneo, morar, que sugiere un objetivo a alcanzar cuando se es miembro de la logia celestial. Muchas iglesias y condiciones particulares son etapas en el camino que conduce a la casa que ningún terremoto puede destruir y que ninguna tempestad puede sumergir. Lo que era de su Padre también era suyo. Todo lo que posee el Padre me pertenece, dice el ungido; y es como si nuestros bienes también fueran suyos. En la esperanza de ello, los elegidos, aquellos que son aceptados, siempre se han lamentado: ¡Desgracia a mí, por residir en Mechek y habitar entre las tiendas de Kedar!

Por su parte, una temible representación de la logia celestial (Gen. 28, 16) arrancó a Jacob esta exclamación: Esto no es sino una casa de Dios, y es la puerta del cielo. ¡Álzate! dijo Dios, he puesto ante ti una puerta abierta que nadie puede cerrar (Ap. 3, 8). La Iglesia es la Casa de Dios, y está en todas partes. Job la encontró en la tierra, Ezequías en su lecho de muerte, Jeremías en su celda, Jonás en el mar, Daniel en la fosa, los tres niños en la hoguera ardiente, Pedro y Pablo en la prisión, el ladrón en la cruz. El cuerpo, llamado templo del Espíritu Santo, debe ser reconstruido en la resurrección en vistas a la adoración durante el reposo eterno. La Iglesia, la Casa de Dios, era antaño llamada, dice el Doctor Donne, el famoso deán de Saint-Paul, oratorio (porque se) pedían a la providencia divina las cosas necesarias. Pues vanos son nuestros esfuerzos sin su asistencia. A menos que el Señor construya la Casa, los obreros trabajarán en vano, dice David.

Y Mt. 21, 44: Aquel que caiga sobre esta piedra fracasará, y aquel sobre el cual caiga, ella le triturará. Aquel que ofenda al ungido, la piedra sobre la que se apoyó Jacob, será confundido. Y si en el juicio ella cae sobre el delincuente, su peso le aplastará más fuertemente a como la piedra de David (aplastó) la frente de Goliath, y le destruirá incluso más que la tumba.

Así como los lugares santos del templo de Diana fueron preservados, así nosotros somos un modelo de lo divino. Aunque los cielos de los cielos no puedan contenerle, se aloja en un corazón contrito. David rezó para tener un frenillo sobre el umbral de sus labios. El hombre interior es el lugar santo, el coro, y las bellas cualidades son sus tesoros y sus ornamentos. El santo de los santos es la conciencia arrepentida, en la que la fe y la caridad son dos querubines que recubren la misericordia de las sillas. Aquí está el oráculo divino, el Dios de quien dan testimonio nuestros espíritus que son sus hijos. Sólo el gran sacerdote, el salvador, puede entrar aquí y contentarnos.

Aquí se encuentra el arca de la Ley, el maná del perdón y de la consolación, el candelabro dorado del entendimiento iluminado, los panes de la rememoración, el velo de la rectitud, con el que el salvador oculta nuestros defectos; las columnas, los utensilios, las decoraciones, son la verdad y la justicia, ornamentos de un espíritu bien dispuesto, que son de gran valor ante los ojos de Dios.

Las elevaciones de este género a partir de la Escritura son infinitas. No hay un aspecto de la masonería, desde el porche hasta las murallas, del umbral y del dintel asperjado contra el mal mensajero, hasta la cámara elevada donde los apóstoles se reúnen; no hay un instrumento, desde el hacha que Eliseo ordenó recuperar hasta la plomada del profeta, ni una figura, desde la línea hasta el círculo de los cielos, que no estén santificados por una mención expresada en la lengua de Canaan. Y la referencia a la totalidad de este sistema, en cualquier sociedad, está autorizada por los muchos paralelos (que se encuentran) en la tribuna sagrada de la Escritura.

Pero en el momento de la consumación de todas las cosas, la ciudad de nuestro Dios tiene doce puertas para que los elegidos penetren por el este, por el oeste, por el norte y por el sur, a fin de residir en el reino de Dios. La puerta estrecha es el pasaje a lo que se llama belleza, por el cual entraremos en el corazón (al son de) la alabanza.

Es así que David prefería ser guardián del umbral antes que habitar en las tiendas de la perversidad. La condición para poder pasar esta puerta es creer en el salvador; los dos (senderos ascendentes) laterales son la paciencia y la inocencia; el techo es la caridad. Permaneced firmes en la fe, dice san Pablo. De aquí viene que la Iglesia tienda a que la fe sea llamada pilar y fundamento de la verdad. La entrada de este jardín está guardada por la espada flamígera de la justicia divina. El muro (del recinto) no puede ser medido más que por la caña del ángel. Es un secreto para la razón humana. Por siempre está en la cumbre de las colinas eternas. Aquellos que las frecuentan son justos y perfectos.

Ser, en virtud de la obligación cristiana, miembros libres de esta ciudad consiste, como Agustín decía de Roma, en exaltar la arcilla como si fuera mármol, y en revestirnos de nuestra Casa de lo alto, que en los cielos es eterna.

 

El G.·.A.·.D.·.U.·.

"En el principio era el verbo (VIBRACION) y el verbo estaba con Dios, y Dios dijo, hágase la luz (VIBRACION) y la luz se hizo; ESTE FUE PARA EL GENESIS EL COMIENZO DE LA CREACION"

Presentado por:

José Rafael Gómez Oriol M.:M.:

Octubre del 2002 E:.V:

Caracas, Venezuela.

Introducción:

Empédocles, Filósofo Griego decía que si el hombre tuviera cara de perro, Dios tendría cara de perro. Los hombres intentamos explicar nuestra naturaleza caida, como si fuéramos partícipes antropomórficos de una esencia similar superior y Divina, que cual holograma toma en nosotros,la misma forma existencial en este plano en que nos encontramos. La Ilíada y la Odisea, libros maestros de la Mitología Griega, narran para nuestra cultura esta drama entre los Dioses y los hombres.

El mundo de Parménides, gran exponente del Panteismo Griego, está todo ligado a Dios, es decir todo es Dios y la creación es una extensión de este.

Hoy sabemos por los descubrimientos científicos y el avance de la Física que todo lo que percibimos mediante nuestros sentidos es vibración, todo en el fondo es energía. Pero ¿que es energía?.

La Física define energía como la capacidad de hacer un trabajo, es decir una fuerza que aplicada en un determinado espacio genera movimiento. Es por ello que Trabajo (T), se define como Fuerza (F) por Espacio (E). T=F*E. Einstein posteriormente demostró la identidad Materia (m) y Energía (E) con su famosa fórmula E=m*c2, en donde c es la velocidad de la luz (300.000 Kms./seg.).

Desde el punto de vista de la Biología, podría decirse también como un paralelismo, que esa fuerza o potencia aplicada o quizás mas bién condensada en un determinado espacio, genera vida tridimensional, tal y como se nos presenta en nuestro Universo. A este último planteamiento para que no colida con las principales Religiones Monoteistas, hay que agregarle, que es imprescindible la voluntad de Dios en la conducción de esa energía.

Para nosotros los Masones, Dios o el G.:A.:D.:U.: es la inteligencia ordenadora de esa energía a través de la cual se desarrolla el fenómeno de la vida y con esta, el proceso de la causalidad y la evolución. Pensamos en la existencia de un plan Arquitectónico del Universo, detrás del cual está esa inteligencia activa o G.:A.:D.:U.: y es de la conciencia Masónica, es decir la del hombre buscador y noble, la de entender las leyes que rigen el desarrollo de ese plan.

Si vamos todavía mas allá, desde el punto de vista de la Psicología, el pensamiento humano puede ser también concebido como una energía, pues sabemos es capaz de orientar a muchas fuerzas a hacer un trabajo. De hecho el comportamiento no es otra cosa que fuerzas mentales aplicadas en la realidad y de ello se deriva la conducta humana.

Para Pitágoras Dios es la unidad, es decir el número uno (1). Platón iniciado en las escuelas Pitagóricas, habla de la PARTICIPACION del mundo de las ideas, es decir el hombre toma sus formas de apreciar el mundo en participación con ideas superiores (hoy las podríamos llamar energías), las cuales existen por si mismas, en cierta forma es lo que Carl Jung luego llamaría la SUPRACONCIENCIA; las ideas propias de cada ser son partícipes de las ideas superiores del G.:A.:D.:U.:; así la belleza de una obra arquitectónica realizada por un profesional, participa de una idea superior y única de lo que es BELLO. En este sentido para Platón la idea superior de todas, la que más se aproximaba a la Naturaleza del Ser Supremo es el BIEN y con ella la Belleza como una proyección de este.

Si todavía vamos mucho mas allá y nos introducimos en el campo de la Teología, la esencia del hombre es decir su espíritu y alma, es también una forma de energía muy sutil. Esta esencia que recoge la energía prima es para casi todas las Religiones de la tierra el toque divino en el hombre, es lo que lo pone al frente de la creación conocida y lo que es el tema central de este Capítulo Cuarto, es decir la búsqueda de la similitud vibracional que tenemos en nuestra esencia con la del G.:A.:D.:U.: y que por ello como diría Platón nos hace partícipe de su obra; es la búsqueda de la CONCIENCIA, nuestro Maestro Secreto. Es esa MONADA de la cual habló Leibniz en su obra Filosófica Renacentista y Racionalista para explicar la multiplicidad de los seres, los cuales fuimos creados a la imagen y semejanza del G:.A:.D:.U:. según la tradición Judeo-Cristiana. Es ese fuego esencial del filósofo Pre-Socrático Heráclito, del cual dice es siempre viviente y que a veces se apaga y a veces se enciende; es esa llama interna que debemos tener siempre prendida para que con su calor oriente nuestras acciones.

Para los primeros Fisiócratas Griegos como Tales de Mileto lo esencial detrás de todo era el agua de donde salío la vida, para Anaxímenes y Anaximandro, esta esencia o alma era el aire, ellos veían que lo último que el hombre expiraba al morir era esta substancia liviana y gaseosa y en su pesamiento primitivo sobre la esencia del mismo lo representaron de esta manera.

Iendo todavía mucho mas allá, para adentrarnos en el gran misterio donde la ciencia no puede dar respuestas, podríamos decir a la Luz de los conocimientos de hoy, que "DIOS ES ENERGIA", es vibración. Nosotros los seres humanos también somos energía.

Para explicar lo anterior, imaginemos una esencia de velocidad y vibración infinita, lo que permite ocupar infinitos lugares y planos en el espacio conocido y desconocido, en un infinitésimo de instante, es decir en todo momento. Esto último es lo mismo que decir, que esta esencia está en cualquier punto del universo y simultaneamente en cualquier otro, con todo su poder o fuerza en tiempo "CERO". O es lo mismo que decir que está aquí y allá, en todo lugar del Universo conocido y desconocido, y en todo instante pues regresa a velocidad infinita como si nunca hubiera dejado su lugar.

Esta energía es lo que los Vedas llaman el "Brahma", los Chinos el "Tao", los Judeos-Cristianos "Dios o Yahve", para los Egipcios fue "Rá", para los Mahometanos "Alá", para los místicos "El Absoluto, o el Innombrable" y quizás para los físicos modernos sea el "Superespacio".

De alguna manera esta esencia en su interacción consigo misma, genera movimiento (creación), desplegando compresión u ondas, por amor o lo que llamaremos energía cohesiva. Esta energía infinita en su constante fluir despliega unidades o cualidades finitas como amplitud de onda, frecuencias, y velocidades finitas. Cuando todo esto último entra en juego en el tiempo y el espacio, se da la creación material, es decir el universo local donde nos encontramos.

El objetivo de este breve escrito es dar un resumen y un paneo histórico sobre el pensamiento Cristiano y la Naturaleza de Dios, así como esgrimir las principales pruebas de su existencia; también es el propósito de este escrito introducirnos en el mundo de la energía, es decir en el mundo de la creación, a fin de buscar puntos de unión entre la Ciencia y la Religión Cristiana, en el entendido y la comprensión de que en el fondo llamémoslo Dios o Energía infinita, ello o él o ella, o todo o el G.:A.:D.:U.:, es uno, simple, indivisible, infinito, pero por sobretodo pura vibración cohesiva y coherente es decir "AMOR".

La Edad Media, el gran dilema entre Fe y Razón, la integración del pensamiento Griego a la Teología Cristiana y sus principales exponentes: Los padres de la Iglesia y los llamados Escolásticos.

La Edad Media en Occidente es el período que va desde la caida del Imperio Romano hasta el Renacimiento, para algunos historiadores fue un período oscuro, sin embargo visto desde el punto de vista del pensamiento en Occidente, en este período se sentaron las bases de nuestra cultura actual; es la integración de la Filosofía del mundo antiguo (Griego-Romano) con el pensamiento Teológico del Cristianismo, el cual se había diseminado por el mundo Occidental a través del Imperio Romano.

El principal dilema fué en esta época la discución entre la verdad revelada por los textos sagrados y la iluminación o la y la verdad conocida por la mente del hombre o Razón.

I)La filosofía Patrística:

Se entiende por filosofía Patrística aquellos pensadores que entre finales del Imperio Romano y comienzo de la Edad Media se ocuparon de tratados Teológicos Cristianos o escritos de pastores del alma. Tomaremos a los dos principales. Agustín y Boecio.

1) San Agustín (es estudiado como influencia Pre-Medieval, nace en el 354 y muere en el 430 de la E:.V:.): Quizás el pensamiento y la vida de Agustín pueda resumirse en su famosa vía interna que reza: Y yo que te buscaba afuera y tú estabas dentro de mi ser; yo tan lejos de ti y tú tan cerca de mí. Para Agustín el hombre tiene un fin sobrenatural y su existencia actual no es sino de esencia caida y redimida por Cristo, por ello su interés primario será estudiar la relación del hombre con Dios a través de la Fé y la Gracia. Para él la busqueda de la verdad es el camino a la felicidad y el camino hacia ella lo llevó a una instrospección psicológica, que le servió para poner al desnudo el dinamismo del alma humana. Una pregunta importante a la cual buscó respuesta en su madurez y que está vinculada a la certeza o al conocimiento veraz, fué: ¿Como es que la mente humana finita y mutable, alcanza cierto conocimiento de verdades eternas, verdades que rigen y gobiernan la mente y en consecuencia, trascienden a esta?. Debemos recordar que Agustín había sido Maniqueo (Dos poderes: El Bién y el Mal, con actores de igual fuerza a nivel divino) y su fé maniqueista colapsó al encontrar a Cristo, lo que produjo en él una recaida hacia el esceptisismo académico, y fue precisamente a través de las lecturas de Plotino principal intérprete de Platón y de las obras de este último, que encontró el camino de la particiapción para dar respuestas a sus preguntas, por ello Agustín es el gran integrador de este ilustre filósofo Griego a la Teología Cristiana.

En relación a la existencia del G.:A.:D.:U.:, la prueba central y favorita de Agustín, es la que parte del pensamiento. Es una verdad superior y potencialmente compartida en todos los hombres y cuya posibilidad se dá a si misma por igual en todos, trascendiendo a la mente, y esta se inclina y la acepta al reconocerla como inmutable, lo que la hace diferente y superior a su característica de mutabilidad y más excelente. Esa idea inmutable es Dios y de allí sus principales atributos de eterno y perfecto. También San Agustín busca la prueba de la existencia de Dios a partir de la creación o mundo material, pero en este sentido no es una prueba académica para explicarle al ateo, sino una proclamación en donde el mundo corpóreo clama la existencia del mismo a través del alma, tratando de entender de esta forma la dinámica de ella hacia Dios, formulando las siguientes preguntas: ¿Cómo sé que tú estas vivo si no veo tu mente?, a lo que responderá: Porque hablo, porque ando, porque trabajo. Necio es por las operaciones del cuerpo que yo sé que tú vives, y entonces ¿No podrás por las obras de la creación conocer al Creador?.

Finalmente para terminar este breve resumen en cuanto a los atributos o características de este ser Supremo, en su famoso libro La Ciudad de Dios, Agustín dice: El mismo orden, disposición, belleza, cambio y movimiento del mundo y de todas las cosas visibles, proclaman silenciosamente que sólo pueden haber sido hechas por Dios, el inefable e invisiblemente grande, el inefable e invisiblemente bello, y cuando comentando el Génesis enuncia: El poder del Creador y su fuerza omnipotente y omnisciente es para todas y cada una de las criaturas, la causa de su continuada existencia.

2) Manlio Severino Boecio (llamado el último Romano, nace en el 480 y muere en el 524 E:.V:.):

El problema de Dios es uno de los temas centrales de Boecio y lo trata como una persona, es decir como un ser personal distanciándose por ello de todo lo planteado por Aristóteles, Platón y Plotino en esta materia, además delega a la Edad Media sus tratados sobre el conocimiento de estos filósofos a través de su estudio sobre los escritos disponibles de ellos para la época.

Siguiendo a Agustín, Boecio habla de Dios como el sumo bién que contiene a todos los demás bienes.

Los otros tres principales atributos que Boecio da a la Naturaleza de Dios son: Perfección, Voluntad y Eternidad.

II)La filosofía Escolástica:

Por Escolástica se entiende aquellas filosofías que fueron practicadas en el propio Medioevo, desde Carlomagno hasta el Renacimiento.

3) San Anselmo de Cantorbery (llamado el padre de la Escolástica;

nació en 1033 y murió en 1109 E:.V:.):

Su gran inspirador fué Agustín, su obra trata de iluminar todos los contenidos de la Fé, pero con un programa racional que se convierte en escuela, organizándolos sistémica y lógicamente.

Su prueba de la existencia de Dios, le ha dado un puesto relevante en la historia, a la que Kant denomina argumento ontológico; ella consiste en que la razón encuentra en sí misma la idea de un ser superior o ser sumo que se puede pensar; si este ser existiera solo en la mente, no sería el mayor ser existente, pues podría pensarse en un ser aún mayor a este que existiera no solo en la mente sino en la realidad. Luego la idea de un ser sumo presupone la existencia no solo en la mente sino en la realidad.

Según la teoría moderna del conocimiento, la cual está basada en la experiencia sensible, esta prueba de la existencia de Dios es una falacia, pues representa un salto indebido del orden lógico al ontológico, ya que la verificación de un ser perfectísimo no tiene posibilidad en la realidad que conocemos. Es por ello que Santo Tomás rechazará esta prueba. Anselmo realmente trató de justificar por su Fé religiosa la existencia de esta esencia perfectísima o Dios y por ello puede concluirse que su prueba ontológica es parte de la dialéctica de su Fé.

4) Pedro Abelardo (Subjetivismo medieval, nació en el 1079 y murió en el 1142 de la E:.V:.):

El trabajo de San Anselmo recibe un impulso esencial y técnico por este particular y relevante filósofo de la Edad Media que utilizó la metodología dialéctica del si y el no, lo que constituye el andamiaje del método de la Escolástica y que será posteriormente utilizado en las Sumas y las Cuestiones Disputadas por Santo Tomás. Plantea el problema de los Universales como contenidos que están en la mente y no en la realidad, de allí el subjetivismo y la innovación en Abelardo, lo que será muy posteriormente tratado en el Empirisismo Inglés y particularmente por Berkeley. Según él, el saber está solo en la mente de Dios y el hombre solo puede aprehender las cosas según su humilde percepción de los accidentes materiales que se le presentan como imágenes confusas, las cuales intenta rastrear para poder decir algo de las cosas que percibe.

Este subjetivismo introduce problemas éticos, ya que el planteamiento del mal como carencia de bién y no una substancia en sí de San Agustín, pasa a ser una percepción particular de cada cual, en donde la intención del bién es lo que cuenta, y no que la acción haya hecho un bién, por ello Abelardo entendiendo este problema intenta frenarlo y dice: No es la intención buena por aparecer buena, sino si realmente es aquello por lo que se tiene.

La Alta Escolástica:

La Alta Escolástica comienza a partir del siglo XII por la confluencia de tres factores: 1) El redescubrimiento de Aristóteles que entra con toda su fuerza a Europa a través de España por la obra de los filósofos Arabes como Avicenas y Averroes y Judío como Maimónides y algunas traducciones de textos antiguos; 2) el comienzo de la actividad Universitaria en Europa y 3) el desarrollo de la actividad científica dándole un mayor peso a la razón.

Resumiremos a dos de sus grandes exponentes: San Buenaventura y Santo Tomás.

5) San Buenaventura (nació en 1221 y murió en el 1274 de la E:.V:.): Lo mismo que para Agustín, Para él es Dios lo primero y representa la piedra angular de su filosofía. En contraste con Santo Tomás que piensa que el ser es lo primero conocido, Buenaventura expresa Dios es el primum cognitum, lo encontramos en nuestra alma y lo conocemos en ella, pues está presente allí más que ninguna otra cosa. Acepta la prueba de San Anselmo de la existencia de Dios y también admite las vías racionales posteriores que concluyen de su existencia por la naturaleza creada, pero su vía favorita es la del conocimiento a priori e intuitivo de Dios en la propia experiencia interna del espíritu y de los actos del alma. Concluye que la naturaleza de Dios es inmutable; es ser, vivir, poder, verdad y plenitud de ideas eternas.

6) Santo Tomás de Aquino (El maestro Angélicus como le decían nació en 1225 y murió en 1274):

Es a Tomás quien más se le debe por la aceptación y fusión de la filosofía Aristotélica con el mundo Occidental Cristiano del siglo XIII y posterior. Además fué Filósofo y Teólogo e hizo una distinción formal entre Filosofía, en donde domina la luz natural de la razón y Teología en donde predomina la luz sobrenatural o Fé junto a la verdad revelada. Es Tomás quizás el más conocido y mejor exponente de los Escolástico y son cinco las pruebas que él propone para demostrar la existencia de Dios. Para Tomás probar la existencia de un Ser Supremo fue importante, pues vivió en una época de mucho ateísmo en donde innumerables mujeres y hombres habían sido educados sin ninguna creencia en Dios. La prueba a priori de San Anselmo es objetada por cuanto la debilidad de la mente del ser humano no permite un discernimiento preciso sobre un Ser Perfectísimo, es por ello que la idea de este ser debe ser demostrado por sus efectos a posteriori y no por la vía Anselniana.

Primera prueba (el movimiento): Esta prueba se encuentra en Aristóteles y fue usada por su maestro San Alberto Magno y por Maimónides; se entiende por movimiento el paso de la potencia al acto de cualquier forma sensible, lo que implica que todo lo que se mueve es movido por otro. Si ese otro es a su vez movido por otro, se crea una cadena infinita de causas del movimiento hasta llegar a una primera causa o agente cuya potencia está en acto simultáneamente, y esto es precisamente el primer motor o Dios.

Segunda prueba (la causa eficiente): Esta prueba fué utilizada también por Avicenas y se relaciona con la causa eficiente, es decir que la razón de la existencia de un ser o está en sí (el ser es eficiente o suficente) o está en otro (el ser es contingente) y si está en otro, se genera una cadena infinita de causas hasta que se llega a una primera que tiene la razón de su existencia en sí misma y que es el Ser suficiente al cual denominamos Dios.

Tercera prueba (la existencia de los seres contingentes): Esta prueba la tomó Maimónides de Avicenas y la desarrolló por su parte. Consiste en que algunos seres comienzan a existir y luego perecen, lo que implica que pueden ser y no ser, es decir son contingentes y no necesarios. Santo Tomás concluye entonces que debe haber un Ser necesario o Dios, el cual es la razón de que los seres contingentes lleguen a existir, pues sin este Ser no existiría nada.

Cuarta prueba (los grados de perfección): Esta prueba está sugerida en la Metafísica de Aristóteles y en el fondo se encuentra tanto en San Agustín como en San Anselmo y parte de los grados de perfección, de bondad, de verdad, etc., es decir de los atributos del Ser perfectísimo. Estos son los que permiten la comparación entre las cosas, por ejemplo, este ser o esta cosa es más bella que aquella...., lo que implicaría la posible existencia de un óptimo de la belleza, como también de un óptimo de la verdad, de la bondad, etc., que son los atributos de Dios, el cual debe existir porque lo supremo en bondad debe ser la causa de la bondad que apreciamos y así sucesivamente con los otros atributos. En el fondo como puede apreciarse del argumento, es una prueba Platónica en donde los atributos de las cosas participan de los atributos de Dios en menor grado.

Quinta prueba (la prueba Teológica): Por esta prueba Kant sentía un especial respeto por su antigüedad, su luz y poder de convicción, y es la denominada prueba Teológica. Consiste en nuestra observación de seres inorgánicos que operan por un fin y como es imposible que operen al azar, debe haber entonces una intencionalidad guiada por alguien. Como estos son irracionales y carecen de conocimiento alguno, no podrían operar hacia un fin, a menos que sean guiados por una inteligencia, así como la flecha es guiada por el arquero. Por consiguiente existe un Ser inteligente que dirige las cosas hacia un fin. A este Ser, Kant lo denominó A.:D.:U.:

La Naturaleza de Dios: Una vez establecido la existencia del Ser Necesario, Santo Tomás pasa a estudiar su Naturaleza, encontrando un problema, que es que nuestro conocimiento parte de nuestros sentidos y de la observación de las criaturas y el Ser Supremo no es sensible. En lo relativo al lenguaje, Tomás opina que está formado a partir de nuestra experiencia, entonces ¿cómo podemos formar ideas y palabras aplicables al Ser Divino?.

Aquí el genio y la razón de Tomás advierte y dice en su Summa contra Gentiles: La substancia divina excede por su inmensidad de toda forma que nuestro entendimiento alcance; y así no podemos aprehenderla mediante un conocimiento de lo que es, pero podemos tener alguna noción de aquella por lo que no es. Esta es la famosa vía negativa o vía remotionis. De esta forma decimos que Dios no es un accidente, ni es corpóreo, por lo que lo diferenciamos de todo lo que vemos y percibimos que existe, por lo que nos trasciende, pudiendo concluir que Dios es substancia y accidente; acto y potencia, existencia y esencia, todo ello simultáneamente. Tomás también le agrega con el mismo razonamiento las siguientes cualidades: Es infinito y perfecto, puesto que su Ser no es algo limitado y es autoexistente; Dios es inmutable, puesto que el Ser suficiente es necesariamente todo lo que es y no puede ser cambiado; es eterno, ya que el tiempo requiere de movimiento y el Ser inmutable no tiene movimiento; es uno puesto que es simple e infinito; de esta forma Tomás construye los atributos por la vía negativa, agregando por la vía afirmativa todas aquellas cualidades como bien, vida, belleza, verdad, sabiduría etc., que se derivan del pensamiento Platónico de la participación de los cuerpos vivientes o criaturas en estas cualidades, a quienes conocemos por observación.

El Racionalismo en Europa del Norte, El Empirismo Inglés, El Idealismo Alemán, la revolución de las ideas y el desarrollo científico; el cambio de Paradigma:

A partir del proceso Filosófico y Teológico de la Reforma en el norte de Europa, concretado en la realidad por una nueva Geopolítica que se sustentaba en razones estratégicas por los gobernantes que desean separarse del poder del Papado; algunos por razones personales como Enrique VIII en Inglaterra y otros por razones económicas y de poder; se desarrolla en estos países del norte de Europa, unas nuevas corrientes de pensamiento mucho más liberales, lo que permite el desarrollo de las ciencias sin el temor de una Inquisición, la cual quemaba a aquellos que se apartaban de unos dogmas obsoletos y distantes de la razón, como casi le sucede en Italia al famoso científico Galileo Galilei por decir que la tierra se movía alrededor del sol y de si misma y no era el ente estático centro del Universo que se pensaba; solo al cabo de unos 400 años después la Iglesia Católica pidió perdón por este grave error.

El Racionalismo del siglo XVII (Descartes, Leibniz, Newton, Pascal, Spinoza entre otros): Duda de todo aquello que no sea claro y distingas en tu mente (duda metódica) y divide el todo en las partes componentes, comprende estas y sus relaciones y compondrás la totalidad y el sistema en estudio (de las partes al todo).

Fue así como con la duda, Renato Descartes encontró su verdad: Cogito Ego Sum (pienso luego existo), y con el estudio de las partes al todo, fue como Newton y Leibniz desarrollaron el cálculo infinitesimal al mismo tiempo y en puntos geográficos diferentes, dividiendo el área bajo la curva en micropedazos o infinitésimos, que sumados mediante integración, podían componer la totalidad; el primero lo hace para poder explicar su teoría del movimiento y del cosmos en su famosa obra “Principia Matemática” y el segundo por simple abstracción mental e investigación matemática.

La Medicina se desarrolla, pues la separación de la Reforma con la Iglesia Católica da pié pues permite en el Norte de Europa al estudio y disección de cadáveres, lo cual estaba prohibido por la Santa Sede; los científicos mediante este proceso estudian en la realidad las partes del cuerpo humano y aprehenden sobre la diferenciación de los tejidos y las relaciones orgánicas, utilizando el método Mecanicista o Ley Causa Efecto, en donde podemos conocer las causas por sus efectos y no hay efecto mayor que su causa, y el cual es el tercer aporte del Racionalismo.

Descartes dice, dejen el estudio de las almas a los curas, pero el estudio de los cuerpos le pertenece al mundo científico mediante las tres metodologías antes mencionadas (1-la Duda Metódica; 2-de las partes al todo y 3-la Ley Causa Efecto); este nuevo Paradigma denominado Cartesiano, dividió al hombre en dos mitades, y ha dominado hasta nuestros días la estructura del sistema y método educativo en Occidente, potenciando la actividad del lóbulo Neocortical izquierdo del cerebro Humano en el cual se encuentra el análisis lineal y racional, permitiendo el desarrollo de las Ciencias y el control de la Naturaleza, pero materializando simultáneamente a la Humanidad.

Particular mención hacemos al Sistema de la Etica de Spinoza, prácticamente Geométrica y Lógica que este humilde y sabio Judío desarrolla en Holanda a partir del G.:A.:D.:U.:.

Pascal además de sus contribuciones en el campo de la física, hidráulica y la matemática, es el primero que propone la idea del valor cierto equivalente, que es la base de la teoría de decisiones modernas desarrollada por el Stanford Research Institute a finales de los 1960 y comienzo de los 70. Un valor cierto equivalente de un evento no es otra cosa que multiplicar la probabilidad del evento por su resultado, así si jugamos cara y sello la moneda de 100 Bs., y ella está balanceada y su valor es la apuesta, el valor cierto equivalente de que salga sello será 50 Bs., pues su probabilidad es ½, es decir 50%. Pascal habla de la apuesta a Dios y habla de una razón fina, hoy en día conocida dentro de la actividad del lóbulo derecho del Neocortex cerebral; esta razón fina nos lleva a aceptar la existencia del G.:A.:D.:U.: por la vía de su valor cierto equivalente, pues aunque la probabilidad de su existencia sea un infinitésimo, el valor de su existencia es infinito y si multiplicamos infinito por una probabilidad muy baja, siempre nos dará infinito. Pascal dice que vale la pena apostarle a Dios.

En el Racionalismo Dios pasa a ser un objeto de estudio por la razón.

El Empirismo Inglés de siglo XVII al XVIII (Hobbes, Locke, Berkeley y Hume):

El hombre el lobo del hombre dirá Hobbes; es él quien primero intenta a partir de la realidad, utilizando el método racionalista, pero desligándolo de su abstracción idealista, desarrollar una filosofía de la experiencia, renunciando radicalmente a cualquier vinculación con valores religiosos dogmáticos y simplificando el dualismo Cartesiano de la res cogitans (mente-sujeto)y la res extensa (naturaleza-objeto), al estudio simple de la Naturaleza.

Locke es el empirista Inglés por excelencia por su libro Ensayo del Entendimiento Humano. En Oxford estudia la Escolástica que no lo satisface y distingue claramente Fé y Razón, siendo la primera la aceptación de una verdad que no viene a través del razonamiento, sino un acto de crédito a alguien que la propone como venida de Dios y la segunda el descubrimiento de la certeza a partir de ideas adquiridas en la experiencia por el uso de las facultades de la mente.

Berkeley además de sus estudios sobre el conocimiento y la óptica, desarrolla el problema de los Universales al igual que Abelardo, pero mucho más pronunciado, indicando la inexistencia de las ideas abstractas a las cuales señala como la causa del error y subjetivisa la experiencia a la res cogitans (mente-sujeto) en su famoso libro Diálogo entre Hylas y Philonous.

Hume, completa el Empirismo Inglés con un sistema de pensamiento alternativo al Racionalismo continental en Europa y pone a depender a todas las ciencias de la naturaleza humana; es por ello que dedica gran parte de su investigación al entendimiento humano y hace derivar todos los conocimientos de la mente de la experiencia como sus antecesores.

El resultado práctico principal del Empirismo es que para que un planteamiento de la ciencia tenga validación, debe ser probado en laboratorio. Dios pasa a ser un ente de Fé.

A nivel de las ideas del Empirismo y como reacción en el continente (Alemania), se produjo una gran reflexión sobre los límites del conocimiento en unos de los gigantes del pensamiento, el Q.:H.: Emanuel Kant en su famoso libro Crítica de la Razón Pura.

El Idealismo Alemán del siglo XVIII y XIX (Fichte, Schelling y Hegel) y sus consecuencias:

El Idealismo en Alemania surge como una especie de reacción a todos los procesos anteriores y a partir de la obra de Kant la cual pone a temblar y reordena las posibilidades del conocimiento y de la razón a través de categorías. El idealismo se debatirá entre el sujeto que conoce, es decir el hombre; el objeto a ser conocido es decir la naturaleza y la relación dialéctica entre ambos. Fichte será el filósofo del sujeto; Schelling de la naturaleza y Hegel el de ambos y su relación dinámica (tesis, antítesis y síntesis) lo que lo hace el padre del pensamiento Dialéctico moderno. De este último, Karl Marx heredará el método y lo pondrá al servicio de la política y la economía; es la muerte de Dios y el nacimiento de la Dialéctica Materialista que dominó gran parte del siglo XX y todavía amenaza a la humanidad por no haber sabido resolver el problema de la Justicia.

De Hegel y su método dialéctico, también surge el embrión de la idea del superhombre en Nietzsche y de allí un Bismarck conocido como el Canciller de Hierro, apoyando la integración Alemana en el siglo XIX, concreta el Imperio Prusiano bajo la idea subyacente de este superser, lo que gestó la semilla de los orígenes de la primera guerra mundial y de lo que posteriormente plantearía en “Su Lucha” un Hitler en la segunda, removiendo en sus entrañas la Geopolítica del siglo XX.

La historia del pensamiento demuestra que este es energía, es decir la capacidad de hacer un trabajo, movilizando a través de los hombres que lo comparten, esfuerzos monumentales, y que como ejemplo en estas dos guerras dieron origen a gran parte de toda la tecnología moderna como la industria automotriz y naval, la aviación, las comunicaciones, los sistemas computacionales inteligentes, los sistemas de proyectiles espaciales, entre otros y lo más dramático, el desarrollo de la energía atómica. El hombre había despertado a través de la guerra el gigante dormido de la esencia de la creación; la energía almacenada en las entrañas de la materia y con ello la igualdad onda-partícula; m= E*C2.

El nuevo Paradigma Holístico, el siglo XXI, el siglo de la Energía, el pensamiento sistémico, la búsqueda de la Justicia del G.:A.:D.:U.:, el contacto con el Cosmos, la Aldea Global y el gobierno y la moneda universal:

Finalmente hemos llegado a nuestra época y basta ver la TV para darnos cuenta, que a la velocidad de la luz mediante el dominio de las ondas electromagnéticas, podemos conocer todos los acontecimientos importantes desde cualquier región donde estén ocurriendo.

El planeta se nos ha vuelto pequeño, se ha convertido en La Aldea Global, en el sentido de que ya queda muy poco por descubrir en su geografía y las distancias se han achicado física, psicológica y culturalmente por el desarrollo de las comunicaciones, pero sin embargo falta mucho por hacer para su ordenamiento y alineación con los propósitos de la naturaleza, que no son otros que los del G..A.:D:.U.:.

Para esto último está surgiendo un nuevo Paradigma Holístico a partir del pensamiento Sistémico (del todo a las partes) y con el pensamiento ecológico; desarrollado en el Valle del Silicón en California inicialmente y en las principales Universidades de la costa Este de USA y de Europa a finales del siglo XX, como consecuencia de la necesidad de apoyar el desarrollo de la Cibernética y la inteligencia artificial y entender el cambio climático que experimenta nuestra querida tierra.

Está colapsando el Paradigma Cartesiano (de las partes al todo), ya cumplió su propósito y permitió desentrañar con su método, muchos conocimientos útiles para la humanidad, pero también desató muchos peligros que deben ser corregidos por una nueva forma de entender al Mundo.

¿Y es por ello que debemos preguntarnos en todo esto donde está Dios?. ¿Es que acaso Dios juega a los dados como diría Einstein?. ¿Dios ha muerto, como aseveraría un Sartre y ha sido sustituido por el hombre?. ¿Quién es, donde está y que quiere Dios?. ¿Dios es Energía?.........................

El libro de URANTIA, en su primer Capítulo cuando habla del Superuniverso Central o la casa del Padre Universal, nos cuenta de su naturaleza, de sus atributos, de su relación con el Universo, de su relación con sus Criaturas o Individuos, habla de su Hijo Eterno, de la relación de este último con el Universo, del Espíritu Infinito, de la relación de este con el Universo, de la Trinidad del Paraíso, de los Universos que son siete.............. Se dice que este libro fue materializado o canalizado para la nueva humanidad que ha de surgir en este milenio después de la segunda guerra mundial; y mucho de lo que allí se explica como lo siguiente: Dios es la realidad primaria del mundo espiritual, es la fuente de la verdad en las esferas de la mente; Dios da su sombra y calor a todo el mundo material; para criaturas inteligentes Dios es una personalidad y para el Universo de Universos él es la Fuente Primaria y Centro de toda la realidad eterna. Dios no es como el hombre ni se le parece; el Padre Primero es Espíritu Universal, verdad eterna, realidad infinita y personalidad paternal.................; pareciera pensado por el maestro Angélico, Tomás de Aquino; de este se cuenta, que después de haber escrito su monumental obra, tuvo una visión del paraíso antes de su muerte y nunca más quiso volver a escribir, pues todo le parecía inferior a su impactante experiencia; ¿será entonces necesario volvernos hacia dentro y buscar en nuestro Maestro Secreto esa experiencias?.

De esta pregunta y de todo el conocimiento anteriormente resumido, en estos momentos difíciles por los que atraviesa la humanidad y en donde hay tanta desesperanza, pero a la vez hay también Fé, quiero dejar una huella en este escrito de mi humilde pensar sobre tan grande Ser como el G.:A.:D.:U.:, en donde mi razón fina como diría Pascal, me indica que su vibración (Gracia) nos está apoyando y llegando para que demos el cambio que necesita este bello planeta azul, en el extremo externo de la Galaxia que hemos denominado Vía Láctea.

Somos seres cósmicos interconectados con Dios en espíritu o energía, dándole el nombre que queramos; para los Griegos, Cosmos significaba el ordenamiento del Universo, pues bien nuestro planeta está pidiendo Orden y Amor y por sobretodo Justicia.

Para ello se necesita un nuevo orden dentro del nuevo Paradigma Holístico, en donde el todo comanda y fija las partes y por sinergia es mucho más que la suma simple de su interrelación, así como un concierto es mucho más que la suma simple de los instrumentos que tocan.

Este Planeta pide a gritos un reordenamiento del pensar colectivo o salto de la conciencia humana, que debe acercarse más a la de nuestro querido maestro secreto, el cual nos susurra los designios del G.:A.:D.:U.:.

Este orden Universal necesita también de un reordenamiento económico hacia la moneda planetaria única que pondere la especulación y permita los flujos para el desarrollo, y el gobierno global con representaciones locales que respeten la diversidad; esto sucederá algún día no muy lejano por necesidad y por evolución, no sin antes pasar por mucho dolor y quizás algunas guerras; las nuevas generaciones que están naciendo lo saben; en nuestras calles venden el libro de los Niños Indigo que son los nuevos pobladores que traen una conciencia más elevada.

Es un problema de vibración, como el diapasón; el Planeta está vibrando en una frecuencia más alta y atrae los nuevos espíritus que están vibrando en esa frecuencia; son las Leyes de vibración y correspondencia que Hermes Trismegisto el tres veces grande nos delegara en el Kybalión. Estas leyes actúan por resonancia y será por esta, que la sumatoria de mentes nuevas que vienen a construir y desean el cambio, conformarán el nuevo Logos Planetario para la Gloria del G.:A.:D.:U.:, quién como diría San Anselmo: Nuestra alma noble y su Maestro Secreto lo conoce y sabe de su existencia y sabiduría y de su amor infinito por sus criaturas, cualquiera que estas sean, pues para él no hay blanco y negro, bueno o malo, masculino y femenino, viejo y joven, sino puro devenir y fluir en su esencia o vibración superior, la cual es la fuente de la vida o energía Universal, que da la paz y da la luz, y a la que todo Masón de mi Valle desea dirigirse y fundirse en ella.

Fraternalmente,

José R. Gómez Oriol, M.:M.:

Bibliografía:

-Historia de la Filosofía de Frederick Copleston, tomo II, de San Agustín a Escoto, Editorial Ariel, Barcelona-Caracas-México.

-Historia de la Filosofía de Johannes Hisrschberger, tomo I, Antigüedad, Edad Media y Renacimiento, Editorial Herder, Barcelona, España.

-Historia de la Filosofía de Frederick Copleston, tomo 5, de Hobbes a Hume, Editorial Ariel, Barcelona-Caracas-México.

-Historia de la Filosofía de Johannes Hisrschberger, tomo II, Edad Moderna y Contemporánea, Editorial Herder, Barcelona, España.

-The Urantia Book (El Libro de Urantia), Fundación Urantia, Chicago, USA.

-La Biblia, Edición Pastoral, Impreso por Gráficas Caracasa, Madrid.

-Manual del Grado 4º de Pedro A. Barboza de la Torre, Publicado por Fondo Editorial Moral y Luces, Maracaibo

-Ciencia Jónica y Pitagórica de Angel Cappelletti, Editorial de la Universidad Simón Bolivar, Caracas.

-Inicios de la Filosofía Griega de Angel Cappelletti, Editorial Magisterios S.A., Caracas.

-La Filosofía de Heráclito de Efeso por Angel Cappelletti, Editorial Monte Avila, Caracas.

-Platón, El Banquete, traducido por Juan David García Baca, Editorial Mediterráneo, Madrid.

-Las Tres Caras de la Mente de Elaine de Beauport y Aura Sofía Díaz, Editorial Galac, Caracas.

-The Esoteric Tradition de G. De Purucker, Unabridge Verbatim Edition; Theosophical University Press, Pasadena, California, USA.

-The Dancing Wo Li Masters (Sobre la Historia de la Física Moderna y Cuántica) de Gary Sukav.

-El Kybalion, Filosofía Hermética del Antiguo Egipto y Grecia, Editorial Panapo, Caracas.

-Pascal, Opúsculos, Editorial Agular, Argentina.

-Hobbes System of Ideas de J.W. Watkins, Editorial Hutchinson, Londres.

-The Changes in Scientific Paradigms (Los Cambios de Paradigma) de Kunz.

-The Turning Point (El Punto Crucial sobre el cambio de Paradigma al Holístico) de F. Capra, Físico Cuántico de la Universidad de Berckely, California.

-Leibniz de Hans Heinz Holz, Colección Semblanzas, Madrid.

-Kant, Vida y Doctrina de Ernest Cassirer, Fondo de Cultura Económica, México.

-The Philosophy of Hegel por Carl Friedrich, The Modern Library, N.Y.

-Psychological Reflections por C.G. Jung, Editorial Lowe & Brydone, Londres.

-The Logic of Scientific Discovery de Karl Popper, Editorial Hutchinson, Londres.

-Introducción a la Historia Comparada de las Religiones de E.O. James, Ediciones Cristiandad, Madrid.