martes, noviembre 28, 2006

La historia oculta de la masonería


Fuente: Año Cero
Autor: Josep Guijarro


Para los historiadores, la masonería nació en 1717 gracias a los pastores protestantes ingleses James Anderson y J. T. Desaguliers, pero es lógico que sus ritos y creencias estuvieran inspiradas en creencias muy anteriores cuyos orígenes siguen en disputa ¿Proceden acaso de los Antiguos Misterios Paganos, del templo del Rey Salomón, de los Templarios o de los Masones Operativos de la Edad Media?

En el Museo Británico se conservan dos de los documentos masónicos más antiguos que se conocen. Parecen remontarse a 1390 y 1450 respectivamente. El primero recibe el nombre de Manuscrito Regius, y el segundo es llamado Manuscrito Matthew Cooke. Tiene dos partes, conocidas como «la Historia» y «los Cargos Antiguos», que formaban parte de las Regulaciones generales masónicas compiladas en 1720, y que James Anderson utilizó también como material de referencia en sus Constituciones tres años antes. En el mejor de los casos, entonces, las primeras menciones masónicas datan del siglo XIV. ¿Es esa la antigüedad de la poderosa sociedad o existe un origen anterior, mítico y misterioso?

Estética salomónica


El ocultista pionero Eliphas Levi nos recuerda una leyenda masónica que relaciona los orígenes de esta institución con un manuscrito del siglo VIII sobre la construcción del templo de Salomón y su arquitecto Hiram Abiff.

El mítico templo era un auténtico tratado de geometría que reproducía en sus estructuras simbólicas los diferentes planos o niveles del cosmos. Su verdadera importancia es más bien alegórica. Así, esta construcción no sería más que una reproducción de la bóveda celeste donde el Sol es el rey y el altar apuntaría a la constelación de Aries. Algo que queda patente en la Epístola a los hebreos (9,24) cuando dice que «no entró Cristo en un santuario hecho por la mano del hombre, imagen del verdadero, sino en el cielo mismo».

Aún hoy, la decoración de las logias masónicas representa en su techo la bóveda celeste y, a su alrededor están los signos del zodiaco. La Biblia dice que para la construcción del templo de Jerusalén fueron necesarios 153.300 trabajadores, divididos jerárquicamente en tres grados: 70.000 aprendices, 80.000 oficiales o compañeros y 3.300 maestros. Asegura la leyenda que se reconocían entre sí por medio de palabras secretas, señales y toques, diferentes para cada categoría. Según la tradición masónica, Hiram completó la construcción del templo en siete años y, después, fue asesinado a golpes. «Cuando la construcción del templo de Salomón llegaba a su fin –explica a AÑO/CERO el erudito masónico Mario Pérez Ruiz–, tres compañeros desearon conocer los secretos de los maestros y así disfrutar de ese grado y al no conocer la palabra secreta asesinaron a golpes a Hiram Abiff».

Los asesinos enterraron el cadáver lejos de Jerusalén y Salomón ordenó que nueve maestros lo buscaran… Y lo hallaron. Para reconocer el lugar donde fue sepultado plantaron allí una rama de acacia.

El relato de la muerte de Hiram guarda relación simbólica con Osiris. El arquitecto del templo de los judíos fue asesinado en la puerta occidental del templo, que es donde se pone el Sol. En la mitología egipcia los Salones del Amenti, regidos por el dios de la muerte y la reencarnación, están situados, también, en Occidente. Osiris se levanta de entre los muertos en el norte, que en la mitología egipcia está regida por Leo. Hiram Abiff es levantado de entre los muertos mediante un estrechamiento de manos masónico denominado la presa del león. Y, finalmente, tanto en los misterios masónicos como en los egipcios el «dios» que ha resucitado es enterrado en una colina y señalizado con un árbol.

La entrada al templo de Salomón estaba flanqueada por dos columnas conocidas con los nombres de Jachim y Boaz, a la guisa de los obeliscos que hacían lo propio en los templos egipcios. Las inscripciones que se hallan, por ejemplo, en el obelisco egipcio situado en el Central Park de Nueva York, mostrarían símbolos masónicos de tiempos de Tutmosis III. Lawrence Gardner asegura que Hiram Abiff retomó la costumbre egipcia de situar pilares a la entrada de los templos cuando situó Jachin y Boaz en el Templo de Salomón. Su interior era hueco y estaba pensado así para salvaguardar los archivos y los textos de las normas de los constructores.

Para los historiadores masónicos no es coincidencia: «Toda luz viene de Oriente; toda iniciación de Egipto», dejó escrito Cagliostro, fundador del Rito de la masonería egipcia. Hoy, el recuerdo de la luz de Egipto sigue fascinando a muchos masones, que no dejan de soñar con el esplendor y la perfección de las pirámides o los templos de la civilización faraónica.

Sufíes, sabeos y templarios

No obstante –nos recuerda Gérard Galtier– para la mayoría de francmasones, la Tierra Santa es la de Jerusalén y lo que convendría reconstruir es el templo de esa ciudad. Y es que, en efecto, Salomón guarda la llave que permite abrir los secretos de la moderna francmasonería. Ya desde el siglo XVIII, varios autores sugirieron que el origen de la masonería había que buscarlo en los templarios. Según las teorías de estos estudiosos, esta fraternidad de monjes-guerreros fundada en 1118 habría permanecido encerrada nueve años en el templo de los judíos y tras una rápida expansión por Europa habría sido responsable de la financiación de buena parte de las catedrales góticas. ¿Acaso el movimiento masónico tomó su iniciativa de los templarios?

El célebre escritor Robert Graves deduce que la masonería fue introducida en Europa, y concretamente en Escocia, bajo la apariencia de un gremio de artesanos gracias a los templarios. Esta Orden habría recuperado en Tierra Santa abundante documentación islámica y judía, de ahí que algunos especialistas perciban en las enseñanzas masónicas cierta influencia sufí.

El traductor de las Mil y una noches, Sir Richard Burton, definió al sufismo como el pariente oriental de la masonería. Más lejos llega Idries Shah al concluir que «Boaz» y Salomón no fueron israelitas sino arquitectos sufíes. De hecho, Salomón es venerado por el Islam como un profeta. Pero Jorge Blaschke y Santiago Río aclaran que los sufíes no son su origen primigenio. Las raíces de sus enseñanzas radicarían en los sabeos, una secta de artesanos y comerciantes que profesaban una doctrina helenística atribuida a Hermes y que se concentraron en la Alta Mesopotamia y al noroeste de Alepo entre los siglos IX y XI. Practicaban un comunismo iniciático que propagaba un ritual de compañerismo, un entendimiento entre cuerpos de un mismo oficio. En su opinión, la reforma de la masonería en Londres, a principios del siglo XVIII, cometió un grave error, ya que confundió con hebreos los términos sarracenos, desvirtuando la antigua tradición sufí.


Constructores de catedrales

Pero la mayoría de historiadores coincide en que los inicios de la masonería radican en las corporaciones de oficios y constructores medievales.

«Hablamos de hombres que interpretaban en un sentido muy sutil esa pedagogía de masas que la Iglesia pone en marcha en función de la piedra, ese arte ilustrativo que trataba de transmitirle al pueblo lo que no podía leer porque no sabía», explica Eduardo R. Callaey. «Cuando ves un pórtico románico es un libro que trata de transmitir cosas. A lo largo de la historia de la humanidad construir siempre ha tenido una connotación sagrada porque lo que se erigían eran templos. Lo demás no ha perdurado. Lo que ha llegado hasta nosotros es la piedra de los zigurats, las pirámides, los grandes templos de Oriente. Por lo tanto, siempre hubo una connotación sagrada en el oficio de construir». En su opinión, esa responsabilidad recayó durante el Medievo en las órdenes monásticas y, en especial, en la benedictina (ver entrevista). En efecto, bajo la dirección de los grandes abades aparecerán las primeras expresiones de una arquitectura renovada que mostrará sus posibilidades en el arte románico y estallará con toda su potencia en el gótico. Bajo su protección encontraremos también las primeras evidencias de una masonería primitiva, fruto de la renovación del conocimiento y las técnicas de la construcción.

Los benedictinos primero y más tarde los cistercienses, dominarán la construcción. Cada convento es una colonia donde, además de dedicarse a la práctica de la piedad, se estudian las lenguas, la teología y la filosofía, se ocupan activamente de la agricultura y se ejercitan y enseñan todos los oficios… Los abades trazan los planos y dirigen su construcción, estableciendo de este modo una corriente de inteligencia entre los conventos.

Si Callaey está en lo cierto, la espiritualidad de Occidente subyace en las raíces del esoterismo judeocristiano y el trabajo iniciático de refinar la «piedra bruta» –símbolo central de la doctrina masónica– encuentra un antecedente directo en la acción de «cuadrar la piedra», planteada por los grandes maestros benedictinos como alegoría de la construcción del «hombre espiritual», apto para la tarea de erigir sobre la Tierra el reflejo de la Ciudad Sagrada, la mítica Jerusalén Celeste. Esto no deja de ser una tremenda ironía a la luz de la actitud combativa que siempre ha demostrado la Iglesia frente a la masonería.

Para demostrarlo, el historiador argentino esgrime fuentes de época y escritos históricos, como un manuscrito de Wilhelm de Hirsau, uno de los más grandes abades constructores de la Orden Benedictina en el siglo XI, en el que se hace referencia al mandil y a su profunda significación.

Xavier Casinos asegura que los masones gozaban además de privilegios que no tenían otros artesanos, como la libertad o franquicia de trasladarse de un lugar a otro para realizar su trabajo. Por eso se les llamaba también francmasones o freemasons (albañiles libres). Esa movilidad, en cualquier caso, dio lugar a los signos secretos, con objeto de reconocerse entre sí cuando acudían a una nueva construcción.

Durante el siglo XVII tuvo lugar el proceso de transición que llevó a los gremios de constructores a convertirse en la masonería tal y como la conocemos en la actualidad. Es decir, abandonó su operatividad para transformarse en una sociedad filosófica que mantenía buena parte de la simbología medieval, como el compás, la escuadra, el mandil y la plomada. Con el nacimiento de esta masonería especulativa sus miembros ya no deberán construir una catedral, sino una humanidad mejor a partir del templo interior de cada masón.

El caballero Ramsay introdujo la «hipótesis templaria», más adecuada para la nobleza del siglo XVIII que el carácter burgués de las Corporaciones de Oficio, y dio nacimiento al sistema conocido hoy como Rito Escocés Antiguo y Aceptado. A partir de entonces, se introdujo un nuevo elemento de controversia entre quienes abrazaron el origen templario de la institución como fundamento histórico de la Orden y quienes intentaron sostener su origen en los constructores de catedrales.


Rosslyn y el secreto de los masones escoceses

Esta discusión, que ya lleva más de dos siglos, se ha visto incentivada en los últimos años con la aparición de numerosos libros, tanto históricos como debidos a los defensores de este origen templario de la Masonería. Muchos creen haber encontrado en la capilla de Rosslyn el nexo definitivo que uniría el destino de la Orden del Temple y los maestros canteros.

Según los escritores británicos Christopher Knight y Robert Lomas, el punto de partida de la francmasonería hay que buscarlo aquí, porque los miembros de la familia Saint Clair de Rosslyn se convirtieron en los Grandes Maestres hereditarios de las Artes, Gremios y órdenes de Escocia y ostentaron el cargo de Maestre de los Masones de escocia hasta finales del siglo XVIII.

La capilla de Rosslyn se halla a 16 Km de Edimburgo. Fue erigida entre 1440 y 1490 por William Saint Clair y sus paredes y columnas parecen esconder un conocimiento ancestral transmitido a través de generaciones. La relación entre los templarios y Rosslyn se remontaría a los tiempos de la primera cruzada. Henry Saint Clair participó en ella junto al fundador del Temple Hugues de Payns, casado con su sobrina Catherine. A su regreso recibirá el título de barón. Aunque su nombre no figura entre los nueve fundadores de la Orden del Temple, es evidente que ambos mantenían estrechos vínculos.

La hipótesis de Knight y Lomas plantea que William Saint Clair, conocedor de que los manuscritos supuestamente recuperados por los templarios en el Templo de Salomón habían sido guardados en Escocia, construyó Rosslyn para custodiarlos y establecer una Nueva Jerusalén. Esto, naturalmente, supone admitir que los templarios no viajaron a Tierra Santa para defender a los peregrinos sino con un propósito más bien arqueológico. Por esa razón, nueve hombres (como los que hallaron el cuerpo de Hiram) permanecieron nueve años encerrados entre sus muros. Muchos expertos han reparado en la persistencia de esta clave numérica: el 9. Resulta que la novena letra del alfabeto hebreo es la Tav (la Tau griega). Esta letra, representada por el noveno sefiroth cabalístico (Yesod o Fundación) se relaciona con la serpiente y el secreto de la sabiduría. Pero es que, además, la marca de la tau era la que los cainitas llevaban sobre la frente cuando Moisés se encontró con ellos. En la capilla de Rosslyn, curiosamente, los catorce pilares han sido dispuestos de tal manera que los ocho del lado este trazan la forma de una triple Tau. Sospecho que Hugues de Payns y sus ocho freires fundadores ignoraban los códigos y el significado de lo hallado en el Templo y, por ello, tuvieron que recurrir a la ayuda de cabalistas judíos y sabios islámicos, a través de su protector san Bernardo de Claraval, el reformador del Císter.

Dos siglos después la simbología había sido desvelada y puesto a salvo en la capilla de Rosslyn. Este santuario sería por tanto una evocación del templo de Salomón, con torres y un enorme techo central de forma curva sostenido por arcos. Una reconstrucción del templo que estaría adornada con simbolismo nazareo (secta religiosa contemporánea a Jesús cuya etimología viene de Custodio o Conservador) y templario encaminado a dar cobijo al «secreto».

Cuando las logias escocesas decidieron elegir una Gran Logia para su administración, convinieron que sir William Sinclair (descendiente directo por línea paterna del constructor de la capilla) ocupara el cargo vitalicio de gran maestre.


El retorno de la Antigua Alianza

En seguida surgieron desacuerdos en el seno de la masonería inglesa. Tras el establecimiento de la Gran Logia de Londres se formaron dos grupos: los «antiguos» y los «modernos». A estos últimos les preocupaba que los antiguos hubieran decidido preservar el patrimonio jacobita (Partidario del derecho divino de los monarcas. Ver próximo artículo) y la amenaza que ello suponía para la casa Hannover, de corte protestante.

Los jacobitas veían en la leyenda de Hiram, en el tercer grado de su rito, una alegoría sobre el asesinato de Carlos I Estuardo, como si los símbolos hubieran sido tomados de la conjura que tramaron los partidarios de este rey para vengar su muerte y colocar en el trono a su hijo. Aunque, según refiere Gerard de Nerval, una versión muy similar de la leyenda de la muerte de Hiram se escuchaba en los cafés de Estambul en forma de cuentos.

Esto abre un serio interrogante acerca del origen de la ceremonia más importante de la francmasonería, aunque tal vez la fuente original del grado de maestro resida en las abadías pues, como nos aclaró Callaey, existe una llamativa semejanza entre esta ceremonia de exaltación y los votos del monje benedictino en su última etapa de ordenación. Esto significaría un retorno a la Antigua Alianza con los católicos jacobitas, quienes introdujeron muchos elementos centrales de los rituales con base templaria y explicaría la abundante presencia de eclesiásticos en la francmasonería del siglo XVIII.

PARÍS BAJO EL SIGNO DE LA ESPIRITUALIDAD



Lima, 26 Nov. 2006.- Entre el 28 y 30 de noviembre, tendrá lugar en París la VIII Conferencia Mundial de Grandes Logias Regulares. El tema central: "Espiritualidad y Modernidad" permitirá a los delegados de las Grandes Logias Regulares del mundo, intercambiar ideas y experiencias y llevar a cabo una reflexión sobre la Francmasonería contemporánea.

Dicho cónclave tendrá como anfitriona a la Gran Logia Nacional Francesa, que tiene como Gran Maestro a Jean Charles Foellner; el Secretario Ejecutivo de la Conferencia es Thomas W. Jackson.

La Delegación peruana estará presidida por Francisco Pegorari G., Vice Gran Maestro de la Gran Logia del Perú e integrada por seis miembros, entre ellos el Gran Primer Vigilante Guido Gamarra C.

Según se supo, el Tema general planteado es: "Espiritualidad y Modernidad" y los Temas de reflexión propuestos: Las Grandes Logias Regulares en el mundo, Problemáticas, Análisis y tendencias, intercambio de experiencias; Regularidad y Reconocimiento: las relaciones entre las Grandes Logias; Tradición masónica y mundo moderno; Nuestros valores fundamentales en la sociedad contemporánea; asimismo: Los deberes del Masón, en su país y en el mundo

Este cónclave masónico, es muy oportuno si se toma en cuenta que vivimos en un mundo atormentado por injusticias y violencia, donde muchos contemporáneos, han perdido la esperanza de una humanidad mejor y no saben qué sentido darle a la vida. Por ello merece destacarse que quienes llaman a la puerta de los templos masónicos, lo hacen movidos por la esperanza y la necesidad de una espiritualidad auténtica.

En suma, este importante evento mundial permitirá a sus participantes someter con lucidez a discusión preguntas esenciales que gravitarán respecto al porvenir de la Francmasonería Regular.

Cabe mencionar que la Masonería ha tenido en nuestro país y en el mundo, una activa participación en la formación ética y moral y por tanto espiritual de las personas; masones han sido George Washington, Francisco de Miranda, Antonio José de Sucre, Bolívar y San Martín.

Asimismo Ricardo Palma, Miguel Grau Seminario, Francisco Bolognesi, Víctor Raúl Haya de la Torres, Jorge Basadre, por citar tan solo unos ejemplos.

Sentencia sobre la demanda presentada por 5 miembros de la Gran Logia de España

A L:. G:. D:. G:. A:. D:. U:.


Or:. de Madrid, 28 de noviembre de 2006, e:. v:.

NOTA OFICIAL
De todos es conocido que cinco miembros de la Gran Logia de España denunciaron a nuestra Obediencia ante los tribunales profanos, en un vano intento de anular los resultados de la Gran Asamblea de Elección celebrada el pasado día 11 de marzo. El abogado que ha representado a los demandantes, fue miembro de nuestra Gran Logia hasta 11 días después de presentar la demanda. El motivo declarado para llevar a la Gran Logia de España ante los Tribunales Profanos: la supuesta ilegalidad de artículo 12 de la Constitución de la Gran Logia de España, en tanto que reserva el voto en las Grandes Asambleas a los Maestros Instalados.

Es de recibo hacer notar que no impugnaron el Decreto de Convocatoria de las Elecciones, ni la propia Constitución de la Gran Logia de España, previamente a la celebración de la Gran Asamblea de Elecciones, sino tras ella y la constatación de que la mayoría de los miembros de la Gran Asamblea se habían inclinado por un cambio de Gran Maestro, Gran Orador y Gran Tesorero.

Puede, pues, pensarse legítimamente que, de haber sido otro el resultado, ni los demandantes, ni los instigadores de la demanda, habrían tenido alegaciones que hacer, y la vigente Constitución de la Gran Logia de España ya no les habría parecido ni antidemocrática, ni falta de pluralismo.

No es, pues, exagerado pensar, que realmente ha sido una reacción de malos perdedores, miembros de nuestra Orden que tienen un sentido patrimonial de los oficios y ninguna conciencia democrática. Sin que sea aquí el sitio en el que juzgar la calidad masónica de actores e instigadores de la demanda, quienes no dudan en llevar a los Tribunales Profanos cuestiones internas de la Gran Logia de España, causando grave daño a su prestigio, máxime cuando el día del Juicio se hicieron acompañar (demandantes y testigos por ellos propuestos, entre ellos el pasado Gran Maestro), por miembros de la prensa, logrando así repercusión internacional.

Es importante constatar en la sentencia que se adjunta, que la Justicia Profana ha sabido recoger perfectamente el espíritu de nuestra organización interna. En la sentencia se desestima la demanda, al igual que en su día el Juzgado desestimó la pretensión de que se retrotrajera todo en la Gran Logia de España al momento inmediatamente anterior a la celebración de la Gran Asamblea de Elecciones.

Ahora le toca actuar a la Justicia Masónica y aclarar quien o quienes estaban tras la demanda y, quizás, depurar responsabilidades.

R:. H:. Miguel Angel de Foruria y Franco
Gran Inspector de Comunicación y Publicaciones.
Para ver la sentencia haz click aqui


Sentencia a favor de la GLE
Sentencia a favor ...
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domingo, noviembre 26, 2006

La Unión Europea es una idea básicamente de la masonería



Pepe Rodríguez, periodista y escritor

Con Masonería al descubierto se establece una radiografía necesaria sobre este grupo de personas que durante la historia de España han sido diana de una profunda leyenda negra. El periodista catalán, Pepe Rodríguez se ha empapado de legajos y testimonios de personas pertenecientes, o que han pertenecido, a diferentes logias, para tratar de ofrecer la primera imagen objetiva y complete de la masonería. En una distendida charla con Periodista Digital, el autor nos devela los ataques que la iglesia, el dictador Franco o algunos historiadores han vertido sobre este modo, sencillamente, de comprender el mundo. Rodríguez deja claro que el poder político y económico ha estado al margen de la masonería y es que “siempre le ha costado llegar a fin de mes”. Por el contrario, en su seno han estado las mejores reflexiones sobre las estructuras políticas o sociales.

¿Hay que ser un “tipo raro” para ser masón?

No, yo creo que no, aunque haya masones que son “tipos raros”. Igual que hay géneros nucleares que son “tipos raros”. Simplemente hay que tener alguna aspiración de ser mejor, de intentar ver las cosas desde otra perspectiva y de intentar hacer algo (aunque sea reflexionar) para que la sociedad funcione de otra manera.

¿A que responde ese celo que rodea a la masonería?

Fue necesidad hasta hace relativamente poco. El problema de la masonería es que, desde sus orígenes, era mucho más abierta y democrática que la sociedad que les rodeaba.

¿Por qué el enfrentamiento con la Iglesia?

La Iglesia no quiere coexistir con nadie. Es intolerante. Ella tiene la verdad absoluta y el resto no. La masonería cometió el pecado más grande que podía hacer: decir que en una logia caben todos.

¿Y qué ocurrió durante la dictadura?

El fascismo de Franco asesinó a miles de masones. Los asesinaron porque la mayoría de los masones muertos tras el alzamiento del 36 no pasaron por juicio previo. Cuando entraban las tropas nacionales en una ciudad, una de las primeras cosas que hacían era ver si había un templo masónico. Buscaban los archivos y todos los nombres de aquellos que se hubiesen registrado eran fusilados y punto.

¿Hacían algún tipo de apología política?

No, en absoluto. Ni durante el franquismo ni antes tampoco. Durante la II República es cierto que hubo un buen porcentaje de diputados masones pero es que había más diputados católicos. Y digo yo. Puestos a fusilar, fusilemos a la mayoría. Si no, no fusilemos a nadie ni miremos mal a nadie. Franco sufría pura paranoia con la masonería.

¿Tenía algún problema personal Franco con los masones?

Franco era un tipo bastante paraniode y, además, ultra católico. Como tal se aprendió el catecismo, por eso odiaba a la masonería. Hay muchas bulas vaticanas, de diferentes papas, proscribiendo la masonería. Pero del mismo modo fue un tremendo hipócrita porque sus dos hermanos eran masones y los utilizó para su benéfico. Sobre todo utilizó a su hermano Nicolás a través de sus contactos masones de políticos portugueses e ingleses. Franco estaba obsesionado. Cada día del año durante toda su vida, leía revistas de masones y perseguía masones. Si no los había, se los inventaba. Era pura paranoia con la masonería.

¿Había motivos económicos en la persecución a la masonería?

Para nada. Los masones nunca han tenido donde caerse muertos. A lo largo de la Historia ha habido masones de clase media (la mayoría) y de clase alta... Pero a la masonería como tal, siempre le ha costado llegar a fin de mes. En España hay una panda de indocumentados de extrema derecha que dicen que la masonería manipula, que son ricos, políticos... Y la realidad es que no llegan a final de mes.

ENTRE LA UTOPÍA Y LA REALIDAD

¿Es utopía lo que persigue la masonería?

Los masones son conscientes de que es utópico pero todos tenemos derechos a soñar.

¿Con que sueñan los masones?

Todos los modelos de unión política se debatieron en su día en las logias. Esta idea de la unión de los Estados, la Unión Europea, es una idea básicamente masónica. La unión de mercados, la unión de países latinoamericanos, también. No digo que estas uniones estén controladas por masones, pero la idea es propia de la masonería. Esa idea de la unidad durante mucho tiempo era inviable por la sociedad totalitaria que rodeaba a la masonería.

¿Son muy duros con algún tipo de disciplina?

En la masonería jamás te dirán lo que tienes que creer. En una logia se hace un trabajo en grupo. No hay conclusión, cada uno sacará de esas reflexiones y debates lo que le venga en gana. No hay nadie que tenga poder sobre los masones. Son libres de irse cuando quieran y no le pueden obligar a nada. La masonería no es el Opus Dei o los Legionarios de Cristo donde si hay una estructura piramidal o férrea. Por eso desde el Opus o desde los Legionarios se puede conspirar y hacer negocios. Desde la masonería no, aunque quieran. La realidad es muy simple.


Fuente:
http://www.periodistadigital.com/periodismo/object.php?o=505116

El Egregor o Egrégora masónica



“Egregor” [Del griego Egregoroi] significa velar. Egrégora también proviene del mismo término y designa la fuerza generada por la sumatoria de las energías físicas, emocionales y mentales de dos o más personas cuando se reúnen con cualquier finalidad.

A los Egregores Eliphas Levi, el escritor ocultista francés, los denomina príncipes de las almas. Rizardo da Camino en su Diccionario Masónico, dice que es un “Cuerpo Místico que se forma con sus propias peculiaridades, después de la apertura del Libro Sagrado, cuando todos se unen con las mentes para el acto de crear”. Al Egregor se le supone un centro de conciencia dévico, entendiendo por dévico a las reacciones del Espacio por cualquiera de los estados de conciencia humanos.

Se le conceptúa esotéricamente como un ente primordial formado por una agrupación de almas en un todo de sustancia mental o psíquica. Los antiguos consideraban a la Egrégora un ser vivo con fuerza y voluntad propias generadas a partir de sus creadores o alimentadores pero independiente de las de cada uno de ellos.

En el plano racional a los Egregores se les entiende como formas psíquicas que tienen que ver con estados de conciencia humanos. Es un 'ser psíquico' de carácter colectivo; un campo de influencia común, es un fluir sutil, invisible y elástico que ocupa espacios y que transmite energías creadas por un modo de pensar, de sentir o de actuar de los seres humanos. Es un “ente” real, sensible y actuante, aunque imponderable, que permite tener a los corazones sintonizados.

Es un alma grupal, un arquetipo que dirige el destino de la comunidad. Es innegable su poder por la consolidación de lazos entre el individuo y el grupo integrando al primero a un registro del inconciente colectivo. Si algunas personas se reúnen y emiten vibraciones fuertes e idénticas por pensamientos de la misma naturaleza, formarán uno por energía positiva o negativa, según sea el genero de los pensamientos emitidos, el Egregor creado con nuestros pensamientos, sentimientos y emociones y de acuerdo a ellos, reaccionará sobre nosotros. Es decir; todo impulso vital o substancial que surge de individuos o de comunidades produce una reacción en el espacio que provoca la forma psíquica de un Egregor, que se establece alrededor de las personas, de los hogares, de templos, de instituciones, etc, y por el que se puede percibir las condiciones y carácter de los mismos.

La Egrégora se realimenta de las mismas emociones que la crearon, y a quienes la engendraron, se les induce a producir repetidamente las mismas emociones. Los hay efímeros y permanentes. Los primeros obedecen a impulsos psíquicos o estados de conciencia esporádicos y sin fuerza aglutinante; los segundos son el resultado de la acumulación de materia psíquica realizada de manera constante y permanente por efecto de los estados de conciencia habituales, ya sea de los individuos o de los grupos. Por ejemplo: Una persona pesimista producirá un tipo de energía que por ley de afinidad se fijará a su alrededor y se ligará con personas y sitios que tengan su misma vibración.

Vibración que puede ser uno de los siete principios herméticos, el que dice: "Nada está inmóvil, todo se mueve, todo vibra"

Si consideramos que hay tres planos de existencia: el plano físico o material, el plano mental o metafísico y el plano espiritual, también existen tres tipos de vibraciones, la más baja la del plano material y la más alta que corresponde al plano espiritual. Obviamente así como en el plano físico no todo lo que existe posee la misma vibración, en los demás planos también hay diferencia vibracional. En el Universo entero no hay nada que esté inmóvil y quieto sino que en realidad está todo continuamente vibrando y en movimiento. Cualquier pensamiento (positivo o negativo) es energía que sale de nosotros hacia el mundo exterior para dar forma a lo que hemos pensado. En su camino se une con pensamientos similares de otras personas y se fortifica, una vez que es lo suficientemente fuerte, regresa a quien lo creó. Una perfecta comprensión de este principio habilita al estudiante hermético a controlar sus propias vibraciones mentales, así como las de los demás.

Tres axiomas herméticos:

«Para cambiar vuestra característica o estado mental, cambiad vuestra vibración.»
«Para destruir un grado de vibración no deseable, póngase en operación el principio de polaridad y concéntrese a la atención en el polo opuesto al que se desea suprimir. Lo no deseable se elimina cambiando su polaridad.»
«La mente, así como los metales y los elementos, puede transmutarse de grado en grado, de condición en condición, de polo a polo, de vibración en vibración.»

El Egregor formado por el poder de los ritos, de las ceremonias litúrgicas y de meditaciones llevadas a cabo regularmente por las distintas religiones, sociedades y escuelas esotéricas de entrenamiento espiritual del mundo determinan estados psíquicos con gran influencia que afectan el ambiente particular de tales comunidades y también sobre otras conciencias generando un fenómeno psicológico vivenciado como un despertar espiritual. Así, se aprecia una elevación o dignificación de la conciencia. Estos Egregores son deseables, necesarios, y es lícito pretenderlos como cohesión iluminada. Por el contrario, existen otros negativos que son generados por actos de egoísmo, por la incapacidad de aceptación del bien y de rechazar al mal. Estos Egregores son los más numerosos y los que frecuentemente nos encontraremos cruzados en el camino hacia la máxima elevación espiritual en donde se busca la paz, la serenidad y la comprensión.

Los distintos tipos de Egregores cualifican la vida de individuos y de los grupos que los produjeron por efecto de sus ordinarios y habituales trabajos y estados de conciencia. Los hay que provenientes del pasado aun pululan en ritos y ceremonias y continúan proyectando energías. Otros, de carácter reciente generan un poder muy notorio en la vida actual determinando los aspectos sociales, políticos, culturales, de las distintas naciones.

Ente mágico y etéreo, fruto de sinergismo de personas reunidas en la práctica de un ritual, como energía psíquica se dota de una forma objetiva en el plano donde se manifiesta. Esta forma se adapta a las expresiones de la personalidad cuando se experimentan estados de conciencia como el odio, la envidia, el miedo o la desesperación o, por el contrario, la benevolencia, el afecto, la compasión, la decisión o el valor. La acumulación de las energías psíquicas exigiendo una forma haya en los distintos espacios cualificados la respuesta adecuada. La actividad en distintos niveles de expresión psíquica, produce y determina aquellas formas y una vez creadas se introducen en las mismas constituyendo lo que podríamos denominar esotéricamente un centro de conciencia grupal.

El Egregor, siendo básicamente una creación mental -ya sea en un sentido positivo o negativo- ofrece la particularidad de estar dotado de una conciencia embrionaria con capacidades de acción y de reacción, así como de un alto espíritu de supervivencia. Tiene capacidad de absorción de las energías y también de expansión de las mismas, oponiendo resistencia a las fuerzas que tratan de destruirle. Los Egregores influyen muy directamente en la historia humana estructurando ambientes psíquicos que determinan el grado de civilización y cultura. Jesús formó el Egregor del cristianismo Hitler el del nazismo.

El masónico aparece en las logias durante el trabajo, por ello, sería aconsejable que el lugar esté exclusivamente dedicado para el oficio masónico y que la tenida se lleve a cabo tanto en el desarrollo del Ritual como en las intervenciones personales en completa armonía. La Egrégora masónica atribuye a los trabajos un carácter místico, diferenciándolos de otros tipos de reuniones, por tanto, al ingresar en el Templo, los miembros deberían dejar todo pensamiento y actitud profana fuera. Los Aprendices, Compañeros y Maestros, superando el papel de simples espectadores, deberían estar dispuestos a realizar aportes de actitud y opinión constructiva que producirán una especie de vibración involucrada que constituirá un Egregor particular al que nos conectaremos mental o emocionalmente, alimentándolo, al mismo tiempo que nos alimenta a nosotros en un constante equilibrio.

Si nuestro trabajo en el Taller se limita al simple ejercicio mímico del Rito, si evidenciamos una actitud desapegada y sin sentido ceremonioso, si nuestra intervención es una simple exposición de palabras vacuas, una logomaquia sin sentido, si nuestro pensamiento se enroca perezosamente en la rutina y desprecia aspiraciones elevadas; entonces estaremos contribuyendo a la formación de un Egregor que sumado a otros con igual actitud aumentará su fuerza y provocará el fracaso de los trabajos.

Cuando un hermano realiza su honesto aporte masónico puede generar una vibración poderosa que se propagará libremente por el silencio de algún alma opacada estimulando su reflexión. Imaginemos a la totalidad de hermanos trabajando con similar disposición y será fácil augurar un futuro provechoso para ése templo.

Hay logias en las que sus características peculiares perduran a pesar de los individuos que entran y salen de ella, el taller tiene su alma, su Egregor, formado por todos los que participaron en las Tenidas, también por su embellecimiento y cuidado, que deben ser permanentes. Así, el Templo puede ser sencillo pero debe estar escrupulosamente limpio, decorado con buen gusto para estimular la emoción artística, porque el arte y la belleza son fundamentales para la evolución del Egregor de la Logia. Deberían evitarse la murmuración, los gestos poco fraternales. Sería deseable por parte de todos los hermanos que sus trabajos estén regidos por los pensamientos más elevados y con las palabras más respetuosas y afectuosas. Convendría que las tenidas fueran constantes y regulares con asistentes sinceros y entusiastas con los trabajos de la Logia.

Lamentable Noticia

Un grupo de masones acude a la justicia para reclamar más democracia en la asociación

Cinco miembros del sector más progresista de la Gran Logia de España han acudido por primera vez a la justicia ordinaria para pedir que se democraticen sus estatutos y que se permita votar para la elección de su líder a todos los miembros de la asociación. Actualmente, sólo pueden hacerlo los Maestros Instalados, una condición vitalicia y honorífica. Los demandantes impugnan la asamblea del pasado marzo, en la que José Carretero fue elegido Gran Maestro de la Logia, desbancando al sector más progresista, encabezado por Josep Corominas.

La elección de Carretero, que defiende una corriente mucho más conservadora que Corominas es el origen de la discordia. Cinco miembros de la Gran Logia, la única obediencia regular en España reconocida, han presentado una demanda ante un juzgado de Barcelona para pedir que se anule el artículo 12 de los estatutos de la organización, que impide votar a los asociados con el grado de Aprendiz, Compañero y Maestro Masón, por considerarlo “antidemocrático”. A su entender, dicho artículo vulnera la Ley Orgánica reguladora del Derecho de Asociación, aprobada en 2002.

La elección que enfrenta a los masones

Los demandantes han impugnado también la asamblea que se celebró el pasado 11 de marzo y en la que, resultó elegido como Gran Maestro de la Logia José Carretero, miembro del sector más conservador, frente a José Corominas, miembro del sector más progresista. Carretero fue escogido con tan sólo 17 votos de diferencia, en unas las elecciones en las que podían participar los 815 Maestros Instalados de España. Se da la circunstancia de que antes de perder la votación, Corominas presentó una propuesta para que el voto se extendiera también a los Maestros, aunque fue rechazada por la mayoría de los Maestros Instalados.

Argumentos aportados en el juicio

En el juicio celebrado el jueves, el letrado que representa a los demandantes, Antonio Magaldi, afirmó que “hay un grupo de personas que se han arrogado la jerarquía de los Grandes Maestros Instalados y que son los que deciden sobre las cuestiones importantes de la logia". Por su parte, la abogada de la parte demandada denunció que «la verdadera motivación» de esta demanda, es el desacuerdo con el resultado de las elecciones del pasado marzo.

Fuente: http://www.elplural.com/politica/detail.php?id=8035

sábado, noviembre 25, 2006

Fotos Flauta Mágica

Os alcanzo un link en donde podréis acceder a las fotos de la primera presentación mundial de la Flauta Mágica en un templo masónico gracias al esfuerzo de la R:.L:.S:. Giordano Bruno No. 38:

http://logiagiordanobruno.blogspot.com/2006/09/representacin-de-la-flauta-mgica-fotos.html

UN VERDADERO MASON


MANTIENE SU MODO DE PENSAR INDENDIENTEMENTE DE LA OPINION PUBLICA.

ES TRANQUILO, CALMO, PACIENTE, NO GRITA NI SE DESESPERA.

PIENSA CON CLARIDAD, HABLA CON INTELIGENCIA, VIVE CON SIMPLICIDAD. NO ES VANIDOSO.

ES DEL FUTURO Y NO DEL PASADO. SIEMPRE TIENE TIEMPO.

NO DESPRECIA A NINGUN SER HUMANO.

CAUSA LA IMPRESIÓN DE LOS VASTOS SILENCIOS DE LA NATURALEZA: EL CIELO.

COMO NO NADA ATRÁS DE APLAUSOS, JAMAS SE OFENDE.

ESTA SIEMPRE DISPUESTO A APRENDER, AUN DE LOS NIÑOS.

VIVE DENTRO DE SU PROPIO AISLAMIENTO ESPIRITUAL.

DONDE NO LLEGA NI LOOR NI CENSURA.

NO OBSTANTE, SU AISLAMIENTO NO ES FRIO: AMA, SUFRE, PIENSA, COMPRENDE.

LO QUE UNO POSEE. DINERO, O POSICION SOCIAL, NADA SIGNIFICA PARA EL: SOLO LE IMPORTA LO QUE EL ES.

DESPRECIA LA OPINION PROPIA, APENAS VERIFICA SU ERROR.

NO RESPETA USOS ESTABLECIDOS Y VENERADOS POR ESPIRITUS TACAÑOS.

SOLAMENTE RESPETA LA VERDAD.

TIENE MENTE DE UN HOMBRE Y CORAZON DE NIÑO.

SE CONOCE A SI MISMO, TAL CUAL ES, Y CONOCE A DIOS.

PROFANOS CON MANDIL

Dr. Carlos Raitzin
33º-66º-96º

Es un hecho innegable que la Mas:. atraviesa un período de degeneración muy profundo (como muy bien señaló René Guénon mismo) y de que muchas de las LLog.·. se han llenado de profanos con mandil que desconocen y niegan absolutamente todo en materia de auténticas tradiciones espirituales masónicas. Y al decir profanos con mandil me refiero a muchos HH.·. con muchos años en la Ord.·. y altos GGr.·. y DDign.·. que no han incorporado en realidad casi nada de lo que es la esencia de la Mas.·.

El espíritu que impregna hoy a la mayoría de los HH.·. MM.·. es el de un racionalismo de pacotilla, pronto a negarlo todo en lo que hace a los valores del espíritu. Actitud autocontradictoria y propia de necios pues si todo lo niegan que sentido tiene conservar Rituales, Símbolos, Palabras Sagradas? Bastaría con reunirse a charlar y a comer libremente sin pizca de ceremonia. Todo esto va acompañado, como era inevitable, incluso de una pérdida de moral y de fraternidad muy visible. Ello, desde luego, era esperable pues la moral tiene su fundamento en la aceptación de un Principio Superior del que ella deriva y obtiene su razón de ser. Si se niega a este Principio (como sucede en los hechos en círculos masónicos cada vez más amplios, los que gustan de autodenominarse racionalistas y ateos o al menos agnósticos) la moral se torna nada más que una regla práctica de convivencia, desde luego absolutamente desacralizada. Y ello es garantía segura de corta y endeble vida para ella...

Y año trás año llegan oleadas de neófitos desprevenidos buscando Luz que pronto adoptan (o se les impone) ese espíritu de negación y subversión imperante en tantos TTall.·. . De persistir esto todo indica que la Mas:. va camino de convertirse en un centro antitradicional e incluso contrainiciático con todo lo que ello supone.

El único remedio que cabría esperar es que surjan más y más reacciones vigorosas y saludables que conduzcan a la creación de nuevas TTall.·. y OObed.·. que recuperen el espíritu tradicional y el sentido iniciático de la Mas.·. de los HH.·. Operativos. De no retornar a los viejos moldes e ideales está claro que la Mas.·. está irremisiblemente perdida para la causa del espíritu. Cuando se recupere el sentido de los símbolos y se asigne el verdadero valor a las palabras habrá posibilidad de que una nueva gran aurora ilumine con esplendor el Or.·.

Supongamos que un señor pasa por una iglesia y decide entrar. Pero una vez adentro comienzan las sorpresas. Aparece un individuo vestido de cura, sube al púlpito y comienza a perorar en favor del racionalismo cartesiano y del positivismo comtiano además de declararse agnóstico. Mirando a los confesionarios el protagonista de nuestra historia se da cuenta que en realidad estos están pintados en la pared y que nadie de los que interroga allí al respecto sabe para que servían o como se usaban en el pasado. Observa luego la pila de agua bendita y ve que se la usa ahora para vender golosinas. A esta altura nuestro piadoso señor dice: Basta! (y algunas cosas más) y sale de allí furioso.

Si esto resultaría escandaloso y chocante en el orden exotérico imaginemos lo que es transpuesto al orden iniciático. Pues, en definitiva, tal cosa es exactamente lo que sucede en gran parte de la Masonería. Se ha perdido en enorme medida la esencia y las tradiciones de la Orden y solo se conservan las formas exteriores ya desprovistas de significado y con su espíritu o esencia totalmente alterado. Y el que denuncia este estado tan vergonzoso y decadente de cosas inmediatamente es tildado de delirante, ocultista, irracional, intolerante, sectario,... La desverguenza es grande y se ha llegado a falsear lo que resta de lo mucho que se ha olvidado y perdido: palabras, definiciones, sentidos,...

En suma que se ha alterado y corrompido lo más sagrado y lo más valioso. Se ha venido impregnando la mente de los HH.·. con ideas antitradicionales plenas de esa actitud de negación y subversión que denunciaba Guénon. Y todo este proceso ha avanzado en tal grado y medida que el estado actual de cosas se ha tornado prácticamente irreversible.

El G.·.A.·.D.·.U.·. ha pasado a ser un mero símbolo al que cabe a lo sumo reverenciar u honrar pero de ningún modo adorar. Y, desde luego, eso equivale no solo a desacralizar la Ord:. por completo sino a preparar el terreno para que cosas cada vez más bajas tomen el lugar de las más elevadas. El Libro de la Ley Sagrada a menudo falta en el ara y se abren los trabajos a simple golpe de mallete...

La única esperanza es que se recupere vigorosamente por parte de los jóvenes el espíritu tradicional y se recentren las voluntades en construir el Templo Interior. Unica forma de acabar con tanta soberbia, con tanta ignorancia y con tanta ceguera espiritual. Y de erradicar para siempre el sofisma necio de que el ser humano se mejora y se eleva de afuera hacia adentro. La realidad es exactamente lo opuesto y quien desee regenerar la sociedad debe siempre comenzar por él mismo.

El templo interior


Pese a sus rituales iniciáticos de muerte y resurrección, que evocan los antiguos Misterios, la masonería es vista por los historiadores como una institución moderna, cuyos orígenes se remontan a comienzos del siglo XVIII.


Sin embargo, en los últimos años han aparecido toda una serie de libros que aportan suficientes evidencias según las cuales la moderna masonería sería heredera directa de corrientes iniciáticas mucho más antiguas, como se explica en nuestro dossier. Desde un punto de vista historiográfico esto puede ser muy discutible, pero pretender reducir la tradición masónica a los documentos que se refieren a ella y han llegado hasta nosotros es absurdo. Porque, hasta tiempos muy recientes, las órdenes iniciáticas se caracterizaron por no dejar rastros escritos de sus prácticas y enseñanzas, cuya transmisión era fundamentalmente oral.

Pero, más allá de estas precisiones propias de especialistas, el carácter iniciático de ese conjunto de instituciones muy diversas que conocemos por el nombre común de Masonería, debería permitirnos responder las preguntas que la inmensa mayoría se hace: ¿cuáles son sus objetivos últimos?, ¿qué secretos oculta?, ¿qué significa ser masón?

Aquí debemos recordar algo que ya apuntamos en esta misma página hace mucho, pero que resulta esencial: pese a todas sus desviaciones hacia objetivos ideológicos y hacia la búsqueda del poder en muchos ámbitos –que han afectado especialmente algunas de sus obediencias (o ramas)– la finalidad última de la masonería, como Orden iniciática, es espiritual; aunque muchos de sus miembros actuales lo ignoren, el simbolismo masónico nos indica claramente que su objetivo sería la construcción de un Templo en el interior de cada iniciado, tallando (o transmutando) esa Piedra Bruta que hay en el fondo del ser humano. En otras palabras, buscar su perfeccionamiento a través de un proceso de iniciación espiritual que conduciría al masón a cumplir su Deber de buscar la transformadora Palabra Perdida, oculta en el fondo de nosotros mismos, valiéndose de métodos rituales y simbólicos.

Es precisamente en el significado profundo de sus símbolos, signos y alegorías –que permitirían trascender nuestras limitaciones y condicionamientos mentales– donde reside el gran secreto de la masonería, como nos explican notables masones, desde el caballero Ramsay a Christian Jacq. Por ello, tal secreto no puede ser traicionado ni comprendido por nadie que no esté preparado internamente, y sólo podrían acceder al mismo los adeptos que se entregan a la construcción iniciática de su Templo interior. Ni que decir tiene que demasiados masones han ignorado u olvidado este objetivo esotérico (interno). Y, mientras muchos de ellos se han entregado a la tarea exotérica (social) de intentar perfeccionar el mundo para transformarlo en un Templo armónico, otros se han dedicado a imitar a aquellos mercaderes a los que Jesús expulsó del Templo de Jerusalén, un proceso de corrupción no muy distinto al que han sufrido la práctica totalidad de las instituciones humanas, que inicialmente estaban alentadas por los más nobles ideales.

http://www.akasico.wanadoo.es/akasico/html/carticulos/157313_1.html

MASONES Y CARPINTEROS


Por RENÉ GUÉNON

Ha habido siempre, entre las iniciaciones de oficio, una especie de querella de precedencia entre los albañiles (1) y los talladores de piedra y los carpinteros; y si se consideran las cosas no en el aspecto de la importancia actual de estas dos profesiones en la construcción de edificios, sino en el de su antigüedad respectiva, es bien cierto que los carpinteros pueden efectivamente reivindicar el primer rango. En efecto, como hemos ya señalado en otras ocasiones, las construcciones, de manera muy general, fueron de madera antes de ser de piedra y ello es lo que explica que, en la India especialmente, no se encuentra ninguna huella de las que remontan más allá de cierta época. Tales edificios eran evidentemente menos duraderos que los construidos en piedra; también el empleo de la madera corresponde, entre los pueblos sedentarios, a un estadio de menor fijeza que el de la piedra, o, si se quiere, a un menor grado de "solidificación", lo que está muy de acuerdo con el hecho de relacionarse con una etapa anterior en el curso del proceso cíclico (2).

Esta observación, por simple que pudiese parecer en sí misma, está muy lejos de carecer de importancia para la comprensión de ciertas particularidades del simbolismo tradicional: es así cómo, en los más antiguos textos de la India, todas las comparaciones referentes al simbolismo constructivo son siempre sacadas del carpintero, de sus útiles y de su trabajo; y Vishvakarma, el "Gran Arquitecto" mismo, es designado también con el nombre de Twashtri, que es literalmente el "Carpintero". Va de por sí que la función del arquitecto (Sthapati, que además es primitivamente el maestro carpintero) no es en nada modificada por ello, puesto que, salvo la adaptación exigida por la naturaleza de los materiales empleados, es siempre del mismo "arquetipo" o del mismo "modelo cósmico" del que hay que inspirarse, y ello ya se trate de la construcción de un templo o de una casa, de un carro o de un navío, (y, en estos últimos casos, el oficio de carpintero jamás ha perdido nada de su importancia primera, al menos hasta el empleo totalmente moderno de los metales, que representan el último grado de la "solidificación" (3). Evidentemente también, que ciertas partes del edificio se realicen en madera o en piedra, ello no cambia nada, si no en su forma exterior, al menos en su significación simbólica; poco importa a este respecto, por ejemplo, que el "ojo" del domo, es decir, su abertura central, sea recubierto por una pieza de madera, o por una piedra trabajada de algún modo, constituyendo una y otra igualmente y en un sentido idéntico, la "coronación" del edificio, según lo que hemos expuesto en precedentes estudios; y con mayor razón ocurre lo mismo con las piezas del carpintero que han permanecido como tales una vez que la madera ha sido sustituida por la piedra en la mayor parte de la construcción, como las vigas que, partiendo de este "ojo" del domo, representan los rayos solares con todas sus correspondencias simbólicas (4). Se puede pues decir que el oficio del carpintero y el del albañil, puesto que proceden en definitiva del mismo principio, proporcionan dos lenguajes parecidamente apropiados para la expresión de las mismas verdades de orden superior, la diferencia no es más que una simple cuestión de adaptación secundaria, como lo es siempre la traducción de una lengua a otra, pero, bien entendido, cuando se trata de cierto simbolismo determinado, como en el caso de los textos tradicionales de la India a los cuales hacíamos alusión anteriormente, hace falta, para comprender enteramente su sentido y su valor, saber de una manera precisa cual es, de los dos lenguajes, aquel más propiamente relacionado.

A este respecto, señalaremos un punto que nos parece tener una importancia totalmente particular; se sabe que en griego, la palabra hylê significa primitivamente "madera", y que es al mismo tiempo la que sirve para designar el principio sustancial o la "materia prima" del Cosmos, y también por aplicación derivada de ésta, a toda "materia secunda", es decir, a todo lo que desempeña en un sentido relativo, en tal o cual caso, un papel análogo al del principio sustancial de toda manifestación (5). Este simbolismo, según el cual aquello de lo cual está hecho el mundo es asimilado a la madera es además muy general en las más antiguas tradiciones, y, por lo que acabamos de decir, es fácil comprender su razón con relación al simbolismo constructivo: en efecto, desde el momento que de la "madera" se han sacado los elementos de la construcción cósmica, el "Gran Arquitecto" debe ser considerado antes que nada como un "maestro carpintero", como lo es efectivamente en semejante caso, y como es natural que lo sea allí donde los constructores humanos, cuyo arte, desde el punto de vista tradicional, es esencialmente una "imitación" del arte del "Gran Arquitecto", son ellos mismos carpinteros (6). No carece de importancia tampoco, en lo que concierne más especialmente a la tradición cristiana, el resaltar, como ya lo ha hecho A. Coomaraswamy, que puede fácilmente comprenderse así que el Cristo debía aparecer como el "hijo del carpintero"; los hechos históricos, como hemos dicho muy frecuentemente, no son en suma sino un reflejo de realidades de otro orden, y solamente ello les da todo el valor del que son susceptibles; también hay ahí un simbolismo mucho más profundo de lo que se piensa de ordinario (si es que la inmensa mayoría de los cristianos tiene aún, por vagamente que sea, la idea de que puede haber en ello un simbolismo cualquiera). Que además esa no sea más que una filiación aparente, eso mismo es exigido todavía por la coherencia del simbolismo, puesto que se trata de algo que no está en relación más que con el orden exterior de la manifestación, y no con el orden principial; es de la misma manera exactamente cómo, en la tradición hindú, Agni, en tanto que es el Avatara por excelencia, tiene también a Twashtri como padre adoptivo cuando toma nacimiento en el Cosmos; ¿y cómo podría ser de otra forma cuando este Cosmos mismo no es otra cosa, simbólicamente, que la obra misma del "maestro carpintero"?

NOTAS:

(1). En francés, la palabra "maçon" es sinónimo de "albañil" (N. del T.)

(2). Ver las consideraciones que hemos expuesto a tal respecto en El reino de la cantidad y los signos de los tiempos, (Paidós, Barcelona, 1996), especialmente cap. XXI y XXII.- Naturalmente, el cambio de que se trata no puede ser considerado como habiéndose producido simultáneamente en todos los pueblos, sino que hay siempre etapas correspondientes en le curso de la existencia de éstos.

(3). Bien entendido que oficios como el del carretero y el del carpintero de blanco deben ser encarados como no siendo más que particularizaciones o "especializaciones" ulteriores del oficio de carpintero, que, en su acepción más general, que es al tiempo la más antigua, comprende todo lo que concierne al trabajo de la madera.

(4).Si incluso, más tarde aún, esas vigas son reemplazadas en ciertos casos por "nervaduras" en piedra (y pensamos sobre todo aquí en las bóvedas góticas, ello tampoco cambia nada del simbolismo.- En inglés, la palabra beam significa a la vez "rayo" y "viga", y, como Ananda Coomaraswamy ha señalado en diversas ocasiones, ese doble sentido nada tiene sin duda de fortuito, desgraciadamente es intraducible en francés, donde, por contra, se habla corrientemente de las "rayas"(rais) o de los "rayos"(rayons) de una rueda, que desempeñan con relación al medio de ésta, la misma función que las vigas en cuestión con relación al "ojo" del domo.

(5). Es bastante curioso que en español, la palabra "madera", derivada directamente de "materia", sea empleada todavía para designar "le bois"("la madera" en francés) e incluso más especialmente la de carpintería.

(6). Quizás no carezca de interés el anotar que, en el grado 22 de la Masonería escocesa, que representa, según la interpretación hermética, "la preparación de los materiales necesarios para la realización de la Gran Obra", estos materiales son figurados , no por las piedras como en los grados que constituyen la iniciación propiamente masónica, sino por la madera de construcción; podría pues verse en este grado, cualquiera que pueda ser de hecho su origen histórico, como una especie de "vestigio" de la iniciación de los carpinteros, tanto más cuanto que el hacha, que es su símbolo o atributo principal, es esencialmente un útil de carpintero.- Además hay que resaltar que el simbolismo del hacha es aquí muy diferente de aquel, mucho más enigmático, según el cual, en la Craft Masonry, está asociada a la "piedra cúbica en punta", y del que hemos dado la explicación en un precedente artículo ("Un jeroglífico del Polo", mayo de 1937). Conviene recordar también, por otro lado, la relación simbólica que el hacha tiene, de manera general, con el vajra (cf. Nuestros artículos sobre "Las piedras de rayo", en el nº de mayo de 1929, y sobre "Las armas simbólicas", en el nº de octubre de 1936). Actualmente: Símbolos de la Ciencia Sagrada, Paidós, Barcelona, 1996.

Publicado en "Etudes Traditionnelles", diciembre de 1946. Recopilado en Etudes sur la Franc-Maçonnerie et le Compagnonnage II.

DE LOS CANDIDATOS POCOS CALIFICADOS Y LOS AUMENTOS DE GRADO INMERECIDOS




CESAR URBIETA PEÑA

No puede haber cosa mejor que la calificación debida de un candidato para la admisión en los misterios de la Francmasonería, la capacidad necesaria de un masón que busca el adelanto a un grado más alto, son los dos grandes baluartes que protegen la pureza e integridad de nuestra Institución.

En efecto, no se cual es más perjudicial: - Admitir un solicitante que es indigno, o promover un candidato que es ignorante de sus primeras lecciones, el primero afecta lo externo, el otro el carácter interno de la Institución; uno lleva el descrédito de la orden entre los profanos, quienes nos señalan con frecuencia, con sospecha y disgusto; el otro introduce la ignorancia e incapacidad en nuestras filas y deshonra la ciencia de la Masonería en nuestros propios ojos. El uno cubre nuestros muros con piedras imperfectas y despreciables, que dañan la hermosura externa y deterioran la fuerza de nuestro templo; el otro nuestros departamentos interiores con confusión y desorden, y deja el edificio, aunque exteriormente fuerte, ineficiente e inapropiado para los usos a que se destina

Pero, aun al mismo candidato, un adelanto precipitado es también, con frecuencia perjudicial y acarrea los más desastrosos efectos. Así en la Geometría como en la Masonería, no hay un “camino real”a la perfección.

Un conocimiento de sus principios y su ciencia y en consecuencia un conocimiento con sus bellezas, pueden solo adquirirse con 8un estudio largo y diligente. Al observador descuidado ofrece a menudo a primera vista, mucho para atraer su atención o asegurar su interés. Puede privarse al oro, por manipulación cuidadosa, del negro despreciable metal que le cubre y envuelve, antes de que su lustre metálico y valor puedan verse y apreciarse.

De esto resulta que el candidato que precipitadamente pasa por su grado sinun debido examen de la moral y fines intelectuales de cada uno, llega a la cima de nuestro edificio sin la necesaria y debida apreciación de la simetría general y relación que constituye el sistema completo. El candidato asi precipitado por los elementos de nuestra ciencia, y sin preparación, para el conocimiento de sus principios fundamentales, para la recepción y comprensión del corolario que ha de deducir de ellos, encuentrase apto para observar todo el sistema como “una masa ruda e indigesta”, de ceremonias frívolas y conceptos pueriles, cuyo valor intrínseco, en ningún modo adecuado remunerable su tiempo y molestia, así como el gasto incurrido en su iniciación forzada. Entonces para él, la Masonería es incomprensible, como lo era la estatua de Isis cubierta con su velo hacia sus adoradores ciegos y en consecuencia llega a convertirse, en un zángano inútil en nuestro colmenar, o precipitadamente se retira con el disgusto de haber tenido participación en nuestras labores.

Pero el candidato que con un paso lento y penoso, ha proseguido al través de cada departamento de nuestro templo místico, desde su pórtico hasta su santuario, deteniendose en sus progresos para admirar sus bellezas y estudiar los usos de cada una, aprendiendo mientras avanza, “línea sobre línea y precepto sobre precepto”, es gradual e imperceptiblemente infundido en grande admiración por la Institución, tanto por el amor a sus principios, como por la apreciación justa de su designio como inconservador de la verdad divina, y un agente de la civilización humana, hasta que al fin, se siente inclinado al contemplar el conjunto hermosos del edificio acabado, y exclama entonces como lo hizo la admirada Reina de Sheba; “Un Maestro Excelentísimo debe haber hecho todo esto”.

Es costumbre en nuestra Obediencia, cuado las preguntas que se hacían en los rituales de si el candidato tenia la capacidad conveniente en su grado precedente, se contesta, “tales como el tiempo y las circunstancia lo permitan”. No dudo que esta fue una innovación originalmente inventada para evadir la ley.

A tal cuestión no hay otra respuesta que deba darse que la positiva e inequívoca “si la tiene”. Ni el “tiempo ni las circunstancias” deben permitirse interponerse en la consecución del conocimiento necesario, pues ni su ausencia debe ser la excusa. Esto, con un reglamento nuevo y sano, que requiere un intervalo entre la colocación de los grados, remediara en mucho el mal del adelanto precipitado e incalificado, del cual los Masones inteligentes se quejan ahora.

Después de examinados estos puntos sobre la necesidad de un examen cuidadoso en los derechos de un candidato para su adelanto en la Masonería, y la necesidad, para su propio bien como para el de la Orden que cada uno debería prepararse debidamente para esta promoción, deberíamos inquirir en seguida de las leyes de la Masonería, por las cuales la sabiduría la experiencia de nuestros predecesores han creído prudente guardar, asi como los dereachos de todos aquellos que desean su adelanto, como los intereses de la Logia a quien recurren para obtenerlo.

Este asunto ha sido extensamente tratado en El libro de texto de jurisprudencia Masonica de Mackey.

Y sobre el mismo podemos sacar a modo de síntesis que generalmente estos indiscriminados y poco analizados aumentos de grado nos hacen recordar al prevendarismo existente en el mundo profano, tan degradado en virtudes, con el triste afán de lograr un protagonismo que no se es capaz de conseguir con el trabajo honesto y el merito que solo lo dan los hermanos que valoran estas cualidades con observaciones puntuales, que los maestros ajenos a estos hechos ya no saben que contestar.

El daño que causan estos actos hacen que muy buenos HH:., cumplidores de sus responsabilidades en cualquier puesto y que con sacrificio cumplen con sus obligaciones, se vieran como burlados al sentirse hechos a un lado, por amiguismos o favores profanos y estos dejen la Orden indignados y tristes, o lo peor, con una visión distorsionada de la Masonería.

Con el fin de que nuestras autoridades y maestros mayores ayuden a una mejor formación y un justo premio a los queridos HH:., así como un mejor control en la calidad de los propuestos mas la responsabilidad de los proponentes, creo que estos son legítimos reclamos que albergan los HH:., que aspiran que la Masonería vuelva a ser el Arte Real.

DIÁLOGO ENTRE UN PROFANO Y UN MASÓN



Recopilación de Alirio Torrellas Marín

P - Sé que Ud. Es Masón. Se hablan tantas cosas sobre Uds. Que me gustaría que pudiera contestar algunas preguntas, aunque creo que no está autorizado para hacerlo.

M - Al contrario, pregunte Ud..

P - Me sorprende. Tenía entendido que los Masones están obligados a una severa discreción.

M - Eso se refiere a cuestiones internas de la Orden igual que en cualquier otra asociación.

P - Entonces, empecemos, ¿qué fines persigue la Masonería ?

M - Trabajamos por el ennoblecimiento de la humanidad y queremos contribuir para que la libertad, la tolerancia y la fraternidad dejen de ser una utopía y se extiendan cada vez más por el mundo.

P - Dicen Uds. que "trabajan". ¿Qué clase de trabajo es ese?


M - Lo hacemos sobre nuestra propia conciencia como estímulo al desarrollo moral e intelectual. Haciendo que nuestras logias sean centros de unión que permitan una amistad verdadera entre personas y fomentar cualquier obra o idea, tanto en el plano práctico como teórico que beneficie a los miembros de la institución y también al resto de la sociedad.

P - Según Uds. ¿dónde se encuentran los fundamentos de la verdadera moral?

M - En nuestra propia conciencia y en los fundamentos éticos de la cultura de la humanidad.

P - Dicen que son Uds. una asociación religiosa o política.

M - No, en absoluto. Precisamente en nuestras reuniones esta prohibido hablar de religión y política. Nosotros somos respetuosos con todas las creencias y admitimos en nuestra institución todas las formas de pensamiento dentro del marco de la convivencia democrática.

P - Pero a pesar de todo dicen que Uds. no son religiosos.

M - Yo le diría lo contrario. Precisamente el masón en esa búsqueda de la verdad, suele volverse más espiritual

P - Dicen que hay una suprema Dirección de su Orden que abriga secretos .

M - Esa "suprema" Dirección no existe. No hay más que asociaciones de logias en cada Estado o país. Relaciones internacionales solo se establecen entre las distintas asociaciones manera de las relaciones diplomáticas entre potencias o naciones y para regular asambleas o congresos , intercambiar noticias o coordinar acciones de común interés para todos los miembros.

P - He oído decir que la Masonería no sólo existe aquí y que se extiende a otros países.

M - La Masonería está establecida en más de 150 países, a lo largo y ancho del mundo libre, contando con más de diez millones de afiliados, respetados internacionalmente por los gobiernos y organizaciones dada su alta formación moral y ética.

P - No aspiran Uds. también a la fraternidad universal en el sentido político .

M - Sí, claro, nosotros fomentamos la democracia, el respeto a la Ley , a la autoridad legítima, proclamamos unos principios que deben regir la conducta humana y social. Por supuesto también fomentamos la paz y la solidaridad.

P- ¿Qué otras cualidades específicas consideran Uds. necesarias para ser admitido?

M - Quien pretenda ingresar en la Masonería ha de ser hombre libre, tolerante y no dogmático, tenaz y buscador de la Verdad, porque como alguien dijo, sólo ella nos hará libres.

P - Se oye con frecuencia que Uds. se llaman entre si Hermanos.

M - Lo somos en el sentido de la coincidencia de nuestros anhelos; lo somos por nuestro común ideal de fraternidad y solidaridad entre todos los hombres; además mantenemos un mismo sentido de humanidad, por un mundo donde impere la concordia v la paz.

P - ¿La Masonería es una sociedad secreta?

M - Mejor sería decir discreta.

P - Pero hay Masones que no reúnen esas virtudes que Ud. proclama.

M - Somos hombre no somos ajenos a las debilidades humanas. Pero, justamente, al ingresar en la Institución, estudiamos y trabajamos por el perfeccionamiento humano. Es nuestro camino. Es nuestro objetivo.

P - Que es lo que a su juicio hace que la Masonería, siendo tan antigua, no haya desaparecido.

M - La universalidad del ideal masónico, la solidez de sus estructuras a través del tiempo han estado siempre presentes en la evolución humana por rápida que ésta haya sido. La Masonería es una sociedad de pensamiento de reflexión de imaginación. Y por ella han pasado hombres de todas las ramas del saber humano que son los verdaderos eslabones de esa cadena humana que se llama Masonería.

A - Ahora lo tengo todo más claro.

sábado, noviembre 18, 2006

DE LA LIBERTAD



Si miramos cualquier diccionario o enciclopedia nos dará una definición más bien simplista, pero que si la analizamos con detenimiento nos aclarará una serie de principios de los que podremos partir para estudiar esta palabra desde el punto de vista masónico, del termino Libertad; veamos una de sus acepciones: "Estado de los ciudadanos cuyos derechos y privilegios protege una comunidad civil organizada (libertad civil); de los que participan de la vida pública y fiscalizan a su gobierno (libertad política), o de los que son libres de todo lo que no se opone a las leyes ni a las buenas costumbres (libertad individual)".

La palabra libertad proviene etimológicamente hablando, del latín libertas y del griego eleucería, que designan la condición del hombre libre, que no es esclavo y, por tanto, capaz de aceptar responsabilidades.

La libertad es un concepto muy elaborado dentro de la filosofía y de la teología, sobre todo de la escolástica. Se ha entendido como:

1. Posibilidad de elección.
2. Como acto voluntario.
3. Como espontaneidad.
4. Como indeterminación.
5. Como ausencia de interferencia o coacción.
6. Como liberación frente a algo y liberación para algo.
7. Finalmente, como realización de una necesidad.

El concepto de libertad es sumamente complejo, ya que puede referirse a diferentes esferas de libertad: libertad personal, pública, política, social, religiosa, moral, de expresión, de acción, de asociación. Todas estas libertades entran dentro de una clasificación más amplia de libertad de querer y libertad de hacer.

Cuando leemos en uno de los Landmarks de la Masonería que uno de los requisitos para el ingreso en la misma es: "…ser libre y de buenas costumbres", lo primero que se nos viene a la mente es la idea de esclavitud, de hecho así era cuando se redactaron en 1717; ningún esclavo podía ser masón, pero ¿qué sentido tiene eso hoy en día cuando, al menos en teoría, no existen los esclavos? La respuesta es bien sencilla, la de cualquier ciudadano que se adapta a la descripción que hemos tomado del diccionario al principio de este capítulo y que además, no es esclavo o se deja dominar por ningún tipo de vicios: alcohol, tabaco, drogas, juego, personas, ideas preconcebidas, etc.

El masón debe ser un hombre libre en el amplio sentido de la palabra, pero sobre todo debe ser libre de mente, tener la capacidad de discernir entre el bien y el mal, no dar por cierto algo presumiendo que por su procedencia "tiene que ser verdadero".

Una de las causas por las que la Francmasonería ha sufrido más persecuciones es precisamente por predicar y practicar la libertad de pensamiento y de conciencia, por no creer en algo porque sí simplemente, si eso no hubiese sido de esa forma la ciencia, entre otras, no habría evolucionado como lo ha hecho hasta ahora. Una persona libre es difícil de manipular y de someter, por lo que se transforma en algo molesto para las dictaduras y tiranías, sean del símbolo que sean, y que hay que eliminar. Pero no todo es así de fácil, pues libertad y libertinaje comparten frontera y no es tan fácil saber donde termina una y donde comienza otro, y eso es una de las primeras cosas que hay que enseñar al neófito, al Aprendiz Masón recién iniciado y que debe quedarle lo suficientemente claro para que le marque una trayectoria concreta de acción, la cual ha de guiar sus pasos durante el resto de su vida.

Antes de tomar una decisión se ha de sopesar todos los pros y los contras que esta acarreará, pues aunque siempre estamos a tiempo de rectificar, a veces es muy difícil restaurar el perjuicio que hayamos podido causar, bien a nosotros mismos, bien a un tercero o bien a la colectividad, por ello es imprescindible adquirir la capacidad de reflexionar, de meditar, de ver en lugar de mirar y, sobre todo, de darnos cuenta de que no estamos solos, de que todo aquello que hagamos, digamos, e incluso omitamos hacer o decir, puede causar un efecto muchas veces difícil de prever incluso por nosotros mismos.

Es algo sabido por todos que existe el Derecho Natural, es decir, una serie de normas de comportamiento no escritas, o escritas por Algo o Alguien, en nuestra consciencia, que nos dice qué está bien y qué esta mal; eso nos puede servir de base para tratar el tema de la Libertad, pero para eso es necesario el ser sincero con uno mismo, no intentar buscar excusas para auto engañarnos. Lógicamente estamos hablando de personas normales intelectual y psíquicamente.

En muchas ocasiones tomamos una decisión o ejecutamos una acción, después de habernos auto convencido de que es la correcta con el fin de obtener un beneficio, bien de orden moral, profesional, económico, etc., y puede darse el caso incluso de que terminemos por convencernos "realmente" de que la decisión que hemos tomado sea la correcta y/o adecuada en ese momento.

En el Cristianismo así como en otras muchas religiones, se dice que Dios es omnisciente, es decir, que lo sabe, conoce y ve todo, de hecho uno de nuestros símbolos es el Ojo dentro del Triángulo, eso nos quiere indicar que el Verdadero Dios habita en nuestra consciencia y en todo momento "sabe" lo que estamos pensando o queriendo hacer por lo que es imposible ocultárselo; una vez que somos conscientes de este hecho es prácticamente imposible actuar equivocadamente de manera involuntaria, desde este punto de vista es como se debe contemplar a la Libertad en el contexto masónico, donde dicho concepto es cuasi asimilable al de Justicia.

El concepto de libertad tiene una incidencia particular en el ámbito de lo religioso. De ahí que haya sido estudiada de manera particular dentro de la filosofía y teología escolásticas. Se trata de conjugar la libertad del hombre con la omnipotencia y omnisciencia de Dios. Si Dios lo puede todo, y lo ordena todo, y lo sabe todo, ¿qué espacio de libertad queda al hombre? El libre albedrío, del que hablaremos más tarde, como capacidad de elegir entre el bien y el mal queda totalmente anulado por un determinismo absoluto. La libertad queda seriamente comprometida.

El problema se aumenta y complica a la hora de pensar en el destino futuro del hombre. El hombre no sería más que un simple ejecutor de un plan trazado de antemano. La predestinación del hombre se impone como lógica consecuencia del concepto de Dios.

En el mundo de las religiones se han dado distintas soluciones al problema:

• Libertad del hombre responsable.
• Negación de la libertad frente a la acción omnipotente de Dios.
• Determinismo fatalista: el hombre nada puede hacer frente al designio eterno de Dios sobre él.
• Aceptación del orden del mundo contingente frente a lo absoluto y a lo no condicionado (panteísmo).

No debe entenderse esta exposición en un entorno religioso, ya que como sabemos la Masonería no es una religión ni propaga ninguna creencia y mucho menos una fe con lo que eso comporta; la forma adecuada de entenderlo es como una parte de la formación y posterior puesta en practica que todo masón debe realizar en su aprendizaje dentro de la Orden si es que desea avanzar como Individuo tanto a nivel personal como colectivo. No olvidemos que el ser humano es gregario por naturaleza, que vive en sociedad y que debe tener presente esto siempre en su forma de actuar y comportarse.

No todos los masones veremos el término Libertad desde el mismo prisma; unos lo haremos desde el religioso, otros desde el moral, otros desde el ético, pero a fin de cuentas el resultado es siempre el mismo: el respeto propio, el respeto a los demás y el respeto a la colectividad.

Esto nos trae a la memoria las tres preguntas que nos efectúan en el Gabinete de Reflexión durante la Ceremonia de nuestra Iniciación: ¿Qué le debe el Hombre a Dios, a sus Semejantes y a sí mismo?; como vemos absolutamente nada es gratuito en cada uno de los Símbolos o Rituales de la Francmasonería, lógicamente y en función de lo que hemos dicho un poco más arriba, cada uno contestará de manera diferente a estas tres preguntas cruciales, según el concepto que tenga del Gran Arquitecto del Universo, pero hemos de tener bien presente que la respuesta a estas tres preguntas será lo que nos marque nuestra posterior pauta de comportamiento como Persona y como Ciudadano, miembro de una colectividad y de una Sociedad Filantrópica e Iniciática como es la Masonería.

Vamos a intentar definir donde se encuentra el límite entre Libertad y libertinaje, así como donde termina nuestra libertad y donde empieza la del prójimo, cosa no siempre fácil de determinar.

Ya hemos visto anteriormente lo que podemos definir por Libertad, aunque esa palabra significa mucho más de lo que puede describirse con palabras, pues para un masón debe ser algo semejante a un sentimiento, algo que nace del corazón o del cerebro, según los casos particulares de cada uno; veamos ahora lo que entendemos por libertinaje y para ello recurriremos en principio al diccionario: "Desenfreno en la conducta. Falta de respeto a la religión o a las leyes".

De las dos definiciones nos quedaremos con la segunda la cual se adapta mejor a nuestro enfoque del concepto. La sociedad, o mejor dicho, el conjunto de individuos que la componen, deben adaptarse y acatar un conjunto de normas que facilitan el correcto funcionamiento de la misma y que, en las democracias, han sido dictadas o regladas por ellos mismos; se trata de las leyes civiles y religiosas -aunque estas últimas están basadas en el Derecho Natural- y que deben ser iguales para todos los individuos que forman una determinada colectividad. Si este extremo lo contemplamos exclusivamente desde un prisma laico, el único requisito es el de acatar las leyes y normas que rigen el entorno en que nos desenvolvemos, léase sociedad, trabajo, vivienda, familia, etc., si además lo miramos desde un punto religioso, a estas normas y leyes deberemos añadir las particulares de la religión que libremente habremos adoptado y que solo nos obligan a nosotros y a nuestras relaciones particulares con los demás.

Como vemos no es tan difícil comprender el concepto de Libertad, lo verdaderamente difícil es llevarlo a cabo, pues para ello debemos rechazar una serie de estímulos tanto interiores como exteriores que nos "bombardean": envidia, codicia, avaricia, estatus social, egoísmo, soberbia, falta de civismo y educación, respeto a los demás, etc., esos estímulos negativos son los que un masón debe intentar pulir ya que son precisamente esos junto con la intolerancia, el fanatismo y la incultura lo que hace que la piedra sea bruta en lugar de cúbica. Aunque no debemos pasar por alto que tanto a un intolerante, como a un fanático lo que le hace ser así es la falta de respeto a la libertad de sus semejantes.

No podemos terminar esta Plancha sin hacer una breve mención a un tema estrechamente relacionado con la Libertad: el libre albedrío. Lo podemos definir como la capacidad del ser humano de optar por una acción o por otra. El libre albedrío es nota característica del ser espiritual, manifestada en la conciencia de libertad, pero de una libertad bien entendida y correcta, ya que en caso contrario caería en el libertinaje o en el delito, por no mencionar el pecado, ya que eso es privativo de la moral del sujeto.

También podemos definir al libre albedrío como algo aceptado por ciertas escuelas espiritualistas en general, como una facultad consciente de la voluntad del ser humano para disponer o dirigir libremente sus actos o elegir, de acuerdo a su grado de evolución, la acción correcta o la incorrecta, el bien o el mal, etc.

Por todo lo dicho anteriormente, es fácil comprender por qué la Libertad es la clave principal en la que se funda la Masonería: Libertad para ingresar en la misma, Libertad para elegir esta filosofía determinada de vida, Libertad para desprendernos de los lazos –psicológicos en la mayoría de los casos- que nos atan a una vida material, Libertad para respetar las opciones del resto de los seres humanos aunque estas difieran de las nuestras, Libertad, en resumen, para desear y querer SER LIBRE.


Uriel Valls

miércoles, noviembre 01, 2006

Los Protocolos de los Sabios de Sión: Antimasonería y Antisemitismo

León Zeldis, FPS, 33°
PSGC, Supremo Consejo del Rito Escocés del Estado de Israel
Gran Maestro Adjunto Honorario

Más de una vez en el curso de los últimos dos siglos, la antimasonería ha sido fusionada con un odio más antiguo, el odio a los judíos, es decir el antisemitismo. Probablemente la naturaleza irracional de ambas fobias facilita su yuxtaposición. Sea como fuere, somos testigos desde mediados del siglo XIX de una ola creciente de propaganda a la vez antisemita y antimasónica. Posiblemente la obra paradigmática de esta clase de "literatura" sea un opúsculo llamado Los Protocolos de los Sabios de Sión a veces también conocido como Protocolos de los Ancianos de Sión.

Esta es una de las falsificaciones literarias más notorias en la historia, basada en el plagio y el fraude desde el comienzo mismo de su gestación, y sin embargo esta superchería ha cautivado la imaginación de muchas personas en otros respectos sensatas y se ha transformado en la "fuente de información" indispensable en el bagaje de todos los antisemitas y antimasones.

En este trabajo, examinaremos la historia de este fraude, demostraremos su absoluta falsedad y echaremos un vistazo a las lamentables consecuencias que ha tenido en la historia moderna, tanto del punto de vista del pueblo judío, como de los masones.

Fuentes de información

En la preparación de este trabajo me apoyé principalmente en las obras de tres investigadores: el Profesor José Antonio Ferrer Benimeli, quien en su libro El Contubernio Judeo-Masónico-Comunista1 dedica un largo capítulo al tema que nos ocupa (pp. 135-210); Norman Cohn, autor de Justificación para el Genocidio2, donde hace una historia completa de los antecedentes de los Protocolos, su evolución y sus alcances; y Herman Bernstein, autor de La verdad sobre los "Protocolos de Sión"3, donde no sólo relata la historia de la mistificación, sino que reproduce el texto íntegro del libro de Joly (pp. 75-258), el texto de los reportajes aparecidos en el London Times (pp. 259-264), el texto completo de los Protocolos (pp. 295-359) y otros documentos auténticos.

También consulté otras obras para aclarar o agregar ciertos detalles, como el libro ¿Deben los hombres odiar? del abogado norteamericano Sigmund Livingston4, quien fuera el primer Presidente de la Liga Contra la Difamación de la Bené-Berith, y que en su libro agrega un interesante testimonio personal (pp. 39-49) a la minuciosa relación hecha por los autores mencionados antes. Todas estas obras están incluidas en detalle en las notas al final de este trabajo.

Antecedentes

El acoplamiento de antimasonería y antisemitismo no comienza con los Protocolos. Ya con ocasión del caso Dreyfus, que comenzó en 1894 y continuó en forma intermitente hasta 1906, la prensa francesa y también la de otros países5 relacionaron el judaísmo de Dreyfus con la masonería de muchos de sus defensores más leales. Aún antes, el Padre Agustín Barruel en su Memoria para servir a la historia del Jacobinismo6, acusó a la Masonería (que confundió con los Illuminati de Baviera) de ser instrumental de la Revolución Francesa (¡y también de ser los herederos de los Templarios!). Aunque Barruel no encontró datos históricos que le permitieran extender su ataque abarcando a los judíos (entre los revolucionarios franceses famosos no había judíos), otros autores posteriores no fueron tan puntillosos, y no tuvieron empacho en inventar lo que no existía en la realidad.

Existen numerosos libros publicados antes y después de los Protocolos que sostienen que el judaísmo está en el origen de la Masonería. Citaremos a Monseñor León Meurin, Arzobispo de Port-Louis, Mauritius, quien publicó en 1893 un libro titulado La Franc-Maçonnerie, Synagogue de Satan. Dice así el autor, en la página 260: "Todo en la Franc-Masonería es fundamentalmente judío, exclusivamente judío, apasionadamente judío, del comienzo al final".7

La verdad histórica, que se puede hallar en cualquier trabajo serio sobre la Masonería, es que las logias eran en sus orígenes exclusivamente cristianas, y sólo con la creación de la Gran Logia de Londres (1717) comenzó el proceso de descristianización, que culminó en 1813, al tiempo de la unión de las dos Grandes Logias rivales de Inglaterra, cuando se creó la Gran Logia Unida de Inglaterra y Gales y fueron revisados nuevamente los rituales, eliminando de ellos los últimos restos de simbolismo cristiano para transformar la institución en el organismo de vocación universal que conocemos actualmente.

Vale la pena, como comentario al margen, recordar que existen hasta hoy algunas Grandes Logias (especialmente en los países escandinavos que practican el Rito Sueco) que no admiten en su seno a personas que no profesen la religión cristiana.

Más aún, incluso en aquellos países donde los judíos y miembros de otras religiones son bienvenidos en las logias masónicas, existen otros cuerpos masónicos cerrados ante ellos, reservados exclusivamente a los masones cristianos. Como ejemplos (hay muchos otros), mencionaré los "altos grados" del rito York, tales como la Cruz Roja de Constantino, el Caballero de Malta y el Caballero Templario.

Existen asimismo algunos Supremos Consejos que consideran que el Rito Escocés Antiguo y Aceptado es un rito exclusivamente cristiano, y que no aceptan el ingreso ni de judíos ni de miembros de otras religiones (p.ej. los Supremos Consejos de Inglaterra, Escocia, Irlanda y Australia). Su selectividad llega a tal punto, que los candidatos deben declarar creer no sólo en la fe cristiana, sino también en la Santísima Trinidad (!).

Aparecen los Protocolos

Los Protocolos aparecieron por primera vez en 1905, en Tsarskoe Selo, un lugar de veraneo cerca de San Petersburgo, Rusia (todavía la Rusia imperial, bajo el gobierno del Zar Nicolás II). El autor indicado en las primeras ediciones era un personaje que fue sucesivamente abogado, juez, y monje griego-ortodoxo llamado Sergei Alexandrovich Nilus (1862-1930).

Originalmente, los Protocolos aparecieron como un simple apéndice en la segunda edición de un libro de Nilus intitulado Velikoe v Malom (Lo Grande en lo Pequeño). Como era habitual en esa época, el libro lleva también un largo subtítulo, que en este caso es bastante tremebundo: y el Anticristo como una posibilidad política cercana. Este subtítulo se refiere al apéndice de que hablamos.

En las diversas ediciones que siguieron (1911, 1912, 1917 y 1919, siempre en ruso), Nilus ofrece distintas explicaciones de cómo el manuscrito de los Protocolos había llegado a sus manos, asegurando que él solamente había hecho la traducción al ruso. Otras ediciones y traducciones, publicadas por otras personas, contaban diferentes historias sobre el origen del documento.

Una de las más frecuentes "explicaciones" agregadas a los Protocolos es que son las "actas secretas" del Primer Congreso Sionista convocado en Basilea en 1897 por el Dr. Theodor Herzl.

El argumento desarrollado en el documento es que los judíos conspiran para controlar todos los gobiernos del mundo, destruir la civilización cristiana y convertirse en amos de la tierra. Los Protocolos proporcionan detalles sobre los métodos que serían empleados para alcanzar estos objetivos. La Francmasonería sería la herramienta usada por los "Sabios de Sión" para engañar a la humanidad y luego dominarla.

Comencemos por dejar establecido que jamás existió una organización como los "Sabios de Sión" o los "Ancianos de Sión". Sin embargo, y sin que exista un ápice de evidencia para probarlo, se ha mantenido empecinadamente que estos Protocolos eran las actas de esta organización.

Examinemos un momento la forma de los Protocolos. Lo primero que llama la atención al lector objetivo es que este texto no guarda ningún parecido a ningún protocolo que haya leído jamás. Un protocolo es un acta, es decir, la relación de lo ocurrido en una sesión. Tiene un lugar, una fecha, la hora en que comienza la sesión, quién la preside, generalmente los nombres de quienes están presentes y de quienes excusaron su inasistencia, y luego la descripción de los debates, quién tomó la palabra y - a veces en forma muy resumida - qué es lo que se dijo y qué resoluciones fueron aprobadas. Finalmente, hay una hora de cierre de la sesión, y las firmas que garantizan la veracidad del acta. Nada de esto existe en los Protocolos de que estamos tratando. La única "firma" es simplemente una línea que dice "Firmado por los representantes de Sión del Grado 33".

Más aún, en estos "protocolos" no se escucha sino una sóla voz. Son monólogos o lecciones, arengas podríamos decir, sin que se haya hecho siquiera un intento de que representen un debate o la intervención de varias personas.

Es un triste comentario a la credulidad o la malevolencia de aquellos lectores que hayan estado dispuestos a aceptar un texto de esta naturaleza como pretendidos "protocolos" de verdad.

Entrando al contenido, salta a la vista el absurdo de un pretendido plan criminal preparado por un grupo que pretende controlar los medios de comunicación del mundo entero ... pero es incapaz de impedir la reiterada publicación de sus planes. Basta citar a Leopoldo Lugones, en el preámbulo a la edición en español del comentario del Padre Pierre Charles, S.J., a los Protocolos.8 Escribe Lugones:

"Basta, en efecto, un mediano criterio ... para comprender que se trata de un panfleto (Los Protocolos) tan maligno como imbécil."

La gestación de los Protocolos

El libro de Nilus no fue el primero en proclamar la existencia de una conspiración judía para la dominación mundial. Lo precedieron varios autores, especialmente un alemán llamado Hermann Goedsche, que en 1868 escribió una novela bajo el seudónimo "Sir John Retcliffe", con el título Biarritz. Uno de los capítulos de esta obra de ficción relata una escena macabra en el cementerio judío de Praga, donde una vez cada cien años se reúnen representantes de las 12 tribus de Israel con el demonio en persona. (Goedsche parece ignorar que 10 de las 12 tribus se "perdieron" en las brumas de la historia hace más de dos mil quinientos años atrás). Los representantes del pueblo judío le informan a Satanás del progreso de sus planes y solicitan la ayuda infernal para la prosecución de sus criminales proyectos.

Esta fantasía antisemita fue prontamente reproducida como un folleto, no ya como ficción, sino como un documento cuya autenticidad estaba garantizada por el "famoso noble inglés, Lord Retcliffe". Este, como acabamos de ver, no era sino el seudónimo del escritor alemán Goedsche. La primera traducción fue hecha en San Petersburgo en 1872, publicada bajo el título En el Cementerio Judío de la Praga Checa (los Judíos Soberanos del Mundo). En 1876 nueva publicación en Moscú. En 1880 una segunda edición y nuevas impresiones en Odessa y Praga.9

En Francia, el escritor Gougenot des Mousseaux también hizo uso de este tema en su libro Le Juif, le judaïsme et la judaïsation des peuples chrétiens (París, 1869), donde acusa a los judíos "Cabalistas" de estar tratando de apoderarse del mundo.

Su continuador, el Abate Chabauty, cura de San Andrés en Mirebeau, en Poitou, publicó en 1881 un volumen de 600 páginas titulado Les Francs-Maçons et les Juifs: Sixième Age de l'Eglise d'après l'Apocalypse, en que sostenía que Satanás, mediante la conspiración Judeo-Masónica, estaba preparando el camino para el Anticristo judío y la dominación del mundo por los judíos.10

Aproximadamente en la misma época, en la década de 1880, en Italia, el Papa Leo XIII estaba empeñado en una feroz lucha contra la Francmasonería italiana. Aunque él mismo no descendió a hacer propaganda antisemita, le permitió a otros hacerla. Los padres Jesuitas asociados con la publicación La Civiltá Cattolica, especialmente, consideraban perfectamente legítimo desacreditar la Francmasonería presentándola como parte de una conspiración mundial judía. Dos de estos Reverendos Padres, R. Ballerini y F.S. Rondina, condujeron una campaña que duró hasta entrados los años 1890.11

Finalmente, debemos mencionar que la primera aparición de un texto muy similar a los Protocolos, pero un tanto abreviado, apareció en la revista Znamya (La Bandera) de San Petersburgo entre el 26 de agosto y el 7 de septiembre de 1903 (es decir, precediendo por dos años la publicación de Nilus).

Znamya era publicada por un notorio antisemita, P.A. Krushevan, uno de cuyos asociados era G.V. Butmi, de quien escucharemos más adelante.

Krushevan sostuvo que el texto que publicó era traducción de un documento escrito originalmente en Francia, y que el traductor lo había titulado Actas de la Reunión de los Masones Mundiales Universales y los Ancianos de Sión.12

El objetivo inmediato de los Protocolos

Los Protocolos fueron empleados por primera vez en Rusia para fomentar el odio hacia los judíos. Su objetivo inmediato era socavar la influencia política y la posición del Conde Witte, a la sazón el ministro más importante del gobierno zarista.13 Witte era persona de gran cultura y amplitud de miras, confidente del Zar, y anhelaba instaurar una política imperial ilustrada y moderna. Debido a que la mujer de Witte era de origen judío, la opinión generalizada era que él favorecía a los judíos de Rusia, que habían sufrido persecuciones y discriminación durante siglos. Los oponentes políticos de Witte, encabezados por la Gran Duquesa Isabel Feodorovna Romanov (1864-1918, hermana grande de la Emperadora Alexandra), hicieron todo lo posible por desacreditarlo ante la clase dirigente y la familia real. Uno de sus enemigos más feroces era George V. Butmi de Katzman, cuyo nombre parece estar conectado con la publicación de los Protocolos.

Un testimonio directo

El 8 de enero de 1935, un sacerdote católico llamado Padre Gleb E. Werchobsky, se entrevistó en Chicago con el escritor Sigmund Livingston, quien ya había publicado antes un artículo denunciando la falsedad de los Protocolos.14 El Padre Werchobsky quería poner en manos de Livingston cierta información hasta entonces desconocida, basada en su propia experiencia personal.

El Padre Werchobsky ratificó la veracidad de su informe a Livingston en una declaración jurada. Posteriormente, Livingston publicó los detalles completos de esta entrevista en su libro ¿Deben los hombres odiar? que ya hemos mencionado.

El Padre Werchobsky había nacido en San Petersburgo, Rusia, el 23 de octubre de 1888. Había sido ordenado en Constantinopla (hoy Istanbul) el 13 de julio de 1914. Posteriormente emigró a los Estados Unidos, donde estuvo en varios lugares hasta llegar a Chicago en 1929. Allí continuó cumpliendo sus deberes pastorales en el marco de la Iglesia

Católica. Su padre era Eugenio I. Werchobsky y su madre María C. von Stein. George Butmi de Katzman, antiguo teniente en la Guardia Imperial de Rusia, era amigo de la familia.

Inmediatamente después del Caso Dreyfus en Francia, Butmi viajó a París. Cuando regresó a San Petersburgo, trajo varios manuscritos que pidió traducir al ruso. La traducción fue hecha por la mujer de Butmi y la madre del Padre Werchobsky. Esta fue la traducción que apareció luego bajo el nombre Los Protocolos de los Sabios de Sión. En su declaración jurada, el Padre Werchobsky declaraba que Los Protocolos de los Sabios de Sión eran un fraude y una falsificación, y que le entregaba esa declaración (a Livingston) solamente en aras de la verdad. También agregó que conoció personalmente a varios de los implicados en la publicación del documento, incluyendo a Sergei F. Sharapoff, director del semanario Russky Trud ("El Trabajo Ruso"), que era una publicación especialmente antagónica al Conde Witte.

El grupo luchaba ferozmente contra el intento del Conde Witte de introducir en Rusia el standard oro, para atraer inversiones extranjeras. Witte se inclinaba a formar una alianza con Francia, mientras que sus oponentes buscaban aliarse con Alemania. Era bien sabido que el Conde Witte quería mejorar las condiciones de vida de los judíos en Rusia, y que proponía cancelar ciertas leyes represivas. La publicación de los Protocolos fue empleada para socavar su influencia sobre el Zar y la familia real.

El Sr. Lucien Wolf, en su artículo "Las Tonterías de Nilus", resumió las explicaciones ofrecidas por Nilus sobre el origen del documento publicado como los Protocolos:15

"Según una explicación, los Protocolos los obtuvo de un difunto amigo, quien los había recibido de una mujer, asimismo fallecida, quien los robó de uno de los líderes más influyentes y elevados de la Francmasonería ... . De acuerdo a la otra no hubo una mujer intermediaria, y ningún robo a un Francmasón francés, sino que todo el asunto fue ejecutado por al difunto amigo por sí sólo, quien hizo una búsqueda en las Oficinas Centrales de la Sociedad de Sión en Francia... . En la tercera edición aumentada de su obra, publicada en 1911, ... nos cuenta que los documentos no llegaron de Francia, sino de Suiza, que no eran judeo-masónicos, sino Sionistas, y que eran los protocolos secretos del Congreso Sionista reunido en Basilea en 1897."

De todos estos testimonios, la conclusión más verosímil es que los Protocolos en su versión francesa fueron preparados por los agentes de la Okrana en París, quienes le entregaron el manuscrito a Butmi y éste a su vez se lo entregó a Nilus, cuya condición de monje le daría más prestigio a la publicación.

Aunque los líderes rusos ilustrados no creían realmente en la veracidad de los Protocolos, les resultaban útiles para fomentar el odio a los judíos.

Algo sobre el Congreso Sionista de Basilea

Ya que algunos escritores se empeñan en atribuir los Protocolos al primer Congreso Sionista, convocado por el Dr. Theodor Herzl, no está demás dar algunas explicaciones acerca de este congreso, su verdadero objeto, y sus resoluciones, todo lo cual está ampliamente documentado en forma histórica.

El movimiento sionista fundado por Herzl y unos pocos simpatizantes, era simplemente un llamado al pueblo judío a retornar a su patria ancestral, Judea (luego llamada Palestina por los romanos), que a fines del siglo XIX formaba aún parte del imperio Otomano. El objetivo principal era solucionar el "problema judío" de los países europeos, especialmente, mediante la emigración de los judíos. En Palestina, los judíos volverían a ocuparse de la agricultura, la construcción y otras actividades que les habían estado vedadas por cientos de años en sus lugares de dispersión. La palabra "Sionismo" fue acuñada por el periodista Nathan Birnbaum, quien la usó en su revista Autoemancipación el 1° de abril de 1890.

El primer Congreso Sionista mundial tuvo lugar en la ciudad suiza de Basilea, los días 29, 30 y 31 de agosto de 1897. El centenario del Congreso fue celebrado hace pocas semanas. Las deliberaciones tuvieron lugar en el Casino Municipal de Basilea en seis sesiones, comenzando la primera a las 9 am y la segunda a las 3 pm de cada uno de los tres días que duró el Congreso. Los idiomas empleados fueron el hebreo y el alemán, y las actas del Congreso (un volumen de varios cientos de páginas) fueron asimismo publicadas en estos dos idiomas.

Entre los delegados al Congreso se contaban delegados de la mayoría de los países europeos (pero no de España ni de Portugal). De los países árabes, sólo llegaron 10 delegados de Argelia. Ninguno de países como Egipto, Siria, Irak y Yemén, a pesar que allí existían grandes y antiguas comunidades judías. De América llegaron solamente cuatro delegados de los Estados Unidos, y no hubo ningún representante del resto de los países americanos.

Las verdaderas resoluciones del Primer Congreso Sionista fueron la creación de un organismo (la Organización Sionista Mundial) para llevar a la práctica el programa sionista, el planteamiento de la creación de un Fondo Nacional para comprar tierras en Palestina, desecar los pantanos, construir caminos y plantar bosques, y la decisión de seguir reuniéndose en forma periódica en Congresos Sionistas que constituirían la autoridad máxima del movimiento Sionista.

La verdad sale a luz

En 1921, un miembro de la redacción del diario Times de Londres, Philip Graves, quien se encontraba entonces en Constantinopla (Istanbul), encontró una copia gastada de un libro en francés titulado Diálogos en los Infiernos entre Maquiavelo y Montesquieu, o la Política de Maquiavelo en el siglo XIX. El autor era anónimo ("Por un Contemporáneo") y la impresión fue hecha en la imprenta de A. Mertens e Hijos en Bruselas, en 1864. El libro - como descubrieron rápidamente los miembros de la redacción del Times - había sido escrito en 1858 por Maurice Joly, un abogado francés. En su novela, en forma de un diálogo de ultratumba entre Montesquieu y Maquiavelo, Joly atacaba a Napoleón III. El resultado fue que Joly fue encerrado en prisión por quince meses.

Graves se dio cuenta inmediatamente del parecido extraordinario entre estos Diálogos y los Protocolos de Nilus. Había párrafos enteros que habían sido copiados literalmente, mutatis mutandis por el cambio entre diálogo y monólogo.

Graves había hecho un descubrimiento de la mayor importancia. En tres largos artículos16 publicados en el Times de Londres de los días 16, 17 y 18 de agosto de 1921, reveló la verdad sobre la falsedad de los Protocolos. Graves demostró que Nilus había simplemente plagiado los Diálogos de Joly, cambiando el original y agregando material (en parte copiado de Goedsche) para servir a sus propósitos.

Posteriormente se publicaron muchas revelaciones respecto al documento fraudulento. En 1933 se publicó una comparación párrafo por párrafo de los textos de Joly y de Nilus, demostrando su parecido o identidad.

Otra comparación aparece en el apéndice del libro Questions and Answers Concerning the Jew (Preguntas y respuestas respecto a los judíos), publicado por la Liga Contra la Difamación de la Bené Berit. En el libro ya antes citado del Profesor Ferrer Benimeli, hay una comparación de párrafos selectos, que ocupa 8 páginas (pp. 157-164), demostrando el paralelismo entre ambos textos.

Pese a que la Iglesia Católica no se ha caracterizado en general por su afecto ni hacia los masones ni hacia los judíos, es un hecho notable que una de las revelaciones de la absoluta falsedad de los Protocolos fue escrita por el R.P. Pierre Charles, S.J. y publicada en la Nouvelle Revue Théologique de Bélgica en enero de 1938.17 Les ruego tomar nota de la fecha, estamos en Europa en vísperas de la Segunda Guerra Mundial, los regímenes totalitarios de Hitler y Franco (y en menor grado, Mussolini) han desencadenado una violenta campaña antisemita y antimasónica. Todos los que seguían el desarrollo de los acontecimientos se daban cuenta que la guera era inminente, y que el poder militar germano aplastaría a sus vecinos, incluyendo a Bélgica.

El Padre Charles tiene que haber sido un hombre de un coraje excepcional, integridad y amor al prójimo, para atreverse a publicar en esos momentos su refutación de los Protocolos. También sus superiores, que autorizaron la publicación, hicieron alarde de un sentido de justicia y humanidad muy escaso en la Europa de esos años.

Algunos paralelos

Aunque dentro del marco de esta conferencia es imposible realizar una comparación minuciosa entre el original francés de Joly y la fraudulenta versión de Nilus, daré lectura a unos pocos trozos selectos para dar una idea de lo que estamos hablando. Las personas interesadas pueden consultar la obra del Profesor Ferrer Benimeli18 o alguna de las obras citadas al comienzo, donde se citan muchos párrafos mostrando el paralelismo entre ambas obras.

Diálogo de Joly, p. 75: Organizaré, por ejemplo, inmensos monopolios financieros, reservas de la fortuna pública, de los que dependerá tan estrechamente la suerte de todas las fortunas privadas, que serán absorbidas con el crédito del Estado al día siguiente de toda catástrofe política. Vos sois economista, Montesquieu; pesad el valor de esta combinación.

Protocolos de Nilus, p. 42: Bien pronto organizaremos enormes monopolios - colosales reservas de riquezas - en los que las fortunas de los cristianos, incluso las grandes, dependerán de tal forma de ellos, que serán absorbidas con el crédito de los Estados al día siguiente de una catástrofe política. Señores economistas aquí presentes, considerad la importancia de esta combinación.

Diálogo de Joly, p. 77: Es preciso llegar a que en el Estado haya solamente proletarios, algunos millonarios y soldados.

Protocolos de Nilus, p.45: Es preciso que en los Estados haya solamente proletarios, algunos millonarios ... y soldados.

Diálogo de Joly, p. 159: Sila volvió deificado, nadie tocó un cabello de su cabeza.

Protocolos de Nilus, p. 93: Sila estaba deificado (nadie tocó un cabello de la cabeza de Sila).

Hay que señalar que a veces Nilus se equivoca, pierde el hilo y no sabe quién está hablando, mezclando los juicios contradictorios de los dos personajes en la obra de Joly.

En total hay más de 160 pasajes en los Protocolos, correspondientes a un cuarenta porciento del texto total, que están evidentemente basados en pasajes en Joly. En nueve de los capítulos, el texto copiado alcanza a más de la mitad.

Un pequeño detalle grotesco es la cita en Latín - la única en los Protocolos: Per me reges regnant. (Por mí reinan los reyes). Esta es una cita del libro de los Proverbios, 8, 15, en su traducción católica (la Vulgata). Es inconcebible que en el Congreso de Basilea, donde muchos si no todos los participantes hablaban o entendían el hebreo, hubieran usado una traducción católica de la Biblia, en vez del original hebreo: Bi Melajim Imlejú.

El ataque a la Masonería contenido en la obra de Nilus aparece al pasar en muchos párrafos del libro. Por ejemplo, en el Protocolo No.

11: "Esto es lo que ha servido de base para nuestra organización de UNA MASONERIA SECRETA DESCONOCIDA POR ESTE GANADO "GENTIL", Y CUYOS OBJETIVOS NI SIQUIERA LOS SOSPECHA, ATRAIDO POR NOSOTROS AL EJERCITO TEATRAL DE LOGIAS MASONICAS PARA ECHAR TIERRA EN LOS OJOS DE SUS MIEMBROS."

El Protocolo No. 15 es quizás el más interesante del punto de vista masónico, conteniendo frases como "crearemos y multiplicaremos logias masónicas libres [evidentemente, Joly no entendía el nombre Francmasón] en todos los países del mundo. ... Pondremos todas estas logias bajo una administración central, conocida sólo por nosotros. ... Entre los miembros de estas logias estarán casi todos los agentes policiales internacionales y nacionales."

Tenemos aquí todos los elementos de las teorías conspirativas, y no vale la pena tratar de discutir con quien está dispuesto a creer estas necedades, haciéndole ver, por ejemplo, la independencia guardada celosamente por las Grandes Logias de todo el mundo, o que las policías secretas de los regímenes totalitarios se cuentan entre los enemigos más rabiosos de la Masonería.

Otro testimonio de primera mano

Los tribunales han dictaminado más de una vez que los Protocolos son una falsedad y un plagio. Por ejemplo, en mayo de 1935, un juez suizo en Berna, juzgando una persona acusada de distribuir literatura sediciosa, declaró: "Considero que los Protocolos son una falsificación, un plagio y una tontería". Sin embargo, la propaganda Nazi hizo enérgico uso de los Protocolos para justificar sus políticas racistas y su reimpresión y distribución es una de las principales ocupaciones de los círculos antisemitas en todo el mundo, hasta hoy.

Declarando en este juicio, el Conde A.M. du Chayla proporcionó importantes informaciones sobre Sergei Nilus, a quien conocía de cerca. Durante la primera Guerra Mundial, el Conde du Chayla comandó un escuadrón de cosacos del Don, y fue condecorado por heroísmo. En 1909, pasó nueve meses en el monasterio de Optina Poustina, donde fue vecino de Nilus, con quien trabó una estrecha amistad. Nilus le habló con frecuencia de los Protocolos y le mostró el documento original y los comentarios que estaba preparando.

"Nilus le presentó a du Chayla una cierta Mme. K, quien había sido su amante en París, y después que Nilus se casó vino a vivir con él y su mujer. La señora Nilus era una mujer débil de carácter y no puso objecciones a este arreglo. Nilus le contó a du Chayla que, mientras estaban en París, la señora K había conocido un cierto General Ratchkovsky, quien le había entregado el manuscrito de los Protocolos, que según él los había sustraído de los archivos secretos de los Francmasones".19

El General Ratchkovsky era uno de los agentes de la Okrana, la tristemente famosa policía secreta rusa zarista.

Después que se reveló el plagio, algunos antisemitas inventaron una "explicación" para la identidad entre los textos. Según ellos, Joly era en realidad un judío bautizado cuyo verdadero nombre era Moses Joel y que, naturalmente, era comunista y había sido fusilado en 1871. Que Joel tenía que haber estado en conocimiento de plan judeo-masónico de conquista mundial, ¡y que por lo tanto era natural que su libro y los Protocolos coincidieran!

La verdad histórica, según se ha podido averiguar, es que Maurice Joly era un monarquista y antisemita, descendiente de una vieja familia francesa católica, muchos de cuyos miembros sirvieron como funcionarios públicos.

Los Protocolos se extienden

Como lo hace notar Ferrer Benimeli, el éxito editorial de los Protocolos fue indiscutible. En el British Museum de Londres se conservan 43 ediciones distintas. Especialmente en los años treinta, época de auge del facismo y del nazismo, anotamos no menos de 28 ediciones y traducciones, impresas en los cuatro rincones del orbe.20

La primera traducción a otro idioma fue hecha por un alemán, el capitán Müller von Hausen, escribiendo bajo el seudónimo de Gottfried zur Beck, quien agregó numerosas notas y comentarios al apéndice de Nilus - es decir, los Protocolos - y los incluyó en las páginas 68 a 143 de un libro suyo que lleva por título Die Geheimnisse der Weisen von Sion (Los secretos de los Sabios de Sión). Von Hausen dedicó su libro "a los príncipes de Europa" como advertencia contra la conspiración judía que amenazaba tronos y altares.21

Su publicación fue patrocinada por la nobleza alemana y se hicieron ediciones populares de bolsillo para alcanzar una máxima difusión.

En 1920 los Protocolos fueron traducidos al polaco, y aparecieron también ediciones en los Estados Unidos e Inglaterra. Poco después también en Suecia, Japón, Portugal y Francia. En 1925 se publicó en Damasco una edición en árabe, que se difundió por todo el Medio Oriente.

La primera edición de los Protocolos en España data de 1927, llevando el título Los peligros judeomasónicos. Los Protocolos de los Sabios de Sión.22 Hubo numerosas ediciones posteriores.

En los Estados Unidos los Protocolos obtuvieron el apoyo de un importante "creyente", el industrial automovilístico Henry Ford. No conocemos la razón para el antisemitismo de Ford, pero el hecho es que no sólo financió de su bolsillo varias ediciones del libro, sino que creó una revista (The Dearborn Independent) especialmente para denunciar el peligro judío. Eventualmente, Ford reunió sus artículos antisemitas en un libro que tituló El Judío Internacional. El libro fue rápidamente traducido al alemán por Théodor Fritsch y en 1922 ya había alcanzado 22 ediciones. Tanto el libro de Ford como los Protocolos se convirtieron en elementos indispensables en la propaganda antisemita de los Nazis.

Las secuelas

Los Protocolos, como ya lo hemos hecho notar, se transformaron en la "Biblia" de los antisemitas y antimasones. Adolf Hitler los usó como justificación para su política de persecución racial, que culminó, como sabemos, en la "Solución Final", es decir el Holocausto - el asesinato en masa de millones de hombres, mujeres y niños judíos por el sólo "crimen" de ser judíos.

Terminada la Segunda Guerra Mundial, y después de la revelación de los crímenes inconcebibles contra la humanidad perpetrados por la Alemania Nazi, y el exterminio de un tercio del pueblo judío, se podría haber esperado una actitud más crítica hacia los Protocolos, cuya falsedad ya estaba demostrada hasta la saciedad.

El Holocausto mismo vino a demostrar, en la forma más trágica y palpable posible, la absoluta necedad de los presuntos "planes de dominación mundial" descritos en los Protocolos. Sin embargo, el odio antisemita y antimasónico no tiene relación alguna con la lógica. Sino con la psicopatología. Los antisemitas simplemente han optado por negar la existencia del Holocausto, alegando que los campos de exterminio, cámaras de gases, miles de testimonios, fotos, películas y confesiones de algunos de los criminales implicados en el Holocausto no son sino invenciones y mistificaciones.

La propaganda antisemita y antimasónica sigue apareciendo sin tregua.

En junio de 1992 fue publicado en un periódico turco un folleto de 40 páginas, a todo color, coincidiendo con la celebración del Quinto Centenario de la bienvenida otorgada por el imperio Otomano a los judíos expulsados de España. La publicación se titula El Ultimo Mensaje y lleva en la primera página una foto de Kemal Atatürk, el padre de la república turca, con el lema: "Siguiendo tus pasos". El titular siguiente promete revelar los secretos de la Masonería, pero la lectura del texto demuestra que se trata simplemente de otro opúsculo de propaganda rabiosamente antisemita. En el interior hay una foto de Hitler con el título "Los judíos me financiaron", y una de Mussolini diciendo "Soy un Sionista".

De especial interés para nosotros es la ilustración en forma de pirámide truncada, con el ojo que todo lo ve dentro de un triángulo en la cima de la pirámide. Luego, en niveles decrecientes, se "revela" la estructura del poder mundial judío: en la cima, 3 judíos Cabalistas, luego el Sanhedrín (compuesto por 70 Sabios), debajo de ellos la Bené Berith y algo llamado Bilderberg "fundado en Holanda en 1954 con dinero de Rockefeller y Rothschild". Nadie ha descubierto aún a qué se refiere ese nombre. El nivel siguiente es ... la MASONERIA, así, en letras grandes. Finalmente, debajo de la Masonería están los Rotarios, los Leones y ... créanlo o no, el "Diners Club".

Las 40 páginas del folleto están repletas de revelaciones fascinantes, como por ejemplo que la palabra "Nazi" es el nombre de los judíos europeos (evidentemente, para el autor no existe diferencia entre "Ashkenazi"23 y "Nazi"24). Hitler fue financiado por los banqueros judíos, y el financista judío Bernard Baruch, "dueño de 243 de las 246 fábricas de municiones en los Estados Unidos" es quien organizó la segunda Guerra Mundial.25

Es fácil tomar a la risa esta triste versión turca "corregida y aumentada" de los Protocolos, pero el asunto es muy serio. Turquía es un país musulman, que lucha por mantener la tradición laica impuesta por los fundadores de la República Turca a comienzos de los años 20. Los fundamentalistas islámicos están luchando ferozmente por recuperar el poder, apoderarse de la educación primaria y transformar a Turquía en otra nación islámica al estilo de Irán. En esta lucha el uso del antisemitismo - conjugado en los ojos de dichos círculos con el Sionismo - y la antimasonería son algunas de sus armas principales.

Los Protocolos se siguen publicando, como si nada hubiera pasado. Su popularidad continúa hasta el día de hoy. En el último volumen publicado por la Universidad de Tel Aviv de su encuesta anual del antisemitismo en el mundo, correspondiente al año 1995, se anotan los Protocolos como una excusa para actos de terrorismo árabe en Villeurbanne, Francia (p. 10) y nuevas ediciones de los Protocolos en los Estados Unidos, Estonia, Eslovaquia, Ucrania, Irán, Dinamarca, y una traducción al griego publicada en Australia (!).26

Conclusiones

Comenzaré por citar las conclusiones del R.P. Pierre Charles:27

1. Si se los toma como un programa, los Protocolos ... son sólo una serie de divagaciones sin importancia, que delatan a cada momento la incoherencia del redactor y su ignorancia de las nociones más elementales. Nadie podría jamás llevar a ejecución ese programa, porque hormiguea de contradicciones y de insanías visibles.

2. Es cosa probada que estos Protocolos son una falsificación, plagiada torpemente de la obra satírica de Maurice Joly y compuesta con el fin de hacer odiosos a los judíos, excitando contra ellos las pasiones irreflexivas y ciegas de la muchedumbre.

3. El Congreso Sionista de Basilea no tiene que ver absolutamente nada con la composición de los Protocolos.

4. Se puede discutir sobre el fin perseguido por los autores de la falsificación. Parece, en verdad, que debe relacionárselo con la situación interna de Rusia y con el manifiesto zarista del 30 de octubre del mismo año. Pero para no mezclar conjeturas en una conclusión clara de por sí, no queremos examinar este punto.

A lo anterior podríamos agregar la evidente falsedad de la relación entre judaísmo y Masonería, de la que ya hablamos antes. También se ha querido relacionar la Masonería con el Comunismo, lo que no pasa de ser un absurdo tan grotesco como el anterior, si recordamos que la Masonería fue prohibida y los masones fueron perseguidos por todos los regímenes comunistas, comenzando con la Unión Soviética. En 1922 la Cuarta Internacional Comunista declaró que la Masonería y el Comunismo son incompatibles, y un par de años más tarde la policía secreta rusa liquidó los últimos vestigios de Masonería arrestando a los pocos Masones restantes. Algo similar ocurrió en todos los países de la órbita soviética, donde la Masonería estuvo estrictamente prohibida mientras duró el régimen comunista. La única excepción conocida a esta regla general es la de Cuba, donde la Orden continúa funcionando - bajo estrecha supervisión policial - pero no ha sido suprimida.

La lucha entre los hijos de la luz y los sectarios del odio y la intolerancia no sólo no ha terminado, sino que se está agravando. En países de larga tradición democrática, como Inglaterra y los Estados Unidos, la antimasonería ha vuelto a florecer y está alcanzando nuevos niveles de fanática actividad. Las oportunidades ofrecidas por la tecnología electrónica - especialmente el Internet - han sido rápidamente aprovechadas por los antisemitas y antimasones, mientras que del lado de la Masonería la reacción es muy lenta y podemos decir que está en sus comienzos. En el escenario mundial, el renacimiento de la Masonería en los países sucesores del imperio soviético es sumamente despaciosa y difícil, mucho más de lo que se suponía hace pocos años atrás.

Por otra parte, siguen habiendo numerosas naciones en el mundo - especialmente aquellas con regímenes islámicos - donde la Masonería está prohibida hasta el día de hoy.

Termino con una última cita del Padre Charles:

"El odio es como la túnica legendaria de Deyanira, de la que Hércules no llegaba a desprenderse. Los odios son - ¡ay! - el tesoro que el hombre guarda más ferozmente; y lapida con rabia a aquellos que intentan arrebatárselo."28

Notas y bibliografía

1 José Antonio Ferrer Benimeli, El Contubernio Judeo-Masónico-Comunista, Ediciones Istmo, Madrid, 1982.

2 Norman Cohn, Warrant for Genocide (The myth of the Jewish world-conspiracy and the Protocols of the Elders of Zion), Eyre & Spottiswoode, Londres, 1967.

3 Herman Bernstein, The Truth about the "Protocols of Zion" - A complete Exposure, Covici-Friede, Nueva York, 1935.

4 Sigmund Livingston, Must Men Hate? (¿Es que los hombres tienen que odiar?), Crane Press, Cleveland, 1944.

5 El Profesor Ferrer Benimeli cita la publicación titulada "Judíos y Masones" en La Lectura Dominical del 27 de febrero de 1898. op. cit., p.138, nota 4.

6 5 volúmenes, Londres, 1797.

7 Citado por Cohn, op. cit., p. 48.

8 R.P. Pierre Charles, Los Protocolos de los Sabios de Sion, Buenos Aires, 1954. El trabajo original del R.P. Charles apareció en la Nouvelle Revue Théologique de enero de 1938.

9 Cohn, op. cit., p. 33.

10 Cohn, op. cit., p. 45.

11 Cohn, op. cit., p. 47.

12 Cohn, op. cit., pp. 65-66.

13 Livingston, op. cit., p. 41.

14 Livingston, op. cit., p. 40.

15 Ibidem, p. 42.

16 Estos artículos fueron posteriormente publicados como un panfleto con el título La Verdad sobre los Protocolos, un fraude literario.

17 Una traducción al castellano fue publicada como un folleto en Buenos Aires en 1954.

18 Ferrer Benimeli, op. cit., pp. 157-166.

19 Bernstein, op. cit., p. 49.

20 Ferrer Benimeli, op. cit., p. 148.

21 Ferrer Benimeli, op. cit., p. 143.

22 Ferrer Benimeli, op. cit., p. 144.

23 De "Ashkenaz", el nombre de Alemania en hebreo medieval.

24 Abreviatura de "Nationalsozialist".

25 Reportaje por Alexander Zvielli y David Bar-Illan: "Calculated madness in a Turkish fantasy", The Jerusalem Post (Jerusalén), 24 de

julio de 1992.

26 Anti-Semitism World Wide 1995/6, Universidad de Tel Aviv, Proyecto para el Estudio del Antisemitismo, Tel Aviv, 1996.

27 Charles, op. cit., p. 34.

28 Charles, op. cit., p. 35.