sábado, agosto 18, 2007

La cocina masónica sale a la luz



La cocina se ha convertido hoy en un importante ingrediente de las economías locales, quizás transmutadas en imanes de un turismo cada vez más racionalizado en torno a los valores propios, a los matices diferenciales. Los valores culinarios, junto con todo lo que lo rodea, como los vinos o la repostería, son valores en alza y que forman parte del conocimiento y de la cultura. Saber cocinar bien es una muestra de la educación del momento, y para contribuir a este enriquecimiento se acaba de presentar un libro sobre cocina masónica de la mano del gastrónomo Pepe Iglesias.

Boquerones en vinagre, vieiras, lentejas y oca son algunos de los platos típicos de la cocina masónica española, según se desprende del libro 'La Cocina masónica' (Alianza Editorial) del gastrónomo Pepe Iglesias. La publicación, que ahora también se puede adquirir a través de internet (www.enciclopediadegastronomia.es), pretende recuperar la historia, ritos y tradiciones de esta mesa, que se ha caracterizado durante siglos por "los grandes banquetes".

Iglesias ha explicado que la idea de este libro surgió a raíz de "la falta de documentación" que existía en España sobre este tema "debido también a la ausencia de costumbres gastronómicas propias". Por ello, 'La Cocina masónica' pretende "cubrir este vacío que había dejado cojas las celebraciones masónicas".

En algo más de 700 páginas, el autor recopila las principales características y recetas de la gastronomía masónica "muy relacionadas con la cocina puramente mediterránea" aunque, según precisó Iglesias, "más universal" que otras cocinas porque para los masones "la patria es la tierra y se respetan las costumbres y culturas de cada hermano y de cada pueblo".


CONTENIDO ESOTÉRICO

"Está elaborada con ingredientes naturales, con un cuidado especial al equilibrio nutricional y a la estacionalidad de los productos, y con todo un ritual, tanto de cocina como mesa, acorde con las fiestas que se celebren en cada ocasión", indicó.

Y es que, según Iglesias, en la cocina masónica prima "el simbolismo de cada plato" aunque siempre se procura que "resulte exquisito". "Cada producto tiene un significado esotérico, por eso le dedico nada menos que todo un tercio de la obra a explicar lo que representan los comestibles más notables", añadió.

Respecto a la vinculación entre la masonería y la gastronomía, Iglesias explicó que en la tradición masónica, todas las reuniones se han visto siempre rematadas por una comida fraternal. "De hecho las primitivas logias inglesas que dieron lugar a la formación de La Gran Logia de Inglaterra y con ella a la Masonería Especulativa, no tenían locales propios sino que se reunían en sendos restaurantes o posadas: 'The Goose & Gridiron' (La oca y la parrilla), 'The Crown' (La Corona), 'The Apple Tree' (El manzano) y 'The Rummer & Grappes' (La jarra y las uvas)", precisó.

Todo un ritual que debía ser regado con los mejores caldos del momento.

http://www.elmundofinanciero.com/noticia.asp?ref=11729

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