sábado, mayo 26, 2007

El Hospitalario en el R:. E:. A:. y A:.


Entre los Oficiales que componen una Logia masónica, el H:. Hospitalario encarna la virtud de la Caridad, como lo testimonia el corazón que figura en la joya de su collar (en el R:.E:.R:. es un corazón inflamado).

Es el depositario del "Tronco de la Viuda" o "de Beneficencia" destinado a socorrer las necesidades pecuniarias de los miembros de la Logia y de sus familias impedidos por motivos de salud o de otra índole.

Él es asimismo el lazo que la Logia mantiene con los HH:. enfermos que no pueden asistir a los Trabajos. Transcribimos lo siguiente, perteneciente al A:. y:. R:.

Después de haber sido revestido con el mandil y devuelto al Este ante el V. M., éste le dice:

"H. Gabe, de acuerdo a una antigua costumbre, adoptada entre los masones, es necesario que se os solicite donéis alguna cosa de tipo o naturaleza metálica, no por su valor intrínseco, sino para que pueda ser depositado entre las reliquias en los archivos de esta Logia, como un recuerdo de cuando habéis sido hecho masón.

Cualquier cosa, Hermano, que podáis tener con vos, de naturaleza metálica, será recibida agradecidamente: un botón, un alfiler, una pieza de cinco o diez centavos, o cualquier cosa, Hermano mío".

El candidato observa que no lleva nada sobre sí, que se encuentra totalmente desprovisto, pues su conductor lo había despojado de todo antes de entrar en la Logia. Tal vez solicite poder ir donde se hallan sus ropas para poder contribuir, lo que el V. M. rechaza, desde luego.

Después de algunos momentos de suspenso éste dice: – H. Gabe, sois en verdad un objeto de caridad: Casi desnudo, sin un centavo, ni siquiera un botón o alfiler que ofrecer a esta Logia. Permitid, Hermano mío, que esto tenga un último efecto sobre vuestra mente y vuestra conciencia; y recordad, si alguna vez véis a un amigo, pero más especialmente a un Hermano, en una condición semejante de desamparo, que debéis contribuir tan liberalmente a su sostén y socorro, como sus necesidades parezcan exigir y vuestra capacidad os permita, sin ninguna ofensa material para vos o vuestra familia".

Después de esto el candidato es "devuelto al lugar de donde vino e investido de lo que antes había sido desvestido" antes de volver a la Logia y ser colocado en el Nordeste, punto cardinal donde era depositada antiguamente la primera piedra de la construcción.

Se trata del simbolismo del despojamiento, imagen de la dependencia de todo ser con respecto al Principio, representado en el espacio sagrado de la Logia, vinculado asimismo con el simbolismo de la caridad en tanto que ésta corresponde al "vértice superior del triángulo iniciático".

Se añade en nota, en el Duncan's Ritual: "El Maestro, asistido por el 1er Vig., (que ha revestido al Neófito con el mandil y le ha enseñado cómo se lleva) deposita la primera piedra de ángulo de una bella fábrica" (el subrayado se halla así en el texto). Ver R. Guénon: "La piedra angular", "Lapsit Exillis", "El-Arkàn", caps. XLIII a XLV de Símbolos Fundamentales...

Fuente Consultada:

Ritual de la Logia Thebah donde se afilió el R:. H:. René Guénon.

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RITUALES DE LA LOGIA THEBAH
NOTA COMPLEMENTARIA


René Guénon fue afiliado a la Logia Thébah, de la Gran Logia de Francia, hacia 1910, asistiendo hasta probablemente 1912. Según indica J. Baylot (Planète Plus, 1970) durante su estancia en ella leyó un trazado cuyo frontispicio era "La Enseñanza Iniciática" (publicado más tarde en Le Symbolisme, enero de 1913), cuyo contenido sería desarrollado en su libro Aperçus sur l'Initiation.

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