sábado, febrero 13, 2010

Barcelona Masónica

Los chocolates Toblerone tienen forma triangular porque su creador era masón. También lo era el de los chocolates Suchard, y el inventor de la maquinilla de afeitar con cuchilla y uno de los fundadores del FNAC y Adolf Sax, inventor del saxofón. Y también escritores como Mark Twain y Sherlock Holmes. Lo dijo ayer Xavier Casinos, periodista y autor del libro Passejades maçòniques per Barcelona, que lleva prólogo nada más y nada menos que del alcalde de Barcelona, Jordi Hereu. Casinos, acompañado de Hereu, presentó ayer el texto en la Biblioteca Pública Arús y empezó citando una ristra de masones extranjeros para referirse luego a la hipótesis de que los colores del Barça tenga su origen en la masonería. La primera vez que se lo dijeron no lo creyó Casinos. Podía, claro, ser una mera casualidad. Porque es cierto que hay un mandil con los colores azul y grana, pero también hay otro (de aprendiz, enfatizó con cierta dosis de ironía) que es blanco y eso no debería llevar a pensar que también la camiseta del Real Madrid es de origen masónico.

Pero andando el tiempo y estando precisamente en la Biblioteca Arús vio un cuadro firmado por D'Artagnan, una alegoría masónica, en el que aparecen los colores azul y grana. Pero eso no llevaba a ninguna parte porque no había constancia de conexión alguna entre la logia de Rossend Arús y el fundador del Barça, Joan Gamper. Hasta que apareció la conexión. Uno de los miembros de la misma era pariente de Gamper y participó en la fundación del club de fútbol. Desde luego, no hay documento que establezca fidedignamente que el nacimiento de los colores del Barça estén indisolublemente vinculados a la logia, pero hay razones para creerlo que antes no existían.

El interés por conocer el asunto es, sobre todo, ciudadano, como recordó el gerente de la biblioteca, Josep Brunet. Grandes capitales europeas tienen recorridos masónicos. Perfectamente conocidos y públicos porque en otras partes la masonería no sufrió la persecución a la que en España fue sometida por el dictador Francisco Franco. Éste ordenó borrar cualquier símbolo que quedara en la ciudad. Algunos, recordó Hereu, se salvaron porque el régimen era bastante ignorante y no supo reconocerlos. Casinos citó algunos y remitió al público (que abarrotaba la salita) a su libro para encontrar otros. Entre los que citó: el restaurante Set Portes, la calle de Portaferrisa e incluso un edificio que albergó un cuartel de reclutamiento.

Jordi Hereu expresó su satisfacción por vivir en un tiempo y una ciudad donde se puede ser normalmente masón sin tener por qué ocultarlo. "Es la normalidad de la libertad", dijo el alcalde. También estuvieron en el acto el líder de CiU, Xavier Trias, y el socialista Josep Maria Sala. El libro es un paseo por la ciudad, incluyendo las referencias a calles que tienen nombre de personajes que fueron masones. Sin ir más lejos, Andreu Nin, Antonio Machado y Lluís Companys.

Etiquetas de Technorati: ,,

domingo, febrero 07, 2010

Celebraciones por el Día del Aprendiz Masón

 

Etiquetas de Technorati: ,,

EL GRADO DEL REAL ARCO

Enciclopedia de la Francmasonerí a.- A. Gallatin Mackey

Con excepción del grado del Maestro, no existe otro grado en la Masonería tan extensamente difundido, o que sea tan importante en su valor histórico y simbólico, coma el Arco Real, o, como se le ha llamado, flor razón de su significación sublime el ‘Arco Real Sagrado” Dermott le llama ‘la raíz, corazón, y esencia de la Masonería,” y Oliver dice que es “indescriptiblemente más augusto, sublime, e importante que cualquiera que le precede, y es, en efecto, la cima y perfección de la Masonería Antigua.” Se encuentra, efectivamente, en cada uno de los Ritos, en alguna forma modificada, y algunas veces bajo nombre diferente, pero conservando siempre esas mismas relaciones simbólicas de la Palabra Perdida que constituyen su carácter esencial.

Cualquiera que estudie cuidadosamente el grado del Maestro en su significación simbólica, sé convencerá que se encuentra en una condición mutilada, es decir que es imperfecto e incompleto en su historia, y que, terminando bruscamente en su simbolismo, deja a la mente en espera de algo más que es necesario a su perfección. Esta deficiencia la suple el grado del Arco Real. Así es que, cuando tuvo lugar la unión en Inglaterra, en 1818, entre las dos Grandes Logias rivales, no obstante que existía una disposición hereditaria y vigorosa en la parte de los Masones Ingleses con el fin de preservar la simplicidad del Antiguo Rito de York limitando a la Francmasonerí a a los tres grados simbólicos, fué necesario definir la Masonería del Orden antiguo como consistente de tres grados, incluyendo el Arco Real Sagrado.

Hubo un tiempo en que el Arco Real no existía como grado independiente, sino que era una parte complementaria del grado del Maestro, al que dio la necesaria realización. Ramsay lo introdujo en los grados superiores del continente; Darrnott lo creó y estableció para el uso de su Gran Logia; y que Dunckerley se dice lo desunió del tercer grado en la Gran Logia Legal de Inglaterra.

El método preciso y época de su separación después de haber sido establecido por tercera vez, como grado independiente en Inglaterra y América, constituye una parte importante e interesante de la historia de la Masonería.

Es evidente que la existencia del Arco Real como grado independiente y distinto, data de una época comparativamente moderna. En ninguno de los registros antiguos manuscritos de la Masonería existe la referencia más insignificante de él, a la vez que Anderson no lo menciona de ningún modo en su historia de la Orden. La palabra verdadera, que constituye el carácter esencial del grado del Arco Real fué encontrada por el Dr. Oliver en un retablo antiguo del Maestro Masón de fecha aproximada al año 1725 por lo que concluye así (Orden de Inglaterra R A., p. 20) “que la palabra, en esa época no había sido apartada del tercer grado y transferida a otro” en otras palabras, que el grado del Arco Real no habría sido construido entonces.

El período último en que se menciona en Inglaterra que él pudo encontrar, fue en el año 1740. exactamente dos años después de que aconteció el cisma que separó la Logia antigua de la Gran Logia Moderna, uso los títulos generalmente aceptados, sin ninguna referencia a su propiedad y atribuye su formación al cuerpo anterior. Stone, (Cartas Sobre la Masonería, p. 50,) que posee un conocimiento perfecto de la historia Masónica, atribuye su origen al Capitulo Primordial de Arras. Pero ese cuerpo fué establecido por el joven Pretendiente en 1747, y Oliver, como se demuestra, reconoció la existencia del grado en Inglaterra siete años antes, Sin embargo, la verdad es que, Ramsay, mucho antes habla incorporado el grado del Arco Real bajo un titulo diferente en sus grados superiores, y no hay duda que Dertnott, que fué realmente el inventor del sistema Inglés, debía a él muchas de sus ideas lo mismo que aconteció posteriormente a Dunckerley cuando compuso el Arco Real para la Gran Logia Legal pero el sistema de Ramsay era muy diferente en sus detalles principales al de ambos. Ramsay, hacia la época de la innovación de Dermott, había visitado Inglaterra, e intentado introducir sus grados superiores, los que fueron rehusados por la Gran Logia Legal y hay muchas razones para creer que él comunicó a la Masonería separatista una parte principal de las invenciones que él había implantado en la Masonería del continente.

Oliver dice que el Arco Real que fué inventado por los separatistas, “aunque contenía elementos de sublimidad suprema, era imperfecto en su construcción y poco satisfactorio en su resultado lo cual demostraba, por el estado imperfecto e informa en que se encontraba entonces, que el grado estaba en los primeros años de su infancia, Los anacronismos que tenía en abundancia, y el estilo negligente en el que sus partes se encontraban dispuestas, revelaban su origen reciente. Realmente, no cabe duda que fué un atentado, el combinar varios de los grados continentales de la Masonería sublime en uno solo, sin atender al orden del tiempo, propiedad y estilo conveniente en su disposición, o cualquiera otro principio fundamental; y por esta razón encontramos en el grado, tal como fué construido originalmente, una confusión insuperable del todo en los acontecimientos que se conmemoran en el Arco Real de Ramsay, los Caballeros del Arco Noveno, del árbol Ardiente, del Oriente o la Espada, de la Cruz Roja. el Compañero Masón Escocés. el Maestro Selecto, la Espada de la Cruz Roja de Babilonia, la Rosa Cruz, etc,”.

Como a fines del año de 1758, la Gran Logia Constitucional no tenía grado del Arco Real, pues en ese año el Gran Secretario declaró que nuestra sociedad no es Arco Antiguo ni Arco Real ;‘ y en la lectura del tercer grado preparado por Anderson y Desaguliers dice que “lo que existía perdido se ha encontrado ahora,” lo cual significaba, dice Oliver, que la palabra del maestro masón se otorgó al Masón recientemente ascendido en las últimas ceremonias del tercer grado, lo cual prevenía la necesidad del grado del Arco Real.

Pero hacia el año 1770, Tomás Dunckerley, que había sido autorizado por la Gran Logia Constitucional, o los “Modernos,” para inaugurar un nuevo sistema de lecturas, comenzó sus modificaciones del antiguo sistema, las que se han practicado hasta la fecha y que consisten en separar la palabra del Maestro del tercer grado, Esto dio origen a la necesidad de un nuevo grado; por lo que Dunckerley, copiando de Ramsay, de Dermott, y de su propia invención, fabrico el grado del Arco Real para los Masones Modernos; siendo una Innovación violenta, cuyo éxito se debe únicamente a su gran popularidad que tenía en la Orden y la influencia del Gran Maestro. Oliver cree, por buenas razones, que la introducción del grado del Arco Real en el sistema Moderno no podría haber sido anterior a la dedicación del Salón de los Francmasones en 1776. Diez años después de que los reglamentos del grado fueron establecidos por primera vez, y en que la unión de las dos Grandes Logias en 1813, tuvo lugar, fué reconocido formal y oficialmente el Arco Real Sagrado, como una parte de la Masonería del Orden Antiguo, el que ha permanecido desde entonces en dicha forma.

El resultado de nuestras investigaciones, en las que hemos confiado principalmente en la autoridad del inteligente Oliver, es que, hasta el año 1740, el elemento esencial del Arco Real constituía parte componente del Grado de Maestro, y era, por supuesto, su parte concluyente; que como grado no fué reconocido del todo siendo solamente el complemento de uno; y que en la época en que fué separado de su relación original y elevado a la posición e investido con a forma de un grado distinto por el cuerpo que se llamaba ‘la Gran Logia de Inglaterra según las Antiguas Constituciones,” y que se conoce familiarmente tomo la Logia de Dermott o la Gran Logia Athol, y frecuentemente corno ‘los Antiguos;” que en 1776 un grado se¬mejante construido por Dunckerlev, fué adoptado por La Gran Logia Constitucional. o los “Modernos,” y que en 1813 fué reconocida formalmente como parte del Rito de York por a Gran Logia Unida de Inglaterra.


En América, la historia del grado siguió a la del sistema inglés. Como la mayor parte de las Logias americanas derivaban sus Patentes de la Gran Logia Athol, el Arco Real debe haber sido introducido en el momento de su constitución, El gobierno del grado estuvo por mucho tiempo bajo las ordenes de las Logias del Maestro, y muchos años transcurrieron antes de que fuese conducido de ahí y colocada bajo el control de cuerpos distintos llamados Grandes Capítulos. En América, no fué sino hasta 1798 en que se fundó el Gran Capitulo y muchas Logias persistieron por algunos años en que les fuese conferido el grado del Arco Real bajo La autoridad de sus Poderes de Las Grandes Logias.

Conservado en todas partes la identidad en su significación simbólica, el Arco Real varia en diferentes países en sus detalles históricos.


El grado de Ramsay, del que se originaron todos los sistemas continentales, es enteramente diferente del que se practica en la Gran Bretaña, en Irlanda, y en los Estados Unidos.


Su representació n puede encontrarse en el grado décimo-tercero, o Caballero del Arco Noveno del Rito Escocés Antiguo y Aceptado.

En Inglaterra, Escocia. y los Esta¬dos Unidos, la circunstancia en la que se funda el grado, o, en el lenguaje técnico, la leyenda, es la misma; pero La organización preliminar es diferente en cada país.

En Inglaterra en 1834 se hicieron varios cambios considerables en las ceremonias de exaltación, pero se conservaba el diseño general del sistema. El grado es el cuarto en la serie masónica, y el Maestro Masón que ha permanecido así por doce meses, es elegible para la exaltación. Los oficiales principales del Capítulo ingles son: los tres Principales, Zorobabel, Haggai, y Joshua; tres Residentes Templarios y dos Escribas, Ezra, y Nehemiah un Tesorero y un Bedel.

En Escocia, los grados preliminares son; los de Maestro super-Excelente, Excelente, Ex-Maestro. y Marcador, y los oficiales principales son los mismos que en Inglaterra.

En Irlanda, la leyenda era anteriormente diferente de la de Inglaterra, y fundada en sucesos registrados en las Crónicas del Segundo Libro (xxxiv p. 14,) en donde se dice que Hiliiah “encontró el libro de la ley de Dios dado por Moisés.” La fecha de este grado era por Lo tanto el año 624 A. C., o sea noventa años después que la nuestra. Los grados preliminares a calificativos eran: Super Excelente y Excelente y Ex-Maestro. Pero el sistema irlandés fué alterado hace algunos años, y se adoptó un nuevo Rito, algo semejante al americano. Los oficiales no difieren materialmente de los del Capitulo inglés y escocés.

En América, la leyenda es la misma. tal como la inglesa, aunque varía en algunos de sus detalles. Los grados preliminares son: Maestro Excelentísimo, Ex-Venerable y Aprobado; y los oficiales principales son: Sumo Sacerdote, Rey, Escriba, Capitán de la Hueste, Viador Principal Capitán del Arco Real, y los Tres Grandes Maestros de los Velos.

Corno ya he dicho, como quiera que la leyenda o base histórica variase en los diferentes Ritos. en todos ellos era idéntica la significación simbólica del Arco Real. Por lo mismo, la Construcción del segundo Templo, que es un símbolo tan prominente en los sistemas inglés y americano, y enteramente conocido de igual modo en el continental, no puede considerarse como punto esencial en el simbolismo del grado. Es importante en los sistemas en que se encuentra, pero no es esencial. El verdadero simbolismo del sistema del Arco Real se funda en el descubrimiento de la Palabra Perdida.

Nunca es por demás e! repetir que la PALABRA es, en la Masonería, el símbolo de la VERDAD. Esta verdad es el gran objeto que persigue la Masonería el principio y tendencia de todas sus investigaciones la recompensa prometida a todos los esfuerzos masónicos, y que se busca diligentemente en todos los grados a que se aproxima constantemente pero nunca se comprende perfectamente e íntimamente, hasta que al fín, en el Arco Real, los velos que cubren el objeto de nuestra investigación se descubre ante nuestra vis¬ta, y se revela el inestimable premio.

Esta verdad, que es el gran objeto de las investigaciones de la Masonería, no es precisamente la verdad de la ciencia, o la verdad de la historia, pero es la verdad más importante que es sinónimo del conocimiento de la naturaleza de Dios, es esa verdad que se encuentra en el Tetragrama Sagrado, o nombre omnipotente, comprendiendo su significación su existencia eterna, presente, pasada y futura, a la que alude al declarar a Moisés, me he presentado a Abrahan, Isaac y a Jacob por el nombre de Dios Omnipotente; pero no me conocían por mi nombre de Jehová.

El descubrimiento de esta verdad es entonces, el simbolismo esencial del grado del Arco Real. Donde quiera que se practique, y bajo algún nombre peculiar el grado se encuentra en todos los Ritos de la Masonería; este simbolismo permanece. Pero no obstante, la leyenda puede variar, las ceremonias de recepción y los pasos preliminares de iniciación pueden diferir, pero la consumación es siempre la misma el gran descubrimiento que representa el conocimiento de la VERDAD.

 

Etiquetas de Technorati: ,,

El Tuileur de Villaume

LE TUILEUR. Vuillaume. Ed. du Rocher, Mónaco 1990. Aprox. 330 pgs.

La palabra francesa "Tuileur" designa, por una parte, al Hno. (Guarda Templo), cuya función es asegurarse de que todo el que entra en una Logia está en posesión del grado en el que el Taller está trabajando, para lo cual le pide de forma regular los secretos simbólicos correspondientes. Por otra parte, se llamó así al manual que recoge estos secretos: signos, toques, palabras de pase, palabras sagradas o de reconocimiento, edad simbólica, marchas (pasos rituales) y, si es más completo, como en este caso, baterías, decoración o tintura de la Logia y designaciones de esta y de los oficiales características de cada grado, así como joyas y decoración de estos últimos, horas del trabajo, etc. No es un ritual desarrollado, sino la codificación de unos elementos fundamentalmente invariables.

El Tuileur se publicó en París anónimamente, firmado "por un veterano de la Masonería", en 1820 y 1830, incluyendo ésta un aviso del editor que luego citaremos. La edición de du Rocher es un facsímil de la segunda y reproduce la que hizo Dervy-Livres en 1975.

Los Ritos que incluye este Tuileur son: el Rito Escocés Antiguo y Aceptado; el Rito Francés o Moderno que es como se denominaba al seguido por el Gran Oriente y sus logias, y que termina con el grado (7º) de Soberano Príncipe Rosacruz, idéntico al grado 18 del anterior con unas pocas diferencias; la Masonería "de Adopción"; y finalmente el Rito de Misraím, trasladado a un apéndice en esta 2ª edición, debido al desuso de su práctica según expresa el mismo editor, que dice haber consultado a los masones más instruidos y haber hecho caso de sus críticas juiciosas, así como corregido escrupulosamente las faltas que le han sido indicadas.

El Rito Escocés Antiguo o "de Perfección" tenía veinticinco grados divididos en siete clases. Según Vuillaume "se exigía un trabajo de ochenta y un meses para obtener estos grados unos después de otros, y difícilmente se concedían dispensas"; el de 33 grados, "Antiguo y Aceptado" también se dividía así, siendo la primera "clase" la "Masonería azul" de los tres grados de aprendiz, compañero y maestro.

Puede observarse aquí la idea de "circularidad" implicada por esta estructura y sugerida en el propio término de "grado".

Vuillaume da la traducción de las palabras hebreas en latín y la incluye asimismo en el índice final de términos; también aparecen a lo largo del libro XXXI planchas, algunos de cuyos grabados no suelen hallarse en otro lado, como por ejemplo la XVII:

"Disposición del Campamento de los Sublimes Príncipes del Real Secreto", que tiene ciertas analogías con la "Ciudad de los Sauces" o "Morada de los Inmortales" de la Tradición Extremo-Oriental.

Por el prefacio de Jean Tourniac, sabemos que en la primera edición de la obra el autor afirmaba que, de los Tuileurs publicados hasta esa fecha, todos agotados, "el menos imperfecto. es aquél impreso en 1813 que se vendía donde Delaunay" indicando Tourniac la preferencia de algunos autores por este último. No conociéndolo, podemos decir sin embargo que en los dos tomos queR. Berteaux dedicó a los altos grados del Rito Escocés antiguo y aceptado, están citadas las referencias fundamentales de ambas obras (la segunda de una edición de 1821, publicada por Les Editions d'Aujourd'hui: Les Introuvables), así como bastantes procedentes de A. Pike, y puede observarse que las diferencias entre los dos primeros, cuando las hay, son sobre todo complementarias, dependiendo más bien de puntos de vista distintos, por ej. en alguna de las baterías o de las marchas; en las notas citadas por Berteaux se observa más interpretación por parte de Delaulnay, (no sabemos si incluye muchos más comentarios), limitándose Vuillaume por lo general a la noticia de variaciones en uso, o a la corrección de términos deformados.

Según el editor, la segunda edición se hizo por la demanda que había de este Manual, a pesar de la existencia de varios del mismo género, lo que considera se debe "a su exacta conformidad con los rituales, y a la justeza de la interpretación de las palabras misteriosas de cada grado".

Según se dijo en la primera edición, las palabras hebreas o "caldeas" "consagradas en la masonería, han sido cotejadas con un cuidado particular; han sido traducidas según una obra muy rara, impresa en forma de diccionario en 1537, por Robert Etienne, y con la ayuda del Diccionario hebreo de Sebastián Munster, impreso en Basle por Froben en 1574, 7ª y última edición: En fin, que, en cuanto a la puntuación vocal, se ha seguido la Biblia in-fº que Bomberg produjo en 1548.

"Añadiendo también que "toda esta parte del Manual ha sido revisada por un Doctor israelita conocido por su saber y erudición y junto al cual ha encontrado gran ayuda para el estudio de la lengua sagrada".

Vuillaume incluyó asimismo un resumen de las reglas de pronunciación según los puntos diacríticos.

Tourniac subraya la importancia del calendario, ocurriendo que Vuillaume incluye el hebreo para el s. XIX, lo que parece indicar que era seguido al menos por un número indeterminado de logias. El calendario hebreo y el cristiano son en realidad complementarios, pues uno es lunar y el otro solar, aunque recuerda Tourniac que la Pascua cristiana se celebra el domingo siguiente al 14º día de la luna de marzo.

Hay un punto en el que no podemos estar de acuerdo con Jean Tourniac, y es en que la explicación del interés de R. Guénon por los altos grados, -aparte de lo que se cita más adelante sobre la acogida de otras formas iniciáticas en la Orden- pueda hacerse "observando que siendo la Masonería prácticamente la única iniciación accesible a los occidentales, los altos grados permiten satisfacer las distintas 'tendencias' de los iniciables", aunque ello esté incluido, y que: "Es así como un neófito, dotado de la naturaleza de un kshatriya, puede muy bien no sentirse 'animado' por los grados azules de la Masonería basados sobre la iniciación artesanal. .el acceso ulterior a los grados caballerescos le colocará en una situación favorable para recibir la porción de la influencia espiritual propia de la la iniciación caballeresca que ha sido transmitida a la Masonería -por vías misteriosas a las cuales René Guénon ha hecho alusión en términos 'cubiertos'-, todo y continuando haciéndole beneficiar de los frutos inherentes a la iniciación de oficio."

Esto último es cierto de hecho, los "beneficios espirituales" no se pierden, y menos en un espacio "central" como es la logia, sobre todo abierta en el tercer grado, pero si eso quisiera decir que el neófito ("nueva planta") se puede saltar los primeros grados debido a su indiferencia por sus contenidos, la conclusión será más bien descalificatoria, pues es lo caballeresco lo que ha sido injertado en la Masonería, y no al contrario, y es el tronco lo que da la savia, independientemente que la flor y el fruto puedan ser distintos a los anteriores.

Por otra parte esos neófitos han de efectuar su recorrido por los tres grados, que en sí corresponden a la cosmogonía íntegra; en los "altos grados" (no en todos) se encuentran desarrollos y explicitaciones de los contenidos de aquéllos que incluyen referencias a la salida del cosmos e incluso a la "realización descendente", pero esto sobrepasa las consideraciones de casta, y por otra parte, Alquimia, Gran Obra y Arte Real son términos análogos.

La cuestión es que el "poder temporal" es un extremo de los Misterios Menores, que la Cosmogonía se expresa en los tres grados de Aprendiz, Compañero y Maestro, ilustrados por los desarrollos posteriores (podría decirse que de alguna manera en cada grado hay los tres grados), ocurriendo que los "altos grados" no son sólo "caballerescos" como se ve por muchos de sus títulos y simbólicas propias, y que todos los símbolos son medios y no fines. Por otra parte, las referencias de los altos grados del Escocismo son en realidad "imperiales", pero ¿qué significará esto hoy para sus distintos miembros? .

Diríamos que, en las afirmaciones que comentamos porque pudieran dar lugar a confusiones, se trata más bien de preferencias de J. Tourniac, muy legítimas en un aspecto, pero que no se debe generalizar u otorgarles un solo valor a esas simbólicas; y que aquello a lo que se refiere en su prólogo es más bien un efecto de ese laboratorio metafísico que son los talleres de los "altos grados", una forma, que se está tomando como única. Por otro lado, destacamos parte de su advertencia: "la Unidad no es la uniformidad. Existe una Unidad 'global' de la Masonería, más allá de los diferentes Ritos y que los funda en la armonía exhaustiva, (.) y universal de la Orden. (.) Existe en contrapartida [al mismo tiempo, diríamos, y como imagen de la anterior] una Unidad propia de cada Rito". Unidad cuya armonía es patente en la plancha XXXI, que describe geométricamente la estructura del ''Sistema de los 33 Grados del Escocismo" en base a los polígonos concéntricos comprendidos en el círculo del grado 33 y último del Rito, estructura en la que se ubican las palabras sagradas de los mismos y que constituye un verdadero "mandala" masónico. J. M. R.

 

Etiquetas de Technorati: ,,